Contexto y perfil de un proyecto alternativo a las diferentes propuestas de carretera entre Caldas y Tolima desarrolladas por el Invías, como lo es el Corredor Bimodal Cafetero, un proyecto de infraestructura estratégica inscrito en el Plan Nacional de Desarrollo 2014/2018. Se presentan los impactos de dicho Corredor Bimodal, conformado por un tren de montaña de 150 km que parte de La Dorada, transita por el Norte del Tolima y llega a Manizales en el Km 41, y por una carretera de primer orden que sale del poniente de Manizales, pasa por Fresno y llega a Honda; ambos cruzando la Cordillera Central por el Norte de Cerro Bravo con el Túnel Cumaday, obra subterránea de 17 km a 2200 msnm cuyo autosoporte se logra gracias las rocas estables del Stock de Manizales
Eine dauerhafte Verfügbarkeit ist nicht garantiert und liegt vollumfänglich in den Händen der Herausgeber:innen. Bitte erstellen Sie sich selbständig eine Kopie falls Sie diese Quelle zitieren möchten.
Este documento recoge las principales conclusiones del seminario «Una Alianza para el Futuro entre la Unión Europea y América Latina y Caribe», organizado por CIDOB el 8 de abril de 2024 y financiado por la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores y Globales. En un contexto internacional convulso, el objetivo es analizar algunas de las principales cuestiones planteadas en las negociaciones a partir de los primeros documentos surgidos de las mismas y tratar de vincularlas a los retos que plantea la reactivación de la Agenda de cooperación entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) tras la cumbre celebrada en Bruselas en julio de 2023. Se pretende identificar cuáles son los elementos de posible convergencia para proporcionar una mayor dimensión estratégica a la relación interregional al tiempo que se impulsa una institucionalidad internacional más inclusiva y eficaz.
La iniciativa del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, de convocar una Cumbre para aprobar un Pacto del Futuro ha generado una serie de debates y negociaciones que son el punto de partida para abordar tres temas estratégicos: en primer lugar, las propuestas de transformación de la arquitectura financiera internacional y sobre la financiación del desarrollo para tratar de reducir el déficit creciente de recursos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); en segundo lugar, los debates relacionados con la transición digital, atendiendo tanto a la prevención y reducción de las brechas digitales, como a la necesidad de mejorar la gobernanza del uso de los avances tecnológicos, incluida la inteligencia artificial (IA); finalmente, en tercer lugar, las propuestas para la elaboración de la Declaración sobre las Generaciones Futuras, que busca promover la protección de sus derechos con un enfoque intergeneracional a medio y largo plazo.1. La arquitectura financiera internacional y el déficit de financiación del desarrolloEl sistema financiero internacional vigente no ha sabido responder eficazmente a las crisis económicas, financieras, energéticas o sanitarias de las últimas décadas, y los actuales mecanismos de financiación no son suficientes para afrontar los retos que plantea la agenda de desarrollo. Muchos países están en niveles históricos de endeudamiento, lo que les impide financiar las políticas económicas y sociales que impulsen la agenda de desarrollo. Ello se debe, en gran medida, a la vulnerabilidad ante las crisis. El imperativo de dar respuestas a las urgencias a corto plazo y el escaso margen de espacio fiscal impiden financiar reformas políticas indispensables. América Latina y el Caribe (ALC) y la UE también son vulnerables a la inestabilidad financiera y han tenido que hacerle frente, aunque con capacidades e instrumentos regionales asimétricos. Ambas son conscientes de la necesidad de respuestas globales, pero la reforma de la arquitectura institucional financiera es una cuestión compleja y multidimensional que enfrenta resistencias. Una primera cuestión de debate son las reformas institucionales necesarias para dar respuesta a las crisis financieras y fortalecer una red de seguridad que asista a los países más débiles. Desde la gran crisis del 2008, sucesivas crisis han puesto en tensión el sistema multilateral, pero las instituciones financieras, no solo no han respondido eficazmente a ellas, sino que han contribuido a los desequilibrios. Un ejemplo es el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que a cada miembro se le asigna una cuota basada en su posición relativa en la economía mundial y determina su poder de decisión y la cantidad de recursos a la que tiene acceso. En la reforma de 2010 la modificación de la proporción de votos del FMI no cambió significativamente las cuotas. En la revisión más reciente de 2020, no hubo modificaciones en las cuotas compartidas ni en las asignaciones de derechos especiales de giro (DEG). La siguiente oportunidad para que el FMI altere la proporción de votos entre países será en 2028. Este sistema refuerza las desigualdades históricas: alrededor del 70%, 450.000 millones de DEG, del total de los emitidos durante las cuatro asignaciones generales históricas del FMI se destinó a los 57 países más ricos. Por el contrario, los países más vulnerables, de bajo nivel de renta, recibieron una proporción de las asignaciones totales del 2%, 10.500 millones de DEG (Bulletin de la Banque de France, 2023).En la Declaración de la Cumbre UE-CELAC de 2023 se reconoce la necesidad fortalecer la colaboración en las instituciones financieras internacionales y reforzar el nivel de participación que garantice la representación de los países en desarrollo (p. 18). Asimismo, el borrador cero del Pacto del Futuro llama a una reforma de la arquitectura financiera internacional y a modernizarla para que refleje la realidad del mundo actual (p. 139-140). Pero, aunque la demanda de una estructura institucional más equilibrada es generalizada, no parece haber una propuesta concreta de ninguna coalición para aumentar la representación de los países de ALC en las instituciones financieras similar a los exitosos esfuerzos de los líderes africanos por lograr un asiento de la Unión Africana en el G20 y un tercer asiento del África subsahariana en el directorio ejecutivo del FMI. En 2024, durante la presidencia del G20 de Brasil, el Grupo de trabajo sobre Arquitectura financiera internacional se ha propuesto debatir, entre otras cosas, la demanda de una representatividad más efectiva y equitativa en las instituciones financieras. Sin embargo, debido a la falta de cooperación regional, las propuestas de ALC en su conjunto para reformar la arquitectura financiera no parecen llegar a la agenda internacional para la Cumbre del Futuro.Otro de los temas fundamentales es el de la sostenibilidad de la deuda soberana. Existe consenso internacional en que es muy importante fortalecer la red de seguridad para los países que sufren una mayor vulnerabilidad al cambio climático y los riesgos naturales. Desde el Caribe, la Iniciativa Bridgetown, presentada por Barbados, hizo propuestas de políticas que cubren la reforma de la deuda, el apoyo a la liquidez y el comercio, y la gobernanza. En la declaración UE-CELAC acordaron seguir de cerca estas iniciativas, pero a pesar de los actuales niveles históricos de endeudamiento, las cuestiones relativas a la gestión de la deuda soberana han estado bastante ausentes, debido a que los países que presentan problemas en este sentido no generan riesgos sistémicos.Cabe señalar, además, que la mayoría de la deuda externa se encuentra en manos de acreedores privados. Pero, para aquellos países que no tienen acceso al mercado de crédito, los bancos multilaterales son la principal fuente de recursos. Por ello, existe consenso en que estos bancos necesitan tener políticas que se ajusten a las realidades de los países en desarrollo. El Pacto de París para las Personas y el Planeta, adoptado en la Cumbre de junio de 2023 y apoyado por treinta y cinco gobiernos de África, Asia, Europa y América Latina, pidió tratamientos de suspensión de deuda acelerados y una mejor coordinación entre los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) para movilizar préstamos de bajo costo tomando en consideración las necesidades de los países en desarrollo para poder enfrentar las crisis financieras. En cuanto a los mecanismos, la posibilidad de canje de deuda por sostenibilidad se considera un avance importante para evitar las crisis de deuda soberana. Se trata de un instrumento que la CARICOM ha puesto sobre la mesa con mucha fuerza aunque existe una crítica sobre si estos instrumentos y mecanismos de los BMD son suficientemente transformadores.La sección dedicada a la reforma de la arquitectura de la deuda del borrador cero del Pacto del Futuro menciona la necesidad de hacer propuestas que permitan formular recomendaciones concretas para su reforma (párrafo 14) en la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, en 2025. Sin embargo, algunos países, como México, advierten que se debe evitar un proceso en el que la financiación para el desarrollo esté indebidamente vinculada a cuestiones de reforma de la gobernanza. La creación de un marco jurídico vinculante y multilateral de la ONU sobre la deuda que garantice una amplia cancelación de la deuda, aunque parece necesaria para reestructurar los actuales desequilibrios sin hipotecar el desarrollo, no forma parte de las propuestas que se están negociando en el Pacto. Sin embargo, sí figura en la agenda para la Cumbre Mundial sobre Financiación del Desarrollo prevista para 2025 y debería ser objeto de propuestas más concretas.La financiación del desarrollo para dar un impulso a la Agenda 2030 es otro de los ejes del debate sobre el Pacto del Futuro y ahí donde la relación UE-ALC ha dedicado más esfuerzos. El informe América Latina y el Caribe ante el desafío de acelerar el paso hacia el cumplimiento de la Agenda 2030: transiciones hacia la sostenibilidad, de abril de 2024, muestra que la región ha sufrido retrocesos en un 32% de las metas de cumplimiento de los ODS desde la medición anterior. Existen problemas estructurales que impiden el progreso. Según el informe Perspectivas Económicas de América Latina 2023, de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), las políticas actuales no articulan un desarrollo para el conjunto de la región, sino solamente para algunos países en función de sus recursos naturales, como el triángulo del litio. En lugar de ayudar a los países a integrarse al desarrollo, hay una tendencia hacia una mayor desigualdad y fragmentación regional. La región necesita insertarse en las cadenas de valor globales, y el desafío es hacerlo de manera inteligente y no repetir errores del pasado. Hoy en día, alrededor del 75% de las exportaciones de la región están vinculadas a materias primas. América Latina necesita políticas que fomenten el desarrollo económico y la colaboración público-privada. Los BMD trabajan en conexión con el G-20 para alinear procesos y estándares, y utilizar mejor el capital existente para movilizar más recursos del sector privado. El punto de partida es que el capital de ningún banco multilateral de desarrollo es suficiente para hacer frente a cualquier tipo de demanda en ALC o a nivel global. Por lo tanto, todo el trabajo innovador se orienta hacia la creación de incentivos adecuados, el desarrollo de instrumentos novedosos y la reducción del riesgo que el sector privado pueda percibir al ingresar en algunas geografías. Las acciones desde los BMD, como los canjes de deuda por sostenibilidad, tienen como objetivo incentivar al sector privado a lanzarse e invertir. La iniciativa Global Gateway de la UE encaja aquí, ya que a pesar del gran interés geopolítico para los gobiernos europeos y también del sector privado, los incentivos para estos en ALC no son evidentes. Es necesario impulsar una estrategia general para una economía más diversificada y transformar la estructura productiva, identificando qué sectores pueden impulsar una mayor productividad e inversión en tecnología. La idea central de la Agenda de inversiones del Global Gateway en América Latina es que la transición verde y digital tienen el potencial de diversificar las economías y generar empleo formal, sin embargo, esta iniciativa podría también percibirse como la réplica de una lógica de extractivismo en búsqueda de intereses estratégicos en la nueva competición global, como los paquetes que proveen China y Estados Unidos. Así, frente a planes billonarios como los del presidente Xi Jinping para sostener el crecimiento de China, o el de reindustrialización del presidente Biden en Estados Unidos, la respuesta europea no puede operar al mismo nivel porque no tiene los mismos recursos para competir. Quizá en Centroamérica y el Caribe, donde los países dependen mucho más de la ayuda al desarrollo, podría ser efectivo, pero para los grandes como México y Brasil, no sería un factor detonante del desarrollo. Así pues, hay que pasar de la lógica de una política de ayuda al desarrollo a una política de desarrollo industrial en la que se destinen recursos capaces de generar incentivos para que el sector privado funcione e invierta, sin olvidar que el Global Gateway es un espacio de cooperación integral que va más allá de la inversión privada.Cabe señalar que ALC sí está involucrada en las cadenas de valor globales alimentarias, pero estas han tenido un impacto negativo en la degradación ambiental, la contaminación y la destrucción de la biodiversidad. Además, ha habido una gran influencia en los procesos legislativos parlamentarios, no solo de la agroindustria, sino también de la explotación minera. Cualquier intento de mejorar la inversión en ese ámbito a través del crédito y de la financiación, solo puede ser efectivo si hay normas muy claras de regulación de la responsabilidad jurídica corporativa. La UE y ALC deberían involucrarse en el proceso que se desarrolla en Naciones Unidas sobre responsabilidad jurídica de las transnacionales con respecto a los derechos humanos y el medio ambiente. Con la creación de instrumentos para incentivar al sector privado se corre el riesgo, además, de que los fondos de desarrollo acaben sirviendo para transferir recursos públicos a dicho sector. Por lo tanto, un tema fundamental para un pacto mundial es establecer un mínimo de imposición fiscal global. Es necesario, no solo para ampliar la base fiscal, sino también porque sin una fiscalidad internacional, no hay manera de gravar a las grandes fortunas en un contexto en el cual la desigualdad está creciendo enormemente. En este sentido, la OCDE ha estado impulsando la iniciativa de un impuesto mínimo a las corporaciones o empresas privadas, sobre todo vinculado a lo digital, para establecer un mínimo del 15% de impuesto global y para que se paguen impuestos donde las empresas generan ganancias. Es importante que esta iniciativa prosiga y se continúen implementando otros impuestos a nivel internacional, ya que es muy difícil que los países lo puedan hacer a escala nacional, porque desencadenaría la competencia por quién tiene los estándares más bajos. Asimismo, es importante que la UE y ALC se involucren en las propuestas en curso. Tras la Declaración de Nairobi de 2023, la UE está debatiendo una propuesta para un impuesto a las transacciones financieras con ingresos canalizados hacia inversiones climáticamente positivas, y la Cumbre de París para un Nuevo Pacto Financiero Mundial (2023) propuso un grupo de trabajo para abordar el tema. El borrador cero del Pacto del Futuro también propone continuar con las discusiones para una convención sobre cooperación internacional en materia de fiscalidad (p. 143). Otro componente clave es contar con mejores estructuras, políticas y capacidades, y avanzar hacia sistemas fiscales que sean más progresivos, que incentiven el emprendimiento y también reduzcan las desigualdades. Para que se logren estos objetivos es necesario abordar la cuestión social, así como las capacidades y la educación de los trabajadores. Dichas desigualdades son muy peligrosas para la democracia y la gobernanza, ya que deslegitiman enormemente el sistema democrático a los ojos de la ciudadanía y pueden conducir al populismo y al autoritarismo. En este sentido, el pilar social del Global Gateway sobre Sociedades Inclusivas y Equitativas es importante para fortalecer la resiliencia de las sociedades y el progreso social. Otro ámbito de interés relacionado con la justicia social es el de la seguridad ciudadana. El artículo 32 de la declaración final de la Cumbre UE-CELAC propone consolidar y reforzar las iniciativas de cooperación en materia de justicia y seguridad, combatiendo la delincuencia organizada en todas sus formas, así como la corrupción y el blanqueo de capitales, en particular mediante el desarrollo de capacidades. En este ámbito es muy relevante la cooperación internacional, pues a escala nacional los países no tienen suficientes herramientas para impedir la opacidad financiera. 2. Cooperación para la transición digital y la gobernanza de las nuevas tecnologíasLas negociaciones del Pacto del Futuro incluyen la adopción de un Pacto Mundial Digital —del que ya existe un borrador cero— que consta de diez principios y cinco objetivos. Entre estos últimos, los fundamentales son: cerrar las brechas digitales y acelerar el progreso en los ODS; ampliar las oportunidades de inclusión en la economía digital; y fomentar un espacio digital inclusivo, abierto, seguro y protegido, con una gobernanza internacional de datos equitativa, incluyendo las tecnologías emergentes como la IA. El Pacto Mundial Digital que Naciones Unidas está negociando no trata tanto de establecer reglas de gobernanza obligatorias, sino de disponer un mínimo de principios y recomendaciones comunes suficientemente consensuado en el que todos puedan sentirse incluidos.El borrador del pacto reconoce que cerrar las brechas digitales requiere inversiones significativas y alineadas por parte de los gobiernos y, en particular, el sector privado, y se compromete a invertir en la infraestructura digital mundial. También reconoce que es necesario garantizar la alfabetización digital y capacitar a los funcionarios públicos y las instituciones y trabajar en la creación de competencias. Considera, asimismo, que los motores clave de la transformación digital inclusiva son los bienes públicos digitales, y enuncia el compromiso de desarrollar infraestructuras públicas digitales en los países en desarrollo, con la transferencia voluntaria de tecnologías a los países en desarrollo y la promoción de iniciativas de intercambio de conocimientos y transferencia de tecnología, así como la cooperación sur-sur y triangular. La cuestión es averiguar qué espacios de cooperación reales puede haber entre ALC y la UE para que la transición digital sea sostenible y justa y cómo lograr mayor soberanía digital para ambos en un contexto de creciente competencia entre las dos grandes potencias.Tanto en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas como en la UE existen iniciativas para tratar de abordar esta transición de forma equilibrada: en la CEPAL, mediante la Agenda digital eLAC2024, y en la UE, a través de la Estrategia Digital, que presentó en 2020. Asimismo, en el marco de la iniciativa Global Gateway, se lanzó en 2023 la Alianza Digital Unión Europea – América Latina y el Caribe, y la declaración de la cumbre UE-CELAC también recogía la necesidad de avanzar en la transición energética justa. Para que ésta avance, es necesario escuchar cuáles son las necesidades y las agendas de los países de ALC en función de las iniciativas que se están trabajando, tanto a nivel nacional como regional. Con frecuencia, existe un cierto desconocimiento acerca de lo que la región está haciendo y cuáles son los elementos importantes para la transformación digital en ALC.La región aún no ha resuelto las bases para la transformación digital inclusiva, tanto en el tema de infraestructura y conectividad como en el de habilidades y competencias digitales, así como en materia de gobernanza y seguridad. ALC es mejor consumiendo Internet que usándolo en el entorno productivo. La digitalización ha permitido el desarrollo de numerosas empresas de base tecnológica en la región (ocho de cada diez empresas emergentes fundadas son digitales), pero muchas de ellas terminan exportando y se pierden los encadenamientos con los procesos productivos. Por tanto, existe un espacio para mejorar ese vínculo y esa digitalización de los sectores productivos, tanto tradicionales como estratégicos. Un sector empresarial europeo digitalizado puede ser un aliado sustancial de ALC cooperando para implementar la transformación digital en los procesos productivos, en la economía digital, la innovación y el cambio del Internet del consumo al Internet de la producción. En Europa hay empresas de movilidad, infraestructura, energía, banca y seguros que aún tienen cierta ventaja frente a otros actores de ALC.Por otro lado, hay que considerar la importancia que esta transformación digital tiene para el bienestar social y cómo hacer que estos servicios lleguen a la mayor parte de la población y se conviertan en algo que sea útil para las personas. Eso implica garantizar la inclusión en el mundo digital, con la conectividad como condición necesaria. Los servicios públicos digitales permiten que las personas que no tienen acceso puedan obtenerlo, y sirven tanto para fortalecer emprendimientos a nivel local como para dar acceso a sectores económicos menos favorecidos. La Alianza Digital Unión Europea – América Latina, que se coordina desde la CEPAL, insiste en materializar la inclusividad en aspectos como la asequibilidad, los servicios para los dispositivos móviles, las habilidades digitales y la cobertura de redes, así como el acceso a estas, todo lo cual requiere un mayor nivel de inversión. Los países de la UE y ALC son aliados en el objetivo de abordar las brechas digitales y aprovechar la digitalización para avanzar o relanzar los ODS, en colaboración con otros organismos internacionales, como la CEPAL, la OCDE o la UNESCO. Es crucial que en estas relaciones de cooperación se incluya el aprendizaje de las plataformas de la sociedad civil que trabajan en temas digitales.Si se desencadena una movilización de recursos público-privada sustancial y se invierte, no solo en conectividad, sino también en ciberseguridad, nuevos sectores tecnológicos y nuevas oportunidades de servicios digitales, el Global Gateway puede ser una oportunidad financiera y geopolítica. Sin embargo, a pesar de que hay muchos valores comunes compartidos con la UE, también hay otros países sentados a la mesa. El modelo europeo no produce empresas de amplia innovación en lo digital, y los modelos americano y chino están ganando espacios en ese ámbito en ALC en cuanto a infraestructura digital. Pero la UE se encuentra en una posición más cercana a la de ALC frente a potencias digitales como China y Estados Unidos y puede haber un aprendizaje conjunto en la cuestión de cómo lograr mayor autonomía digital. Esto requiere mirar más allá de los intereses geopolíticos o de entender que el Global Gateway es solo una forma de recuperar posiciones como socio comercial e inversor. ALC y la UE pueden aprender juntos a adoptar una mirada crítica a los procesos de digitalización y los efectos de la transición digital en la ampliación de derechos y la reducción de brechas o la generación de bienestar. Sin embargo, no se puede obviar que existe una tensión entre valores e intereses. Durante mucho tiempo, la UE proyectó la voluntad de convertirse en la campeona de la regulación, aunque, en el caso de los temas digitales, se ha cuestionado si es lo suficientemente flexible, dado que no tiene ninguna empresa tecnológica líder. Los grandes jugadores globales son todos americanos o chinos y la actividad se concentra cada vez más en unos pocos actores, algo que representa un riesgo claro para algunos países que podrían convertirse en meros productores de datos mientras continúan pagando por los servicios. La Alianza Digital UE-ALC ha puesto mucho énfasis en la convergencia regulatoria, pero en realidad los países de la región que aún no han resuelto el tema de la infraestructura ven la excesiva regulación como un posible obstáculo para atraer inversiones.En la UE, la Estrategia Digital ha desarrollado un aparato normativo como el Reglamento general de protección de datos (2016) y el Reglamento sobre Gobernanza de Datos (2022) y está trabajando intensamente para crear un marco jurídico que regule la IA para establecer estándares de protección con la intención de globalizarlos. Algunos países terceros, también de Latinoamérica, han incorporado una parte los contenidos de dicha legislación en sus ordenamientos, provocando un efecto de difusión de una estandarización de protección de datos a nivel global. Pero otros se plantean si la UE es el ejemplo a seguir en materia regulatoria, ya que ha sido demasiado ambiciosa, algo que puede frenar la innovación, y prefieren una legislación más laxa. La UE ha visto la necesidad de regular antes de que la tecnología esté completamente consolidada, ya que después resulta mucho más difícil cambiar las reglas del juego. Los propios desarrolladores de IA ven necesaria una regulación para establecer unas bases mínimas globales, que a posteriori cada país o región pueda adaptar a sus especificidades. De hecho, muchos de ellos suspendieron sus operaciones para adaptarse a la regulación en curso en la UE. En los próximos meses y años se verá si otros países siguen la misma senda respecto a la normativa de la IA. Una dificultad añadida es que no puede haber muchas legislaciones divergentes porque hay muchas jurisdicciones en juego.Asimismo, existen cuestiones que afectan a la seguridad, la integridad y la intimidad de los ciudadanos, por lo que también se necesitan parámetros éticos para medir determinadas regulaciones. Un caso concreto sensible es el de los datos biométricos; por una parte, su uso puede aportar beneficios a los estados, especialmente en temas como seguridad o salud pública, pero, por otra, son datos personales que por su naturaleza identifican de manera única al individuo y deben protegerse.Las tecnologías digitales también tienen efectos disruptivos en sectores vulnerables: en las poblaciones campesinas y rurales, desplazando cultivos tradicionales; con plataformas como Uber o Airbnb, que contribuyen a la gentrificación y marginación de los sectores más empobrecidos de las ciudades, o con un impacto significativo en las condiciones laborales. Además, las grandes empresas que se encuentran detrás de la transición digital, y muchos de los contenidos ofrecidos en ALC y la UE, están vinculados a las plataformas y a paquetes de conectividad cerrados, lo que impide que surjan alternativas más diversificadas. Por lo tanto, es crucial garantizar que estos grandes creadores de contenidos sean regulados adecuadamente, y disponer de modelos alternativos que generen autonomía estratégica y que representen una oportunidad real para ampliar derechos. No se trata, pues, de no utilizar las innovaciones tecnológicas, sino de utilizarlas bien y de hacerlo con el propósito adecuado, incorporando una mirada crítica sobre los procesos de digitalización y transición digital. En este sentido, es problemático que dicha dimensión apenas se esté tratando en las discusiones del Pacto Digital Mundial que se está negociando en Naciones Unidas.El pacto propone reconocer las funciones y responsabilidades de todas las partes interesadas, se compromete a establecer las garantías adecuadas para prevenir y abordar cualquier impacto sobre los derechos humanos derivado del uso de tecnologías digitales y emergentes, y pide a las empresas de tecnología digital que incorporen la legislación sobre dichos derechos y se comprometan a promoverlos, protegerlos y respetarlos en línea.Cabe señalar que en la negociación del Pacto Digital, el tema de la gobernanza de las tecnologías emergentes, incluida la IA, genera tensiones: Estados Unidos ha presentado una resolución propia, paralela a la negociación del pacto, que se acordó en la última cumbre entre Estados Unidos y China. Por su lado, la UE defenderá su modelo y no aceptará reducir sus estándares mínimos de protección. Respecto a ALC, no parece que haya una visión propia, lo cual también tiene que ver con el hecho de que no negocia conjuntamente en Nueva York, algo que, de nuevo, es un problema institucional y de integración. Las soluciones siguen siendo básicamente nacionales, sin avanzar en respuestas regionales.En la balanza entre valores e intereses, es necesario encontrar un equilibrio, puesto que tanto los valores como los intereses son relevantes. En el Global Gateway los intereses compartidos son el motor principal, pero no se debe dejar de lado la dimensión ética y de equidad. Dicho enfoque representa una ventaja comparativa en las relaciones de la UE con ALC. Además, la demanda de regulación no surge del empeño de Bruselas, sino que es una solicitud de la sociedad civil para proteger sus derechos, algo que es compartido. Desde una mirada crítica sobre lo digital y su efecto en lo social, ALC debe ser mucho más estratégica y convertir la transición digital en una oportunidad para la ampliación de derechos económicos, sociales y ambientales. Esto implica permitir el acceso mediante la alfabetización digital y la capacitación de personas vulnerables, del medio rural y mayores, garantizando la protección en línea de los derechos de los ciudadanos. 3. Cooperación para garantizar los derechos de las generaciones futurasLas negociaciones del Pacto del Futuro incorporan la aprobación de una Declaración sobre las Generaciones Futuras de la que existe, también, un borrador cero. Este analiza cómo pensar y actuar en beneficio de las generaciones del futuro y promover la solidaridad y la responsabilidad intergeneracional, respetando los derechos humanos, incluyendo derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, a la vez que garantiza la sostenibilidad ambiental.El Pacto también pretende abarcar tanto a las generaciones presentes como a las del futuro, implicando los derechos de todos. Desde el artículo 28, el primer borrador de la Declaración busca establecer una interdependencia entre el compromiso con las generaciones futuras y cuestiones prácticas, como las relacionadas con la nueva medición de indicadores de desarrollo más allá del producto interior bruto (PIB), una herramienta esencial que podría construir la institucionalidad a largo plazo que se necesita para incorporar los derechos de las generaciones futuras en el proceso de toma de decisiones. Existe una voluntad de iniciar un diálogo sobre visiones de futuro y hacia dónde deberíamos dirigirnos, para que esas visiones guíen la acción política.En esa línea, en Europa se aprobaron los Principios de Maastricht sobre los derechos humanos de las generaciones futuras en febrero de 2023, mientras que en América Latina existen la Declaración especial por las generaciones futuras, la lucha global contra el cambio climático y el desarrollo sostenible de la CELAC, de septiembre de 2021, y la Declaración de Belém de los Estados Parte del Tratado Amazónico, de agosto de 2023, aunque estas últimas se vinculan, sobre todo con la sostenibilidad ambiental.Por parte de Europa, se ha reconocido la urgencia del reto y se ha incorporado la prospectiva como una prioridad política, aunque probablemente con un objetivo más orientado a navegar entre incertidumbres que a transformarlas. Sin embargo, no parece que la metodología prospectiva, que actualmente se utiliza en cierta medida en las instituciones públicas europeas, quede reflejada en las negociaciones de la declaración de Naciones Unidas. Sin embargo, en el proceso de la Cumbre, existe interés en la posibilidad de considerar algún tipo de protección legal para los intereses de las generaciones futuras por medio de nuevos mecanismos. Otra cuestión que preocupa en Europa es considerar que, a nivel global, las generaciones futuras estarán en África y Asia y hay que pensar qué tipo de implicaciones tendrá eso respecto a las relaciones entre la UE y ALC.Con respecto a las posiciones de ALC, la Declaración de la CELAC de 2021 refleja principalmente el deseo de los países de la región de obtener financiamiento frente a las consecuencias del cambio climático, amparándose en una responsabilidad histórica por las emisiones de Europa y los países industrializados. En ALC, las políticas están condicionadas por la recepción de financiación del Norte, más allá no existe una agenda operativa compartida. Existe, por tanto, una tensión entre las posiciones Norte-Sur en las relaciones UE-CELAC. Dos grandes temas se perfilan como centrales en las negociaciones: uno es la necesidad de promover sociedades inclusivas para las generaciones futuras y el otro es cómo incorporar a las generaciones futuras a los debates de la gobernanza global.El borrador de la Declaración incluye el compromiso de promover sociedades pacíficas, inclusivas y justas; eliminar las desigualdades históricas y estructurales; promover la diversidad cultural; preservar los ecosistemas y las comunidades; proteger los derechos territoriales de los pueblos indígenas, y garantizar la justicia climática para salvaguardar a las comunidades.De hecho, una gran inspiración de los Principios de Maastricht sobre los derechos humanos de las generaciones futuras fueron los pueblos indígenas, muchos de ellos latinoamericanos, que desde tiempos milenarios han considerado que son los cuidadores de los bienes que pertenecen a sus nietos y sus nietas, y que toman decisiones pensando en el impacto que pueden tener en un número determinado de generaciones en el futuro. Asimismo, se reconoce la relación intrínseca entre las personas y la naturaleza, rechazando la idea de dominación de la naturaleza por parte del ser humano.En ALC varias constituciones han recogido los derechos de las generaciones futuras e, igualmente, el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. En base a ello, ha habido jurisprudencia de varias cortes constitucionales que reconocen los derechos humanos de las generaciones futuras. Asimismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en una sentencia histórica de marzo de 2024, en el caso Oroya contra Perú, condenó a dicho país por los daños causados por contaminación a la población, pero también tuvo en cuenta la equidad intergeneracional. Tanto en ALC como en Europa, movimientos juveniles, pero también campesinos y activistas reclaman la responsabilidad de las corporaciones y los estados de preservar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras.El tema de las generaciones futuras afecta a muchos ámbitos de la política pública, aunque normalmente no haya una representación de estas generaciones y sus derechos. Con todo, una preocupación importante durante las negociaciones de los Principios de Maastricht fue el tema de la justicia intergeneracional, teniendo en cuenta que nos encontramos cada vez generaciones más inequitativas. Una conclusión importante es que mientras no se corrijan las injusticias del presente y se reconozcan las del pasado, no habrá justicia para el futuro.Una disposición específica establece que los estados deben adoptar medidas especiales para eliminar y prevenir todas las formas de discriminación contra grupos y pueblos que han experimentado formas históricas o sistemáticas de discriminación como la esclavitud, el colonialismo, el racismo, las normas y prácticas discriminatorias de género y el patriarcado. Estas medidas deben incluir la eliminación y prevención de la transmisión intergeneracional de la desigualdad, la pobreza y la opresión, y los estados también deben corregir los efectos continuados de las injusticias del pasado con miras a garantizar que las generaciones presentes y futuras no sufran abusos similares. Esta disposición fue muy relevante para los representantes de grupos oprimidos y movimientos sociales, incluidos los rurales y de mujeres.En los principios de Maastricht, se destaca también la importancia del acceso a la información para la toma de decisiones sobre los derechos de las generaciones futuras, así como la necesidad de tener en cuenta las obligaciones extraterritoriales, especialmente en temas ambientales. Se mencionan, asimismo, los deberes y las responsabilidades de los agentes no estatales, como las empresas, que deben cumplir con la debida diligencia y asumir la responsabilidad legal. Se hace hincapié en la implementación de medidas legales para proteger a las víctimas e implementar remedios efectivos, que incluyen la rehabilitación, la prevención y las garantías de no repetición y restitución.En el primer borrador de la Declaración de Naciones Unidas, no se trata consistentemente el tema desde la perspectiva de los derechos, ya que solo se habla de intereses o necesidades. En este sentido, es importante que no solo la Declaración, sino todo el Pacto del Futuro incorpore la perspectiva de las generaciones futuras y es necesaria una lectura más holística sobre la gobernanza global. Esto conlleva cambios imprescindibles en la arquitectura financiera internacional, que deberían comprender la reestructuración o cancelación de la deuda, la tributación de la riqueza y el reconocimiento de la triple crisis planetaria, comprendiendo que muchas soluciones al cambio climático podrían afectar a otros componentes o los derechos humanos.Las normas deben reflejar los intereses de las personas, de modo que estas sientan aquellas como propias y no las perciban como algo derivado de las preocupaciones de los tecnócratas o de los sectores privilegiados. La Declaración propone cuatro posibles formas de incorporar la voz de las generaciones futuras en las Naciones Unidas: la creación de la figura de un Enviado Especial para las Generaciones Futuras, un foro anual para reafirmar y actualizar la responsabilidad con las generaciones futuras, incluir la cuestión de las generaciones futuras en el orden del día de la Asamblea General, y disponer de un informe anual sobre la puesta en práctica y la incorporación del pensamiento a largo plazo (p. 36).La idea del enviado que propone la Declaración gira en torno a la necesidad de que los jóvenes y los niños tengan una representación especial; sin embargo, existe el peligro de que aquellos que sufrirán los impactos de estas decisiones en el Sur global no tengan oportunidad de participar. Para garantizar una mayor diversidad y representación, es crucial que haya instituciones y organismos accesibles e inclusivos a todos los niveles, que incluyan a quienes han sido históricamente marginados. En este sentido, el problema radica en quién elige a los representantes a quienes se otorga acceso a las instituciones. Asimismo, es importante considerar cómo se movilizan los actores y cómo se interpretan sus intereses. Existe un riesgo significativo de cooptación y de reacción por parte de aquellos que no son invitados, no pueden participar y no se sienten escuchados. Las organizaciones de la sociedad civil a menudo tienen capacidades que los estados no poseen, pero a veces están vinculadas a ciertas agendas. Con frecuencia, son personas mayores quienes crean sistemas para evaluar los futuros impactos de las decisiones sobre los derechos de las generaciones venideras, pero lo hacen desde paradigmas inherentes a la suya propia. Eso provoca el desapego de los jóvenes, que se niegan a participar, rechazando ser instrumentalizados para legitimar la política. Es crucial buscar la legitimidad, no solo a través de la participación, sino también mediante resultados tangibles.Existe preocupación por el hecho de que en la Cumbre del Futuro las decisiones se tomarán por consenso, lo que, en el clima actual de polarización, podría significar un debilitamiento de los estándares ya aceptados por los estados. Además, se observa una reproducción de los grupos y clivajes existentes en otros foros, lo que dificulta la capacidad de instituciones como las Naciones Unidas para cambiar. Existe un riesgo de reeditar el camino ya trazado sin que se produzca una verdadera reforma. El valor agregado de este gran esfuerzo no es evidente, si no se impulsa una reforma real que logre relegitimar las instituciones multilaterales y mejorar su funcionamiento. Las dinámicas fuertemente intergubernamentales de las negociaciones de la Declaración no facilitan que la misma incorpore grandes innovaciones. Sin embargo, la puesta en común de los procesos participativos existente puede permitir el establecimiento de las bases para la incorporación de la perspectiva de la justicia intergeneracional en la agenda internacional.4. Una Cumbre ambiciosa en un contexto de incertidumbreLa iniciativa del secretario general para convocar la Cumbre del Futuro surgió de la constatación de que la gobernanza global se enfrenta a una crisis de legitimidad y de autoridad que afecta a su capacidad de dar respuesta a los retos globales y a los episodios traumáticos que han transformado a la sociedad internacional. Es un diagnóstico sobre el que hay un amplio consenso, aunque la forma en como remediarlo tiene perspectivas muy diversas. Tanto la UE como ALC están comprometidas con el multilateralismo y con una gobernanza basada en normas y, aunque hay aspectos en los que se dan posiciones divergentes, existe una voluntad de contribuir a recuperar la confianza en las instituciones internacionales. Y eso pasa por la reforma del sistema de Naciones Unidas.Ante la visión geopolítica del mundo dominante en la que prima la competencia entre diversos actores, es necesario que ambas regiones cooperen en base a intereses complementarios y valores comunes compartidos. Durante el seminario, en los tres ámbitos analizados que se están negociando para el Pacto del Futuro, se identificaron muchos objetivos comunes, pero también se evidenciaron las diferencias y las asimetrías entre los diversos actores implicados. En el ámbito de la reforma financiera internacional es donde radica una mayor complejidad y donde el componente geopolítico es más determinante. El Global Gateway ofrece una oportunidad para avanzar en una relación con una visión más estratégica que se adapte a las nuevas condiciones de la economía internacional en transformación. La Alianza Digital ofrece elementos de complementariedad y un interés compartido de evitar la confrontación entre las potencias digitales y ganar autonomía, aunque hay diferencias sobre el alcance de la convergencia regulatoria y el rol normativo de la UE. En la cuestión de los derechos de las generaciones futuras, en ambas regiones se da la presencia de movimientos sociales que piden responsabilidades a los estados y las corporaciones locales, pero también existen reclamos sobre la responsabilidad histórica de Occidente respecto a los pueblos originarios. Existe consenso sobre la necesidad de buscar mecanismos para la participación y la inclusión de las generaciones futuras en los diversos niveles de gobernanza, aunque la estructura intergubernamental de Naciones Unidas lo dificulta.Con un presente cargado de incertidumbre y urgencias, la llamada a pensar en un futuro más equitativo y próspero puede parecer ilusoria. Sin embargo, históricamente la manera de avanzar en la gobernanza global siempre ha sido ir construyendo a base de buscar consensos y crear alianzas. La Cumbre obliga a los estados a posicionarse sobre aquellas cuestiones de la agenda que precisan ser abordadas y a partir de allí las negociaciones pueden llegar a puntos en común. En sus relaciones birregionales, la UE y ALC, desde sus diferentes percepciones, intereses y situaciones, pueden y deben contribuir a la gobernanza global al tiempo que fortalecen la importancia estratégica de sus relaciones más allá de la competencia geopolítica global.
