La violencia es un hecho viejo en la historia al igual que la política entendida como ejercicio de coerción. La violencia política como la manifestación más flagrante del poder, se presenta cuando los elementos de dominación de una voluntad por otra ocurren en el marco de una serie de relaciones de autoridad improvista.
Violence is an old fact in the history of mankind as well as politics, in the sense that politics is the use of coercive practices. Political violence, as the most flagrant expression of power, appears when the domination of one will on another takes place in the framework of authoritarian behaviors. 18 References. Adapted from the source document.
La violencia no es lo otro de la política. Al relacionar esta afirmación con la ambivalencia fundamental de la política, este artículo propone reexaminar las tensiones y las estrategias que se configuran entre política y violencia, discutiendo particularmente los grados y las modalidades de esta última. Se trata, así, de trazar las líneas de reparto, instables y móviles, y no metafísicas, de un lado, entre formas de crueldad y formas de civilidad, donde la civilidad hace referencia a las políticas de la antiviolencia y, del otro, entre violencia y violencia extrema. El artículo se enfrenta a la cuestión de la violencia extrema con respecto a la globalización capitalista, a las violencias comunitarias y al Estado, y examina finalmente las posibilidades y estrategias políticas de la civilidad, como una capacidad de actuar en el conflicto y sobre el conflicto. ; Violence is not the other of politics. By relating this affirmation to the fundamental ambivalence of politics, this article proposes to reexamine the tensions and the strategies between politics and violence, discussing in particular the degrees and the modalities of the latter. It seeks to trace the instable and mobile lines that separate and relate, on the one hand, forms of cruelty and forms of civility (where civility is understood as a politics of antiviolence) and, on the other hand, violence and extreme violence. The article confronts the question of extreme violence in relation to capitalist globalization, communitarian violence and the State, and examines the political possibilities and strategies of civility, as a capacity to act in conflict and on conflict.
La violencia ejercida por el Estado rebelde tuvo un carácter estructural, en primer lugar porque se desencadena para resolver un conflicto estructural, y después porque acabó siendo un elemento constitutivo del propio régimen, un pilar básico del ordenamiento jurídico-político durante todas las fases por las que atravesó la dictadura?. En este sentido la represión franquista hay que entenderla como una ?estrategia múltiple? que no sólo sirve para la eliminación puntual de la disidencia política y el escarmiento social, sino que pensando en el futuro, se mantiene para encarecer al máximo los costes de cualquier oposición y propagar un sentimiento lo más amplio y profundo posible de sumisión, pasividad y autocensura por el miedo que garantice la estabilidad-perdurabilidad del régimen. Para ello el uso de la fuerza adoptó numerosas formas y dispuso de diferentes actores, pero siempre ocupó un lugar central en la dictadura como herramienta básica del Estado para construir y sostener el orden político, social, laboral, familiar, económico, religioso, etc., deseado. Este artículo explora todas esas caras de la violencia.
The historical tradition of violence is one of the most important elements that give the Colombian political process uniqueness within Latin America. Although violence has been recurrent on a continental level, Colombia has suffered from this phenomenon in a quasi-permanent way. Despite this, the various phases of violence that can be found in the history of Colombia seem to have determinants such as its local character. Violence in Colombia is "national" and does not originate from external factors. However, it must be borne in mind that Colombian violence, particularly the "modern" one, has some international "dimensions". There are external elements that "feed" domestic violence even though they do not cause it, which must be taken into account in government policies designed to promote peace. ; La tradición histórica de violencia es uno de los elementos más importantes que le dan singularidad al proceso político colombiano dentro de América Latina. Si bien la violencia ha sido recurrente a nivel continental, Colombia ha padecido este fenómeno en una forma cuasi permanente. A pesar de ello, las diversas fases de violencia que pueden encontrarse en la historia de Colombia parecen tener determinantes como su carácter local. La violencia en Colombia es "nacional" y no se origina en factores externos. No obstante, hay que tener en cuenta que la violencia colombiana, particularmente la "moderna", tiene algunas "dimensiones" internacionales. Hay elementos externos que "alimentan" la violencia doméstica a pesar de que no la causen, los cuales deben tomarse en consideración en las políticas gubernamentales que se diseñan para estimular la paz.
El presente texto tiene por objetivo establecer la relación entre la violencia histórica chilena y la violencia política emanada desde el movimiento mapuche autonomista. Más específicamente, postular la hipótesis que esta última posee el carácter de contra-violencia y ha desempeñado un rol vital en el posicionamiento de la demanda autonómica y en la instalación de una conciencia nacionalitaria en una nueva generación mapuche.
"Serious attempt, with some theoretical grounding, to analyze the role of municipal elections in Mexican politics. Focuses specifically on Guerrero and Michoacán where elections have been hotly contested since 1988. Describes the consequences of violence before, during, and after these contests"--Handbook of Latin American Studies, v. 57