LOS RETOS DE LA GESTIÓN PARTICIPADA EN EL TERRITORIO PERIURBANO
de las fronteras entre lo rural y lo urbano, en diferentes regiones del mundo, invitan a asumir una prospectiva estratégica que converja en un modelo de organización territorial válido para las áreas periurbanas de las grandes ciudades en Colombia. Por su índole, el espacio periurbano define simultáneamente un escenario discontinuo y complejo, marcado al mismo tiempo por incongruencias superpuestas ligadas a falencias en la gestión, a una ineficaz interacción social, a una evidente desaceleración económica y a una diversificación notable de los usos del suelo. Por lo contrario, este territorio debería conformar una unidad espacial lograda por el ordenamiento coherente de los elementos que lo integran, de pequeña a gran escala, con el objetivo de hacer frente a las exigencias y a los desafíos que demanda la integración de ese territorio, vasto y heterogéneo, que circunda la ciudad. Es este uno de los grandes retos de urbanistas y planificadores que trabajan para crear una conciencia global sobre la necesidad de hacer coherentes los procesos de expansión urbana, tarea que adquiere aún más sentido gracias al énfasis que se está poniendo en la valorización de los atributos patrimoniales de los espacios rurales contiguos a la ciudad, lamentablemente amenazados por fenómenos como la aglomeración urbana y la degradación del uso del suelo. En consecuencia, el presente artículo busca aproximarse a una serie de mecanismos y estrategias para hacer frente a todas estas problemáticas, a partir de una planificación desde abajo, es decir, un "gobierno del territorio" que conceda la debida importancia al ámbito de la gestión participada, donde la concertación ciudadana contribuya a la creación de espacios de integración y de asociacionismo que puedan llevar a un compromiso municipal en favor del territorio, visto como un patrimonio social común y no como un bien de uso exclusivo de la población residente, dentro de los límites de cada municipio.ABSTRACTThe increasing popularity of the new features of rural areas and the continuous weakening of the boundaries between rural and urban areas in world, invite to assume a strategic foresight in order to converge on a valid model of territorial organization for periurban areas in the major cities in Colombia. By their nature, such areas defines simultaneously an stage discontinuous and complex, marked by overlapping inconsistencies related to management failures as well as an inefficient social interaction, a clear economic slowdown and a significant diversification of land uses. On the contrary, this area should form a spatial unity, achieved by a consistent ordering of the elements that compose it, from small to large scale, in order to fulfill the necessary requirements and challenges to reach the integration of this territory, vast and heterogeneous, which surrounds the city. This is one of the challenges of urban designers and planners that work to create a global awareness about the problems relates to the urban expansion processes, a task that becomes even more meaningful due to the value that has been given to the attributes of rural areas adjacent to the city, unfortunately threatened by phenomena such as urban sprawl and degradation of land use. Consequently, this article seeks to approach to some mechanisms and strategies to canalize these issues, starting with a bottom-up planning, intended as a "government of the territory" able to give significance to the shared management, where the public consultation will contribute to the creation of many opportunities in terms of an integration and partnership that may lead to a municipal commitment for planning, seen as a common social heritage and not as an asset, exclusive of the resident population within the boundaries of each municipality.