Eine dauerhafte Verfügbarkeit ist nicht garantiert und liegt vollumfänglich in den Händen der Herausgeber:innen. Bitte erstellen Sie sich selbständig eine Kopie falls Sie diese Quelle zitieren möchten.
Este documento recoge las principales conclusiones del seminario «Una Alianza para el Futuro entre la Unión Europea y América Latina y Caribe», organizado por CIDOB el 8 de abril de 2024 y financiado por la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores y Globales. En un contexto internacional convulso, el objetivo es analizar algunas de las principales cuestiones planteadas en las negociaciones a partir de los primeros documentos surgidos de las mismas y tratar de vincularlas a los retos que plantea la reactivación de la Agenda de cooperación entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) tras la cumbre celebrada en Bruselas en julio de 2023. Se pretende identificar cuáles son los elementos de posible convergencia para proporcionar una mayor dimensión estratégica a la relación interregional al tiempo que se impulsa una institucionalidad internacional más inclusiva y eficaz. La iniciativa del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, de convocar una Cumbre para aprobar un Pacto del Futuro ha generado una serie de debates y negociaciones que son el punto de partida para abordar tres temas estratégicos: en primer lugar, las propuestas de transformación de la arquitectura financiera internacional y sobre la financiación del desarrollo para tratar de reducir el déficit creciente de recursos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); en segundo lugar, los debates relacionados con la transición digital, atendiendo tanto a la prevención y reducción de las brechas digitales, como a la necesidad de mejorar la gobernanza del uso de los avances tecnológicos, incluida la inteligencia artificial (IA); finalmente, en tercer lugar, las propuestas para la elaboración de la Declaración sobre las Generaciones Futuras, que busca promover la protección de sus derechos con un enfoque intergeneracional a medio y largo plazo.1. La arquitectura financiera internacional y el déficit de financiación del desarrolloEl sistema financiero internacional vigente no ha sabido responder eficazmente a las crisis económicas, financieras, energéticas o sanitarias de las últimas décadas, y los actuales mecanismos de financiación no son suficientes para afrontar los retos que plantea la agenda de desarrollo. Muchos países están en niveles históricos de endeudamiento, lo que les impide financiar las políticas económicas y sociales que impulsen la agenda de desarrollo. Ello se debe, en gran medida, a la vulnerabilidad ante las crisis. El imperativo de dar respuestas a las urgencias a corto plazo y el escaso margen de espacio fiscal impiden financiar reformas políticas indispensables. América Latina y el Caribe (ALC) y la UE también son vulnerables a la inestabilidad financiera y han tenido que hacerle frente, aunque con capacidades e instrumentos regionales asimétricos. Ambas son conscientes de la necesidad de respuestas globales, pero la reforma de la arquitectura institucional financiera es una cuestión compleja y multidimensional que enfrenta resistencias. Una primera cuestión de debate son las reformas institucionales necesarias para dar respuesta a las crisis financieras y fortalecer una red de seguridad que asista a los países más débiles. Desde la gran crisis del 2008, sucesivas crisis han puesto en tensión el sistema multilateral, pero las instituciones financieras, no solo no han respondido eficazmente a ellas, sino que han contribuido a los desequilibrios. Un ejemplo es el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que a cada miembro se le asigna una cuota basada en su posición relativa en la economía mundial y determina su poder de decisión y la cantidad de recursos a la que tiene acceso. En la reforma de 2010 la modificación de la proporción de votos del FMI no cambió significativamente las cuotas. En la revisión más reciente de 2020, no hubo modificaciones en las cuotas compartidas ni en las asignaciones de derechos especiales de giro (DEG). La siguiente oportunidad para que el FMI altere la proporción de votos entre países será en 2028. Este sistema refuerza las desigualdades históricas: alrededor del 70%, 450.000 millones de DEG, del total de los emitidos durante las cuatro asignaciones generales históricas del FMI se destinó a los 57 países más ricos. Por el contrario, los países más vulnerables, de bajo nivel de renta, recibieron una proporción de las asignaciones totales del 2%, 10.500 millones de DEG (Bulletin de la Banque de France, 2023).En la Declaración de la Cumbre UE-CELAC de 2023 se reconoce la necesidad fortalecer la colaboración en las instituciones financieras internacionales y reforzar el nivel de participación que garantice la representación de los países en desarrollo (p. 18). Asimismo, el borrador cero del Pacto del Futuro llama a una reforma de la arquitectura financiera internacional y a modernizarla para que refleje la realidad del mundo actual (p. 139-140). Pero, aunque la demanda de una estructura institucional más equilibrada es generalizada, no parece haber una propuesta concreta de ninguna coalición para aumentar la representación de los países de ALC en las instituciones financieras similar a los exitosos esfuerzos de los líderes africanos por lograr un asiento de la Unión Africana en el G20 y un tercer asiento del África subsahariana en el directorio ejecutivo del FMI. En 2024, durante la presidencia del G20 de Brasil, el Grupo de trabajo sobre Arquitectura financiera internacional se ha propuesto debatir, entre otras cosas, la demanda de una representatividad más efectiva y equitativa en las instituciones financieras. Sin embargo, debido a la falta de cooperación regional, las propuestas de ALC en su conjunto para reformar la arquitectura financiera no parecen llegar a la agenda internacional para la Cumbre del Futuro.Otro de los temas fundamentales es el de la sostenibilidad de la deuda soberana. Existe consenso internacional en que es muy importante fortalecer la red de seguridad para los países que sufren una mayor vulnerabilidad al cambio climático y los riesgos naturales. Desde el Caribe, la Iniciativa Bridgetown, presentada por Barbados, hizo propuestas de políticas que cubren la reforma de la deuda, el apoyo a la liquidez y el comercio, y la gobernanza. En la declaración UE-CELAC acordaron seguir de cerca estas iniciativas, pero a pesar de los actuales niveles históricos de endeudamiento, las cuestiones relativas a la gestión de la deuda soberana han estado bastante ausentes, debido a que los países que presentan problemas en este sentido no generan riesgos sistémicos.Cabe señalar, además, que la mayoría de la deuda externa se encuentra en manos de acreedores privados. Pero, para aquellos países que no tienen acceso al mercado de crédito, los bancos multilaterales son la principal fuente de recursos. Por ello, existe consenso en que estos bancos necesitan tener políticas que se ajusten a las realidades de los países en desarrollo. El Pacto de París para las Personas y el Planeta, adoptado en la Cumbre de junio de 2023 y apoyado por treinta y cinco gobiernos de África, Asia, Europa y América Latina, pidió tratamientos de suspensión de deuda acelerados y una mejor coordinación entre los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) para movilizar préstamos de bajo costo tomando en consideración las necesidades de los países en desarrollo para poder enfrentar las crisis financieras. En cuanto a los mecanismos, la posibilidad de canje de deuda por sostenibilidad se considera un avance importante para evitar las crisis de deuda soberana. Se trata de un instrumento que la CARICOM ha puesto sobre la mesa con mucha fuerza aunque existe una crítica sobre si estos instrumentos y mecanismos de los BMD son suficientemente transformadores.La sección dedicada a la reforma de la arquitectura de la deuda del borrador cero del Pacto del Futuro menciona la necesidad de hacer propuestas que permitan formular recomendaciones concretas para su reforma (párrafo 14) en la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, en 2025. Sin embargo, algunos países, como México, advierten que se debe evitar un proceso en el que la financiación para el desarrollo esté indebidamente vinculada a cuestiones de reforma de la gobernanza. La creación de un marco jurídico vinculante y multilateral de la ONU sobre la deuda que garantice una amplia cancelación de la deuda, aunque parece necesaria para reestructurar los actuales desequilibrios sin hipotecar el desarrollo, no forma parte de las propuestas que se están negociando en el Pacto. Sin embargo, sí figura en la agenda para la Cumbre Mundial sobre Financiación del Desarrollo prevista para 2025 y debería ser objeto de propuestas más concretas.La financiación del desarrollo para dar un impulso a la Agenda 2030 es otro de los ejes del debate sobre el Pacto del Futuro y ahí donde la relación UE-ALC ha dedicado más esfuerzos. El informe América Latina y el Caribe ante el desafío de acelerar el paso hacia el cumplimiento de la Agenda 2030: transiciones hacia la sostenibilidad, de abril de 2024, muestra que la región ha sufrido retrocesos en un 32% de las metas de cumplimiento de los ODS desde la medición anterior. Existen problemas estructurales que impiden el progreso. Según el informe Perspectivas Económicas de América Latina 2023, de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), las políticas actuales no articulan un desarrollo para el conjunto de la región, sino solamente para algunos países en función de sus recursos naturales, como el triángulo del litio. En lugar de ayudar a los países a integrarse al desarrollo, hay una tendencia hacia una mayor desigualdad y fragmentación regional. La región necesita insertarse en las cadenas de valor globales, y el desafío es hacerlo de manera inteligente y no repetir errores del pasado. Hoy en día, alrededor del 75% de las exportaciones de la región están vinculadas a materias primas. América Latina necesita políticas que fomenten el desarrollo económico y la colaboración público-privada. Los BMD trabajan en conexión con el G-20 para alinear procesos y estándares, y utilizar mejor el capital existente para movilizar más recursos del sector privado. El punto de partida es que el capital de ningún banco multilateral de desarrollo es suficiente para hacer frente a cualquier tipo de demanda en ALC o a nivel global. Por lo tanto, todo el trabajo innovador se orienta hacia la creación de incentivos adecuados, el desarrollo de instrumentos novedosos y la reducción del riesgo que el sector privado pueda percibir al ingresar en algunas geografías. Las acciones desde los BMD, como los canjes de deuda por sostenibilidad, tienen como objetivo incentivar al sector privado a lanzarse e invertir. La iniciativa Global Gateway de la UE encaja aquí, ya que a pesar del gran interés geopolítico para los gobiernos europeos y también del sector privado, los incentivos para estos en ALC no son evidentes. Es necesario impulsar una estrategia general para una economía más diversificada y transformar la estructura productiva, identificando qué sectores pueden impulsar una mayor productividad e inversión en tecnología. La idea central de la Agenda de inversiones del Global Gateway en América Latina es que la transición verde y digital tienen el potencial de diversificar las economías y generar empleo formal, sin embargo, esta iniciativa podría también percibirse como la réplica de una lógica de extractivismo en búsqueda de intereses estratégicos en la nueva competición global, como los paquetes que proveen China y Estados Unidos. Así, frente a planes billonarios como los del presidente Xi Jinping para sostener el crecimiento de China, o el de reindustrialización del presidente Biden en Estados Unidos, la respuesta europea no puede operar al mismo nivel porque no tiene los mismos recursos para competir. Quizá en Centroamérica y el Caribe, donde los países dependen mucho más de la ayuda al desarrollo, podría ser efectivo, pero para los grandes como México y Brasil, no sería un factor detonante del desarrollo. Así pues, hay que pasar de la lógica de una política de ayuda al desarrollo a una política de desarrollo industrial en la que se destinen recursos capaces de generar incentivos para que el sector privado funcione e invierta, sin olvidar que el Global Gateway es un espacio de cooperación integral que va más allá de la inversión privada.Cabe señalar que ALC sí está involucrada en las cadenas de valor globales alimentarias, pero estas han tenido un impacto negativo en la degradación ambiental, la contaminación y la destrucción de la biodiversidad. Además, ha habido una gran influencia en los procesos legislativos parlamentarios, no solo de la agroindustria, sino también de la explotación minera. Cualquier intento de mejorar la inversión en ese ámbito a través del crédito y de la financiación, solo puede ser efectivo si hay normas muy claras de regulación de la responsabilidad jurídica corporativa. La UE y ALC deberían involucrarse en el proceso que se desarrolla en Naciones Unidas sobre responsabilidad jurídica de las transnacionales con respecto a los derechos humanos y el medio ambiente. Con la creación de instrumentos para incentivar al sector privado se corre el riesgo, además, de que los fondos de desarrollo acaben sirviendo para transferir recursos públicos a dicho sector. Por lo tanto, un tema fundamental para un pacto mundial es establecer un mínimo de imposición fiscal global. Es necesario, no solo para ampliar la base fiscal, sino también porque sin una fiscalidad internacional, no hay manera de gravar a las grandes fortunas en un contexto en el cual la desigualdad está creciendo enormemente. En este sentido, la OCDE ha estado impulsando la iniciativa de un impuesto mínimo a las corporaciones o empresas privadas, sobre todo vinculado a lo digital, para establecer un mínimo del 15% de impuesto global y para que se paguen impuestos donde las empresas generan ganancias. Es importante que esta iniciativa prosiga y se continúen implementando otros impuestos a nivel internacional, ya que es muy difícil que los países lo puedan hacer a escala nacional, porque desencadenaría la competencia por quién tiene los estándares más bajos. Asimismo, es importante que la UE y ALC se involucren en las propuestas en curso. Tras la Declaración de Nairobi de 2023, la UE está debatiendo una propuesta para un impuesto a las transacciones financieras con ingresos canalizados hacia inversiones climáticamente positivas, y la Cumbre de París para un Nuevo Pacto Financiero Mundial (2023) propuso un grupo de trabajo para abordar el tema. El borrador cero del Pacto del Futuro también propone continuar con las discusiones para una convención sobre cooperación internacional en materia de fiscalidad (p. 143). Otro componente clave es contar con mejores estructuras, políticas y capacidades, y avanzar hacia sistemas fiscales que sean más progresivos, que incentiven el emprendimiento y también reduzcan las desigualdades. Para que se logren estos objetivos es necesario abordar la cuestión social, así como las capacidades y la educación de los trabajadores. Dichas desigualdades son muy peligrosas para la democracia y la gobernanza, ya que deslegitiman enormemente el sistema democrático a los ojos de la ciudadanía y pueden conducir al populismo y al autoritarismo. En este sentido, el pilar social del Global Gateway sobre Sociedades Inclusivas y Equitativas es importante para fortalecer la resiliencia de las sociedades y el progreso social. Otro ámbito de interés relacionado con la justicia social es el de la seguridad ciudadana. El artículo 32 de la declaración final de la Cumbre UE-CELAC propone consolidar y reforzar las iniciativas de cooperación en materia de justicia y seguridad, combatiendo la delincuencia organizada en todas sus formas, así como la corrupción y el blanqueo de capitales, en particular mediante el desarrollo de capacidades. En este ámbito es muy relevante la cooperación internacional, pues a escala nacional los países no tienen suficientes herramientas para impedir la opacidad financiera. 2. Cooperación para la transición digital y la gobernanza de las nuevas tecnologíasLas negociaciones del Pacto del Futuro incluyen la adopción de un Pacto Mundial Digital —del que ya existe un borrador cero— que consta de diez principios y cinco objetivos. Entre estos últimos, los fundamentales son: cerrar las brechas digitales y acelerar el progreso en los ODS; ampliar las oportunidades de inclusión en la economía digital; y fomentar un espacio digital inclusivo, abierto, seguro y protegido, con una gobernanza internacional de datos equitativa, incluyendo las tecnologías emergentes como la IA. El Pacto Mundial Digital que Naciones Unidas está negociando no trata tanto de establecer reglas de gobernanza obligatorias, sino de disponer un mínimo de principios y recomendaciones comunes suficientemente consensuado en el que todos puedan sentirse incluidos.El borrador del pacto reconoce que cerrar las brechas digitales requiere inversiones significativas y alineadas por parte de los gobiernos y, en particular, el sector privado, y se compromete a invertir en la infraestructura digital mundial. También reconoce que es necesario garantizar la alfabetización digital y capacitar a los funcionarios públicos y las instituciones y trabajar en la creación de competencias. Considera, asimismo, que los motores clave de la transformación digital inclusiva son los bienes públicos digitales, y enuncia el compromiso de desarrollar infraestructuras públicas digitales en los países en desarrollo, con la transferencia voluntaria de tecnologías a los países en desarrollo y la promoción de iniciativas de intercambio de conocimientos y transferencia de tecnología, así como la cooperación sur-sur y triangular. La cuestión es averiguar qué espacios de cooperación reales puede haber entre ALC y la UE para que la transición digital sea sostenible y justa y cómo lograr mayor soberanía digital para ambos en un contexto de creciente competencia entre las dos grandes potencias.Tanto en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas como en la UE existen iniciativas para tratar de abordar esta transición de forma equilibrada: en la CEPAL, mediante la Agenda digital eLAC2024, y en la UE, a través de la Estrategia Digital, que presentó en 2020. Asimismo, en el marco de la iniciativa Global Gateway, se lanzó en 2023 la Alianza Digital Unión Europea – América Latina y el Caribe, y la declaración de la cumbre UE-CELAC también recogía la necesidad de avanzar en la transición energética justa. Para que ésta avance, es necesario escuchar cuáles son las necesidades y las agendas de los países de ALC en función de las iniciativas que se están trabajando, tanto a nivel nacional como regional. Con frecuencia, existe un cierto desconocimiento acerca de lo que la región está haciendo y cuáles son los elementos importantes para la transformación digital en ALC.La región aún no ha resuelto las bases para la transformación digital inclusiva, tanto en el tema de infraestructura y conectividad como en el de habilidades y competencias digitales, así como en materia de gobernanza y seguridad. ALC es mejor consumiendo Internet que usándolo en el entorno productivo. La digitalización ha permitido el desarrollo de numerosas empresas de base tecnológica en la región (ocho de cada diez empresas emergentes fundadas son digitales), pero muchas de ellas terminan exportando y se pierden los encadenamientos con los procesos productivos. Por tanto, existe un espacio para mejorar ese vínculo y esa digitalización de los sectores productivos, tanto tradicionales como estratégicos. Un sector empresarial europeo digitalizado puede ser un aliado sustancial de ALC cooperando para implementar la transformación digital en los procesos productivos, en la economía digital, la innovación y el cambio del Internet del consumo al Internet de la producción. En Europa hay empresas de movilidad, infraestructura, energía, banca y seguros que aún tienen cierta ventaja frente a otros actores de ALC.Por otro lado, hay que considerar la importancia que esta transformación digital tiene para el bienestar social y cómo hacer que estos servicios lleguen a la mayor parte de la población y se conviertan en algo que sea útil para las personas. Eso implica garantizar la inclusión en el mundo digital, con la conectividad como condición necesaria. Los servicios públicos digitales permiten que las personas que no tienen acceso puedan obtenerlo, y sirven tanto para fortalecer emprendimientos a nivel local como para dar acceso a sectores económicos menos favorecidos. La Alianza Digital Unión Europea – América Latina, que se coordina desde la CEPAL, insiste en materializar la inclusividad en aspectos como la asequibilidad, los servicios para los dispositivos móviles, las habilidades digitales y la cobertura de redes, así como el acceso a estas, todo lo cual requiere un mayor nivel de inversión. Los países de la UE y ALC son aliados en el objetivo de abordar las brechas digitales y aprovechar la digitalización para avanzar o relanzar los ODS, en colaboración con otros organismos internacionales, como la CEPAL, la OCDE o la UNESCO. Es crucial que en estas relaciones de cooperación se incluya el aprendizaje de las plataformas de la sociedad civil que trabajan en temas digitales.Si se desencadena una movilización de recursos público-privada sustancial y se invierte, no solo en conectividad, sino también en ciberseguridad, nuevos sectores tecnológicos y nuevas oportunidades de servicios digitales, el Global Gateway puede ser una oportunidad financiera y geopolítica. Sin embargo, a pesar de que hay muchos valores comunes compartidos con la UE, también hay otros países sentados a la mesa. El modelo europeo no produce empresas de amplia innovación en lo digital, y los modelos americano y chino están ganando espacios en ese ámbito en ALC en cuanto a infraestructura digital. Pero la UE se encuentra en una posición más cercana a la de ALC frente a potencias digitales como China y Estados Unidos y puede haber un aprendizaje conjunto en la cuestión de cómo lograr mayor autonomía digital. Esto requiere mirar más allá de los intereses geopolíticos o de entender que el Global Gateway es solo una forma de recuperar posiciones como socio comercial e inversor. ALC y la UE pueden aprender juntos a adoptar una mirada crítica a los procesos de digitalización y los efectos de la transición digital en la ampliación de derechos y la reducción de brechas o la generación de bienestar. Sin embargo, no se puede obviar que existe una tensión entre valores e intereses. Durante mucho tiempo, la UE proyectó la voluntad de convertirse en la campeona de la regulación, aunque, en el caso de los temas digitales, se ha cuestionado si es lo suficientemente flexible, dado que no tiene ninguna empresa tecnológica líder. Los grandes jugadores globales son todos americanos o chinos y la actividad se concentra cada vez más en unos pocos actores, algo que representa un riesgo claro para algunos países que podrían convertirse en meros productores de datos mientras continúan pagando por los servicios. La Alianza Digital UE-ALC ha puesto mucho énfasis en la convergencia regulatoria, pero en realidad los países de la región que aún no han resuelto el tema de la infraestructura ven la excesiva regulación como un posible obstáculo para atraer inversiones.En la UE, la Estrategia Digital ha desarrollado un aparato normativo como el Reglamento general de protección de datos (2016) y el Reglamento sobre Gobernanza de Datos (2022) y está trabajando intensamente para crear un marco jurídico que regule la IA para establecer estándares de protección con la intención de globalizarlos. Algunos países terceros, también de Latinoamérica, han incorporado una parte los contenidos de dicha legislación en sus ordenamientos, provocando un efecto de difusión de una estandarización de protección de datos a nivel global. Pero otros se plantean si la UE es el ejemplo a seguir en materia regulatoria, ya que ha sido demasiado ambiciosa, algo que puede frenar la innovación, y prefieren una legislación más laxa. La UE ha visto la necesidad de regular antes de que la tecnología esté completamente consolidada, ya que después resulta mucho más difícil cambiar las reglas del juego. Los propios desarrolladores de IA ven necesaria una regulación para establecer unas bases mínimas globales, que a posteriori cada país o región pueda adaptar a sus especificidades. De hecho, muchos de ellos suspendieron sus operaciones para adaptarse a la regulación en curso en la UE. En los próximos meses y años se verá si otros países siguen la misma senda respecto a la normativa de la IA. Una dificultad añadida es que no puede haber muchas legislaciones divergentes porque hay muchas jurisdicciones en juego.Asimismo, existen cuestiones que afectan a la seguridad, la integridad y la intimidad de los ciudadanos, por lo que también se necesitan parámetros éticos para medir determinadas regulaciones. Un caso concreto sensible es el de los datos biométricos; por una parte, su uso puede aportar beneficios a los estados, especialmente en temas como seguridad o salud pública, pero, por otra, son datos personales que por su naturaleza identifican de manera única al individuo y deben protegerse.Las tecnologías digitales también tienen efectos disruptivos en sectores vulnerables: en las poblaciones campesinas y rurales, desplazando cultivos tradicionales; con plataformas como Uber o Airbnb, que contribuyen a la gentrificación y marginación de los sectores más empobrecidos de las ciudades, o con un impacto significativo en las condiciones laborales. Además, las grandes empresas que se encuentran detrás de la transición digital, y muchos de los contenidos ofrecidos en ALC y la UE, están vinculados a las plataformas y a paquetes de conectividad cerrados, lo que impide que surjan alternativas más diversificadas. Por lo tanto, es crucial garantizar que estos grandes creadores de contenidos sean regulados adecuadamente, y disponer de modelos alternativos que generen autonomía estratégica y que representen una oportunidad real para ampliar derechos. No se trata, pues, de no utilizar las innovaciones tecnológicas, sino de utilizarlas bien y de hacerlo con el propósito adecuado, incorporando una mirada crítica sobre los procesos de digitalización y transición digital. En este sentido, es problemático que dicha dimensión apenas se esté tratando en las discusiones del Pacto Digital Mundial que se está negociando en Naciones Unidas.El pacto propone reconocer las funciones y responsabilidades de todas las partes interesadas, se compromete a establecer las garantías adecuadas para prevenir y abordar cualquier impacto sobre los derechos humanos derivado del uso de tecnologías digitales y emergentes, y pide a las empresas de tecnología digital que incorporen la legislación sobre dichos derechos y se comprometan a promoverlos, protegerlos y respetarlos en línea.Cabe señalar que en la negociación del Pacto Digital, el tema de la gobernanza de las tecnologías emergentes, incluida la IA, genera tensiones: Estados Unidos ha presentado una resolución propia, paralela a la negociación del pacto, que se acordó en la última cumbre entre Estados Unidos y China. Por su lado, la UE defenderá su modelo y no aceptará reducir sus estándares mínimos de protección. Respecto a ALC, no parece que haya una visión propia, lo cual también tiene que ver con el hecho de que no negocia conjuntamente en Nueva York, algo que, de nuevo, es un problema institucional y de integración. Las soluciones siguen siendo básicamente nacionales, sin avanzar en respuestas regionales.En la balanza entre valores e intereses, es necesario encontrar un equilibrio, puesto que tanto los valores como los intereses son relevantes. En el Global Gateway los intereses compartidos son el motor principal, pero no se debe dejar de lado la dimensión ética y de equidad. Dicho enfoque representa una ventaja comparativa en las relaciones de la UE con ALC. Además, la demanda de regulación no surge del empeño de Bruselas, sino que es una solicitud de la sociedad civil para proteger sus derechos, algo que es compartido. Desde una mirada crítica sobre lo digital y su efecto en lo social, ALC debe ser mucho más estratégica y convertir la transición digital en una oportunidad para la ampliación de derechos económicos, sociales y ambientales. Esto implica permitir el acceso mediante la alfabetización digital y la capacitación de personas vulnerables, del medio rural y mayores, garantizando la protección en línea de los derechos de los ciudadanos. 