Elecciones en Guatemala: Nuevos retos y actores políticos
La campaña electoral de los últimos meses ha movilizado a toda la sociedad y, particularmente, a los numerosos partidos que aspiran a diferentes cargos representativos, entre ellos la presidencia de la república. La competencia partidista ha puesto de manifiesto las características fundamentales del sistema político guatemalteco. En los nuevos partidos creados para las elecciones, el personalismo ha dominado por encima de programas o planteamientos ideológicos, de forma más determinante que en comicios anteriores. En buena medida, este elemento es fundamental para entender las claves de la lucha por el poder en las presentes elecciones. El 9 de noviembre se celebrarán en Guatemala elecciones presidenciales, parlamentarias y locales y en estos meses de intensa campaña electoral se han producido algunas situaciones inéditas. Aunque estos comicios son un paso más en el proceso de normalización de la alternancia democrática, destacan respecto de los anteriores. Junto al surgimiento de nuevos partidos y candidatos, como Rigoberto Quemé, el primer candidato indígena en la historia democrática de Guatemala, Efraín Ríos Montt también ha visto cumplida su aspiración de ser candidato. La batalla legal de Ríos Montt y su partido, el Frente Revolucionario Guatemalteco (FRG), para ser inscrito como candidato, en contra de lo estipulado en la Constitución, ha generado una cierta crisis política e institucional, que no se corresponde, de momento, con las expectativas electorales del ex dictador, muy bajo en las encuestas. Sin embargo, este episodio no debe traducirse necesariamente en un "paso hacia atrás" en la democratización del país, ya que la movilización social ante acciones o actuaciones ilegítimas o antidemocráticas pone de manifiesto la consolidación del sistema democrático guatemalteco.