Suchergebnisse

Hoy son los tiempos de la preocupaci?n del futuro, venimos sintiendo y se nos viene insistiendo en que cada vez m?s se nos cierra las posibilidades de sobrevivencia, estamos en tiempo de crisis, no una crisis parcial, es decir, en un campo espec?fico del acontecer humano, sino una crisis sist?mica, en todos los campos a los que pertenece y en los que act?an los seres humanos, lo social, lo econ?mico, lo pol?tico, lo educativo, lo religioso, lo jur?dico, entre otros, entendidos todos como constitutivos de los ambiental. Todos estos, seg?n la Pol?tica Nacional de Educaci?n Ambiental (pnea), como sistemas constitutivos de lo ambiental. Ahora bien, la concepci?n de crisis, a la par con la concepci?n de caos, no significa desesperanza, sino alternativas, posibilidades de reorganizaci?n, de entender que lo realizado hasta el momento requiere nuevas formas de ser abordado, de ser observado, de ser rechazado, bien lo plantean Gonz?lez y Toledo (2011) al manifestar que ?son tiempos de la preocupaci?n por el futuro, de la inseguridad provocada por una modernidad cada vez menos capaz de dotarnos de un provenir sin riesgos? (p. 13). Y es esto lo que quiz?s nos incita a pensar de forma permanente, y a crear y recrear las formas de dar repuesta al conjunto de problem?ticas que diariamente emergen en los diferentes contextos en los cuales intervienen los humanos. Ya que, permanentemente la ciencia nos est? ofreciendo nueva PRESENTACI?N 14 informaci?n sobre los diferentes y fuertes impactos de estas intervenciones, que est?n generando desequilibrios de escalas inimaginables que afectan la totalidad del sistema ambiental. Lo que aqu? se presenta, aunque mantiene una perspectiva de car?cter regional, se convierte en una invitaci?n para que todos aquellos que est?n pensando el problema ambiental, y en este mismo sentido la educaci?n ambiental, y que est?n realizando intervenciones de formas diversas a partir de sus propias alternativas, realicen un proceso de observaci?n cr?tica en el cual puedan identificar cu?les han sido los impactos de sus propuestas en los contextos en los cuales intervienen. Esto con el fin de re-crearse y trascender hacia otras formas de configurar la intervenci?n de manera que la participaci?n consciente sea el eje transversal de aquella. Lo anterior permite entrever que la posici?n que se asume parte de la necesidad de conocer la historia, para aprender de ella, para entender las formas en las cuales se desarrollan las din?micas y sus resultados. ; We are in a time of crisis, not a partial crisis, that is, in a specific field of human affairs, but a systemic crisis, in all the fields to which human beings belong and in which they act, social, economic, political, educational, religious, legal, among others, all of which are understood as constitutive of the environment. All of these, according to the National Environmental Education Policy (pnea), are constituent systems of the environment. Now, the concept of crisis, on a par with the concept of chaos, does not mean despair, but alternatives, possibilities of reorganisation, of understanding that what has been done so far requires new ways of being approached, of being observed, of being rejected, as Gonz?lez and Toledo (2011) state when they say that "these are times of concern for the future, of insecurity caused by a modernity that is less and less capable of providing us with a risk-free future" (p. 13). And it is this that perhaps incites us to think permanently, and to create and recreate ways of responding to the set of problems that emerge daily in the different contexts in which humans intervene. Science is constantly offering us new PRESENTATION This is because science is constantly offering us new information on the different and strong impacts of these interventions, which are generating imbalances on unimaginable scales that affect the entire environmental system. What is presented here, although it maintains a regional perspective, becomes an invitation for all those who are thinking about the environmental problem, and in this same sense environmental education, and who are carrying out interventions in different ways based on their own alternatives, to carry out a process of critical observation in which they can identify what the impacts of their proposals have been in the contexts in which they intervene. This is in order to re-create themselves and transcend towards other ways of configuring the intervention in such a way that conscious participation is the transversal axis of the intervention. This allows us to glimpse that the position assumed is based on the need to know history, to learn from it, to understand the ways in which the dynamics and their results are developed. ; Rionegro