3. Cooperación para garantizar los derechos de las generaciones futurasLas negociaciones del Pacto del Futuro incorporan la aprobación de una Declaración sobre las Generaciones Futuras de la que existe, también, un borrador cero. Este analiza cómo pensar y actuar en beneficio de las generaciones del futuro y promover la solidaridad y la responsabilidad intergeneracional, respetando los derechos humanos, incluyendo derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, a la vez que garantiza la sostenibilidad ambiental.El Pacto también pretende abarcar tanto a las generaciones presentes como a las del futuro, implicando los derechos de todos. Desde el artículo 28, el primer borrador de la Declaración busca establecer una interdependencia entre el compromiso con las generaciones futuras y cuestiones prácticas, como las relacionadas con la nueva medición de indicadores de desarrollo más allá del producto interior bruto (PIB), una herramienta esencial que podría construir la institucionalidad a largo plazo que se necesita para incorporar los derechos de las generaciones futuras en el proceso de toma de decisiones. Existe una voluntad de iniciar un diálogo sobre visiones de futuro y hacia dónde deberíamos dirigirnos, para que esas visiones guíen la acción política.En esa línea, en Europa se aprobaron los Principios de Maastricht sobre los derechos humanos de las generaciones futuras en febrero de 2023, mientras que en América Latina existen la Declaración especial por las generaciones futuras, la lucha global contra el cambio climático y el desarrollo sostenible de la CELAC, de septiembre de 2021, y la Declaración de Belém de los Estados Parte del Tratado Amazónico, de agosto de 2023, aunque estas últimas se vinculan, sobre todo con la sostenibilidad ambiental.Por parte de Europa, se ha reconocido la urgencia del reto y se ha incorporado la prospectiva como una prioridad política, aunque probablemente con un objetivo más orientado a navegar entre incertidumbres que a transformarlas. Sin embargo, no parece que la metodología prospectiva, que actualmente se utiliza en cierta medida en las instituciones públicas europeas, quede reflejada en las negociaciones de la declaración de Naciones Unidas. Sin embargo, en el proceso de la Cumbre, existe interés en la posibilidad de considerar algún tipo de protección legal para los intereses de las generaciones futuras por medio de nuevos mecanismos. Otra cuestión que preocupa en Europa es considerar que, a nivel global, las generaciones futuras estarán en África y Asia y hay que pensar qué tipo de implicaciones tendrá eso respecto a las relaciones entre la UE y ALC.Con respecto a las posiciones de ALC, la Declaración de la CELAC de 2021 refleja principalmente el deseo de los países de la región de obtener financiamiento frente a las consecuencias del cambio climático, amparándose en una responsabilidad histórica por las emisiones de Europa y los países industrializados. En ALC, las políticas están condicionadas por la recepción de financiación del Norte, más allá no existe una agenda operativa compartida. Existe, por tanto, una tensión entre las posiciones Norte-Sur en las relaciones UE-CELAC. Dos grandes temas se perfilan como centrales en las negociaciones: uno es la necesidad de promover sociedades inclusivas para las generaciones futuras y el otro es cómo incorporar a las generaciones futuras a los debates de la gobernanza global.El borrador de la Declaración incluye el compromiso de promover sociedades pacíficas, inclusivas y justas; eliminar las desigualdades históricas y estructurales; promover la diversidad cultural; preservar los ecosistemas y las comunidades; proteger los derechos territoriales de los pueblos indígenas, y garantizar la justicia climática para salvaguardar a las comunidades.De hecho, una gran inspiración de los Principios de Maastricht sobre los derechos humanos de las generaciones futuras fueron los pueblos indígenas, muchos de ellos latinoamericanos, que desde tiempos milenarios han considerado que son los cuidadores de los bienes que pertenecen a sus nietos y sus nietas, y que toman decisiones pensando en el impacto que pueden tener en un número determinado de generaciones en el futuro. Asimismo, se reconoce la relación intrínseca entre las personas y la naturaleza, rechazando la idea de dominación de la naturaleza por parte del ser humano.En ALC varias constituciones han recogido los derechos de las generaciones futuras e, igualmente, el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. En base a ello, ha habido jurisprudencia de varias cortes constitucionales que reconocen los derechos humanos de las generaciones futuras. Asimismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en una sentencia histórica de marzo de 2024, en el caso Oroya contra Perú, condenó a dicho país por los daños causados por contaminación a la población, pero también tuvo en cuenta la equidad intergeneracional. Tanto en ALC como en Europa, movimientos juveniles, pero también campesinos y activistas reclaman la responsabilidad de las corporaciones y los estados de preservar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras.El tema de las generaciones futuras afecta a muchos ámbitos de la política pública, aunque normalmente no haya una representación de estas generaciones y sus derechos. Con todo, una preocupación importante durante las negociaciones de los Principios de Maastricht fue el tema de la justicia intergeneracional, teniendo en cuenta que nos encontramos cada vez generaciones más inequitativas. Una conclusión importante es que mientras no se corrijan las injusticias del presente y se reconozcan las del pasado, no habrá justicia para el futuro.Una disposición específica establece que los estados deben adoptar medidas especiales para eliminar y prevenir todas las formas de discriminación contra grupos y pueblos que han experimentado formas históricas o sistemáticas de discriminación como la esclavitud, el colonialismo, el racismo, las normas y prácticas discriminatorias de género y el patriarcado. Estas medidas deben incluir la eliminación y prevención de la transmisión intergeneracional de la desigualdad, la pobreza y la opresión, y los estados también deben corregir los efectos continuados de las injusticias del pasado con miras a garantizar que las generaciones presentes y futuras no sufran abusos similares. Esta disposición fue muy relevante para los representantes de grupos oprimidos y movimientos sociales, incluidos los rurales y de mujeres.En los principios de Maastricht, se destaca también la importancia del acceso a la información para la toma de decisiones sobre los derechos de las generaciones futuras, así como la necesidad de tener en cuenta las obligaciones extraterritoriales, especialmente en temas ambientales. Se mencionan, asimismo, los deberes y las responsabilidades de los agentes no estatales, como las empresas, que deben cumplir con la debida diligencia y asumir la responsabilidad legal. Se hace hincapié en la implementación de medidas legales para proteger a las víctimas e implementar remedios efectivos, que incluyen la rehabilitación, la prevención y las garantías de no repetición y restitución.En el primer borrador de la Declaración de Naciones Unidas, no se trata consistentemente el tema desde la perspectiva de los derechos, ya que solo se habla de intereses o necesidades. En este sentido, es importante que no solo la Declaración, sino todo el Pacto del Futuro incorpore la perspectiva de las generaciones futuras y es necesaria una lectura más holística sobre la gobernanza global. Esto conlleva cambios imprescindibles en la arquitectura financiera internacional, que deberían comprender la reestructuración o cancelación de la deuda, la tributación de la riqueza y el reconocimiento de la triple crisis planetaria, comprendiendo que muchas soluciones al cambio climático podrían afectar a otros componentes o los derechos humanos.Las normas deben reflejar los intereses de las personas, de modo que estas sientan aquellas como propias y no las perciban como algo derivado de las preocupaciones de los tecnócratas o de los sectores privilegiados. La Declaración propone cuatro posibles formas de incorporar la voz de las generaciones futuras en las Naciones Unidas: la creación de la figura de un Enviado Especial para las Generaciones Futuras, un foro anual para reafirmar y actualizar la responsabilidad con las generaciones futuras, incluir la cuestión de las generaciones futuras en el orden del día de la Asamblea General, y disponer de un informe anual sobre la puesta en práctica y la incorporación del pensamiento a largo plazo (p. 36).La idea del enviado que propone la Declaración gira en torno a la necesidad de que los jóvenes y los niños tengan una representación especial; sin embargo, existe el peligro de que aquellos que sufrirán los impactos de estas decisiones en el Sur global no tengan oportunidad de participar. Para garantizar una mayor diversidad y representación, es crucial que haya instituciones y organismos accesibles e inclusivos a todos los niveles, que incluyan a quienes han sido históricamente marginados. En este sentido, el problema radica en quién elige a los representantes a quienes se otorga acceso a las instituciones. Asimismo, es importante considerar cómo se movilizan los actores y cómo se interpretan sus intereses. Existe un riesgo significativo de cooptación y de reacción por parte de aquellos que no son invitados, no pueden participar y no se sienten escuchados. Las organizaciones de la sociedad civil a menudo tienen capacidades que los estados no poseen, pero a veces están vinculadas a ciertas agendas. Con frecuencia, son personas mayores quienes crean sistemas para evaluar los futuros impactos de las decisiones sobre los derechos de las generaciones venideras, pero lo hacen desde paradigmas inherentes a la suya propia. Eso provoca el desapego de los jóvenes, que se niegan a participar, rechazando ser instrumentalizados para legitimar la política. Es crucial buscar la legitimidad, no solo a través de la participación, sino también mediante resultados tangibles.Existe preocupación por el hecho de que en la Cumbre del Futuro las decisiones se tomarán por consenso, lo que, en el clima actual de polarización, podría significar un debilitamiento de los estándares ya aceptados por los estados. Además, se observa una reproducción de los grupos y clivajes existentes en otros foros, lo que dificulta la capacidad de instituciones como las Naciones Unidas para cambiar. Existe un riesgo de reeditar el camino ya trazado sin que se produzca una verdadera reforma. El valor agregado de este gran esfuerzo no es evidente, si no se impulsa una reforma real que logre relegitimar las instituciones multilaterales y mejorar su funcionamiento. Las dinámicas fuertemente intergubernamentales de las negociaciones de la Declaración no facilitan que la misma incorpore grandes innovaciones. Sin embargo, la puesta en común de los procesos participativos existente puede permitir el establecimiento de las bases para la incorporación de la perspectiva de la justicia intergeneracional en la agenda internacional.4. Una Cumbre ambiciosa en un contexto de incertidumbreLa iniciativa del secretario general para convocar la Cumbre del Futuro surgió de la constatación de que la gobernanza global se enfrenta a una crisis de legitimidad y de autoridad que afecta a su capacidad de dar respuesta a los retos globales y a los episodios traumáticos que han transformado a la sociedad internacional. Es un diagnóstico sobre el que hay un amplio consenso, aunque la forma en como remediarlo tiene perspectivas muy diversas. Tanto la UE como ALC están comprometidas con el multilateralismo y con una gobernanza basada en normas y, aunque hay aspectos en los que se dan posiciones divergentes, existe una voluntad de contribuir a recuperar la confianza en las instituciones internacionales. Y eso pasa por la reforma del sistema de Naciones Unidas.Ante la visión geopolítica del mundo dominante en la que prima la competencia entre diversos actores, es necesario que ambas regiones cooperen en base a intereses complementarios y valores comunes compartidos. Durante el seminario, en los tres ámbitos analizados que se están negociando para el Pacto del Futuro, se identificaron muchos objetivos comunes, pero también se evidenciaron las diferencias y las asimetrías entre los diversos actores implicados. En el ámbito de la reforma financiera internacional es donde radica una mayor complejidad y donde el componente geopolítico es más determinante. El Global Gateway ofrece una oportunidad para avanzar en una relación con una visión más estratégica que se adapte a las nuevas condiciones de la economía internacional en transformación. La Alianza Digital ofrece elementos de complementariedad y un interés compartido de evitar la confrontación entre las potencias digitales y ganar autonomía, aunque hay diferencias sobre el alcance de la convergencia regulatoria y el rol normativo de la UE. En la cuestión de los derechos de las generaciones futuras, en ambas regiones se da la presencia de movimientos sociales que piden responsabilidades a los estados y las corporaciones locales, pero también existen reclamos sobre la responsabilidad histórica de Occidente respecto a los pueblos originarios. Existe consenso sobre la necesidad de buscar mecanismos para la participación y la inclusión de las generaciones futuras en los diversos niveles de gobernanza, aunque la estructura intergubernamental de Naciones Unidas lo dificulta.Con un presente cargado de incertidumbre y urgencias, la llamada a pensar en un futuro más equitativo y próspero puede parecer ilusoria. Sin embargo, históricamente la manera de avanzar en la gobernanza global siempre ha sido ir construyendo a base de buscar consensos y crear alianzas. La Cumbre obliga a los estados a posicionarse sobre aquellas cuestiones de la agenda que precisan ser abordadas y a partir de allí las negociaciones pueden llegar a puntos en común. En sus relaciones birregionales, la UE y ALC, desde sus diferentes percepciones, intereses y situaciones, pueden y deben contribuir a la gobernanza global al tiempo que fortalecen la importancia estratégica de sus relaciones más allá de la competencia geopolítica global.
Hubo un tiempo que las fronteras de la intimidad estuvieron defendidas por el tiempo y por el espacio. No hace mucho eran, precisamente, el tiempo y la distancia los que mantenían indemne a la intimidad. La sociedad era otra. Los medios de transporte evolucionaron poco a poco. En los últimos años las comunicaciones dieron un salto hacia el futuro de manera asombrosa. Con los avances se despertó, la ambición del ser humano por el conocimiento y la información. Así pues, se reconoció masivamente el valor de la información. Como contrapartida, el derecho a la intimidad se vio afectado y comenzó su defensa. Se desató una lucha enfurecida entre el derecho a la intimidad y la libertad de información. De ahí, en 1890 en los Estados Unidos, Samuel Warren y Louis Brandeis, publican, en la Harvard Law Review, un artículo con el título Right to privacy en el cual defienden la protección de refracciones de la personalidad humana. Esta nueva dimensión merecedora de protección ante los peligros provocados por la masificación de la difusión de informaciones a través de la prensa escrita fue por los autores identificada como el Right to be let alone. La batalla del derecho a la intimidad continuó y continúa hasta hoy a medida que aparecen nuevas técnicas de procesamiento de datos, formas más rápidas, eficaces y económicas de almacenar y transportar el dato con la revolución tecnológica. Los campos de batalla se van reciclando. Hoy, con la sociedad de la información se ha producido una nueva imagen del hombre, definido por Frosini como un 'hombre artificial', para referirse a la dimensión psicológica de un hombre nuevo que vive en un mundo artificial, creado por el propio hombre y no por la naturaleza. Es innegable que esta revolución tecnológica tiene generado profundos cambios en la dinámica de la sociedad actual y en el comportamiento de las personas. Hoy, las nuevas tecnologías de la información y comunicación (en adelante TIC's) forman parte de la sociedad, es mucho más, son ella misma. Esta es la sociedad de la información, la sucesora de la sociedad industrial, con una cultura transnacional, globalizada y conectada en red. Todos estos cambios en la historia de la humanidad siempre exigen una respuesta por parte de los sistemas que los gobiernan. De la misma manera que el sistema jurídico en los que se sustentan debe ser dinámico para acompañar estas mudanzas y cumplir con su función social. Fue exactamente lo que Warren y Brandeis sugerían en el comienzo de su opúsculo cuando expresaban "(…) es un principio tan viejo como el 'common law' que el individuo debe gozar de total protección en su persona y en sus bienes, sin embargo, resulta necesario, de vez en cuando, redefinir con precisión la naturaleza y la extensión de esta protección. Los cambios políticos, sociales y económicos imponen el reconocimiento de nuevos derechos, y el 'common law', en su eterna juventud, evoluciona para dar cabida a las demandas de la sociedad". En la época en la que dichos autores publicaron su artículo, los medios tecnológicos de intrusión en la vida privada era la fotografía sin permiso y la distribución por la prensa. Después de más de un siglo, las denuncias de vulneración a la intimidad se realizan contra otras familias tecnológicas. El Tribunal Constitucional español (en adelante TC), dentro de su amplia jurisprudencia en esta materia, ha ido perfilando diferentes dimensiones dentro de ese derecho de difícil definición, que es la intimidad. Aquéllas que se han dibujado en función de las diferentes amenazas frente a las que se ha de articular la protección de este derecho, no definido constitucionalmente y de doble proyección. Lo ha hecho en todo caso desde una formulación amplia, no en vano el concepto de intimidad como señala la doctrina (más allá de esa referencia clásica al estudio de Warren y Brandeis), es esencialmente abierto, pues '¿Qué relación existe entre las inmisiones de ruidos evitables insoportables en el propio domicilio (STC 119/2001, de 24 de mayo) y las indagaciones o investigaciones sobre partes íntimas del cuerpo (STC 37/1989, de 15 de febrero)? Garantizar al individuo un ámbito reservado de su vida frente a la acción y el conocimiento de los demás es el objeto de este derecho que ahora tratamos. Éste ámbito se protege tanto respecto de los poderes públicos como de los particulares, y se encuentra vinculado de manera inmediata y directa con el respecto de su dignidad como persona, su personalidad, siendo necesario para mantener su calidad mínima de vida humana. Como señaló el TC en su sentencia 20/1992, de 14 de febrero, sin este derecho no sería realizable, ni concebible la existencia de la dignidad que a todos quiere asegurar la norma fundamental. La elección del tema de esta investigación deriva del hecho que la revolución tecnológica ha traído consecuencias importantísimas al mundo del derecho constitucional. Los avances de las últimas décadas han incidido considerablemente en el concepto del derecho a la intimidad, de la misma manera que el uso masivo de las redes sociales son unos de los motores de este cambio. Las fronteras entre lo público y lo privado son cada vez más porosas. Por consiguiente, han aparecido elementos nuevos que nos obligan a realizar nuevas valoraciones sobre las relaciones de las personas entre sí, de éstos con la naturaleza, y de su convivencia con las nuevas tecnologías de la información. Dentro de este contexto, de las tecnologías de información, internet es la gran estrella, razón por la cual, en esta investigación, daremos mayor énfasis a internet y redes sociales. La hipótesis que se traduce es que la incorporación de las nuevas tecnologías de la información (en adelante NTI) en la sociedad actual, ha abierto el debate sobre la necesidad de establecer normas que restrinjan su uso en beneficio de la protección de los derechos fundamentales, como la intimidad. El control electrónico al que nos vemos sometidos produce efectos negativos que inciden de lleno en nuestra vida familiar e intima, porque nos somete, a un 'juicio universal permanente'. La tecnología de la información ha revolucionado la sociedad y sigue provocando cambios. Cambios de hábitos, de necesidades, de prioridades y aun de evaluación de los derechos. Internet presupone una amenaza al derecho a la intimidad. La red no es solo un medio de comunicación, sino que también se configura como un nuevo medio de vigilancia, no solo por parte del Estado sino también por particulares curiosos. Los peligros de este uso masivo de internet, pide a gritos mecanismos de defensa que hagan eficaz la protección horizontal del derecho (Drittwirkung) y no solo frente a las agresiones del poder público. Los riesgos de vulneración del derecho a la intimidad son interminables. Mencionaremos algunos de ellos, por ejemplo, el actual problema con los motores de búsqueda como google, que eternizan la disponibilidad de informaciones en la red. Un verdadero 'atestado de muerte' del derecho al olvido digital. Los sistemas de vigilancia y seguimiento en lugares estratégicos como aeropuertos, centros comerciales, calles etc., enaltecidos sobre todo tras los últimos ataques terroristas en Paris, Bruselas y Niza. Estos dispositivos suministran una gran cantidad de información biográfica y geofísica, representan sin duda una repercusión negativa sobre la intimidad de las personas. Además, solo para tener una idea de este contexto, citamos otros sistemas tecnológicos de seguimiento y vigilancia existentes. Las tabletas y los teléfonos móviles con tecnología 3G y 4G están equipados con GPS (Global Positioning Systems) que permiten la situación exacta de los usuarios a través de satélites. En Estados Unidos, utilizan el sistema de "localización social" denominado Verizon Chaperone para saber dónde se encuentran las personas en cada momento. Junto a los GPS, las cajas negras en los vehículos, que muchos usuarios desconocen que la tienen, están dotados de una tecnología EDRS (Electronic Data Recorders) que recogen y gravan datos como la velocidad, el uso de cinturones, el estado de frenos, aceleración, etc. Una gran mayoría de ciudadanos no tienen conocimiento de otras tecnologías de vigilancia y rastreo como el sistema ANPR (Automatic Number Plate Reconigtion); de la identificación mediante radio frecuencia (RFID, Radio Frecuency Identification), etc. Igualmente, las transacciones que realizamos a través de internet pueden ser vigiladas, sin adentrar en el mundo del google earth, google street view, drones, etc. que invaden cualquier espacio. Como se nota la realidad es asustadora. La convergencia entre las diversas tecnologías de la información y comunicación, parece un fenómeno imparable. La actual realidad está provocando una dificultad creciente para delimitar los medios tradicionales dedicados a la transmisión pública de la información, y los dedicados a la comunicación privada; entre los 'tradicionales' medios audiovisuales y los medios de telecomunicación. Y el problema va más allá, en pleno auge de los reality show, el derecho a la intimidad también está siendo devaluado a través de su comercio, donde la falta de conciencia de las personas alcanza las esferas más intimas. Parece que los tiempos futuros serán aún más controlados, se pronostica una invasión creciente sobre esta parcela íntima del ser humano; "(…) el futuro no estará dominado por un 'Gran Hermano', sino por cientos de pequeños hermanos que constantemente irrumpirán y observarán nuestras vidas". Esto se traducirá "(…) en la captura sistemática de los eventos diarios de nuestras vidas; cada lugar al que viajemos, cada palabra que digamos, cada página que leamos". Junto a estos programas existen otros, que no se diferencian de los reality show, la única diferencia es que en lugar de comerciar su propia intimidad, lo hacen con la intimidad ajena. Los que no son devotos de estos fenómenos televisivos, sufren la imposición de ese tipo de información, sin poder hacer nada al respecto. Hasta los programas de noticias e informativos convencionales han entrado en la dinámica del 'consumo de la intimidad'. Con la excusa del derecho a la información y a la libertad de expresión se está poniendo en peligro el derecho a la intimidad. Es evidente la crisis de este derecho. En la sociedad de la información, la exposición de la vida íntima es cada vez más intensa y cotidiana. Se verifica una deformación progresiva de la noción de intimidad en muchas camadas sociales y no se notan reacciones proporcionales, sobre todo, la generación de los 'nativos digitales'. Vivimos en verdad una redefinición de los contornos del público y del privado. Los 'nativos digitales' crecen con la aceptación de la pérdida del anonimato y de la intimidad, que a nosotros nos parece tan esencial. Adoptan un concepto de dicho derecho completamente distinto de las generaciones anteriores. La gran mayoría de los ciudadanos no son conscientes de las enormes consecuencias, del trasfondo de sus 'actos informáticos cotidianos' y así, cualquier nuevo desarrollo se asume y celebra como un avance, obviando la reflexión crucial de si el derecho a la intimidad cabe en este mundo actual tal y como se ha entendido hasta ahora. No en vano, el directivo de Google, Eric Schmidt, afirma que internet juega en contra del individuo, asevera que "(…) los jóvenes quizás tengan que cambiar su nombre en el futuro para escapar de su antigua actividad online". Los grandes de internet no han dudado en sentenciar la muerte de la privacidad en el mundo online bajo la premisa de que, "(…) si no quieres que algo se sepa, mejor no hacerlo", porque "(…) nosotros tenemos idea de lo que eres, de lo que te importa y de quiénes son tus amigos"; o como afirma Zuckerberg, fundador de facebook, "(…) la Era de la privacidad ha acabado". ¿Están ellos correctos? Ante todos estos hechos, lo que no queda duda, es que, las NTI presentan un potencial sin precedentes para agredir la intimidad. Así, se denota que son interminables las hipótesis que involucran el tema en la misma proporción que las razones que justifican la presente investigación. Este escenario alarmante forma ya parte de nuestra realidad y multiplicará sus manifestaciones en el futuro, salvo que la sociedad arbitre mecanismos que maticen tal intromisión en la esfera individual invirtiendo la tendencia inaugurada por el nefasto principio, "(…) si no tengo nada que esconder, no tengo por qué preocuparme por el respeto de mi privacidad". En el mundo antiguo o pasado era fácil sustraerse de la curiosidad ajena, retirándose a un lugar apartado y no suministrando noticias personales, no existían medios de identificación inmediata, el reconocimiento o la noticia cierta sobre la persona se conseguía a través de medios de comunicación y difusión lentos. Hoy, la realidad es totalmente otra, los datos estadísticos comprueban que, a finales del 2012, en el mundo, alrededor de 2.500 millones de personas estaban en línea (incremento del 10% anual), 241 millones más que el año anterior. La media de acceso en Europa, según esos datos es de 63% y de Norte América 78%. En 2013 se estima que casi el 40% de la población mundial estaba conectada a internet. El porcentaje de personas que utilizan internet en los países desarrollados alcanzó a finales del 2012 el 73,4%. En términos absolutos, casi la mitad de los conectados a internet en el mundo son en Asia Pacífico, siendo 1.133 millones en 2012. En España, en general el acceso ronda el 70% en 2013 unos 19 millones de españoles "viven conectados" a internet y consultan el móvil unas 150 veces al día. El 53,8% de la población se conecta a diario, siendo el 86% de los jóvenes entre 16 a 24 años. Veinticinco millones de españoles acceden a internet, y las redes sociales forman parte de la vida del 64,1% de los usuarios (del 95% de los jóvenes entre 16 a 24 años). Por cuanto a los usos administrativos, el 45% de la ciudadanía interactuó con las Administraciones Públicas a través de internet. En términos comparativos relativos a 2012, los conectados a internet en España son el 67,2% (38.7% en 