Nicaragua en crisis : entre la revolución y la sublevación
Nicaragua es un símbolo. Y no cualquier clase de símbolo: es un símbolo revolucionario. En Nicaragua ocurrió la segunda revolución antiimperialista de América cerca del final del siglo XX, la única después de la revolución cubana. Si Cuba mostró, en 1959, que una revolución en Nuestra América era posible, Nicaragua lo ratificó veinte años después. Era posible, no solo una, sino dos veces. Por eso 1979, año del triunfo de la revolución sandinista, constituye un parteaguas en la historia de Centroamérica, en particular, y de América Latina, en su conjunto. Para las sensibilidades de izquierda en América Latina y el mundo Nicaragua es un país querido. Querido y gobernado desde 2007 por Daniel Ortega, líder histórico de la revolución sandinista. Es eso lo que hace difícil, espinoso e incómodo hablar de Nicaragua y su gobierno. No es fácil cuestionar a los íconos.