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Los homicidios de pareja, especialmente los cometidos por hombres, han recibido especial atención tanto desde el ámbito social como académico. Pese a esto, son pocos los estudios que han abordado el estudio de las diferencias existentes entre los homicidios de parejas cometidos por hombres y mujeres, habiendo encontrado las investigaciones en este ámbito que existen diferencias importantes. En este trabajo se analizan 149 casos de homicidio de pareja cometidos por hombres (n = 134) y por mujeres (n = 15), registrados y esclarecidos por la Guardia Civil entre los años 2013 y 2018. Los resultados muestran que existen diferencias significativas entre ambos tipos de homicidios y que las explicaciones reduccionistas no tienen cabida a la hora de explicar fenómenos tan complejos y multicausados como los homicidios de pareja, independientemente del sexo del autor.

La ruptura de pareja supone un momento de riesgo para la aparición de conductas violentas. En España uno de cada tres feminicidios se produce en un contexto de separación. En el presente estudio se analiza la ruptura de la relación y la manifestación de la mujer de separarse, comparando casos de violencia no mortal (VdG; n = 513) y feminicidio (n = 171). Posteriormente se profundiza en los casos de feminicidio, clasificándolos en precedidos (FPS; n = 88) y no precedidos por separación (FNPS; n = 81), centrando la atención en los casos en los que existían conductas violentas denunciables. Los análisis mostraron que la ruptura de la relación se asoció a casos en los que había conductas violentas denunciables. Además, que la mujer manifieste su intención de separarse fue más común en los casos de VdG, aunque al eliminar los feminicidios sin conductas violentas denunciables, la situación de ruptura se asoció a los feminicidios. En cuanto al perfil de los autores de FPS, estos son más jóvenes que los de FNPS, no presentan discapacidad, muestran consumo de drogas, un estilo de apego inseguro, y tienen antecedentes delictivos. En cuanto a la dinámica relacional, los FPS muestran un tiempo de relación menor, las víctimas contaban con medidas de protección, y estos casos registraron violencia, amenazas, conductas de control, y acoso en mayor medida que los FNPS. Al eliminar los feminicidios sin conductas violentas denunciables, solo la discapacidad del autor siguió mostrando diferencias significativas, así como el tiempo de relación y la existencia de conductas de acoso. Los resultados podrían indicar que algunas de las relaciones que los estudios previos han asociado a la ruptura, puede que realmente están siendo explicadas más por la existencia de conductas violentas que por la propia ruptura en sí.

AbstractPurposeCoercive control is a power dynamic central to intimate partner violence (IPV) and consists of tactics to limit one's partner's autonomy through constraint, regulation of everyday life, isolation, pursuit, and intimidation and physical force. Such tactics may potentially signal a risk for future lethal or near lethal violence; hence, proper evaluation may enhance the utility of clinical femicide risk assessments. The goal of this study is to explore coercive control behaviors preceding partner femicides in Spain with the intention to provide guidance for its assessment by first responders and law enforcement.MethodsResearchers from the Department of State for Security of the Ministry of Interior collected a nationally representative sample of 150 femicides (2006–2016). Qualitative data included 958 semi-structured interviews with victims and offenders' social networks, which provided information about relationship dynamics leading up to the murders. Additionally, 225 interviews with law enforcement and occasionally offenders were used to corroborate and contextualize victim and offender social networks.ResultsQualitative analysis indicated four indicators of coercive control (i.e., microregulation and restriction, victim isolation, surveillance and pursuit, and physical violence), which were present in 85% of the cases. While these indicators were commonly present, their manifestation varied based on relationship history and victims' responses.ConclusionThe findings suggest that incorporating coercive control indicia into clinical femicide risk assessments is useful and may enhance their accuracy.

Abstract
With the turn of the new century, the Spanish government developed a series of initiatives to eradicate gender violence and intimate partner femicides. Among these initiatives, the Secretary of State for Security (SSS) of the Ministry of Interior organized a National Project (Team) for the Detailed Review of Intimate Partner Homicides—a police-led team that partnered with 21 Spanish universities and several correctional facilities across 50 provinces—to conduct a concurrent embedded, correlational mixed-methods study of a nationally representative sample of 171 femicide cases and a control group of 210 non-lethal partner abuse cases (2006–2021). The results of this study served to improve current law enforcement femicide risk prediction tools (Valoracion Policial del Riesgo, VPR) and to develop different offender typologies aiming at guiding treatment interventions. New recommendations were also provided to enhance collaboration between law enforcement and other agencies so extant partner violence cases can be appropriately managed.