2006), con 17,5 millones de usuarios de Facebook, ocupando un lugar medio en la Unión Europea frente a países como Holanda (93%) o Noruega (96,9%). Para América Latina, los datos más recientes señalan que un 48% (32,1 % en 2009 y 14,4% en 2006) de la población de América Latina (sin Caribe) están ya conectados a internet. Los datos estadísticos demuestran la utilización masiva del internet en el mundo. Números estos generados a partir de la revolución tecnológica, se puede considerar internet el grande paradigma de esta revolución, sin duda un medio de comunicación de grande relevancia, sin embargo, generador de grandes controversias también. En este estudio se investigará este nuevo entorno que involucra el derecho a la intimidad y cuáles son los efectos que derivan de esta convivencia en dicho derecho. Es sin duda, un tema de innegable actualidad que exige una renovación constante, considerando el imparable desarrollo tecnológico. El estudio es arduo porque el dinamismo de la evolución tecnológica es sorprendente y ocurre en paralelo a la experiencia jurídica exigiendo una doble dedicación porque son distintas ciencias en confluencia, creando situaciones cuya resolución va más allá de sus propios muros, exigiendo del jurista estudios en mundos científicos foráneos. En este sentido, oportunas y estimulantes las palabras del autor ANTONI ROIG cuando asevera que "(…) el jurista debería acercarse sin complejos a esta propuesta multidisciplinar de estudio de las libertades informativas, si de verdad quiere complementar la protección jurídica de derechos fundamentales con el también apasionante mundo de la tecnología (…)". El derecho a la intimidad ya es un clásico en la doctrina constitucional en razón de las innumerables implicaciones que ofrece a lo largo de las evoluciones sociales, justamente por acompañar los cambios de perfil de la sociedad. Desde su primera formulación hace más de cien años, ha adquirido un nuevo y diverso significado tras la aparición de los ordenadores en el campo de la información, ya que este nuevo instrumento es como una prótesis de la inteligencia humana que con su capacidad de memorizar, procesar los datos y repartir informaciones se ha convertido en un 'informante electrónico', un 'cerebro artificial' capaz de controlar, cotejar y entrecruzar los datos recogidos. Es por esta razón que es reconocida en la doctrina la dificultad en la definición de este derecho, a pesar de las diversas tentativas, persiste el problema en delimitar los límites entre lo público y lo privado, entre la esfera privada y la íntima, entre la esfera íntima y la esfera del secreto, así es porque, estos límites son muy difusos y este derecho evoluciona con mucha rapidez, a tal punto, que hoy, se puede observar que raros son los conceptos jurídicos aún conectados a la esencia del ser humano. Las implicaciones de las TIC's en los derechos fundamentales son enormes. Varios son los derechos y principios constitucionales afectados genéricamente por el asombroso desarrollo de todas las nuevas tecnologías. En España, el derecho a la intimidad está expreso en el artículo 18.1 de la Constitución (en adelante CE) y, atendiendo al mandato contenido en el artículo 53.1 CE y, en consonancia con el artículo 81.1 CE, el desarrollo normativo para la protección del derecho a la Intimidad Personal y Familiar ha correspondido a la Ley Orgánica 1/1982 - de 5 de mayo - de Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen (en adelante LODHI). En los últimos tiempos, y debido a la necesidad de afrontar estos nuevos riesgos planteados por la tecnología informática, tanto la doctrina como los operadores jurídicos se han visto obligados a replantear el concepto de intimidad. No hay incertidumbre que todo este avance ha producido una mejora sustancial de nuestra democracia, pero también, no hay duda que aportó muchos problemas hasta ahora sin soluciones. Dicho fenómeno, lanza a cada día una multitud de interrogantes que el derecho, por la extrema dinámica casuística, no consigue acompañar y debe responder eficazmente a la sociedad. La metodología utilizada para esta investigación será la teórica doctrinaria y jurisprudencial. Cumple además aclarar que, la distinción entre información y comunicación vendría dada porque la 'información' pretende la libre difusión de datos de todo tipo, y tendencialmente es abierta; la 'comunicación' busca acercar a las personas y facilitar los contactos y la transmisión de todo tipo de mensajes y opiniones entre ellas, de modo que tendería más bien a un contexto más cerrado o privado. No obstante, se ha destacado acertadamente que el aspecto más interesante de las nuevas tecnologías es la convergencia entre la tecnología de las telecomunicaciones, la informática y la radiodifusión, de manera que "(…) en el futuro inmediato ya no tendrá sentido entender el teléfono como algo diferente de la televisión y esta como algo muy distinto de un periódico". Por tanto, cada vez es más difícil, y tiene menos sentido, distinguir entre la información y la comunicación, y ello aboga por una visión amplia y convergente de las nuevas tecnologías. Así subrayamos que, desde esta perspectiva, y a efectos de esta investigación, consideraremos las expresiones 'tecnologías de la información y de la comunicación' – TIC's, 'nuevas tecnologías'- NT y 'nuevas tecnologías de información'- NTI, sinónimos. Este impacto de las NTI sobre el derecho fundamental a la intimidad será el objeto de esta investigación. Así, enfocaremos el estudio en 5 Capítulos, todas ellos orientados por la doctrina, legislación y jurisprudencia, sobre todo del Tribunal Constitucional (en adelante TC) y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (en adelante TEDH). En el Capítulo Primero de la tesis, perseguiremos un conocimiento de forma profundizada de la configuración constitucional del derecho a la intimidad en España, empezando por un estudio de la evolución histórica de dicho derecho (sección I). En la sección II analizaremos el controvertido concepto de intimidad, las tendencias doctrinales y las principales interpretaciones sobre el tema del Tribunal Constitucional. Como el derecho a la intimidad está expreso en el artículo 18.1 CE, juntamente con el derecho al honor y el derecho a la imagen, analizaremos, consonante doctrina y jurisprudencia, si se trata de un único derecho – trifonte, o de tres derechos autónomos (sección II.1). Además cuando hablamos de intimidad percibimos que en la vida cotidiana y hasta mismo en algunas doctrinas se hacen uso de las expresiones "privacidad", "vida privada" e "intimidad" como sinónimos. Así, en la sección II.2 investigaremos si estas expresiones designan la misma realidad. Aún con respeto al análisis del tenor del artículo 18 CE, ahora con referencia a los apartados 2,3 y 4 - la inviolabilidad del domicilio, el secreto de las comunicaciones y la autodeterminación informativa respectivamente, examinaremos en la sección II.3, cual es la dinámica existente entre estos derechos y el derecho a la intimidad. Delineada las interpretaciones del artículo 18 de la CE, partiremos para el estudio exhaustivo de los sujetos titulares del derecho a la intimidad (sección III). Ya que la intimidad es un derecho que tiene un carácter individual, innato, abordaremos en la sección III.1 los rasgos de la titularidad de dicho derecho entre los personajes públicos y famosos. En la sección III.2 detallaremos el ejercicio del derecho por los menores de edad, ya que una afectación de su intimidad se presume ser mucho más grave que para cualquier otro sujeto pues afecta al libre desarrollo de su personalidad. En el contexto de la sección III.3 estudiaremos cómo es ejercido el derecho a la intimidad de una persona fallecida ya que los derechos de la personalidad se extinguen con la muerte. De igual forma se estudiará en las secciones III.4 y III.5 si la persona jurídica y extranjeros son sujetos titulares del derecho a la intimidad en España. Aunque el contenido del derecho a la intimidad sea reconocido en la doctrina especializada y en la jurisprudencia como flotante y flexible, porque, como dicho, este derecho acompaña la evolución de la sociedad, dedicaremos a la sección IV el estudio de los intentos doctrinales en delimitarlo. Entre los varios intentos, investigaremos la célebre doctrina alemana de la Sphärentheorie (la teoría alemana de los círculos concéntricos), la tesis maximalista de Fariñas Matoni, entre otros intentos. En el Capítulo Segundo de esta tesis trataremos de los límites del derecho a la intimidad. Dentro de este contexto, partimos del tenor del art. 10.1 CE, donde se extrae que la dignidad humana es el fundamento de la legitimación del orden político español en su conjunto. Este precepto constituye el principio rector supremo del ordenamiento jurídico, es decir, es el núcleo de todo el sistema de valores constitucionalmente establecido. Si así es, cuando hablamos de 'límites de los derechos fundamentales' debemos, por tanto, traer a un primer plano el tema de la dignidad humana. En efecto, empezaremos en la sección I con el estudio de la dignidad humana como fundamento de los límites de los derechos fundamentales. Analizaremos en esta sección las principales sentencias sobre el asunto. Vencido este tema, abordaremos en la sección II, la inexistencia de derechos absolutos y, consecuentemente el análisis de los límites de los derechos fundamentales. Analizaremos la tipología de límites presentados por variada doctrina. El importantísimo valor que tienen los derechos fundamentales en los sistemas democráticos, hace que su limitación se vea sometida al cumplimiento de ciertas condiciones y que se interpreten siempre de forma restrictiva. En este contexto llegaremos al estudio de 'los límites de los límites' (sección III), donde abordaremos la reserva de ley, el contenido esencial y las garantías normativas frente a las limitaciones. En este punto estudiaremos cómo las limitaciones de los derechos fundamentales deben estar habilitadas (art. 53.1 CE) y cual el tipo de ley exigido en cada circunstancia (art. 81.1 CE), también analizaremos qué debe ser entendido por contenido esencial (sección III.1). No obstante, hay situaciones que no resulta suficiente delimitar el objeto del derecho fundamental y fijar los límites que cabe imponer a éste. Puede suceder que sea necesario definir la intensidad en que estos límites deben ser aplicados, así urge investigar la aplicación del principio de la proporcionalidad como criterio orientador, cuyo estudio desarrollaremos en la sección III.2. Pasaremos a analizar en la sección IV, los límites del derecho a la intimidad propiamente dicho, cuyas restricciones pueden estar en la exacta frontera en que la dignidad y la conveniencia del individuo deben ceder ante las exigencias del bienestar general o de la equidad. Así como todos los derechos fundamentales dicho derecho también es susceptible de limitación, sea en su inevitable articulación con otros derechos fundamentales, como la libertad de información, o en el plan de protección de otros bienes jurídicos, como la seguridad pública, prevención y persecución de delitos. Como el derecho a la intimidad reconocido en el apartado primero del art. 18 de la CE tiene la peculiaridad de recibir una doble mención constitucional: en el art. 18.1 CE, en cuanto derecho substantivo, y en el art. 20.4, como límite de los derechos a una comunicación libre, en la sección V nos dedicaremos a estudiar los derechos a una comunicación libre desde la perspectiva constitucional. En la sección VI pasaremos al estudio de los frecuentes conflictos entre el derecho a la intimidad y la libertad de información y expresión, el juicio de la ponderación como medio de solución de estos conflictos, la posición preferente del derecho a la información y los requisitos de la relevancia y la veracidad de la información como criterio legitimador a la invasión de la intimidad (sección VI.1 y VI.2 respectivamente). Se hará también, un estudio de la Ley Orgánica 1/1982 de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, considerando que dicha Ley Orgánica tipifica las intromisiones al derecho a la intimidad que se consideran legítimas e ilegítimas. Daremos énfasis al artículo 7, apartado 1 y 2 – que se refieren a la forma de obtención de una información; el apartado 3 – que se refiere a la divulgación de una información; y el 4 en el quebrantamiento de confianza (sección VI.3). Pues bien, como la intimidad antes de ser un fenómeno jurídico es un fenómeno social, como dicho, es inevitable que su concepto tenga un reconocido carácter flotante pues acompaña los cambios de la sociedad. Así siendo, en la actualidad, más una vez, a partir del desarrollo tecnológico, el derecho a la intimidad adquiere un nuevo perfil. Las nuevas tecnologías de la información, además de propiciar un irrefutable crecimiento económico sin precedentes en todo el planeta, han permitido la captación y mercantilización de datos personales y que la información circule a escala mundial con una rapidez inconcebible. Hoy, las personas, más que destinatarios de la información, corren el riesgo de convertirse en sus rehenes. Así es porque el acceso a las informaciones disponibles permite la creación de retratos que muestran los principales hábitos y prácticas de una persona (teoría del mosaico de Madrid Conesa), revelando facetas de las cuales el propio individuo muchas veces no es consciente y que pueden ser utilizados para diversos fines. Con esta realidad mundial, conservar el derecho a la intimidad intacto se está tornando muy difícil. Los satélites cada vez más modernos exhiben imágenes que eran inimaginables hasta hace poco tiempo. Dentro de todo este avanzado universo tecnológico, no sólo la prensa, empresas o los órganos públicos, sino que también cualquier persona puede invadir la intimidad ajena sin salir de casa. Algunos hablan de la 'industrialización de la indiscreción' como pauta del comportamiento del Estado, de los órganos de comunicación social y también de los particulares, cuya curiosidad acerca de la vida ajena se manifiesta asombrosa. La sociedad de la información está totalmente inmersa en las nuevas tecnologías, en un hábitat donde estamos en permanente contacto con el mundo, aunque creemos que en la mayoría de las veces el mayor riesgo se encuentra en el usuario que en la propia tecnología en sí. En efecto, cerramos este capítulo con la sección VII donde empezaremos a confrontar el tema del derecho a la intimidad en la Era de la sociedad de la información. Hoy en día, se dice, irónicamente, que gozamos de más intimidad que nuestros antepasados precisamente gracias al anonimato de la vida urbana y los medios tecnológicos. Sin embargo, consideramos que en etapas anteriores al desarrollo tecnológico, el respeto a la vida privada se centraba en el uso de los sentidos, tales como la vista o el oído. Se permanecía así dentro de los límites de relaciones naturales y los muros de una casa, la soledad de un lugar desierto, eran suficientes para asegurar la protección de la intimidad y para excluir el conocimiento o la difusión de las acciones y de las palabras de un individuo o de varias personas unidas entre sí por vínculos confidenciales. En el Capítulo Tercero de la tesis trataremos de las nuevas tecnologías de la información propiamente dichas. Plantearemos como las nuevas tecnologías de la información han supuesto, por una parte, grandes ventajas y por otra parte, perjuicios a los ciudadanos. Como estamos hablando de una nueva ciencia en confluencia con el derecho a la intimidad, urge estudiar algunas nociones básicas relativas a las NTI para entender el modo en el que se van a ver afectados los derechos y libertades constitucionalmente reconocidos (sección I). Fundamental comprender de qué se trata cuando hablamos de un mundo digital, de un mundo analógico o de una información digitalizada. Estos conceptos básicos y otros más desarrollaremos en la sección I.1. De igual importancia es la comprensión de las estructuras, los medios de transmisión y el ancho de banda que estudiaremos en la sección I.2 porque estos conceptos ayudan a entender cuál es el entorno fáctico de los problemas jurídicos. Como ya hicimos hincapié, el tema 'nuevas tecnologías de la información' involucra un universo extenso, así, daremos énfasis a internet, pues es el gran protagonista de las tecnologías de la información y, hoy, internet ha convertido en realidad el 'hogar global', en la medida en que cada domicilio de los usuarios de la red constituye la terminal de un sistema integrado universal. Así, buscaremos en la sección I.3 una necesaria aproximación técnica del 'mundo de internet', verificando conceptos, características y evolución, desde la web 1.0, web 2.0 hasta la web 3.0 (sección I.3.1), Todos estos nuevos sistemas socio-técnico-informáticos no solo han puesto de manifiesto el poder de la innovación informática y los beneficios que aportan, como también han revelado nuevas amenazas y desafíos en materia de protección a la intimidad. De ahí, trataremos en la sección II de este capítulo las medidas tecnológicas que están siendo reclamadas para la protección del derecho a la intimidad como la Privacy Enhancing Tecnologie (PET) y la Privacy by Design (PbD). El Capítulo Cuarto se intitula el derecho a la intimidad en internet y sus límites. Expondremos en la sección I, como cuestiones previas, la difícil tarea que representa la protección de la intimidad frente a esta dimensión global que alcanza una publicación en internet. Todos estos aspectos de la 'revolución llamada internet' será objeto en la sección II. Nadie es indiferente a estos avances tecnológicos de las últimas décadas ni a los cambios que, sobre todo, el internet ha desencadenado en distintos ámbitos de la vida personal y social. Las TIC's han propiciado profundos cambios en las pautas del proceso comunicativo. Se ha producido con el adviento internet una convergencia en los medios de comunicación, generando dificultades en la delimitación de las Tecnologías de Información y Comunicación a través de las que se ejerce en la libertad de información y expresión y las que son aptas para el ejercicio de una comunicación libre, este tema será objeto de estudios en la sección III. En la sección IV estudiaremos el derecho a la intimidad en internet. Analizaremos como este proceso ha producido un progresivo extrañamiento del hombre respecto a la naturaleza, paulatinamente sustituida por un ambiente artificial. Cómo el desarrollo de estas mismas tecnologías ha acarreado nuevos riesgos para los derechos y libertades de los ciudadanos debido a la capacidad de las entidades y personas tanto públicas como privadas, de acumular informaciones personales en formato digital para finalidades muy diversas y no siempre perfectamente identificadas. La pérdida de control sobre estas informaciones puede incidir de manera directa en los derechos y libertades ya que esta capacidad de acumulación de grandes cantidades de datos personales hace posible su alteración, manipulación y transmisión a terceros de manera rápida, lo cual incide en la libertad de elección y decisión de los individuos ante la incertidumbre de si sus comunicaciones, actividades o elecciones serán registradas por entidades desconocidas y para finalidades que igualmente ignoran. Otra pregunta que se hace es que una vez revelada voluntariamente una información en un medio virtual, ¿abarcaría sustentar renuncia al derecho a la intimidad?; ¿dejando desamparado a su titular, víctima de su propio poder de decisión sobre lo que considera íntimo o no?, este análisis lo desarrollaremos en la sección V. Vivimos una nueva Era, en un hábitat donde la comunicación a través de la web y de los dispositivos móviles dio voz al diálogo interactivo. Hoy en día, en cualquier lugar, estamos en permanente contacto con el mundo e igualmente vigilados por el mundo. Internet y las redes sociales de internet, como Facebook, Tuenti, Linkedin, Instagram, etc. afectan de forma directa el derecho a la intimidad. Tan grande su afectación que, sin duda, está provocando un cambio en el concepto 'de lo íntimo'. No es difícil observar, por ejemplo, cuando estamos en un restaurante, a las personas que están a nuestro entorno con sus teléfonos, en total silencio, publicando fotografías de la comida que comen e informando en la red donde están y con quien. En internet, el peligro es invisible. Jamás, como en la sociedad de la información, las personas han estado tan expuestas a ojos extraños en su vida cotidiana. Internet está cada vez más presente en todos los espacios donde se desarrollan actividades humanas, difícil no encontrarla en todos los lugares. Internet permite no sólo nuevas, más fáciles y más sofisticadas formas de comunicación, sino también, y como contrapartida, la posibilidad técnica de que se produzcan más injerencias en las mismas. En efecto, daremos énfasis en el estudio de las redes sociales. Así iniciaremos su estudio en la sección VI intitulada las redes sociales como forma de limitación del derecho a la intimidad. Analizaremos los nuevos retos que enfrenta el derecho a la intimidad con las redes sociales que, como dicho, representan uno de los motores del cambio del concepto de intimidad (sección VI.1). Examinaremos los riesgos que plantean las redes sociales para el derecho a la intimidad (sección VI.1.1). Haremos un análisis normativo y un análisis de la evolución legislativa del derecho a la intimidad personal y familiar (art. 18 CE), haciendo especial hincapié en la protección de este derecho en internet y en los servicios asociados a ésta. Para contar con una visión global de la situación también se analizará el ámbito internacional, comunitario o europeo y el nacional (sección VI.1.2). El marco legal en materia de protección de datos en las redes sociales será objeto de estudios en la sección VI.1.3. Los menores de edad y los incapaces, colectivos especialmente vulnerables en las redes sociales, serán analizados en la sección VI.1.4 y, las medidas empleadas en las redes sociales para protección del derecho a la intimidad, serán estudiadas en la sección VI.1.5 respectivamente. También discutiremos otro supuesto de limitación al derecho a la intimidad, la seguridad pública. Analizaremos como el terrorismo, sobre todo después de los atentados de 11 de septiembre de 2001(en adelante 11-S) en Estados Unidos y los más recientes en Paris, en 13 de noviembre de 2015; en Bruselas, en 22 de marzo de 2016 y, en Niza, en 14 de julio de 2016, reabre la discusión sobre la necesidad de intensos métodos de seguridad (por ejemplo, las amplias medidas de seguridad como cámaras de vigilancia, presencia policial, y registros personales en aeropuertos, estaciones, control de telecomunicaciones, actividades privadas etc.) que puedan implicar un recorte en el derecho a la intimidad. El terrorismo ha desencadenado una exagerada colecta de informaciones personales, la intromisión en la intimidad de los ciudadanos también se consuma por medio de ciberespionaje operada por los sistemas de inteligencia. Hoy, las agencias de inteligencia interceptan comunicaciones realizadas por medio de teléfonos, internet, entre otros. Estos hechos se desprenden diariamente de las noticias en los periódicos, por ejemplo: 'El mundo' – EEUU 'espía' a través de los servidores de Apple, Google o Facebook: "El Gobierno de Barack Obama no sólo tiene información sensible de millones de llamadas telefónicas, también tiene acceso directo a los datos y a los servidores de poderosas empresas de Internet como Google, Facebook o Apple. Una presentación en PowerPoint de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a la que ha tenido acceso los diarios 'The Guardian' y 'The Washington Post' probaría el control de EEUU sobre el contenido de determinados e-mails, fotografías, vídeos conversaciones de chat o transferencia de archivos.(…)"; - "EEUU vigila de forma 'rutinaria' sitios de noticias, Twitter y redes sociales"; "Un ataque informático expone los correos de centenas de militares británicos"; "El gobierno de Obama espía desde abril las llamadas de millones de ciudadanos", "EE.UU. espió más de 60 millones de llamadas telefónicas en España". Así pues, en la sección VII analizaremos otros supuestos de limitación del derecho a la intimidad beneficiados por el avance de las nuevas tecnologías de la información. En este sentido, discutiremos cómo las nuevas demandas de seguridad pública de la sociedad de la información, con sus avanzados sistemas informáticos, tienen implicado en un recorte en el derecho a la intimidad de sus ciudadanos. Cómo el creciente temor al terrorismo tiene estimulado a la aparición de marcos normativos que restringen o eliminan el derecho a la intimidad (sección VII.1). Dentro de este contexto, la tecnología de la videovigilancia pública es uno de los métodos de seguridad pública cuyo uso indiscriminado tiene preocupado a juristas y activistas de organizaciones no gubernamentales de defensa de las libertades públicas en todo el mundo. En efecto, haremos un análisis de la Ley Orgánica 4/1997 sobre la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad bajo el prisma del derecho a la intimidad. El Capítulo Quinto lleva el título 'hacia una redefinición del concepto del derecho a la intimidad con el impacto de las nuevas tecnologías de información', donde en la sección I abordaremos el tema la crisis del derecho a la intimidad con esta realidad social que se impone y la perspectiva del incremento futuro de la crisis con el perfil de los nativos digitales. Por ello, la sociedad de la información reclama nuevos derechos. Esta temática será desarrollada en la sección II. Como las TIC's no encuentran entrabes en el tiempo, hacen que los hechos practicados desde hace mucho tiempo, en momentos distantes, y ya olvidados, pueden, ser rescatados por los motores de búsquedas, causando nuevas formas de intromisiones, actuales, y mucho más ruinosas, más allá de aquellos causados en época pretérita. Dentro de este contexto, estudiaremos el derecho al olvido digital como una de las medidas jurídicas discutidas en la actualidad para preservar el derecho a la intimidad en el espacio virtual. Analizaremos una Sentencia de gran repercusión sobre el tema dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (en adelante TJUE) el día 13 de mayo de 2014 (sección II.1). En la sección II.2 abordaremos otro derecho que se presenta en la doctrina especializada como medida jurídica necesaria para garantía de la intimidad. Estamos hablando del derecho al anonimato que es consagrado legalmente en el ámbito de las comunicaciones telefónicas, pero muy discutido en la doctrina en el ámbito de internet como uno de los nuevos derechos fundamentales vinculados a la red. Para algunos autores se ha configurado como el derecho más importante de cuantos se reconocen a los internautas, como reacción frente a la monitorización de las huellas de navegación. Ante estas discusiones doctrinarias, analizaremos el derecho al olvido y el derecho al anonimato como posibles medidas jurídicas protectoras del derecho a la intimidad en el mundo virtual. Comprobada esta realidad, urge una consecuente redefinición del derecho a la intimidad con el impacto de las NTI, que trataremos en la sección III. De esta manera, ancorado en algunos entendimientos ya sedimentados en la doctrina constitucional y conclusiones formuladas en cada sección de este estudio, buscaremos descubrir algunas cuestiones. Entre ellas, destacamos la necesidad de reconceptualización del derecho a la intimidad y de las libertades comunicativas. Sin embargo, para una correcta conclusión a respecto del tema central, imperioso será analizar otras cuestiones como: ¿Está el derecho a la intimidad amenazado a extinción? ¿Los nativos digitales están creando pautas de comunicación en internet que pueden atingir al derecho a la intimidad de todos los demás? ¿Considerando el ejercicio de la propia voluntad en la definición de 'lo intimo', la intimidad hoy ha evolucionado tanto que tiene su ámbito reducido para todos? ¿La seguridad pública puede transformar el derecho a la intimidad en un derecho ficticio? ¿La reglamentación del derecho al olvido digital y del derecho al anonimato es suficiente para asegurar la intimidad en internet? Estos son algunos de los principales aspectos que se pretende desarrollar en este trabajo de investigación. Por fin, presentaremos algunas sugerencias, propuestas y recomendaciones dirigidas a los servicios de redes sociales y usuarios para la protección del derecho a la intimidad (anexo).
