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Cada democracia tiene sus peculiaridades y puede ser más o menos "democrática". Reseña del análisis del número de octubre de 2004 de Journal of Democracy entre otros.

Con el propósito de contribuir a una clasificación rigurosa de los regímenes políticos democráticos (RPD) que se han sucedido a lo largo de la historia, se hacen tres distinciones conceptuales que ocupan los tres apartados centrales del artículo. La primera distinción se basa en una oposición estricta de los dos géneros básicos de régimen político: el RPD y la dictadura. La segunda distinción diferencia las dos especies básicas del RPD en el ámbito histórico: la democracia directa real y la democracia representativa real. La tercera distinción contrapone dos regímenes políticos eidéticos (democracia directa pura y democracia representativa pura), que pese a circunscribirse al terreno de las ideas conviene considerar para una mayor claridad de los que acabo de calificar de históricos. Pese a que se integran en una única clasificación, estas tres distinciones se basan en procedimientos lógicos dispares, que involucran tanto variables de análisis como actores políticos.

Actualmente en filosofía política, existe cierto consenso teórico en derredor de la idea de que aquel modelo normativo de democracia que pretenda constituirse en un ideal regulativo a seguir debe sortear dos grandes desafíos teóricos: 1) superar al modelo democrático agregacionista; y 2) proponer un esquema conceptual-normativo que permita lidiar adecuadamente con el fenómeno del pluralismo político. En respuesta a dichos desafíos, han surgido dos modelos democráticos rivales, a saber: a) el agonista-pluralista; y b) el republicano-deliberativo. Este artículo tendrá por objetivos: 1) reconstruir los presupuestos conceptuales y normativos de ambos modelos; 2) contrastarlos; y 3) ensayar argumentos en defensa del modelo republicano-deliberativo

Con el propósito de contribuir a una clasificación rigurosa de los regímenes políticos democráticos (RPD) que se han sucedido a lo largo de la historia, se hacen tres distinciones conceptuales que ocupan los tres apartados centrales del artículo. La primera distinción se basa en una oposición estricta de los dos géneros básicos de régimen político: el RPD y la dictadura. La segunda distinción diferencia las dos especies básicas del RPD en el ámbito histórico: la democracia directa real y la democracia representativa real. La tercera distinción contrapone dos regímenes políticos eidéticos (democracia directa pura y democracia representativa pura), que pese a circunscribirse al terreno de las ideas conviene considerar para una mayor claridad de los que acabo de calificar de históricos. Pese a que se integran en una única clasificación, estas tres distinciones se basan en procedimientos lógicos dispares, que involucran tanto variables de análisis como actores políticos.

Actualmente en filosofía política, existe cierto consenso teórico en derredor de la idea de que aquel modelo normativo de democracia que pretenda constituirse en un ideal regulativo a seguir debe sortear dos grandes desafíos teóricos: 1) superar al modelo democrático agregacionista; y 2) proponer un esquema conceptual-normativo que permita lidiar adecuadamente con el fenómeno del pluralismo político. En respuesta a dichos desafíos, han surgido dos modelos democráticos rivales, a saber: a) el agonista-pluralista; y b) el republicano-deliberativo. Este artículo tendrá por objetivos: 1) reconstruir los presupuestos conceptuales y normativos de ambos modelos; 2) contrastarlos; y 3) ensayar argumentos en defensa del modelo republicano-deliberativo. ; Fil: Olivares, Nicolàs Emanuel. Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Centro de Investigaciones Juridícas y Sociales; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; Argentina

Diferenciamos en este articulo entre problemas externos y problemas internos de la democracia. Los primeros los ejemplificamos en el teorema de Arrow, en el conflicto entre derechos fundamentales y principio de elección y en la paradoja de la derogación. Los problemas externos, en cuanto insolubles, no son responsabilidad nuestra. Los segundos sí lo son. De ahí que es un deber moral ensanchar al máximo la democracia. Lo contrario seria reducirla a su simple y avalorativa utilidad, quedarse en un academicismo que,escolásticamente, se limita a pequeñas distinciones y confundir, además, ciencia política con filosofía política.

Este t?rmino viene de la Grecia antigua; cuna de las formas democr?ticas de gobierno. La palabra "Democracia" fue inventada por los atenienses para definir un sistema de gobierno de la ciudad, en el cual las decisiones eran tomadas por la asamblea de ciudadanos. En la actualidad una Democracia es un sistema de gobierno que se basa en la participaci?n igualitaria de los ciudadanos en el momento de elegir a quienes van a tener la responsabilidad de gobernarlos. Es decir, una persona un voto.

El artículo aborda las diferencias y las relaciones de la democracia antigua en relación con la democracia moderna tomando en cuenta los cerca de 25 siglos que las separan. El análisis se detiene especialmente en la democracia ateniense de los siglos V y IV antes de nuestra era y los siglos XVIII y XIX europeos, particularmente en Francia. Destaca que aunque no existe una exposición directa de la democracia por parte de los que estaban a favor de ese régimen en la antigua Grecia, si se pueden encontrar algunas referencias. Más adelante, cuando en el Renacimiento Europa redescubre la democracia de la antigüedad, ocurre surge una imagen negativa de la democracia ateniense. La democracia antigua puede o no puede ser un modelo para la democracia de hoy, es una de las cuestiones que intentan responderse.

En El Salvador, como en tantos otros países de América Latina, se ha jugado incansablemente con la palabra democracia para permitir toda serie de actividades antidemocráticas. Parecería que en principio todos aceptan la necesidad y la obligación de ser demócratas, pero en la práctica se elude esa necesidad y obligación a través de una concepción y una práctica de la democracia, que anulan los valores más esenciales pretendidos por ésta. El artículo muestra a través de qué subterfugios teóricos y estructurales se ha llevado a cabo esto en el país, a la vez que muestra cómo debería entenderse una democracia sin apelativos, como forma de solución para la crisis de El Salvador.
ECA Estudios Centroamericanos, Vol. 34, No. 369-370, 1979: 527-532.

El autor se refiere a las transformaciones que tienen lugar en America Latina en donde se pasa de la fase agropastoril a la constitucion de sociedades industriales y de informacion. En cuanto al proceso politico se senala en este trabajo el cambio de una democracia representativa a otra participativa, asi como el paso del sectarismo intolerante a un pluralismo politico y cultural