Se puede pensar que esta asociación pudiera tener alguna relación biológica, pero como argumenta Pauletti (2012) no hay raíces ancestrales de esta asignación de colores a las niñas y niños. Esta autora señala que estos colores empezaron a asociarse al sexo en la Segunda Guerra Mundial, ya que antes se usaba el blanco para los bebes. La finalidad de esta imposición es establecer unas pautas, normas y estereotipos a las personas. Esta cuestión no tendría importancia si ello no conllevara una clasificación y jerarquización. Esta asignación condiciona el aspecto físico, el entorno y hasta los gustos. Y lo mismo ocurre con la música. Cuando se piensa en instrumentos o dirección de orquestas se extrapola a los varones. Si nos preguntasen por el nombre de algún compositor de música clásica, prácticamente todas las personas podrían responder como ejemplo que son Mozart, Beethoven o Falla. En cambio no mencionarían a las mujeres, como ocurre en otras artes. La invisibilidad de las mujeres en este ámbito es tan llamativa que, una de las razones para realizar esta Tesis es poner en evidencia los mecanismos que son los causantes de ese error. Los pilares básicos que sustentan este trabajo son la igualdad, el género, los derechos humanos, la música y la educación. Con los hallazgos se pretende conocer, analizar y demostrar cómo se construye la identidad del alumnado a través de la educación musical en la etapa de primaria, desde una mirada de género. Queremos "prestar nuestras gafas" para que se vea la discriminación que aún existe en la educación. De hecho la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad Educativa (LOMCE), afirma que "el nivel educativo de los ciudadanos determina su capacidad de competir con éxito en el ámbito del panorama internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro", esto supone abrir las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por un futuro mejor. Para ello se resalta el papel de materias científicas y técnicas, eliminando la obligatoriedad de cursar educación artística (plástica y música) en Educación Primaria, y música en Educación Secundaria, hecho que posibilita que un alumno o alumna termine su escolarización en España sin haber estudiado dicha materia. Otra razón para iniciar este estudio es que, como docente que soy, comparto los planteamientos de la corriente constructivista (Porlan, 1993; Díaz-Aguado y Medrano, 1994; Carretero, 2010) en la consideración de que la investigación es un factor fundamental para que las personas elaboremos y reconstruyamos nuestro conocimiento. Está claro que es fundamental mantener una perspectiva investigadora que nos permita conocer cuáles serían los nuevos conocimientos más adecuados para interaccionar en un contexto de aprendizaje y/o de formación. Pero la valoración de esta disciplina no siempre ha sido positiva, en concreto en la enseñanza básica. Murphey (1992, pp. 8-9) recoge algunas creencias del profesorado sobre el uso de la música en el terreno educativo, como son ''Los profesores no se toman la música en serio; creen que puede molestar a las clases contiguas; los estudiantes "se desmadran " y se pierde el control de la clase; los diferentes gustos musicales entre los estudiantes de un mismo grupo es un problema. " Santos (1997a) insiste también en que siguen persistiendo los prejuicios contrarios a la utilización de las canciones en el colegio, ya que se considera una pérdida de tiempo, una distracción del currículum a seguir, además de una falta de rigor y seriedad académica. Partiendo de la afirmación ya conocida de que "la educación, bien entendida, no es tan solo una preparación para la vida; es, en sí misma, una manifestación permanente y armoniosa de la vida" (Willems, 1984, pp. 13-14). Nos planteamos que esta idea debería extenderse a todo estudio artístico y particularmente para la educación musical, que apela, como afirma Willems (1984, pp. 13-14) "a la mayoría de las facultades del ser humano ". El desarrollo de estas capacidades y cualidades en los niños y niñas va a depender de los ambientes sociales a los que están expuestos: la familia, la escuela y la sociedad en general. En particular, la familia es el primer ambiente en el que pasamos los primeros años de nuestra vida, y precisamente es en éste, dónde reside la base de la educación musical. En ella se adquieren las habilidades sociales que permitirán desarrollar la autonomía, ya que "e/ modo como están siendo educados puede contribuir para que lleguen a ser más completos o, por otro lado, para limitar sus iniciativas y sus aspiraciones" (Finco, 2010, p. 59). Por lo tanto, será la familia la primera forma natural de preparación, transmitiéndoles, por medio del canto y juegos, la sensibilidad por la música. Luego está la escuela que complementa la formación en valores que el discente recibe en su hogar, máxime cuando existen en el entorno deficiencias en esta formación (García, 2005). Incluso desde "las ropas rosas y azules y los pendientes que 'adornan ' las orejas de las niñas, son claros indicios de que el desarrollo de los roles de género comienza muy tempranamente" (Gómez Bueno, 2001, p. 56). El segundo agente es la escuela. El colegio tiene un importante papel socializador, transmisor de valores, normas, hábitos de comportamiento., que facilitan la convivencia entre las personas. Tiene una serie de funciones, las cuales podríamos resumir en tres: preparar al sujeto para su futuro profesional, educar a las personas moral y socialmente, y dar una cultura personal. El ambiente social y público de las instituciones educativas, posibilita una educación colectiva, lo que propicia al niño o niña diferentes experiencias por medio de la convivencia con las diferencias de sexo, edad, etnia, religión, entre otras (Faria y Finco, 2011). Dentro de la función socializadora que tiene el colegio, es destacable "el papel de las personas que intervienen en él, las relaciones de poder, usos del lenguaje, estereotipos de género, estrategias de enseñanza y pertinencia de sus contenidos, y evaluación en la escuela" (Chavez, 2006, p. 18). Imbemón (2002, p. 17) considera que "la educación por sí sola no puede introducir los cambios necesarios en las sociedades pero sí puede actuar como instrumento fundamental para promover cambios en la misma. Es precisamente en estos tres ambientes, donde se mueve este trabajo de investigación que se presenta como Tesis Doctoral, puesto que la música se aprende desde la familia, ya que forma parte de la cultura de un lugar, y se vivencia en la escuela y la sociedad. La finalidad de este trabajo de investigación tiene una doble vertiente, por un lado valorar y demostrar que la música es un potente agente transmisor de conocimientos, no solamente musicales, sino también de valores, costumbres, creencias, estereotipos., que influyen en el desarrollo de la identidad de las personas. Por otro lado, resaltar la importante labor de la música en el proceso educativo del alumnado, ya que a través de ella se desarrollan capacidades, habilidades, destrezas. básicas para la vida de nuestro alumnado. El interés por este tema, parte del año 2008, ya que me inicié en esta temática con el trabajo de investigación titulado "Análisis de la transmisión de los estereotipos de género en el cancionero de Huelva como recurso educativo" realizado para el programa de doctorado "La Educación en la sociedad multicultural" (Bienio 2006/08). Para el desarrollo de dicho trabajo, se tomó como referencia el Cancionero infantil de la provincia de Huelva, realizado por Francisco José García Gallardo y Herminia Arredondo Pérez (1995), investigadores y docentes de la Facultad de Ciencias de la Educación de esa provincia andaluza. Las conclusiones de dicha investigación fueron la génesis de esta tesis doctoral, pues como se verá más adelante en el apartado "Conclusiones Finales", se siguen manteniendo los estereotipos en los recursos utilizados en las clases de música. En los primeros pasos para profundizar en esta temática, se puso de manifiesto los pocos estudios realizados en nuestro contexto sobre este tópico. Precisamente éste fue uno de los motivos que profesionalmente como docente, me generó curiosidad y fue decisivo para iniciar el estudio de investigación Como se ha mencionado anteriormente, tras una primera labor de búsqueda de documentación e investigaciones al respecto, encontramos que existen trabajos sobre el desarrollo de la identidad en la infancia como Phinney & Ong, 2007; Smith, 1995 y 2002; Pnevmatikos, Geka y Divane, 2010; y Markus, 2008; Al mismo tiempo, constan numerosos trabajos de investigaciones sobre transmisión de estereotipos de género a través de diversas asignaturas (como lenguaje, matemáticas, ciencias sociales, naturales, educación física. e incluso en la formación del profesorado que las imparte) como Márquez Guerrero, 2013; Álvarez, 1990; Torre, 2002; Velasco Marugán, 2012; Torres, G., y Arjona, 1988; Martínez Scott, 2012; Marco López, 1991; Lomas, 2004; Lozano Domingo, 1995; Díaz De Greñu, 2010; entre otros. Sin embargo, a la hora de abordar la educación musical como trasmisora de estereotipos a través de los recursos utilizados en las clases de música, existen muy pocas investigaciones al respecto. Con esta Tesis Doctoral, se pretende demostrar que en los recursos utilizados en clase, en este caso uno de los más empleados, como son los libros de texto de la asignatura de música en un centro educativo concreto, se transfieren conocimientos, hábitos, creencias., en definitiva, las concepciones existentes en una cultura andró céntrica, incluyendo los prejuicios. Se pretende poner de manifiesto el poder de este medio, ya que la educación es sonido e imagen; es decir, se transmite lo que se escucha y se ve, pero en la música, más concretamente, está acentuada esta relación por su incidencia en el desarrollo de las personas. Concretamente nos centramos en la influencia y efectos de la educación musical en la conformación de la identidad de género y en concreto en la transmisión de los estereotipos que se divulgan en los libros de texto de música. Para ello, se ha elegido un colegio onubense, el CEIP Aurora Moreno, ubicado en la localidad Gibraleón (Huelva). El planteamiento de este trabajo en el estudio de los libros texto es porque (desgraciadamente) en la educación en general, y la musical en particular, es el recurso más extendido a la hora de impartir las clases, limitando enormemente las actividades, tareas y ejercicios, ya que "todo está planificado" por las editoriales, ofreciendo hasta las respuestas estandarizadas que cada alumna o alumno debería dar, y no solo eso, sino las imágenes y textos que contienen, están encasillados en unas creencias, valores, pensamientos, actitudes. que poco a poco van influenciando la identidad de nuestras niñas y niños. Este poder educativo en la construcción del género, lo tiene incluso en la música actual, ya que se representan patrones de comportamiento que se asumen como normales y que, aun en la actualidad, ni se cuestionan. Podemos poner como ejemplo de esto la canción titulada "Mujer Florero" de Ella baila sola. Los fenómenos educativos no son de carácter meramente técnico. Son, más bien, de naturaleza moral y política. La actividad educativa está impregnada de contenidos morales. La responsabilidad que tenemos como profesionales del proceso educativo -en política, gestión, docencia.- es tener un control democrático externo de las acciones que se llevan a cabo y, también, un control interno nacido de las exigencias y necesidades de los protagonistas (Kelley y Beauchesne, 2001). Por eso, "no podemos ignorar o desatender que las escuelas están altamente implicadas en la educación, regulación, control y corrección de las expresiones sexuales y de género de niños y niñas, y que esas prácticas son indisociables de la producción simultánea de ordenamientos y jerarquías que legitiman y autorizan situaciones de exclusión, marginación, subordinación y violencia entre las identidades sexuales y de género, lo que posee una trascendencia política imposible de ignorar, por lo que urge avanzar en la inserción y discusión del tema en la formación de los y las profesionales de la educación" (Quaresma da Silva, Fanfa Sarmentó & Fossatti, 2012, p. 17). Los estereotipos de género que se muestran en muchas ocasiones en los libros de texto, canciones populares o tradicionales, videojuegos., encasillan a las mujeres en las "perfectas amas de casa y esposas", amables, dóciles, frágiles y, en definitiva, sin voluntad propia ni identidad o autonomía, dependientes siempre de un hombre para sentirse realizadas. Todo esto pertenece en educación al llamado currículum oculto. Se puede definir el currículum oculto como el conjunto de normas, costumbres, creencias, lenguajes y símbolos que se manifiestan en la estructura y el funcionamiento de una institución, constituyendo una fuente de aprendizajes para todas las personas que integran la organización (Santos Guerra, 2002). Los aprendizajes que se derivan del currículo oculto no solo afectan al alumnado sino también a los docentes. A partir del currículo oculto se asimilan significados a través de las prácticas que se realizan, de los discursos que se utilizan, de los textos que se leen (Santos, 2002). El androcentrismo tiene acciones muy poderosas y, en el ámbito musical más concretamente, han tratado de desvalorizar todo lo que hacen las mujeres. Estas acciones sumadas a la invisibilidad de las mujeres en la música, contribuye a desarrollar este papel secundario de ellas en esta materia de conocimiento. Por una parte se consigue infravalorar a la música realizada por mujeres, ya que carece de valor o importancia y, es por ello considerada una actividad propia de ellas, mientras que cuando hacen una aportación importante se destaca si son hombres. Como se plantea al inicio de este apartado todas y todos hemos oído hablar de Mozart o Beethoven, pero apenas se conoce la producción y el papel que han desempeñado en la vida de sus familiares mujeres como Fanny Mendelssohn (hermana de Félix), Clara Schumann (mujer de Robert), Alma Malher (mujer de Gustav) o Nanerl Mozart (hermana de Wolfgang Amadeus). Estas cuestiones son, muchas veces, olvidadas por el profesorado a la hora de seleccionar los libros de texto y quien tiene la responsabilidad en las editoriales, mostrando las concepciones y creencias arcaicas de una sociedad patriarcal, dominada por los hombres, que en algunas cuestiones es diferente en nuestros días, estando, por tanto, fuera de contexto. Con los hallazgos de este estudio se obtienen pruebas que resaltan la importancia que tiene el papel femenino dentro de la música y su efecto en la educación de las personas, en la línea que plantea una corriente actual del postmodemismo como es la musicología feminista. Esta rama de la musicología reivindica la figura de las féminas como eje central para evitar la discriminación de las mujeres no sólo como contenido, sino también como objeto. Para llevarlo a cabo, planteamos esta investigación cuya estructura se presenta a continuación: Para iniciar la fundamentación teórica de este trabajo, iniciamos una presentación de aspectos básicos que aportan la aclaración de los conceptos básicos que van a permitir la comprensión del mismo. Se parte de la idea de que la música es potente medio de comunicación, en muchas ocasiones objetivo y en otras subjetivo, otorgándole así una gran importancia como transmisor de ideas, creencias, valores, sentimientos. En primer lugar, se presenta la música como lenguaje, con sus elementos constitutivos, pues es una faceta poco conocida. También describimos lo inmensamente relacionada que está con la palabra, pues, muchos musicólogos coinciden en asignarle un origen común con el lenguaje oral. Como expresa Bernabé Villodre (2012, p. 107), "la música es una manifestación artística, es un medio de expresión de ideas, de emociones, de vivencias de una sociedad. El arte musical combina sus elementos propios de tal forma que acerca al oyente a la cultura del pueblo que la ha producido y a las emociones humanas. Por todo esto, podemos considerarla como una base para el establecimiento del diálogo intercultural, como una herramienta más de trabajo de la ínterculturalidad". La educación artística y, más concretamente la musical, ayuda a una transmisión de creencias, normas. ya que "en la música se enseñan valores y con la música se aprende a elegir valores" (Touriñán y Longueira, 2010, p. 160). Posteriormente, presentamos a la música como una fuente de expresión, e incluso haremos un recorrido cronológico del desarrollo expresivo de los niños y niñas a través de la misma. Además, se explicará con más detenimiento los tres tipos de expresión musical: vocal, instrumental y corporal. "El proceso de creación de la música puede contribuir a la apreciación de la diversidad cultural y al respeto de la libertad de expresión; de ahí, la importancia de la música como medio de comunicación entre culturas y, por extensión, la importancia de la educación por la música. Sin embargo, debe señalarse que no sólo la práctica musical en el ámbito formal puede favorecer la adquisición de la denominada competencia inter cultural" (García, Escarbajal de Haro y Escarbajal Frutos, 2007, p. 26). Posteriormente, se explica cómo el estudio de la música a lo largo de las distintas sociedades ha dado lugar a una ciencia llamada sociología. Se desarrolla una aproximación cronológica de la génesis de esta ciencia, así como de los distintos intelectuales importantes en el desarrollo de la misma. "Partimos de la idea de que la música se ha dotado desde un principio de una carga inherente de sociabilidad, es expresión de la vida interior, expresión de los sentimientos, pero a su vez exige por parte de quienes la escuchan, receptividad y conocimiento del estilo de que se trate, además de conocimiento de la sociedad en la que se crea, ya que cada obra musical es un conjunto de signos, inventados durante la ejecución y dictados por las necesidades del contexto social. Si desligamos a la obra de la sociedad que la creó los signos musicales tendrán sentidos distintos" (Hormigos, 2012, p. 75). En la antigüedad, el sentido musical estaba asociado a actividades colectivas, donde se compartían experiencias y vivencias, es decir, el contacto del individuo con la música se producía en el directo, compartiendo la experiencia musical con otras personas y generándose, de este modo, un verdadero acontecimiento social, sin embargo en la actualidad, es habitual que olvidemos esta dimensión ya que estamos demasiado acostumbrados a escucharla en solitario (Drósser, 2012). A continuación, se presenta el desarrollo cronológico de la función social de la música, desde la prehistoria hasta la actualidad. En este apartado se explica la importancia de la misma en las distintas sociedades y los usos que se hacía o hace de ella. En el desarrollo de este punto se resalta la importancia que tenía la música en la prehistoria hasta Grecia y Roma, pues entonces, tenía un valor formativo y educativo, y como posteriormente se le dio un trato de divertimento o pasatiempo, obviando sus propiedades. "Para descifrar el mensaje que posee toda composición musical es necesario entender su estructura y la forma de la música, estructura y forma que quedan determinadas por las características de la sociedad que las crea, las hereda o las interpreta. Por tanto, el hecho musical debe entenderse como una actividad social" (Hormigos, 2012, p. 76). Además, destaca la importancia del protagonismo femenino a lo largo de la historia, pues como veremos más adelante, las mujeres somos las "grandes olvidadas" en los libros de historia de la música. Green (2001, p. 25) argumenta que "la división del trabajo musical en una esfera pública, en gran medida masculina, y una esfera privada, en gran parte femenina, es un rasgo de la historia de la música occidental, así como de muchas culturas musicales de todo el mundo ". "En la música, el sistema patriarcal no ha sido menos influyente que en otros niveles sociales. La mujeres en la música han estado siempre invisibilizadas y relegadas a un segundo plano. No debemos olvidar que la música está insertada en un determinado modelo de sociedad que la produce, transmitiendo un determinado tipo de cultura, valores e intereses estéticos que siempre han de estar en conexión con el resto de factores que conforman dicha sociedad" (Laborda, 2015, p. 168) En el siguiente apartado se aborda el valor educativo de la música, iniciándolo en los antecedentes históricos y recorriendo cronológicamente las distintas épocas hasta llegar a la ley educativa actual, LOMCE. En este apartado, se desarrolla cómo se entiende la educación actual, así como más específicamente el currículum de música. Como en este trabajo es especialmente relevante el valor educativo de la música, así como de sus aportaciones a la etapa de primaria, se realiza una revisión detallada de los métodos de enseñanza y aprendizaje con fundamentación psicológica, los cuales aseguran que la música contribuye a una formación integral del alumnado, como son los de Suzuki, 1978; Willems, 1984; Kodaly, 1974; Ward, 1964; Orff-Schulwerk, 1969; Martenot, 1993; Paynter, 1999; y Dalcroze, 1998. En la escuela es fundamental tratar, estudiar y formar al alumnado en conocimientos sobre música. Según Alonso, Pereira y Soto (2003) la música es un instrumento educativo para la expresión de valores y sentimientos, ya que a través de la educación musical, el alumnado puede participar en producciones de forma cooperativa, establecer relaciones sociales, trabajo en equipo. Herrera (2007, p. 6), considera que "desde la educación musical podemos elaborar un marco de actuación idóneo para trabajar aspectos como la libertad, autonomía personal, autoestima, honestidad, felicidad, espíritu crítico, igualdad, solidaridad, pluralismo, cooperación, amor, creatividad. ". Una vez contextualizado el marco teórico, en el segundo bloque, se fundamenta y describen los objetivos de este estudio, que pueden resumirse en el título de esta Tesis Doctoral, realizar un análisis de la construcción de la identidad desde una perspectiva de género a través de la educación musical en la etapa de primaria. Para ello, se analizan los libros de texto de música desde una perspectiva de género; se realiza un análisis de los personajes que aparecen en los libros; se describe el rol social que desempeñan hombres y mujeres presentes en los libros de texto utilizados en las clases de música; se detectan y analizan los estereotipos de género que se le enseñan y transmiten al alumnado. Todo ello, con la finalidad de sensibilizar y crear conciencia entre el profesorado y a la administración pública de la presencia de un potente currículum oculto en los libros de texto; descubrir si en los libros de texto y editoriales seleccionadas existen valores racistas, sexistas o de otro tipo de discriminación de las personas de forma explícita y, además, proporcionar unas pautas de análisis que faciliten una mirada crítica, de género, sobre el material que se utiliza en las aulas de Educación Primaria que son los libros de texto. Sobre el material estudiado se ha realizado un análisis de contenido, cuyas categorías son la denominación de los personajes, descripción física, descripción psicológica, acciones que realizan, oficios o profesiones y objetos. Entre las conclusiones extraídas destaca el importante papel que desempeña la música como transmisora de normas, costumbres., en muchas ocasiones estereotipados, así como la influencia que esto produce en el desarrollo de la identidad del alumnado. De esta forma, se demuestra el verdadero valor educativo que tiene la música, más allá del aspecto lúdico, revalorizando su papel en el proceso formativo de los niños y niñas. Para finalizar, se ha incluido un apartado titulado "Limitaciones y posibles nuestras líneas de actuación" en el que se expondrá tanto propuestas de interacción como futuros estudios a realizar en esta línea. Dadas las condiciones de espacio y tiempo, hay cuestiones que no se pueden presentar en este trabajo, pero siento un gran interés para abordarlas en futuros estudios como son tratar las principales aportaciones de la musicología feminista, estudiar y poner de manifiesto en el contexto educativo los nombres de instrumentistas, directoras y compositoras, así como los instrumentos y repertorios considerados masculinos o femeninos. Por ello, hay que recalcar la importancia de una buena selección de los materiales utilizados por parte del profesorado en las clases, pues en la escuela, como agente socializador que es, se transfieren las creencias y valores inmersos en ellos. ; As presentation of this thesis, we want to mention the name of it in the title. By "Beyond Pink or Blue" we wish to express the arbitrariness of cultural patterns that prevail in childhood and spanning the entire life of the people. You might think that this association could have any biological relationship, but as argued Pauletti (2012) no ancestral roots of this color mapping to children. She points out that these colors began to associate sex in the Second World War, since before white for babies was used. The purpose of this tax is to establish guidelines, standards and stereotypes people. This issue would not matter if it did not involve a classification and prioritization. This assignment affects the appearance, the environment and even tastes. And so it is with music. When you think about instruments or orchestras address is extrapolated to men. If question at by the name of a classical composer, virtually everyone may respond as such they are Mozart, Beethoven and Falla. However not mention women, as in other arts. The invisibility of women in this field is so striking that one of the reasons for this thesis is to highlight the mechanisms that are responsible for that mistake. The basic pillars of this work are equality, gender, human rights, music and education. With the findings it aims to analyze and demonstrate how identity is constructed pupils through music education in the primary stage, from a gender perspective. We want to "pay our glasses" to see that discrimination still exists in education. In fact the Organic Law 8/2013, of 9 December, for the improvement of educational quality (LOMCE), states that "the educational level of citizens determines its ability to compete successfully in the field of the international scene and to face the challenges arising in the future ", this means opening the doors to jobs for highly qualified, representing a commitment to economic growth and a better future. For this, the role of scientific and technical matters is highlighted by eliminating mandatory study art education (plastic and music) in Elementary Education, and music in secondary education, a fact that enables a pupil finished his schooling in Spain without having studied this matter. Another reason to start this study is that, as a teacher I am, I share the ideas of the constructivist (Porlan, 1993; Diaz-Aguado y Medrano, 1994; Carter, 2010) in considering that research is a key factor for we draw people and rebuild our knowledge. Clearly it is essential to maintain a research perspective that allows us to know what would be the most appropriate new knowledge to interact in a context of learning and / or training. But the assessment of this discipline has not always been positive, particularly in basic education. Murphey (. 1992, pp 8-9) collects some beliefs of teachers on the use of music in the educational field, such as "Teachers do not take music seriously; They believe it can disturb adjacent classes; students "are desmadran" and control of the class is lost; different musical tastes among students of the same group is a problem . " Santos (1997a) also insists that those opposed to the use of songs in school prejudices persist, as it is considered a waste of time, a distraction from the curriculum to follow, along with a lack of rigor and academic seriousness. Starting from the well-known statement that "education, properly understood, is not just a preparation for life; is, in itself, a permanent and harmonious manifestation of life "(Willems, 1984, pp. 13-14). We propose that this idea should be extended to all artistic study and particularly for music education, appealing, as Willems (1984, pp. 13-14) "to most of the powers of the human being," he says. The development of these skills and qualities in children will depend on the social environments to which they are exposed: the family, school and society in general. In particular, the family is the first environment in which we spent the first years of our lives, and this is precisely where the basis of music education lies. In her social skills that will develop autonomy, because "the way we are being educated can contribute to become more complete and, secondly, to limit their initiatives and aspirations" (Finco, 2010 are acquired, p. 59). Therefore, the family is the first natural form of preparation, passing, through singing and games, music sensitivity. Then there is the school that complements the teaching of values that the learner receives at home, especially when there are deficiencies in the training environment (Garcia, 2005). Even from the "pink and blue clothes and earrings 'adorn' ears girls, are clear indications that the development of gender roles begins very early" (Gomez Bueno, 2001, p. 56). The second agent is school. The school has an important socializing role, transmitter of values, norms, habits of behavior . that facilitate the coexistence between people. It has a number of functions, which could be summarized in three: prepare the subject for their professional future, educate people morally and socially, and give a personal culture. The social environment and public educational institutions, enables a collective education, which encourages the child through different experiences of living with differences in gender, age, ethnicity, religion, among others (Faria and Finco, 2011) . Within the social function that has the school is remarkable "the role of the people involved in it, power relations, use of language, gender stereotypes, teaching strategies and relevance of its contents, and evaluation at school "(Chavez, 2006, p. 18). Imbernon (2002, p. 17) believes that "education alone can not make the necessary changes in societies but can act as a key instrument to promote changes in them." It is in these three environments, where the research work presented as a doctoral thesis, since music is learned from the family moves, as part of the culture of a place, and is experienced in school and society. The purpose of this research is twofold, first assess and demonstrate that music is a powerful transmitter agent of knowledge, not only music, but also of values, customs, beliefs, stereotypes . that influence the development the identity of people. On the other hand, emphasize the important role of music in the educational process of students, since through her abilities, skills . basic life of our students develop. Interest in this issue of the year 2008, since I started in this area with the paper titled "Analysis of the transmission of gender stereotypes in the songbook of Huelva as an educational resource" made to the doctoral program " Education in multicultural society " (2006/08 biennium) . For the development of this work, reference was made to child Songbook province of Huelva, by José Francisco Gallardo and Herminia Garcia Arredondo Perez (1995), researchers and teachers of the Faculty of Education of the Andalusian province. The findings of this investigation were the genesis of this dissertation, because as you will see later in "Final Conclusions" stereotypes are still maintained in the resources used in music classes. In the first steps to deepen this subject, it revealed few studies in our context on this topic. Precisely this was one of the reasons that professionally as a teacher, I generated curiosity and was instrumental in initiating the research study As mentioned above, after a first work of literature search and research the matter, we find that there are studies on the development of identity in childhood as Phinney & Ong, 2007; Smith, 1995 and 2002; Pnevmatikos, Geka and Divane, 2010; and Markus, 2008; At the same time, numerous studies consist of research on transmission of gender stereotypes through different subjects (such as language, mathematics, social sciences, natural, physical education . and even in teacher training that taught) as Marquez Guerrero, 2013 ; Alvarez, 1990; Torre, 2002; Marugán Velasco, 2012; Torres, G., and Arjona, 1988; Scott Martinez, 2012; Marco Lopez, 1991; Lomas, 2004; Lozano Domingo, 1995; Diaz De grenu, 2010; among others. However, when dealing with music education as a transmitter of stereotypes through resources used in music classes, there is little research on the subject. This doctoral thesis aims to demonstrate that the resources used in class, in this case one of the employees, such as textbooks for the subject of music in a particular school, knowledge, habits, beliefs are transferred . In short, existing in a male-centered culture, including prejudice conceptions. It is intended to demonstrate the power of this medium, since education is sound and picture; that is, transmitting what is heard and seen, but in music, more specifically, this relationship is accentuated by their impact on the development of people. In particular we focus on the influence and effects of music education in shaping gender identity and specifically in the transmission of the stereotypes that are disclosed in music textbooks. To do this, we have chosen a school Huelva, CEIP Aurora Moreno, located in the town Gibraleón (Huelva). The approach of this work in the study of text books is because (unfortunately) in education in general, and music in particular, is the most widespread when it comes to teach the classes, greatly limiting the activities, tasks and exercises resource because "everything is planned" by publishers, offering up the standard replies that each student or student should give, and not only that, but the images and texts that contain, are encased in some beliefs, values, thoughts, attitudes . that they are slowly influencing the identity of our children. This educational power in the construction of gender, has it even in music today, as behavior patterns that are assumed to be normal and, even today, not at issue are represented. We can make an example of this the song entitled "Woman Vase" Her dances alone. Educational phenomena are not purely technical. They are, rather, moral and political. The educational activity is imbued with moral content. Our responsibility as professionals of the educational process-in policy, management, teaching . - is to have an external democratic control of the actions undertaken and also an internal control born of the demands and needs of the protagonists (Kelley and Beauchesne, 2001) . Therefore, "we can not ignore or neglect that schools are highly involved in education, regulation, control and correction of sexual expression and gender of children, and that these practices are inseparable from the simultaneous production of systems and hierarchies legitimizing and authorizing situations of exclusion, marginalization, subordination and violence between sexual identities and gender, which has a political significance impossible to ignore, it is urgent to advance the inclusion and discussion of the issue in the training of and education professionals "(Quaresma da Silva Sarmento Fanfa & Fossatti, 2012, p. 17). Gender stereotypes shown on many occasions in textbooks, popular and traditional songs, video games . pigeonhole women in "perfect housewives and wives", kind, gentle, fragile and ultimately without free will or identity or autonomy, always dependent on a man to feel fulfilled. All this belongs to the so-called hidden curriculum education. You can set the hidden curriculum as a set of rules, customs, beliefs, languages and symbols that appear in the structure and functioning of an institution, constituting a source of learning for all people within the organization (Santos Guerra, 2002 ). The lessons derived from hidden curriculum not only affect the students but also teachers. From the meanings hidden curriculum through the practices carried out, the speeches that are used, the texts read (Santos, 2002) are treated. Androcentrism has very powerful actions and, more specifically in the musical field, have tried to devalue everything that women do. These actions added to the invisibility of women in music, helps develop this secondary role of them in this area of knowledge. On the one hand it is achieved underestimate music by women because it has no value or importance and is therefore considered an activity for them, whereas when they make an important contribution stands out if they are men. As discussed earlier in this section each and everyone has heard of Mozart or Beethoven, but little production and the role they have played in the lives of their female relatives as Fanny Mendelssohn (sister of Felix), Clara Schumann is known ( wife of Robert), Alma Mahler (Gustav woman) or Nanerl Mozart (sister of Wolfgang Amadeus). These issues are often neglected by teachers when selecting textbooks and who is responsible for the editorial, showing the archaic conceptions and beliefs of a patriarchal society dominated by men, that on some issues is different nowadays, being thus out of context. With the findings of this study tests that highlight the importance of women's role in music and its effect on the education of persons, in line it posed a current stream of postmodernism and feminist musicology is obtained. This branch of musicology claimed the figure of the women as central to prevent discrimination against women not only as content but also as an object. To carry out this research propose the structure is as follows: To start the theoretical foundation of this work, we began a presentation of basics that provide clarification of the basic concepts that will allow the understanding of it. It starts from the idea that music is powerful means of communication, in many goal chances and other subjective, thus giving great importance as a transmitter of ideas, beliefs, values, feelings . First, music is presented as a language with its constituents, as it is a little-known facet. We also describe how immensely related one with the word, then, many musicologists agree to assign a common origin with the spoken language. As expressed Barnabas Villodre (2012, p. 107), "Music is an art form, it is a means of expressing ideas, emotions, experiences of a society. The musical art combines elements so that the listener about the culture of the people that has already produced human emotions. For all this, we can consider it as a basis for establishing intercultural dialogue as a working tool of multiculturalism ". Arts education and, more specifically musical, helps transmission of beliefs, rules . and that "values are taught music and music learn to choose values" (Tourinan and Longueira, 2010, p. 160). Subsequently, we present the music as a source of expression, including making a chronological development of the expressive children through it. Also, it is explained in more detail the three types of musical expression: vocal and instrumental body. "The process of creating music can contribute to the appreciation of cultural diversity and respect for freedom of expression; hence the importance of music as a means of communication between cultures and, by extension, the importance of education for music. However, it should be noted that not only the musical practice in the formal scope may favor the acquisition of the so-called intercultural competence "(Garcia de Haro and Escarbajal Escarbajal Frutos, 2007, p. 26). Later, he explained how the study of music along the various companies has led to a science called sociology. A chronological approach to the genesis of this science develops, as well as other leading intellectuals in developing it. "We start from the idea that music has provided from the beginning of an inherent burden of sociability, it is an expression of the inner life, expression of feelings, but in turn requires from those who listen, responsiveness and knowledge of style which, in addition to knowledge of the society in which you create concerned, as each musical work is a set of signs invented during implementation and dictated by the needs of the social context. If we disclaim the work of the society that created the musical signs have different meanings "(Hormigos, 2012, p. 75) In ancient times, the musical sense was associated with group activities where life experiences are shared, that is, the individual's contact with music was produced in the direct sharing music experience with others and generating, in this way, a real social event, but today, it is common to forget this dimension as we are too used to listen alone (Drosser, 2012). Then the chronological development of the social function of music, from prehistory to the present day is presented. In this section the importance of the same in different societies and the uses made of it does or says. In developing this point how important it was the prehistoric music to Greece and Rome, since then, had a formative and educational value, and subsequently was given as a deal of amusement or pastime, ignoring its properties it is highlighted. "To decrypt the message that has all musical composition is necessary to understand its structure and form of music, structure and form are determined by the characteristics of the society that created, inherited or interpreted. Therefore, the musical should be viewed as a social activity "(Hormigos, 2012, p. 76). It also highlights the importance of women's role throughout history, because as we shall see, women are the "forgotten ones" in the history books of music. Green (2001, p. 25) argues that "the division of the musical work in a public sphere, in large measure men and a private sphere, largely female, is a feature of the history of Western music, as well as many musical cultures around the world. " "In music, the patriarchal system has not been less influential than in other social levels. The women in music have always been invisible and relegated to the background. We must not forget that music is inserted in a particular model of society that produces it, conveying a certain type of culture, values and aesthetic interest must always be connected with the other factors that make that society "(Laborda, 2015 , p. 168) In the next section the educational value of music, starting it on the historical background and chronologically through the different times to reach the current education law, LOMCE addressed. This section develops understand how the current education and more specifically the music curriculum. As this work is especially relevant educational value of music as well as their contributions to the primary stage, a detailed review of the methods of teaching and learning is done with psychological foundation, which ensures that music contributes to a comprehensive training of students, such as Suzuki, 1978; Willems, 1984; Kodaly, 1974; Ward, 1964; Orff -Schulwerk, 1969; Martenot, 1993; Paynter, 1999; and Dalcroze, 1998. In school is essential to address, study and train students in knowledge about music. According to Alonso, Pereira and Soto (2003) music is an educational tool for the expression of values and feelings, and that through music education, students can participate in cooperative productions, social relationships, teamwork. . Herrera (2007, p. 6), believes that "from the musical education we can develop a framework for suitable action to work on aspects such as freedom, personal autonomy, self-esteem, honesty, happiness, critical thinking, equality, solidarity, pluralism, cooperation, love, creativity . " Once contextualized the theoretical framework, in the second block, is based and describe the objectives of this study can be summarized in the title of this thesis, an analysis of the construction of identity from a gender perspective through music education in the primary stage. To do this, the music textbooks are analyzed from a gender perspective; an analysis of the characters in the books is done; the social role played by men and women on the textbooks used in music classes described; They are detected and analyzed gender stereotypes that teach and transmit to students. All this, in order to sensitize and raise awareness among teachers and public administration of the presence of a powerful hidden curriculum in the textbooks; discover whether there are racist, sexist or other discrimination against people explicitly values in selected textbooks and publishers and also provide guidelines to facilitate analysis a critical, gender, about the material used in classrooms of primary education are textbooks. On the studied material it has conducted a content analysis, whose categories are the names of the characters, physical description, psychological description, actions performed, trades or professions and objects. Among the conclusions drawn stresses the important role of music as a transmitter of norms, customs . in many stereotyped occasions as well as the influence it has on the development of the identity of the students. Thus, the real educational value of music, beyond the recreational aspect, reassessing its role in the learning process of children is demonstrated. Finally , we have included a section entitled " Limitations and our possible courses of action " in which both proposals as future interaction studies performed on this line will be exposed. Given the conditions of space and time , there are issues that can not be presented in this work , but I feel great interest to address in future studies as they are treating the main contributions of feminist musicology, studying and highlighting the educational context names of musicians , directors and composers , as well as instruments and repertoires considered masculine or feminine. Therefore, we must stress the importance of a good selection of materials used by teachers in the classroom , because in school as a socializing agent that is , beliefs and values embedded in them are transferred .
Eine dauerhafte Verfügbarkeit ist nicht garantiert und liegt vollumfänglich in den Händen der Herausgeber:innen. Bitte erstellen Sie sich selbständig eine Kopie falls Sie diese Quelle zitieren möchten.
Texto finalizado el 15 de diciembre de 2023. Esta Nota Internacional es el resultado de la reflexión colectiva del equipo de investigación de CIDOB. Coordinada y editada por Carme Colomina, en el proceso de redacción ha contado con aportaciones de Inés Arco, Anna Ayuso, Ana Ballesteros, Pol Bargués, Moussa Bourekba, Víctor Burguete, Anna Busquets, Javier Carbonell, Carmen Claudín, Francesc Fàbregues, Oriol Farrés, Agustí Fernández de Losada, Marta Galceran, Blanca Garcés, Seán Golden, Berta Güell, Julia Lipscomb, Bet Mañé, Ricardo Martínez, Esther Masclans, Óscar Mateos, Sergio Maydeu, Pol Morillas, Diego Muro, Francesco Pasetti, Héctor Sánchez, Reinhard Schweitzer, Antoni Segura, Cristina Serrano, Eduard Soler i Lecha, Alexandra Vidal, Pere Vilanova. 2024 será un año de urnas y armas. Las elecciones celebradas en más de 70 países, que actuarán como un test de estrés para el sistema democrático, y el impacto de la multiplicidad de conflictos que alimenta la inestabilidad global definirán un mundo en plena transición de poder y en claro retroceso humanitario y de derechos fundamentales.Se acentúa la erosión de las normas internacionales vigentes y aumenta la imprevisibilidad. 2024 empieza totalmente abierto, marcado por un mundo cada vez más diverso y (des)ordenado, definido por alianzas e intereses cambiantes en cuestiones como la competición geopolítica, las transiciones verde y digital o la seguridad internacional.Las consecuencias económicas de las sucesivas crisis serán más visibles que en años anteriores: el crecimiento económico será débil y el frenazo chino reverberará en las economías emergentes, cada vez más tensionadas por el endurecimiento de las condiciones financieras y la fortaleza del dólar.2024 será un año de urnas y armas. Un test de estrés tanto para el sistema democrático como para la multiplicidad de conflictos que alimenta la inestabilidad global. Seguimos ante un mundo desordenado, convulso y contestado, pero, esta vez, cualquier análisis pende del gran interrogante que supone el intenso ciclo electoral que marcará el próximo año. Con guerras abiertas en Ucrania, Palestina, Sudán o Yemen, el mundo concentra la mayor cantidad de conflictos activos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Por eso, la agenda geopolítica de los próximos meses se entreteje a partir del impacto mutuo entre los distintos conflictos bélicos y el veredicto que lanzarán los más de 70 procesos electorales marcados en el calendario.Hay elecciones que pueden definir guerras. Las consecuencias políticas de la brutal ofensiva israelí en Gaza o el estancamiento del frente de guerra ucraniano también dependen de la carrera presidencial en Estados Unidos. Las grietas en la unidad transatlántica y las cada vez más categóricas acusaciones de doble rasero en las lealtades de Occidente no son ajenas a lo que ocurra el 5 de noviembre de 2024 en las urnas estadounidenses. Un retorno de Donald Trump a la Casa Blanca modificaría por completo las relaciones de fuerza y la posición de Washington en cada uno de estos conflictos, desde el suministro de armamento al Gobierno ucraniano, al apoyo a Israel, o en la confrontación con Rusia o China.Pero no se trata solo del futuro de la democracia en Estados Unidos: más de 4.000 millones de personas irán a las urnas en más de 70 países. La Unión Europea (UE), India, Pakistán, Indonesia, México, Taiwán, Venezuela o Senegal… grandes actores con peso demográfico e influencia geopolítica protagonizarán un año de una intensidad electoral sin precedentes, que definirá un mundo en plena transición global del poder y en claro retroceso humanitario y de derechos fundamentales. Sin embargo, tanta concentración de elecciones no significa más democracia. Estamos en tiempos de inteligencia artificial (IA) y de sofisticación extrema de la manipulación que amenazan la fiabilidad de las urnas. Los sistemas híbridos ganan terreno, y está por ver si el ciclo electoral de 2024 acaba siendo un momento de profundización de la degradación o de resistencia democrática. La sensación de desorden no es nueva, ni siquiera su aceleración. Pero cada año se acentúa la erosión de las normas internacionales vigentes y aumenta la imprevisibilidad. El mundo es cada vez más descentralizado, diversificado y multidimensional. Se consolida este «orden múltiplex» –como Amitav Acharya lo describió ya en 2017– porque todo ocurre simultáneamente. Y, sin embargo, seguimos ante un rediseño del mundo todavía abierto porque esta simultaneidad de cambios concentra distintas pugnas en liza. 1. Más conflictividad, más impunidad2023 ha sido uno de los años más conflictivos en el mundo desde el fin de la Segunda Guerra mundial. En solo doce meses, la violencia política ha aumentado un 27%. Crece en intensidad y en frecuencia. La guerra en Gaza ha marcado el final de 2023, con sus más de 17.000 víctimas mortales contabilizadas hasta el momento, las advertencias por parte de Naciones Unidas del riesgo de colapso humanitario y de genocidio de la población palestina atrapada en la Franja, así como el pulso entre el primer ministro Benyamín Netanyahu y el secretario general de la Naciones Unidas, António Guterres, para intentar lograr un alto el fuego. En esta crisis continuada del orden liberal y en plena discusión sobre la validez del derecho internacional, Israel ha asestado un golpe profundo a la credibilidad de Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad se ha convertido en un instrumento para la parálisis; una tenaza al servicio de los intereses de viejas potencias que han llevado a Guterres a admitir públicamente la frustración de la impotencia. Unas Naciones Unidas que, debilitadas políticamente, se aferran a su acción humanitaria sobre el terreno para intentar marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Más de 130 trabajadores humanitarios de Naciones Unidas han perdido la vida en Gaza desde el 7 de octubre, el mayor número de fallecidos entre su personal en un conflicto de su historia. 2023 ha sido un año violento. Se estima que 1 de cada 6 personas en el mundo ha estado expuesta a un conflicto en los últimos doce meses. La sensación de impunidad y de menosprecio por la legislación internacional se ha agravado. No solo en Gaza. El enquistamiento de la guerra en Ucrania; la expulsión de la población de origen armenio de Nagorno Karabaj; o la sucesión de golpes de estados vividos en seis países africanos en los últimos 36 meses dan buena cuenta de este momento de «desregulación del uso de la fuerza», que se ha ido fraguando durante años de erosión de las normas internacionales. Y si a finales de 2023 asistimos a la retirada de las tropas internacionales del G-5 Sahel desplegadas en Burkina Faso y Níger, como ya ocurrió un año antes con la expulsión de los soldados franceses de Mali, en 2024 será la misión de Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS) la que tendrá que abandonar el país antes del 29 de febrero. Una retirada que Human Rights Watch ha calificado de «abdicación catastrófica» porque aumenta el riesgo de atrocidades y abusos a gran escala en un escenario de guerra civil, limpieza étnica y hambruna que ya ha provocado más de siete millones de desplazados internos, convirtiendo Sudán en el país con un mayor número de desplazados internos de todo el planeta.Y, sin embargo, el combate internacional por poner límites a la impunidad se dotará de nuevos instrumentos en 2024. A partir del 1 de enero, la Convención Liubliana-La Haya en cooperación internacional para la investigación y persecución del crimen de genocidio, lesa humanidad, crímenes de guerra y otros crímenes internacionales podrá ser firmado (y ratificado) por los estados miembros de Naciones Unidas que deseen adherirse. Se trata del mayor tratado para la lucha contra la impunidad internacional, que facilita la cooperación interestatal en la investigación judicial de estos crímenes, garantiza la reparación para las víctimas y agiliza la extradición. En paralelo, Naciones Unidas también está elaborando una Convención contra los crímenes contra la humanidad con el objetivo de crear un tratado vinculante de derecho internacional, especialmente en un contexto marcado por el aumento de estos crímenes en países como Myanmar, Ucrania, Sudán o Etiopía. En otoño de 2024, la Asamblea General de Naciones Unidas tendrá que valorar el progreso de las negociaciones. Todo ello ocurrirá coincidiendo con los 30 años del genocidio de Rwanda.En marzo de 2023, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente ruso Vladímir Putin por crímenes de guerra en Ucrania, hasta ahora sin consecuencias. Sin embargo, si en noviembre de 2024 Putin decidiera asistir a la próxima cumbre del G-20 en Brasil, eso supondría un desafío para el país anfitrión ya que, a diferencia de India, Brasil sí es parte del Estatuto de Roma de 1998, el tratado internacional que condujo a la creación de la CPI. Si en un principio el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que Putin no sería detenido en caso de acudir a la cumbre, después matizó que la decisión recaería sobre la justicia brasileña y no en el Gobierno. A pesar del pesimismo que pueda generar la eficacia de estos tratados, en los últimos meses hemos visto como, tras la ofensiva militar azerí en Nagorno Karabaj, Armenia ratificó en noviembre el Estatuto de Roma de la CPI, adquiriendo el estatus de país miembro a partir de febrero de 2024. Además, a finales de 2023, Sudáfrica, Bangladesh, Bolivia, las Comores y Djibouti reclamaron una investigación de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio en Palestina. Asimismo, en noviembre de 2023, las autoridades judiciales francesas emitían una orden de detención internacional contra el presidente sirio Bashar al-Assad –rehabilitado este mismo año con su retorno a la Liga Árabe, más de una década después de su expulsión– y varios generales sirios por el uso de armas químicas contra su población civil en 2013.2. La democracia, a examenMás de 4.000 millones de personas están llamadas a las urnas en 76 países, casi el 51% de la población mundial. Mientras la mayoría de la ciudadanía de estos países votará en democracias plenas o con imperfecciones, uno de cada cuatro votantes participará en comicios en regímenes híbridos y/o autoritarios. Países como Rusia, Túnez, Argelia, Bielorrusia, Rwanda o Irán instrumentalizarán estos procesos electorales para tratar de fortalecer a los liderazgos en el poder y ganar legitimidad ante sus ciudadanos, mientras que casi la otra mitad del electorado ejercerá su derecho a voto en países que, en los últimos años, han mostrado una erosión democrática o tentaciones iliberales, como en Estados Unidos o India.2023 se cierra con la toma de posesión del «anarcocapitalista» Javier Milei a la presidencia argentina, que confirma la profunda crisis de los partidos tradicionales y el auge de las agendas radicales: desde el agresivo punitivismo penal de Nayib Bukele en El Salvador ―que aspira a la reelección en 2024―, a la irrupción electoral de Renovación Popular en Perú, refundada por el hoy alcalde de Lima, Rafael López Aliaga. Respuestas extremas a los distintos escenarios de crisis político-económicas y de seguridad. En Europa, las urnas europeas dieron una de cal y otra de arena, con la victoria de la oposición polaca, por un lado, y los buenos resultados del islamófobo Geert Wilders en los Países Bajos, por el otro. Pero el intenso ciclo electoral de 2024 será decisivo para saber si se consolida la contestación, la fragmentación y el auge del extremismo político que han transformado las democracias a nivel global, o bien si el sistema resiste.En este test democrático, el voto de las mujeres y los jóvenes será clave. Lo fueron en Polonia, como castigo a las políticas reaccionarias del Partido Ley y Justicia (PIS). En Brasil o Austria, por ejemplo, el apoyo de los hombres a fuerzas de extrema derecha es 16 puntos superior al de las mujeres. En México, las presidenciales de junio de 2024 elegirán, por primera vez a en su historia, a una mujer como presidenta del país. Las dos candidatas son Claudia Sheinbaum, exalcaldesa de la capital y representante del gubernamental partido de izquierdas, Morena, y Xóchitl Gálvez, en nombre de una coalición opositora de Frente Amplio por México, que agrupa, entre otros, al derechista Partido de Acción Nacional (PAN) y al Partido Revolucionario Institucional (PRI). En Estados Unidos, la movilización de las juventudes de origen latino será especialmente relevante. En los últimos años, más de 4,7 millones de jóvenes hispanos han obtenido el derecho a voto y su papel va a ser significativo en estados claves como Nevada o Arizona. Si bien esta cohorte tiende a mostrar una actitud e inclinación progresista, su perspectiva sobre los partidos dominantes es complicada: cuestiones identitarias, de discriminación o racismo suelen marcar su relación tanto con los Demócratas como con los Republicanos, y rechazan la identificación política, lo que refuerza la idea de que la polarización en Estados Unidos es más evidente entre los políticos que entre sus votantes. A pesar de ello, el miedo a unas elecciones injustas ha aumentado dramáticamente (del 49% en 2021 al 61% en 2023). Aunque la desigualdad económica sigue siendo la principal amenaza percibida (69%) entre los votantes estadounidenses, el mayor desafío en esta carrera electoral es, probablemente, la presencia de Donald Trump, no solo porque su futuro inmediato está en manos de los tribunales, sino también porque si su candidatura llegara a materializarse significaría que el Partido Republicano habría decidido entregar su futuro al hombre que intentó revertir los resultados electorales de hace cuatro años y que el propio comité del Congreso, que investigó la toma del Capitolio del 6 de enero de 2020, acusó de «insurrección». A partir de enero empezarán las elecciones primarias y los caucus estatales; sin embargo, a falta de concretarse los candidatos definitivos, el imaginario de un posible duelo electoral entre octogenarios se resuelve, de momento según las encuestas, a favor de Trump. Mientras tanto, la fecha del juicio al expresidente se acerca peligrosamente al supermartes del 5 de marzo, el día en que 13 estados votan en las primarias republicanas.Una investigación de The Guardian con la Universidad de Chicago afirma que un 5,5% de los estadounidenses, es decir, 14 millones de personas, creen que el uso de la fuerza está justificado para restaurar a Donald Trump en la presidencia, mientras que otro 8,9%, unos 23 millones de estadounidenses, creen que la fuerza está justificada para impedirlo. No se trata de una tendencia aislada. El riesgo de inestabilidad política y de violencia vinculada a procesos electorales va al alza, así lo confirma la Fundación Kofi-Annan.También el futuro de una Unión Europea, que afronta este invierno con dos guerras en su vecindario, se decidirá en las urnas. Además de las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio de 2024, 12 estados miembros también tienen comicios. Las elecciones generales en Bélgica, Portugal o Austria serán un buen termómetro para medir la fuerza de la extrema derecha, que aspira a salir reforzada de las elecciones a la Eurocámara. Si los comicios de 2019 determinaron el fin de la gran coalición que, desde los orígenes del Parlamento Europeo, había garantizado a socialdemócratas y democristianos una mayoría de escaños en el pleno de Estrasburgo, ahora el gran interrogante está en saber dónde quedarán los límites de la derechización de la UE. Las últimas proyecciones en intención de voto muestran resultados importantes para el grupo Identidad y Democracia (ID) –hogar de partidos de extrema derecha como el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen o Alternativa para Alemania (AfD)– que llegaría hasta los 87 escaños y superaría a la otra familia de derecha radical, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que preside la primera ministra italiana Giorgia Meloni, que pasaría de los 66 eurodiputados actuales a 83. Sin embargo, y a pesar de la pérdida de escaños que sufrirían las fuerzas tradicionales, el Partido Popular Europeo (PPE) seguiría como la principal familia política de la Unión. Por eso, unos de los interrogantes de este 2024 es saber si ¿estaría dispuesto el PPE, que preside el bávaro Manfred Weber, a buscar una posible mayoría con la derecha radical?Las nuevas mayorías en la UE serán cruciales para decidir el futuro de los compromisos climáticos, la continuidad de la ayuda a Ucrania y las urgentes reformas institucionales que deben facilitar la entrada de futuros miembros. La ampliación tiene que pasar de ser una promesa a una realidad, pero la UE está cada vez menos preparada para llevarla a cabo. En 2024, cuatro países candidatos a la Unión celebrarán elecciones: Bosnia y Herzegovina, Moldova, Macedonia del Norte y Georgia, además de la incógnita que pende sobre la convocatoria de elecciones en Ucrania. Según su Constitución, Ucrania debería celebrar comicios en marzo de 2024. Pero, bajo la ley marcial, impuesta tras la invasión de Rusia en 2022, con una parte del electorado reticente a ir a las urnas en plena excepcionalidad, y con ocho millones de refugiados ucranianos fuera del país, Volodímir Zelenski ya apuntó en noviembre que no era «el momento adecuado».También un Reino Unido en plena crisis política y social podría avanzar elecciones generales, previstas para enero de 2025. Con un escenario desafiante para los conservadores frente al Partido Laborista encabezado por Keir Starmer, el actual primer ministro, Rishi Sunak, tiene discreción para elegir la fecha de los comicios. Otro de los interrogantes es Libia que, tras quedar pospuesto indefinidamente en 2021 el plan de Naciones Unidas de celebrar elecciones, la incapacidad de alcanzar un acuerdo entre los miembros de los dos gobiernos en el este y el oeste del país ha vuelto a mover la fecha de una posible celebración de comicios a 2024.En África, se celebrarán 16 elecciones, aunque solo seis de ellas tendrán lugar en países considerados como democracias. Treinta años después de las elecciones de 1994 en Sudáfrica, que marcaron el inicio de un viaje democrático dominado desde entonces por el Congreso Nacional Africano (CNA), el panorama político empieza a cambiar. Las elecciones generales de 2024 pueden confirmar el debilitamiento del poder y de los apoyos al CNA, mientras los principales partidos de la oposición buscan alianzas para presentar una alternativa. Además, la complicada situación económica, unida a otros factores como la corrupción, ha hecho que crezcan en popularidad partidos extremistas.También en India la oposición se presenta más unida que nunca ante un Narendra Modi que aspira a renovar un tercer mandato en primavera. Aupado en el nacionalismo, la polarización y la desinformación, Modi exhibirá los logros económicos y geopolíticos del país que en 2023 superó a China como el más poblado del mundo.Finalmente, está por ver qué grado de participación podrá tener la oposición venezolana en las elecciones presidenciales pactadas por Nicolás Maduro para la segunda mitad del año. De momento, el panorama interno se ha enrarecido todavía más con la intensificación del conflicto territorial con Guyana y la movilización del ejército. 3. De la saturación informativa a la desconexión social Nos encontramos ante unas sociedades cada vez más cansadas. Abrumadas por la saturación de contenidos y exhaustas por la velocidad de los cambios que deben digerir. La incertidumbre política y electoral, así como la multiplicidad de conflictos que marcarán el 2024 alimentarán todavía más el desfase entre sociedad, instituciones y partidos políticos. La cantidad de personas que declara «evitar» ver las noticias permanece cerca de máximos históricos, y es especialmente visible en Grecia (57%), Bulgaria (57%), Argentina (46%) o el Reino Unido (41%). ¿Las razones principales? La repetición excesiva de algunas informaciones y el peso emocional que pueden comportar para la salud mental de la población. En concreto, esta fatiga apunta, según el Reuters Institute, a cuestiones como la guerra en Ucrania (39%), la política nacional (38%) y a acontecimientos relacionados con la justicia social (31%) con altos niveles de politización y polarización. Los ecos de la pandemia de la COVID-19, las imágenes de la violencia bélica y su impacto económico sobre unas condiciones de vida cada vez más adversas para la población han amplificado esta tendencia a la desconexión social, agravada por el sentimiento de soledad y la polarización. No obstante, esta reducción del consumo periodístico se ha dado en paralelo a un mayor uso de redes sociales: las nuevas generaciones, por ejemplo, cada vez prestan más atención a influencers que a periodistas. A su vez, crece la fragmentación de las redes sociales. La migración de usuarios hacia Instagram o TikTok también ha alterado la forma de consumir la actualidad, con una priorización del contenido de ocio en lugar del informativo. No se trata solo de una renuncia voluntaria a la información, sino que esta tendencia de desconexión también ha llevado a una reducción en la participación social y en los debates en redes tal como se vivieron durante las primaveras árabes en 2011, en la movilización del MeToo o en el Black Lives Matter. Casi la mitad de los usuarios de redes sociales abiertas (47%) ya no participa ni reacciona a las noticias. Pero, además, la desconexión informativa también está vinculada a la desconexión política y a las transformaciones sociales que han alterado claramente los comportamientos electorales. Los cambios demográficos relacionados con el uso de la tecnología y el contexto de volatilidad permanente también se han traducido en una menor fidelización del voto, lo que ha contribuido a la crisis de los partidos tradicionales. El elemento identitario de pertenencia a un partido ha mutado entre los más jóvenes. La identificación se construye desde el posicionamiento en cuestiones como el cambio climático, la inmigración, el racismo, los derechos de las mujeres o el colectivo LGTBI+, o incluso el conflicto de Israel y Palestina. El 65% de los adultos estadounidenses declara que se siente agotado, siempre o con frecuencia, cuando piensa en política. Según el Pew Research Center, 6 de cada 10 estadounidenses en edad de votar admite tener muy poca o ninguna confianza en el futuro del sistema político de su país. Y este descontento se extiende a las tres ramas del gobierno, a los actuales líderes políticos, y a los candidatos a cargos públicos. Cuando se les pide que resuman sus sentimientos sobre la política en una sola palabra, el 79% se muestra negativo o crítico. Las más repetidas son los adjetivos «divisiva», «corrupta», «caótica» o «polarizada», y lamentan la sobreexposición mediática de los conflictos entre republicanos y demócratas, y la poca atención prestada «a los problemas importantes que enfrenta el país». La paradoja, sin embargo, es que este descontento ha coincidido, en estos últimos años, con niveles históricamente altos de participación electoral. La duda es si se repetirán en las presidenciales del próximo noviembre, especialmente cuando coinciden con otro elemento de desafección generacional como es la gerontocracia. En 2023, la media de edad de los líderes mundiales ha sido de 62 años. Para los jóvenes, los partidos políticos tradicionales han sido incapaces de articular una forma de comunicación directa, aumentando la sensación de desconexión entre sociedad, políticos e instituciones. En este contexto, una reedición de la confrontación Biden-Trump en 2024 enfatizaría la extrema polarización entre republicanos y demócratas en un ciclo electoral considerado de riesgo. El derecho al aborto y la seguridad siguen siendo puntos fuertes de movilización para los votantes.Por otra parte, la desconexión también puede ser forzada y, en ese caso, el bloqueo informativo se convierte en un arma de represión y censura de la libertad de expresión. Irán, India y Pakistán fueron los tres países con más restricciones al acceso de Internet en la primera mitad de 2023, y los tres celebrarán elecciones en 2024. Con el auge y la consolidación de la IA, la desinformación será uno de los retos adicionales de este superaño electoral, ya que su rápido progreso, especialmente en el ámbito generativo, puede proyectar una sombra todavía mayor sobre la confianza en la información y en los procesos electorales. El perfeccionamiento de los deepfakes, la rápida y sencilla creación de imágenes, textos, audios o propaganda por IA, así como la creciente dependencia de las redes sociales para consultar e informarse de la realidad, representan un caldo de cultivo para la desinformación en un momento en el que aún no existe un control efectivo de estas tecnologías. Quizás por eso la palabra del año de 2023 para el diccionario Merriam-Webster ha sido «auténtico». Con el preludio de aquella «posverdad» de 2016, la capacidad tecnológica de manipular hoy la realidad no tiene precedentes, desde la autenticidad de una imagen a la redacción de un trabajo académico. Por eso, más de la mitad de los usuarios de redes sociales (56%) dudan sobre su propia capacidad de poder discernir aquello que es falso de la realidad en las noticias de Internet. 4. Inteligencia artificial: explosión y regulación 2023 fue el año de la irrupción de la IA generativa; el año de la presentación en sociedad de ChatGPT que, en enero, solo dos meses después de su lanzamiento, ya contaba con 100 millones de usuarios y, en agosto, llegó a los 180 millones. Pero, la revolución también trajo consigo una nueva consciencia de los riesgos, aceleración y transformación que supone una tecnología que aspira a compararse con la inteligencia humana, o incluso a mejorarla o superarla. Por eso, 2024 será un año fundamental para la regulación de la IA. Las bases ya están puestas y solo hay que repasar las distintas iniciativas en marcha. La más ambiciosa es la de la UE, que está decidida a convertirse en la primera región del mundo que se dota de una ley integral para regular la inteligencia artificial y liderar el salto adelante que hay en ciernes. La Unión ha optado por categorizar los riesgos (inaceptables, elevados, limitados o mínimos) que supone el uso de sistemas de IA y obligará a realizar una «evaluación de impacto en los derechos fundamentales» antes de que un sistema de IA de «alto riesgo» pueda ser sacado al mercado. El acuerdo alcanzado el 7 de diciembre se ratificará en el primer trimestre de 2024 y dará paso a un período de dos años hasta su implementación total en 2026.Casi también en tiempo de descuento, el G-7 adoptó el 1 de diciembre de 2023 una guía internacional para desarrolladores y usuarios de la inteligencia artificial, especialmente para la IA generativa, que menciona la necesidad de introducir medidas para gestionar la desinformación, considerada uno de los principales riesgos para los líderes del G-7 por su impacto en la manipulación de la opinión pública a las puertas de un año de sobreexcitación electoral global.Pero el debate de la gobernanza va de la mano de la carrera geopolítica por liderar la innovación tecnológica y, a diferencia de la UE, en el caso de Estados Unidos y China eso significa, además, el desarrollo de su aplicación militar. Ambos países buscan afianzar su liderazgo, y la primera cumbre mundial sobre seguridad de la IA, convocada por el primer ministro británico, Rishi Sunak, se convirtió en el punto de encuentro de los grandes poderes globales –públicos y privados; tecnoautoritarios o abiertos– intentando regular o influir en los debates sobre regularización en curso. La cumbre tendrá una segunda edición en Seúl y una tercera en París, ambas en 2024. De momento, deja sobre la mesa la «Declaración Bletchley», firmada por 28 países, que recoge un compromiso para abordar las principales amenazas de la IA, un acuerdo para examinar los modelos de IA de empresas tecnológicas antes de su lanzamiento, así como un pacto para establecer un panel global de expertos sobre inteligencia artificial, inspirado en el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. Además, en la embajada de Estados Unidos en Londres, 31 países firmaron, en paralelo, una declaración (no vinculante) para establecer límites al uso militar de la IA. Por su parte, China continúa avanzando hacia su objetivo de alcanzar un 70% de autosuficiencia en tecnología crítica para 2025, mientras va aumentando claramente su presencia en los principales organismos internacionales de estandarización relacionados con la tecnología.A toda esta hiperactividad normativa, se sumará la adopción, en septiembre de 2024, de un Pacto Digital Mundial, durante la Cumbre del Futuro que organizará Naciones Unidas. Este pacto supondrá la creación de un marco de cooperación multiactor y multisectorial entre gobiernos, empresas privadas y sociedad civil, que debería establecer unas reglas comunes que guíen el desarrollo digital en el futuro. La aplicación de los derechos humanos en Internet, la regulación de la IA y la inclusión digital serán algunos de los temas principales a discutir.Esta necesidad de regular la IA se verá acentuada también, en los próximos meses, por una creciente democratización de las herramientas de IA, lo que comportará una mayor integración en distintos sectores profesionales. El foco en una IA responsable se intensificará a escala local (más ciudades desplegando estrategias o marcos regulatorios de la IA), nacional y transnacional. Y es que, a medida que la IA adquiere un papel más importante en la toma de decisiones en toda la sociedad, la seguridad, la confiabilidad, la equidad y la responsabilidad son fundamentales. El informe anual de McKinsey sobre el uso de herramientas de IA generativa señala que un tercio de las empresas encuestadas han empezado a utilizar este tipo de programas. El sector tecnológico y de comunicaciones (40%), así como el financiero (38%) y el legal (36%), se encuentran a la cabeza en su uso y aplicación. Sin embargo, este mismo estudio también señala que justamente los sectores laborales que dependen en mayor medida del conocimiento de sus empleados serán los que verán un impacto más disruptivo de estas tecnologías –si este impacto es positivo o negativo es aún incierto–. A diferencia de otras revoluciones que han transformado el mercado laboral, son los llamados «trabajadores de cuello blanco» los que pueden sentirse más vulnerables ante la IA generativa. En cambio, un estudio del Banco Central Europeo asegura que la IA no está suplantando a los trabajadores, pero sí está reduciendo ligeramente sus sueldos, especialmente en empleos considerados como poco o medio cualificados, más expuestos a las herramientas de automatización, y entre las mujeres.En el marco de esta aceleración reguladora de la revolución digital, 2024 también será el año en que la UE desplegará, con todo su potencial, la nueva legislación de servicios y mercados digitales para fijar límites y obligaciones al poder monopolístico de las grandes plataformas y a su responsabilidad en la propagación algorítmica de desinformación y contenido dañino. A partir del 1 de enero, las Big Tech se enfrentan al imperativo de cumplir con estas regulaciones, con multas potenciales por incumplimiento que alcanzan hasta el 6% de la facturación global, según la DSA (Digital Services Act), y entre el 10% y el 20% de la facturación mundial según la DMA (Digital Markets Act). También aumentará en 2024 el flujo de datos internacionales, en particular las transferencias entre la UE y Estados Unidos, en virtud del nuevo Marco de privacidad de datos aprobado en julio de 2023. Veremos también un nuevo escrutinio por parte de ONG y grupos de defensa de los derechos digitales para determinar la legalidad y el respeto a la privacidad individual en estos intercambios.5. Resaca económica y sostenibilidad de la deudaEn 2024 serán más visibles las consecuencias económicas de la sucesión de crisis experimentadas en los últimos años, especialmente el impacto del aumento de los tipos de interés para hacer frente al mayor repunte de la inflación en cuarenta años tras la crisis energética de 2022. Asimismo, el endurecimiento de las condiciones de financiación limitará la política fiscal, tras el rápido aumento del endeudamiento para hacer frente a los impactos de la COVID-19 y la guerra en Ucrania.En este contexto, el crecimiento será débil. El Fondo Monetario Internacional (FMI) no espera que la inflación se sitúe en el objetivo de la mayoría de bancos centrales hasta 2025, lo que augura tipos de interés elevados durante un largo período de tiempo, sobre todo si se vuelve a tensionar el precio del petróleo en un contexto de elevada incertidumbre geopolítica. La previsión de crecimiento del FMI para 2024 es del 2,9%, una tasa muy similar a la estimada para 2023 e inferior a las tasas de crecimiento prepandemia.Sin embargo, el enfriamiento será dispar por economías. Estados Unidos parece haber evitado la recesión gracias a la fortaleza de su mercado laboral y a los estímulos fiscales, por lo que se enfrentaría a un aterrizaje suave. En ese país, las políticas de relocalización industrial, como la Inflation Reduction Act, los beneficios empresariales récord poscovid, así como la extraordinaria pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación han sido algunos de los ingredientes que explican el renacer del movimiento sindical estadounidense, sin precedentes desde los años setenta del siglo pasado. Su éxito puede ser contagioso a otros sectores y economías con mercados laborales tensionados. Así, en 2024, el descenso de la inflación y el alza de los salarios podría proveer de cierto alivio económico.En la UE habrá un mayor escrutinio sobre las cuentas públicas, especialmente de países con un menor margen financiero como Italia, tras el rápido aumento del endeudamiento para hacer frente a la pandemia y el impacto de la guerra en Ucrania, debido a las condiciones de financiación y la entrada en vigor de la reforma de las reglas fiscales. La «disciplina fiscal» estará también muy presente en la negociación del nuevo marco presupuestario de la UE (MFF, por sus siglas en inglés), donde la UE confrontará sus mayores deseos (apoyo a Ucrania, respaldo a la política industrial, la transición verde y aumento de las partidas para defensa, migración o el Global Gateway) con la realidad (falta de recursos y acuerdo para ampliarlos). La adopción de la Estrategia Europea de Seguridad Económica y el resultado de la investigación antidumping contra las subvenciones chinas al vehículo eléctrico determinarán en buena medida si en el frente económico la UE opta por alinearse con Estados Unidos en su competición estratégica con China o intenta mostrarse como paladín de una globalización reformada.También habrá que seguir de cerca la evolución de una China que se enfrenta a su menor crecimiento económico en 35 años, exceptuando los años de la COVID-19, lastrado por sus desequilibrios, especialmente en lo que concierne a una excesiva acumulación de deuda y a su dependencia del sector inmobiliario. El cambio de las reglas de la globalización impulsadas por la competencia estratégica de Estados Unidos lastrará también sus exportaciones y capacidad de atraer capital en un contexto en el que el liderazgo chino prioriza la seguridad económica al crecimiento. Con una demografía adversa, el país aún no ha conseguido erigir el consumo interno como motor de crecimiento.Por su parte, los países emergentes sentirán con fuerza el frenazo chino, especialmente aquellos con una mayor dependencia comercial y financiera. El éxito en términos de volumen de inversión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta se ha visto ensombrecido por los problemas en la devolución de hasta el 60% de los préstamos, lo que ha llevado a Xi Jinping a anunciar una nueva etapa de inversiones con proyectos más pequeños. En 2024, el nuevo papel de China como prestamista de última instancia y su participación en los procesos de reestructuración de deuda de países en dificultades tendrán una creciente importancia en cómo es percibida y en su influencia geoeconómica sobre el Sur Global.Y es que un elevado número de países emergentes se encuentran en una delicada situación fiscal que, en un contexto de rápido tensionamiento de las condiciones financieras y de fortaleza del dólar, agrava también su vulnerabilidad externa. Aunque algunos de ellos, como México, Vietnam o Marruecos se están aprovechando de la reconfiguración del comercio y de las cadenas de valor (nearshoring), la mayoría de países emergentes pueden verse perjudicados por un escenario de mayor fragmentación económica. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), el comercio de bienes entre dos bloques geopolíticos hipotéticos –basados en los patrones de votación en Naciones Unidas– ha crecido entre un 4% y un 6% más lento que el comercio dentro de estos bloques desde la invasión de Ucrania.En este contexto de escaso margen monetario y fiscal, el colchón para amortiguar otra crisis es muy reducido, lo que puede exacerbar la volatilidad y el nerviosismo de los mercados ante episodios de incertidumbre. El principal foco de atención puede pasar de Ucrania a Oriente Medio, ya que los shocks de petróleo se transmiten a la economía de manera más amplia que los del gas natural. Esto podría afectar, directamente, a la UE y a España, especialmente dependientes porque importan más del 90% del petróleo que consumen. Además, las reservas estratégicas de petróleo en Estados Unidos se encuentran en mínimos equivalentes a los de 1983, y los pocos países con margen para incrementar su producción de crudo (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Rusia) puede que no estén por la labor de hacerlo sin concesiones políticas significativas.6. Sur(es) y Norte(s)tSi en nuestro ejercicio para 2023 anunciábamos la consolidación del Sur Global como espacio de confrontación y liderazgo, y apuntábamos a la presencia estratégica de India, Turquía, Arabia Saudí o Brasil, en 2024 esta reconfiguración dará una vuelta de tuerca más. Las contradicciones y fragmentaciones de esta lógica dicotómica Norte-Sur quedarán más expuestas que nunca. El Sur Global se ha consolidado como un actor clave en la contestación a Occidente bajo lógicas antiimperialistas o de doble rasero. La imagen más simbólica de este momento de expansión geopolítica la veremos en octubre de 2024, cuando los BRICS se reúnan en Rusia para formalizar su ampliación. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica suman a su club a Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Juntos suponen el 46% de la población mundial, un 29% del PIB global, e incluyen a dos de los tres mayores productores de petróleo del mundo. De esta forma, los BRICS ganarán una voz todavía más potente, aunque inevitablemente también es posible que integren más contradicciones internas y agendas propias. No obstante, la elección de Javier Milei como presidente de Argentina, que ha confirmado su decisión de no unirse a los BRICS, también alimenta la idea de este choque de agendas e intereses en el Sur Global: Arabia Saudí e Irán son competidores por la influencia estratégica en el Golfo Pérsico, e India y China tienen sus propias disputas fronterizas en el Himalaya. El Sur Global seguirá ganando influencia, pero también heterogeneidad. Más allá de una retórica poscolonial compartida, su acción es muy diversa. El Sur Global es multirregional y multidimensional y está compuesto por regímenes políticos diferentes. Pero también es el espacio geográfico donde se consolidan los flujos comerciales globales como consecuencia de la reglobalización. El último informe anual de la OMC confirma que, a pesar de que las economías avanzadas siguen siendo actores clave del comercio mundial, ya no son dominantes. Sin embargo, si en 2023 hablábamos de la aceleración geopolítica de los «otros» con India como símbolo de este potencial liderazgo del Sur Global, en 2024 será América Latina quien tratará de adoptar un papel protagonista. Brasil será el país anfitrión del G-20, mientras que Perú acogerá la Cumbre de Cooperación Económica en Asia Pacífico (APEC).Y en esta superación de dicotomías, también el Norte Global puede sufrir una fractura interna profunda si se confirma el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. La distancia transatlántica se ha impuesto como el nuevo marco de unas relaciones con más carga transaccional que de alianza tradicional. El desencuentro entre Washington y Bruselas se agravará en 2024 cuando Estados Unidos pida a la UE aumentar su contribución al Gobierno de Volodímir Zelensky y la propia lógica de divisiones internas entre socios comunitarios lo impida. Especialmente tenso será el segundo semestre de 2024, cuando Hungría –el país más reticente de la UE sobre la ayuda militar y la futura adhesión de Ucrania– asuma la presidencia rotatoria de la Unión. Será también paradójico que esta brecha en el Norte Global se ensanche por la guerra de Ucrania. Precisamente, en 2023, la invasión rusa fue el mortero que cimentó la unidad transatlántica y confrontó a la UE y a Estados Unidos con los límites de su capacidad de influencia ante un Sur Global que cuestionaba el doble rasero de Occidente. En 2024, en cambio, la guerra en Ucrania puede aumentar la distancia entre Washington y Bruselas.A pesar de esta lógica de confrontación, la miopía geopolítica del binarismo está cada vez más fuera de lugar. Y, sin embargo, cuesta de superar. El hecho de que Estados Unidos y la UE sigan planteándose su relación con América Latina solo como espacio de explotación de recursos y de disputa geopolítica con China es parte de esa miopía. De momento, el fracaso reiterado de las negociaciones para un acuerdo UE-Mercosur alejan una vez más el sueño suramericano de poder reforzar su presencia comercial en el mercado único europeo. Las negociaciones se retomarán en el primer semestre de 2024, después de que Paraguay tome el relevo de Brasil en la presidencia de Mercosur.7. Retroceso en los compromisos internacionales2023 deja la cooperación internacional en la cuerda floja. Con un lenguaje cada vez más contundente, António Guterres declaraba que el mundo está «lamentablemente fuera de rumbo» en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que en 2023 llegaron al ecuador de su implementación. 2024 tiene que demostrar si la comunidad internacional todavía es capaz y quiere consensuar respuestas coordinadas a problemas globales compartidos, a través de órganos de gobernanza colectiva. No será fácil. Estamos ante una aceleración de la crisis ecológica, ante un récord de migraciones y desplazamientos forzosos, así como ante una clara involución de la agenda para la igualdad de género.Por primera vez, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyecta que la demanda mundial de petróleo, carbón y gas natural alcanzará su punto máximo en esta década basándose únicamente en la configuración de políticas actuales, según World Energy Outlook 2023. A corto plazo, los países productores de combustibles fósiles ignoran las alertas climáticas y planean aumentar la extracción de carbón, petróleo y gas. La elección de un Estado petrolero, los Emiratos Árabes Unidos, como anfitrión de una cumbre climática y el nombramiento de un ejecutivo de combustibles fósiles para presidirla, ya era, como mínimo, un mal augurio. Y, sin embargo, la COP28 de Dubái ha sido la primera que ha conseguido sacar un texto que reconoce explícitamente la necesidad de «dejar atrás» los combustibles fósiles: el petróleo, el carbón y el gas, como principales responsables de la crisis climática. Si bien el acuerdo final ha sido celebrado como histórico por hacer referencia a esta necesidad de iniciar una transición (transitioning away from) para garantizar unas emisiones cero netas en 2050, el grado de ambición demostrado no es suficiente para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Asimismo, si bien la creación de un Fondo para Pérdidas y Daños para compensar a los países más afectados por el cambio climático también es un paso positivo, la recaudación inicial de 700 millones de dólares queda muy por debajo de lo necesario. Cada año, los países en desarrollo hacen frente a 400.000 millones de dólares de pérdidas vinculadas a la acción climática. En este contexto, no solo se corre el riesgo de empeorar los impactos climáticos, sino que también veremos emerger, todavía con más fuerza, tensiones sociales y políticas entre gobiernos y sociedades por la explotación de los recursos. En Europa hay una creciente insatisfacción con las políticas de transición climática de la Unión, y el previsible ascenso de las fuerzas euroescépticas y de derecha radical en las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024 puede aumentar todavía más esta presión. La hiperactividad regulatoria en cuestiones climáticas e industriales está aumentando la politización de este tema, avivando el malestar social en ciertos estados miembros. Italia, Polonia, los Países Bajos y ciertos sectores de Alemania, en especial del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), están tratando de limitar las ambiciones de la UE en materia climática. La llegada del nuevo Gobierno sueco, apoyado por la derecha radical, ha frenado de golpe los compromisos climáticos que lideraba uno de los países de la UE que más ha contribuido a las políticas medioambientales comunitarias. Un retorno de Donald Trump a la Casa Blanca también haría tambalear de nuevo algunos de los limitados avances domésticos e internacionales en este ámbito.Según una encuesta realizada por Ipsos, mientras una gran parte de los hogares europeos continúan dando prioridad al medio ambiente frente al crecimiento económico, esta proporción está en declive: si en 2019 un 53% de los hogares preferían la protección del medio ambiente, en 2022 esta cifra se había reducido cinco puntos, pese al impacto evidente de los fenómenos climáticos. Sin embargo, esta tendencia de «no en mi patio trasero» no se limita a Europa. A finales de 2023, hemos visto la resistencia de los panameños contra la ampliación de contratos de minería. Algunos expertos hablan de «choque de ambientalismos» para referirse a la confrontación que surge entre aquellos que quieren proteger los recursos naturales de su país y el deterioro de los ecosistemas, y los intereses de gobiernos que buscan recursos para alimentar su transición energética. Lo mismo puede ocurrir en la UE. A principios de 2024, entrará en vigor la Ley de Materias Primas Críticas que quiere garantizar el suministro de níquel, litio, magnesio y otros materiales esenciales para la transición verde y las industrias estratégicas, vitales para los coches eléctricos y las energías renovables, los equipos militares y los sistemas aeroespaciales, así como para los ordenadores y los teléfonos móviles. Y, en este contexto, la UE prevé revivir la minería en el continente. Una decisión que puede movilizar protestas ecologistas en la Unión en los próximos meses.También en 2024 se espera que los estados miembros de Naciones Unidas lleguen a un acuerdo global para acabar con la contaminación por plásticos. Será un tratado internacional, jurídicamente vinculante, considerado como el pacto medioambiental multilateral más importante desde el Acuerdo de París, y que fijará un plan de actuación hasta 2040.Sin embargo, son las políticas de género y las políticas migratorias las que están más expuestas a esta ola radical que ha transformado las agendas gubernamentales, sobre todo, en la UE y en América Latina. Si bien es verdad que la igualdad de género durante 2023 se ha recuperado a niveles previos a la pandemia, el ritmo de progreso se ha desacelerado. A este paso, se necesitarán 131 años para alcanzar la plena paridad. Aunque la proporción de mujeres contratadas para puestos de liderazgo ha aumentado de manera constante en aproximadamente un 1% anual a nivel mundial durante los últimos ocho años, esta tendencia se revirtió en 2023, retrocediendo a los niveles de 2021. Las emergentes políticas exteriores feministas, que definían aquellos países con un claro compromiso de promover la igualdad de género en las relaciones internacionales, han sumado cuatro bajas importantes en los últimos meses: Suecia, Luxemburgo, los Países Bajos y Argentina. Los cambios de Gobierno, junto con la creciente politización y polarización de las cuestiones percibidas como «feministas», han demostrado el fácil abandono de estas iniciativas, dependientes de las orientaciones progresistas de los gobiernos en el poder. México, otro de los países que ha adoptado estas políticas, se enfrentará a unos comicios en junio que también marcarán la continuidad o el abandono de su compromiso con la igualdad de género en la acción exterior. Y, pese a no tener una política exterior feminista, el retorno de Trump a la Casa Blanca podría llevar al restablecimiento de políticas restrictivas sobre el aborto y de recortes de financiación contra las ONG internacionales que promueven los derechos sexuales y reproductivos.Además, el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) denuncia el resurgimiento de tendencias antifeministas en países como Croacia e Italia, destacando discursos sexistas y homófobos por parte de líderes europeos como Viktor Orbán, Andrzej Duda o Giorgia Meloni, que justifican ataques a los derechos de las mujeres y de las personas LGBTQIA+ y socavan años de esfuerzos para lograr avances en la ruptura de los estereotipos de género. Si bien el Plan de Acción en materia de Género III de la UE tiene vigencia hasta 2025, un cambio de orientación política en Bruselas también diluiría los compromisos de uno de los actores más implicados en este ámbito. En una nota más positiva, será interesante seguir en 2024 los avances de Naciones Unidas respecto a la Convención contra los crímenes contra la humanidad, ya que movimientos feministas y de la sociedad civil de todo el mundo aprovecharán esta oportunidad para tratar de codificar el apartheid de género como crimen contra la humanidad –especialmente debido a la continua discriminación y opresión del régimen talibán hacia las mujeres afganas y a la situación de las mujeres iraníes.También las políticas migratorias europeas han formalizado un retroceso importante. El Pacto Europeo de Migración y Asilo, que está previsto que salga adelante antes de las elecciones europeas de 2024, supone una legitimación de las políticas antiinmigración de la UE. Dicho pacto permite retrasar el registro de los solicitantes de asilo, instaurar procedimientos de asilo fronterizos de segunda categoría y ampliar el tiempo de detención en frontera; es decir, rebaja estándares y legaliza lo que hasta ahora era directamente ilegal. Este acuerdo en ciernes refleja los niveles de polarización y politización que marcan el paso de la respuesta europea a las migraciones. Y, en plena precampaña electoral, la utilización política del debate migratorio será todavía más evidente en los próximos meses. Ello forma parte, además, de otro proceso más de fondo: las políticas de externalización de la migración de la UE, que han alimentado también la estigmatización de los inmigrantes y refugiados en la región de Oriente Medio y Norte de Africa (MENA por sus siglas en inglés). 8. Desbordamiento humanitarioLas guerras y la violencia impulsaron el desplazamiento forzado a escala mundial hasta una cifra récord estimada de 114 millones de personas a finales de septiembre de 2023, según ACNUR. Los principales generadores de estos desplazamientos forzados fueron la guerra en Ucrania y los conflictos en Sudán, la República Democrática del Congo y Myanmar; además de la sequía, las inundaciones y la inseguridad que azota Somalia; así como una prolongada crisis humanitaria en Afganistán.Solo en los primeros seis meses de 2023, se presentaron 1,6 millones de nuevas solicitudes individuales de asilo a nivel mundial, la cifra más alta jamás registrada. No se trata de una situación excepcional. La reactivación de conflictos olvidados ha aumentado los niveles de volatilidad y violencia. En octubre de 2023, más de 100.500 personas –más del 80% de los 120.000 habitantes estimados de Nagorno Karabaj– huyeron a Armenia tras la toma de control del enclave por parte de Azerbaiyán. También hubo miles de desplazados en el norte de Shan, por la escalada de combates entre las Fuerzas Armadas de Myanmar y varios grupos armados. A finales de octubre de 2023, casi dos millones de personas se encuentran desplazadas internamente en Myanmar, en condiciones precarias y necesitadas de asistencia vital. Y las imágenes de más de un millón de palestinos huyendo de sus hogares por los bombardeos israelíes, que se iniciaron tras el brutal ataque de Hamás del 7 de octubre, reflejan la crisis humanitaria que azota Gaza.Sin embargo, este incremento en el número de refugiados y desplazados no ha ido acompañado de un refuerzo de la ayuda internacional necesaria para cubrir sus necesidades. Más de un millón de refugiados rohingya en Bangladesh deberán hacer frente al menguante compromiso internacional. En 2023, Naciones Unidas redujo un tercio la asistencia alimentaria y la ayuda humanitaria a este colectivo. La falta de financiación internacional disminuyó considerablemente los niveles de asistencia en 2023, y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) se vio obligado a recortar entre un 30% y un 50% el tamaño y el alcance de la asistencia alimentaria, monetaria y nutricional que ofrece. 2.300 millones de personas, casi un 30% de la población mundial, hoy están al límite de una situación de inseguridad alimentaria moderada o grave. El alza continuada del precio de los alimentos en 2024 y el impacto de las condiciones meteorológicas adversas en la producción agrícola pueden empeorar todavía más esta situación. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas prevé que entre 105 y 110 millones de personas necesitarán asistencia alimentaria al menos hasta principios de 2024, con un aumento de las necesidades en las regiones de África Austral y América Latina y el Caribe, y una disminución neta en África Oriental.De momento, los expertos alertan sobre el riesgo de una nueva crisis del arroz en 2024, como consecuencia de la restricción en las exportaciones que impuso India para intentar contener los efectos del descenso de producción interna. La ola expansiva de esta prohibición ha provocado también el encarecimiento de los precios del arroz en Tailandia y Vietnam, segundo y tercer mayor exportador de arroz después de India, que han visto aumentar los precios un 14% y un 22%, respectivamente. A ello se suman los efectos del fenómeno climático de El Niño, asociado con el calor y la sequía en todo el Océano Pacífico, que puede dañar la producción de 2024. Por todo ello, los expertos advierten que, si India mantiene las restricciones actuales, el mundo va camino de repetir la crisis del arroz de 2008. El fenómeno de El Niño, que no se disipará hasta mediados de 2024, suele estar asociado, por una parte, a un incremento de las precipitaciones en algunas zonas meridionales de América del Sur, del sur de los Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia central; pero, por la otra, también puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia y partes del sureste asiático. El último episodio de este fenómeno, en 2016, significó el año más cálido jamás registrado, con unos récords globales de calor que todavía no se han superado.Los gobiernos donantes y las agencias humanitarias deben prepararse para un 2024 de grandes necesidades de asistencia en múltiples regiones. 2023 ya nos ha dejado varias muestras de ello: sequía extrema en el Amazonas y restricciones del tráfico marítimo en el canal de Panamá; incendios forestales en Bolivia y cortes de luz diarios en Ecuador debido a la baja producción de electricidad que proviene en más del 80% de centrales hidroeléctricas; las peores inundaciones registradas en el noroeste de Argentina, que provocaron además deslizamientos de tierra que afectaron a más de 6.000 personas; y un devastador huracán de categoría 5 en México que sorprendió a autoridades y científicos, los cuales no pudieron prever la intensidad del fenómeno. 9. Securitización versus derechosEl conflicto entre seguridad y derechos fundamentales ha sido una constante en 2023, y la incertidumbre electoral de los próximos meses fomentará, todavía más, la tentación de las políticas de control y mano dura. El debate público en toda América Latina, sin excepción, ha quedado copado por la seguridad, con efectos directos sobre otras crisis como la migratoria, que desde hace una década afecta a todo el continente, y que en 2024 se prevé todavía más intensa. El bukelismo gana adeptos. El nuevo presidente argentino, Javier Milei, ha declarado su admiración por las políticas de mano dura del presidente salvadoreño, Nayib Bukele. También la campaña electoral en Ecuador estuvo muy marcada por el debate de la seguridad. El continente lucha contra una nueva ola de criminalidad que se ha extendido a países tradicionalmente más estables, que ahora forman parte de rutas rentables del narcotráfico, como son los casos de Paraguay y Argentina. El tráfico de personas, sobre todo la explotación criminal de la crisis migratoria venezolana, también ha crecido en toda América Latina. En este contexto, Naciones Unidas y la Interpol han puesto en marcha una iniciativa conjunta contra la trata de seres humanos. Está por ver el impacto que las elecciones venezolanas puedan tener en esta crisis migratoria, que ya ha provocado la salida de más de siete millones de personas desde 2014.Asimismo, con el aumento de la impunidad, también ha crecido el riesgo de la tentación autoritaria por parte de los gobiernos de la región latinoamericana, con la militarización de la seguridad pública y el debilitamiento democrático en todo el continente. También en la UE. La sensación de vulnerabilidad se ha convertido, desde hace tiempo, en un revulsivo político para determinadas fuerzas en Europa. Desde el inicio de la guerra en Gaza, algunos países europeos han extremado la seguridad por miedo a atentados, hasta el punto de prohibir manifestaciones de apoyo a la población palestina, como fue el caso en Francia. En este sentido, la securitización de los movimientos sociales también emerge como una estrategia que seguirá ganando peso en 2024. Cada vez más, los gobiernos democráticos están extremando la presión sobre los movimientos de protesta: multas, prohibiciones de la libertad de expresión o persecución judicial están empequeñeciendo el espacio de la protesta civil. En este contexto, la UE ha llegado a un acuerdo en 2023 para legislar contra las demandas estratégicas que pretenden desincentivar la participación pública o silenciar a medios independientes (las llamadas SLAP, en sus siglas en inglés) que debería ratificarse antes del final de mandato.Finalmente, el debate de la seguridad y su efecto sobre los derechos individuales marcará también los meses previos a los Juegos Olímpicos de 2024 en París. Grupos de derechos humanos han denunciado los planes del Gobierno francés para la utilización de cámaras de reconocimiento con IA para detectar en tiempo real actividades sospechosas en las calles de la capital durante los juegos. La tecnología es un elemento crucial de la transformación que vive el binomio seguridad y conflicto. Los drones se han convertido en un arma clave para la resistencia en Ucrania, como también lo fue en el arsenal de Hamás utilizado en su ataque del 7 de octubre contra Israel. Precisamente unos Estados Unidos en pleno recorte presupuestario han asignado, en cambio, una inyección de dinero extra, en 2024, al Pentágono para el desarrollo de la llamada «guerra electrónica». 10. Desacoplamiento entre intereses y valoresHay un hilo conductor en muchos de los puntos anteriores que hilvana un mundo cada vez más diverso y (des)ordenado a través de intereses y alianzas cambiantes. En su informe de prospectiva estratégica de 2023, la Comisión Europea reconoce que la «batalla de narrativas» que durante tanto tiempo utilizó como argumento de la confrontación geopolítica entre democracia y autoritarismo está quedando obsoleta. Ello va más allá de la constatación de que Occidente ha perdido la batalla por el relato de la guerra de Ucrania y de que su doble rasero ante los conflictos del mundo empequeñece la capacidad de influencia de la UE. El caso de Sudán es el ejemplo más claro de cómo Occidente puede comprometerse con guerras que considera existenciales para la supervivencia de sus propios valores, como la de Ucrania, mientras ignora el genocidio que se está cometiendo, con asesinatos casa por casa, en los campos de refugiados de Darfur.El mundo se ha transformado en una «batalla de ofertas» que configura tanto la opinión pública como la acción de los gobiernos. Crece la diversidad de opciones y de alianzas. Las narrativas hasta hace poco hegemónicas o están contestadas o ya no sirven para explicar la realidad. En esta «multipolaridad desequilibrada» (unbalanced multipolarity), con potencias medianas marcando agendas regionales, los grandes actores tradicionales están obligados a buscar su propio espacio. La competición global por los recursos que deben alimentar las transiciones verde y digital acentúa, todavía más, esta geometría variable de acuerdos y alianzas. Y los resultados del ciclo electoral de 2024 pueden acabar reforzando está transformación. La tentación aislacionista de Estados Unidos es una realidad. Vladímir Putin revalidará en las urnas su capacidad de resistencia, después de haber sorteado los efectos de las sanciones internacionales y de haber construido un andamio económico para resistir una guerra larga en Ucrania. En India, la popularidad de Narendra Modi permanece intacta y alimenta el dominio de su partido. El interrogante electoral dibuja un 2024 que empieza totalmente abierto. La crisis del orden liberal, agudizada por la reacción internacional a los últimos conflictos, y la erosión del multilateralismo –con el desafío explícito a Naciones Unidas– alimentan todavía más esta sensación de dispersión del poder global hacia una variedad de potencias medianas dinámicas, capaces de ayudar a moldear el entorno internacional en las próximas décadas.Arranca un año clave para evaluar la capacidad de resistencia de unos sistemas democráticos sometidos, desde hace tiempo, a una profunda erosión. Estaremos pendientes del resultado de las urnas, así como de los límites de la impunidad con que actúan, cada vez más desacomplejadamente, las armas.Calendario CIDOB 2024: 75 fechas para marcar en la agenda1 de enero – Renovación Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Argelia, Guyana, la República de Corea, Sierra Leona y Eslovenia empezarán a formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU como miembros no permanentes en sustitución de Albania, Brasil, Gabón, Ghana y los Emiratos Árabes Unidos que finalizan membresía. 1 de enero – Disolución de la República de Artsaj. La autoproclamada república de Nagorno Karabaj dejará de existir a comienzos de año, después de más de tres décadas de control del territorio. En septiembre de 2023, Azerbaiyán emprendió una ofensiva militar con el objetivo de reintegrar este enclave de población mayoritariamente armenia. Esta ofensiva llevó a la autoproclamada república a anunciar su disolución. 1 de enero – Ampliación de los BRICS. Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán se unirán como miembros de pleno derecho en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Finalmente, el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, ha descartado el ingreso de su país. 1 de enero – Presidencia belga del Consejo de la UE. Bélgica asumirá la presidencia rotatoria de la UE en substitución de España y hasta el 30 de junio. El semestre belga marcará el fin de este ciclo institucional en la Unión Europea. 7 de enero – Elecciones parlamentarias en Bangladesh. Estos comicios tendrán lugar en un contexto de una profunda división política del país. Esta división ha llevado a manifestaciones multitudinarias por parte de la oposición a finales de 2023 para reclamar un gobierno interino que supervise las elecciones. La actual primera ministra, Sheikh Hasina Wajed, aspira a renovar su mandato tras 15 años en el poder, mientras su principal contendiente, la líder del Partido Nacional de Bangladesh, Khaleda Zia, se encuentra actualmente en arresto domiciliario por cargos de corrupción. 13 de enero – Elecciones generales en Taiwán. Por primera vez desde la democratización de Taiwán, tres candidatos compiten por la presidencia tras el fracaso de la oposición para establecer un frente común: el actual vicepresidente, Lai Ching-te del gobernante Partido Democrático Progresista; Hou You-yi del Kuomintang; y Ko Wen-je, exalcalde de Taipéi y líder del Partido Popular Taiwanés. El resultado de estas elecciones marcará el curso de la política de Taiwán respecto a China, con la mirada puesta en Estados Unidos, en un momento de crecientes tensiones entre Taipéi y Beijing. 14 de enero – Toma de posesión de Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala. La victoria del candidato del Movimiento Semilla en las elecciones de 2023 supuso una sorpresa general. Desde la celebración de los comicios, la tensión política y social se ha intensificado en el país debido a los esfuerzos de la fiscalía guatemalteca por impugnar los resultados electorales y evitar que Arévalo asuma el cargo. 15 – 19 de enero – Foro de Davos. Cita anual que reúne a los principales líderes políticos, altos ejecutivos de las compañías más importantes del mundo, líderes de organizaciones internacionales y ONGs, así como personalidades culturales y sociales destacadas. Esta edición se enfocará principalmente en examinar las oportunidades proporcionadas por el desarrollo de las tecnologías emergentes y sus repercusiones en la toma de decisiones y la cooperación internacional. 15 – 20 de enero – 19ª Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados. Uganda será la sede de la próxima Cumbre formada por los 120 países pertenecientes a esta agrupación de estados. El lema de esta edición es «Profundizar la cooperación para una riqueza global compartida» y está previsto que se aborden múltiples retos globales actuales con el objetivo de fomentar la cooperación entre los estados miembros. 21 – 23 de enero – Tercera Cumbre del Sur del G-77 + China. Uganda será la anfitriona de este foro que, bajo el lema «No dejar a nadie atrás» busca promover la cooperación Sur-Sur. Los 134 países miembros de Asia, África, América Latina y el Caribe se focalizarán en ámbitos como el comercio, la inversión, el desarrollo sostenible, el cambio climático y la eliminación de la pobreza. 4 de febrero – Elecciones presidenciales en El Salvador. Nayib Bukele, quien encabeza el partido Nuevas Ideas y ocupa actualmente la presidencia de El Salvador, se perfila como el claro favorito para su reelección. Desde marzo de 2022, el país se encuentra en estado de excepción, como respuesta a los desafíos de seguridad que afectaban a la nación. 8 de febrero – Elecciones generales en Pakistán. Desde la destitución de Imran Khan como primer ministro en abril de 2022, Pakistán se encuentra en una situación de inestabilidad política, una profunda crisis económica y un aumento de la violencia por grupos armados. Los comicios serán supervisados por un gobierno interino creado tras la disolución del Parlamento pakistaní en agosto de 2023. 14 de febrero – Elecciones presidenciales y legislativas en Indonesia. Tres aspirantes compiten por suceder al actual presidente, Joko Widodo, que, después de dos mandatos, no puede presentarse a la reelección. El próximo líder se enfrentará al desafío de impulsar el crecimiento en una economía dependiente del consumo interno, impulsar el desarrollo de la industria tecnológica y gestionar las presiones de China y Estados Unidos para proteger sus intereses nacionales. 16 – 18 de febrero – 60ª Conferencia de Seguridad de Múnich. Con carácter anual, es el mayor foro independiente sobre políticas de seguridad internacional que reúne a figuras de más de setenta países con cargos de alto nivel. El fortalecimiento de un orden internacional basado en reglas, el impacto de las guerras en Ucrania y Gaza, la resistencia frente a tendencias revisionistas o las implicaciones del cambio climático para la seguridad serán algunos de los temas principales en la agenda de este año. 17 – 18 de febrero – Cumbre de la Unión Africana. Etiopía, quien ostenta la presidencia de la Unión Africana, será la organizadora de la cumbre. Este año se examinarán algunos de los numerosos frentes abiertos en el continente. Estos ejemplos incluyen: la situación de inestabilidad en el Sahel, la creciente inseguridad alimentaria mundial, los desastres naturales en el continente o el retroceso democrático. Además, las tensiones entre Marruecos y Argelia serán centrales ya que ambos países aspiran a la presidencia. 25 de febrero – Elecciones presidenciales en Senegal. Tras múltiples olas de protestas, el actual presidente senegalés, Macky Sall, anunció su decisión de no presentarse a un tercer mandato. Ha sido la primera vez en la historia democrática del país que un presidente incumbente no se presenta a la reelección. La necesidad de garantizar puestos de trabajo para la población joven del país será una de las cuestiones centrales en la campaña electoral. 26 – 29 de febrero – Mobile World Congress. Barcelona acoge el mayor evento de telefonía móvil del mundo donde reúne a las principales empresas tecnológicas y de comunicación internacionales. Esta edición estará dedicada a la tecnología 5G, la conectividad, la promoción de una inteligencia artificial humanista, o la transformación digital, entre otros temas. 1 de marzo – Elecciones parlamentarias en Irán. Con la mirada puesta en la sucesión del ayatolá Ali Jamenei por cuestiones de edad, los iraníes elegirán a los representantes de la Asamblea Consultiva Islámica y la Asamblea de Expertos; esta última encargada de elegir al nuevo líder supremo en los próximos años. No obstante, estos comicios se encontrarán marcados por la escalada de tensiones en Oriente Medio, y la profunda crisis económica y social que ha aumentado la desafección popular con el régimen. 8 de marzo – Día internacional de la mujer. Se ha convertido en una fecha clave en la agenda política y social de muchos países, como lo demuestran las movilizaciones masivas que han tomado impulso en los últimos años especialmente en América Latina, Estados Unidos y Europa. El objetivo común es la lucha por los derechos de la mujer y la igualdad de género en todo el mundo. 10 de marzo – Elecciones parlamentarias en Portugal. El país afronta elecciones anticipadas después de la crisis institucional abierta por la dimisión del primer ministro socialista António Costa. El exjefe de gobierno portugués fue objeto de una investigación judicial por presuntos delitos de corrupción que afectaron directamente a varios miembros de su gabinete. 17 de marzo – Elecciones presidenciales en Rusia. Aunque se presume que Vladímir Putin logrará la reelección manteniéndose en el poder hasta 2030, Rusia acude a las urnas en un contexto marcado por múltiples desafíos de seguridad interna. La retirada rusa de la región ucraniana de Járkov, el impacto de la guerra en Ucrania, el fallido levantamiento por parte de Wagner el pasado junio y los disturbios antisemitas en el Cáucaso Norte en octubre de 2023, podrían forzar a Putin a realizar profundas remodelaciones de la cúpula política y militar aprovechando el calendario electoral. 18 de marzo – Décimo aniversario de la anexión rusa de Crimea. La anexión de Crimea por parte de Rusia, país que había invadido la región semanas antes, fue formalizada mediante un referéndum sobre el estatus político de Crimea que sucedió sin reconocimiento internacional. La anexión se produjo tras la caída del entonces presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, de orientación prorrusa, tras una serie de protestas que exigían una mayor integración europea. 21 – 22 de marzo – Cumbre sobre Energía Nuclear. La Agencia Internacional de la Energía Atómica junto al Gobierno belga reunirá en Bruselas a más de 30 jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, así como a representantes de la industria energética y de la sociedad civil. La cumbre busca potenciar la energía nuclear frente a los desafíos que suponen la reducción del uso de combustibles fósiles, la mejora de la seguridad energética y el desarrollo económico sostenible. 31 de marzo – Elecciones presidenciales en Ucrania. Según la Constitución ucraniana, las elecciones presidenciales deben celebrarse en el último domingo de marzo durante el quinto año del mandato presidencial. Sin embargo, no es seguro que se acaben convocando ya que la ley marcial, impuesta desde el inicio de la invasión rusa del país en 2022, no permite su celebración. La falta de fondos y la oposición popular de los ucranianos a la celebración de los comicios en tiempo de guerra son factores a destacar. 31 de marzo – Elecciones locales en Turquía. El Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal partido de la oposición, aspira a conservar el control de los municipios clave que obtuvo en 2019. Entre ellos, la capital, Ankara, Estambul, y otras ciudades significativas. La reelección de Recep Tayyip Erdoğan y la retención de la mayoría parlamentaria en las elecciones de 2023 han motivado a su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), a tratar de recuperar terreno a nivel municipal. 7 de abril – 30 aniversario del inicio del genocidio en Rwanda. Tras la muerte de los presidentes de Burundi y Rwanda al estrellarse el avión en el que viajaban, se inició una campaña de exterminio sistemático organizada por el gobierno hutu contra la población tutsi que duraría 100 días. El 15 de julio de 1994, el Frente Patriótico Rwandés estableció un gobierno interino de unidad nacional en Kigali que pondrían fin al genocidio. Se estima que entre 500.000 y 1.000.000 de personas fueron asesinadas. Abril – Mayo – Elecciones generales en la India. Pese a las crecientes tendencias iliberales, la «mayor democracia del mundo» acude a las urnas entre abril y mayo. El actual primer ministro indio, Narendra Modi, aspira a un tercer mandato frente a una oposición más unida que nunca bajo la Alianza Inclusiva de Desarrollo Nacional de la India (INDIA por sus siglas en inglés). 2 de mayo – Elecciones locales en Reino Unido. Las elecciones para renovar los consejos locales y alcaldías en Inglaterra, incluyendo Londres y el condado de Gran Manchester, serán un indicador del nivel de apoyo tanto para el Partido Laborista como para los Conservadores, anticipando las elecciones generales previstas para enero de 2025. 5 de mayo – Elecciones generales en Panamá. La sociedad civil panameña elegirá nuevos representantes para la presidencia, Asamblea Nacional, alcaldía y otros representantes locales. Este proceso electoral tiene lugar en un contexto de marcada polarización y creciente tensión social, acentuadas por temas relacionados con la seguridad interna, disputas políticas y la gestión de los recursos naturales. 19 de mayo – Elecciones presidenciales y legislativas en la República Dominicana. El actual presidente, Luis Abinader, líder del Partido Revolucionario Moderno, busca la reelección en unas elecciones en las que la mayoría de los partidos de la oposición se unirán bajo la Alianza Opositora Rescate, RD. Las tensiones territoriales, migratorias y económicas con la vecina Haití serán temas centrales durante la campaña electoral. Junio – Elecciones presidenciales en Mauritania. El actual presidente, Mohammed Ould Ghazouani, buscará la reelección después de cuatro años de un gobierno continuista que comenzó tras la salida del expresidente Mohammed Ould Abdelaziz en 2019, quien hoy enfrenta acusaciones de múltiples delitos de corrupción. El ganador de las elecciones deberá afrontar crecientes tensiones sociales, así como conflictos geopolíticos en toda la región. 2 de junio – Elecciones generales y federales en México. Claudia Sheinbaum, precandidata a la presidencia de México por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), parte como clara favorita frente a la principal candidatura opositora del Frente Amplio por México, integrado por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD). En estas elecciones no solo se elige a la presidencia y el gobierno, sino también a senadurías y diputaciones federales, así como miles cargos estatales y/o municipales en 30 de las 32 entidades federativas. 6 – 9 de junio – Elecciones al Parlamento Europeo. Las elecciones se llevarán a cabo de manera simultánea en los 27 países que conforman la Unión Europea. Una de las mayores incógnitas será conocer el avance de los partidos populistas y de extrema derecha, el peso de las familias tradicionales socialdemócrata y conservadora, y las posibles alianzas que puedan surgir para la elección posterior de los principales cargos europeos. 9 de junio – Elecciones federales en Bélgica. Coincidiendo con la presidencia belga de la Unión Europea, el país celebrará elecciones federales, europeas y regionales el mismo día. Una de las incógnitas más significativas será el resultado del partido de ultraderecha Vlaams Belang, que aspira a aumentar considerablemente su apoyo hasta poner a prueba la resistencia del cordón sanitario que los ha mantenido hasta ahora apartados del poder. 13 – 15 de junio – 50ª Cumbre del G-7 en Italia. Savelletri, un pequeño pueblo en la región italiana de Apulia será el escenario de una nueva edición del G-7. En esta reunión, se abordarán los principales desafíos geopolíticos a nivel mundial y su impacto en la economía internacional, junto con otros temas fundamentales para la agenda italiana, como la inmigración y las relaciones con África. 20 de junio – Día Mundial del Refugiado. El número de personas desplazadas por la fuerza en 2023 ha alcanzado cifras récord. Los impactos de la guerra en Ucrania, los numerosos conflictos en Oriente Medio y en el continente africano, así como las catástrofes naturales vinculadas al cambio climático, han llevado a un mayor número de desplazados internos y refugiados. Durante esta semana de junio, se dará a conocer el informe anual de ACNUR de tendencias de desplazamientos forzados en todo el mundo. Primer semestre – Despliegue de la Misión Internacional en Haití. Kenia liderará el despliegue de un contingente de seguridad en el cual participarán diferentes países. El objetivo es hacer frente a la violencia de las pandillas haitianas que han provocado una importante crisis de seguridad y de gobernabilidad. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, previa solicitud del secretario general y del primer ministro haitiano, autorizó una misión multinacional de seguridad con un año de duración, en octubre de 2023. Primer semestre – Cumbre del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD). India acogerá una nueva edición de este foro estratégico del Indo-Pacífico del que forman parte Australia, India, Japón y Estados Unidos para abordar cuestiones comunes en materia de comercio, tecnologías críticas, derechos humanos o cambio climático.Julio – 24ª Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai. Kazajistán asume la presidencia anual del principal foro regional de Asia Central en materia de seguridad, economía y política, compuesto por China, India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Los ejes de la presidencia kazaja estarán centrados en cuestiones de seguridad y unidad regional, así como en el desarrollo económico y el comercio regional. Además, se espera que Bielorrusia ingrese en la organización este año. 1 de julio – Hungría asume la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Durante el segundo semestre del año, Hungría asumirá la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, en plenas tensiones con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo por sus incumplimientos de la legislación comunitaria. 8 – 18 de julio – Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible. Líderes y representantes mundiales se reunirán en Nueva York para realizar el seguimiento y monitoreo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de presentar Informes Nacionales Voluntarios de los ODS. El lema de esta edición será «Reforzar la Agenda 2030 y erradicar la pobreza en tiempos de múltiples crisis: la adopción eficaz de soluciones sostenibles, resilientes e innovadoras». 09 – 11 de julio – Cumbre de la OTAN. Washington será la sede de la cumbre de la Alianza Atlántica donde se prevé la presentación de una estrategia de seguridad para el flanco sur en respuesta al mandato surgido de la cumbre de Vilna de 2023. Además, en 2024 se cumple el 75 aniversario de la fundación de la OTAN. 26 de julio – 11 de agosto – Juegos Olímpicos de Verano en París. Francia acoge la XXXIII edición del principal acontecimiento deportivo mundial que se realiza cada cuatro años; una buena oportunidad para el país anfitrión de dinamizar una economía estancada en los últimos años. Agosto – Elecciones presidenciales y parlamentarias en Ruanda. El actual presidente de Ruanda, Paul Kagame, en el cargo desde 2000, opta a la reelección tras sucesivas elecciones en las que ha obtenido más del 90% de los votos. Septiembre – Elecciones parlamentarias en Austria. La mayor incógnita radica en si la actual coalición gobernante de los conservadores (ÖVP) y los verdes (Die Grünen) podrá revalidar su gobierno o si los resultados de la extrema derecha del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), y de los socialdemócratas del SPÖ podrían generar otras mayorías. 22 – 23 de septiembre – Cumbre del Futuro de Naciones Unidas. Basándose en el informe «Nuestra Agenda Común» presentado por el secretario general, António Guterres, en 2021 sobre multilateralismo y cooperación internacional, este evento de alto nivel tiene como objetivo acelerar el cumplimiento de compromisos internacionales existentes, y abordar desafíos y oportunidades emergentes. La culminación de este esfuerzo será la creación de un Pacto para el Futuro, que será negociado y respaldado por los países participantes. 24 de septiembre – 79ª Sesión de Debate General de la Asamblea General de Naciones Unidas. Una cita anual que reúne a todos los líderes mundiales para evaluar el actual estado de sus políticas nacionales y su visión del mundo. 26 –27 de septiembre – 10º aniversario del caso Ayotzinapa. México conmemora el décimo aniversario del caso Ayotzinapa (o caso Iguala), uno de los mayores escándalos de derechos humanos en la historia reciente del país. Aún sin resolver, este caso supuso la desaparición forzosa de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, estado de Guerrero. Octubre – XVI Cumbre de los BRICS. Kazán será la sede de una nueva edición de los BRICS en Rusia, ahora ampliados a 11 países, lo que representa un impulso en los esfuerzos de Moscú por demostrar que el país no está aislado a pesar de la invasión a gran escala de Ucrania. 1 de octubre – 75º aniversario de la fundación de la República Popular de China. Se cumplen 75 años de la fundación de la República Popular China por Mao Zedong, que puso fin a la guerra civil entre el Partido Comunista Chino y el Kuomintang, que estalló inmediatamente tras la rendición de Japón y la disolución del Segundo Frente Unido entre ambas fuerzas políticas durante la segunda guerra sino-japonesa. 6 de octubre – Elecciones municipales en Brasil. Estas elecciones serán un buen termómetro para evaluar el grado de apoyo al Partido de los Trabajadores y al resto de partidos que respaldan al presidente Lula, así como el avance o retroceso de candidatos vinculados al bolsonarismo. En las ciudades donde se requiera una segunda vuelta, esta se llevará a cabo el 27 de octubre. 9 de octubre – Elecciones generales y regionales en Mozambique. El presidente, Filipe Nyusi, concluye su segundo y último mandato presidencial y, según la Constitución, no puede presentarse nuevamente. Su partido, el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), en el poder desde hace décadas, deberá encontrar otro candidato. El próximo gobierno tendrá que hacer frente a diversos desafíos, incluyendo tensiones políticas, un aumento del terrorismo yihadista, y una pronunciada exclusión social. 24 de octubre – Día Internacional contra el Cambio Climático. Tiene como objetivo movilizar y sensibilizar a las sociedades y gobiernos de todo el mundo acerca de los efectos del cambio climático. Se trata de un buen momento para analizar las diferentes agendas de lucha contra la emergencia climática y los avances que se están dando desde los principales países contaminantes. 27 de octubre – Elecciones generales en Uruguay. El Frente Amplio (FA), un partido de centroizquierda, con fuertes vínculos con los sindicatos y otras organizaciones sociales, competirá por la victoria frente a la Coalición Multicolor de centroderecha, actualmente en el gobierno, y que ha enfrentado diversos casos de corrupción en los últimos meses. Noviembre – Cumbre de la APEC. Perú acogerá una nueva edición del foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico, que reúne a 21 países y que se celebrará bajo el lema «Personas, Negocios, Prosperidad». Noviembre – Cumbre sobre el Cambio Climático, COP29. Azerbaiyán acogerá esta nueva edición de la mayor cumbre internacional dedicada al cambio climático. Por segundo año consecutivo, se celebrará en un país cuya economía depende de la producción de combustibles fósiles. Noviembre – XXIX Cumbre Iberoamericana. Ecuador acoge la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno bajo el lema «Innovación, Inclusión y Sostenibilidad». De forma paralela las principales ciudades de América Latina, España y Portugal celebrarán un «Encuentro de Ciudades Iberoamericanas» cuyas conclusiones serán presentadas durante la Cumbre. 4 – 8 de noviembre – XII Foro Urbano Mundial. El Cairo acogerá la reunión más importante en materia de urbanismo y asentamientos humanos organizada por ONU-Hábitat. 5 de noviembre – Elecciones presidenciales en Estados Unidos. El actual presidente Joe Biden aspira a la reelección y, a falta de confirmarse la candidatura del expresidente Donald Trump, la campaña electoral se prevé muy polarizada. El calendario electoral condicionará las decisiones de Washington en política exterior. 5 de noviembre – Elecciones generales en Georgia. La coalición gobernante Sueño Georgiano aspira a revalidar mandato. La guerra en Ucrania ha vuelto a dividir al país entre aquellos que buscan una integración más profunda con Occidente y aspiran a un futuro ingreso en la Unión Europea, y los que abogan por normalizar las relaciones con Rusia. 11 de noviembre – 20 aniversario muerte de Yasir Arafat. El histórico líder palestino y presidente de la Autoridad Nacional Palestina falleció hace 20 años en París. Su papel fue fundamental en el proceso de paz en Oriente Próximo, lo que, junto a los dirigentes israelíes Isaac Rabin y Shimon Peres, les valió el premio Nobel de la Paz en 1994. 18 – 19 de noviembre – Cumbre del G-20 en Brasil. Bajo el lema «Construir un mundo justo y un planeta sostenible», los ejes de discusión y de debate de esta edición incluirán las políticas de transición energética y desarrollo, la reforma de las instituciones de gobernanza global, así como la lucha contra la desigualdad, el hambre y la pobreza. Diciembre – Elecciones presidenciales en Argelia. El presidente, Abdelmadjid Tebboune, previsiblemente optará a la reelección. El país afronta varios desafíos de seguridad debido a la inestabilidad en el Sahel y las crecientes tensiones con Marruecos respecto al Sáhara Occidental. Además, desempeña un papel crucial como proveedor de gas para Europa, en medio de la crisis energética generada por la guerra en Ucrania. Diciembre – Elecciones generales en Sudán del Sur. Los acuerdos de paz de 2018, que pusieron fin al conflicto armado interno que duró cinco años, establecieron la formación de un Gobierno de Unidad Nacional liderado por el actual presidente, Salva Kiir. y su rival, el vicepresidente Riek Machar. Kiir ha propuesto la celebración de elecciones presidenciales libres para finales de 2024. 7 de diciembre – Elecciones presidenciales en Ghana. Se espera que las elecciones sean una carrera de dos entre Mahamudu Bawumia, actual vicepresidente del gobernante Nuevo Partido Patriótico (NPP), y el expresidente John Dramani Mahama, candidato del principal partido opositor, Congreso Nacional Demócrata (NDC). El país se enfrenta a su peor crisis económica en las últimas décadas, y a importantes desafíos de seguridad por el contexto geopolítico en el Sahel. Segundo Semestre – Elecciones presidenciales en Venezuela. El chavismo y la oposición, agrupada bajo el paraguas de la Plataforma Unitaria, acordaron en Barbados la celebración de elecciones presidenciales, a las que se podrá invitar a misiones técnicas electorales de organismos regionales e internacionales. Esta decisión se tomó de forma paralela al anuncio de Estados Unidos del levantamiento de sanciones al gas y al petróleo venezolanos en octubre de 2023. Pendiente – 53º Foro de las Islas del Pacífico. Tonga acogerá una nueva edición del principal foro de discusión panregional de Oceanía, que agrupa los intereses de 18 estados y territorios en materia de cambio climático, uso sostenible de los recursos marítimos, seguridad y cooperación regional. Un espacio geográfico de creciente interés por parte de China y Estados Unidos, que han iniciado una carrera diplomática para atraer a sus esferas de influencia a algunos de estos países y territorios. Pendiente – 44ª Cumbre de la ASEAN. Laos acogerá una nueva edición del principal foro regional del sudeste asiático que agrupa a 10 países, bajo el lema «Mejorar la conectividad y la resiliencia». Pendiente – Cumbre sobre la Seguridad de la Inteligencia Artificial. Francia acogerá la segunda edición de esta cumbre internacional que tiene como objetivo poner en marcha trabajos e iniciativas para abordar los riesgos tecnológicos que plantea la Inteligencia Artificial. La primera edición, celebrada en Londres en 2023, resultó en la Declaración Bletchley, que abogó por una mayor cooperación internacional para abordar los desafíos y riesgos asociados con la inteligencia artificial. Pendiente – XXXIII Cumbre de la Liga Árabe. Bahréin acogerá una nueva edición de la principal organización política que agrupa países de Oriente Medio y del Norte de África. El conflicto palestino-israelí, las cuestiones de seguridad alimentaria y energética, y los impactos regionales de la guerra en Ucrania, serán algunos de los temas principales de discusión y debate. Pendiente – Elecciones presidenciales y parlamentarias en Sri Lanka. La tensión social en el país, inmerso en una profunda crisis económica que ha llevado a un rescate por parte del Fondo Monetario Internacional, ha aumentado en los últimos meses y se espera que se intensifique durante todo el proceso electoral. Pendiente – Elecciones generales en Chad. El presidente interino de Chad, Mahamat Idriss Déby, que asumió el poder en abril de 2021 tras la muerte de su padre, Idriss Déby, mediante la instauración de una junta militar, prometió la celebración de elecciones libres a finales de 2024. El país se encuentra en una profunda crisis alimentaria y de seguridad. Pendiente – III Cumbre para la Democracia. Corea del Sur será la anfitriona de esta cumbre, impulsada por Estados Unidos, que desde 2021 reúne a líderes de gobiernos, la sociedad civil y el sector privado. Tiene como objetivo abordar los desafíos y oportunidades que enfrentan las democracias en el siglo XXI, relacionados con la gobernanza, la protección de los derechos humanos, y la lucha contra la corrupción. Pendiente – Elecciones generales y regionales en Sudáfrica. El Congreso Nacional Africano (ANC), en el poder desde las primeras elecciones libres y generales de 1994, aspira a revalidar el poder, aunque el principal partido opositor, la Alianza Democrática, podría dar una sorpresa. El país enfrenta innumerables desafíos, especialmente en materia de seguridad con altas tasas de criminalidad, una importante crisis energética, y niveles elevados de desempleo. Pendiente – Elecciones presidenciales en Túnez. Serán los primeros comicios tras el autogolpe de Estado del presidente tunecino, Kaïs Saied, en 2021, y el retorno al autoritarismo del único país que parecía haber consolidado la democracia tras las primaveras árabes de 2010-11. Saied ya ha anunciado que no permitirá la presencia de misiones de supervisión electoral extranjeras.
¿Un estudio sobre la normativa comercial en la Castilla bajomedieval a través de las Cortes? La presente Tesis Doctoral es el resultado parcial de un gran Proyecto de Investigación que se gestó hace ya algunos años, y que tenía como objetivo principal el análisis del mercado en la Corona castellana durante los siglos finales de la Edad Media desde el punto de vista de su reglamentación normativa. Ya entonces comprobábamos cómo, en las últimas décadas, se habían incrementado sustancialmente los estudios dedicados a las múltiples facetas del factor comercialización en el Occidente bajomedieval, convirtiéndose en una de las corrientes más fructíferas de buena parte del medievalismo europeo. Sin embargo, también apreciábamos que continuaban siendo relativamente escasos los trabajos que se ocupaban de este fenómeno desde el ámbito del Derecho y, en consecuencia, seguíamos sin tener una idea meridianamente clara de la normativa que regulaba las distintas actividades económicas vinculadas al mercado. Debido a ello se gestó ese gran Proyecto de Investigación, que pretendía atender al estudio de la codificación del fenómeno comercial desde las distintas plataformas normativas vigentes en Castilla entre mediados del siglo XIII y las primeras décadas del XVI. Más que el análisis de la normativa desde un posicionamiento estrictamente jurídico, lo que verdaderamente nos interesaba era conocer cómo ésta se comportó ante el incremento de la incidencia del factor comercialización en el Occidente bajomedieval. Y pretendíamos hacerlo desde aquellos organigramas legales de carácter esencialmente enciclopédico y librario de la corte -representados por los principales textos jurídicos auspiciados por Alfonso X- hasta la normativa municipal, compuesta sobre todo por fueros y ordenanzas locales, pasando evidentemente por un tipo de Derecho tan sugerente como el contenido en los Ordenamientos de Cortes. No en vano, estas tres grandes plataformas jurídicas venían a corresponderse con tres órganos de emisión y ámbitos de aplicación bien diferenciados, e incluso complementarios, lo que nos permitiría obtener una panorámica general de la evolución de la normativa comercial en la Corona castellana a fines del Medievo. Sin embargo, el propio proceso de puesta en marcha de este gran plan de trabajo pronto nos hizo ver que desbordaba con mucho las dimensiones, tanto en tiempo como en trabajo, que exigía la elaboración de una Tesis Doctoral. De hecho, eran muchos y muy complejos los distintos marcos normativos a analizar en cada caso, presentando además cada uno de ellos unas características muy singulares y diferentes en cuanto a naturaleza jurídica, proceso de elaboración y ámbito de aplicación efectiva. Así, del primero de los organigramas jurídicos referidos, representado por la obra legislativa de Alfonso X -imprescindible hito referencial y punto de partida de una nueva etapa en la Historia del Derecho castellano- decidimos ocuparnos en el Trabajo realizado durante el período de Investigación de nuestro Programa de Doctorado. De manera que el estudio de la normativa comercial contenida en la obra legislativa del referido monarca fue así presentado, hace ya algunos años, para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados. Por tanto, lo que se analiza en la presente Tesis Doctoral obedece en realidad a una segunda fase de ese gran Proyecto de Investigación descrito: el estudio de la normativa comercial contenida en los Ordenamientos de las Cortes de la Castilla bajomedieval. Y esto es así, porque una vez que entramos en profundidad en el análisis de este tipo de Derecho y observamos su versatilidad a la hora de codificar aspectos relacionados con el factor comercialización, fuimos conscientes de la complejidad y envergadura del trabajo a realizar, así como de las múltiples aristas que el fenómeno presentaba a lo largo de un marco temporal tan dilatado, lo que nos obligó, por las razones de trabajo y de tiempo ya referidas, a centrar nuestra Tesis sólo en este tipo de normativa. Relegamos, así, conscientemente, a futuras investigaciones el estudio en profundidad de otros marcos normativos donde poder obtener resultados que complementen los que aquí y ahora se presentan. Y es que la creación de normativa en la Castilla de fines de la Edad Media a través de las Cortes, así como la propia naturaleza jurídica de tales Ordenamientos, lo convierten en un escenario especialmente idóneo para el análisis de la regulación del fenómeno comercial. Efectivamente, en el estudio realizado hemos podido comprobar la tendencia de la Monarquía castellana a erigirse, a medida que avanza la Baja Edad Media, como la única fuente de creación de Derecho positivo. Y precisamente se corresponde éste con nuestro verdadero interés, puesto que lo que realmente permite articular esta investigación es la naturaleza jurídica de dichos Ordenamientos de Cortes o, por mejor decir, su fuerza de ley para la totalidad de los territorios incluidos en la Corona de Castilla y, como tal, su capacidad para reglamentar las actividades económicas relacionadas con el mercado. Debemos pues tener en cuenta que a través de la dinámica de Cortes la Monarquía castellana pudo ir imponiendo un Derecho regio y, en consecuencia, avanzar en la paulatina integración de los sistemas normativos. Debido precisamente a ello nos encontramos también ante un Derecho territorial, es decir, con un ámbito de vigencia para el conjunto de la Corona castellana. A ambas realidades tenemos que sumar su propia dinámica de creación progresiva a lo largo del tiempo, lo que convierte a tales Cuadernos de leyes en un organigrama mucho más flexible y apegado a la realidad, más dinámico que otros marcos jurídicos, otorgándole además una considerable capacidad de adaptación a las cambiantes realidades y coyunturas económicas. Y todo ello sin olvidar la participación en su génesis, desde el ámbito del consejo y el asesoramiento, de los ejes en torno a los cuales se vertebrada el poder político en la Castilla bajomedieval: nobleza, clero y ciudades. De hecho, de alguna forma, el análisis de esta singular plataforma legal puede reportar la visión de los diferentes estamentos al respecto de la normativa comercial, particularmente la de un grupo, el de las oligarquías urbanas, especialmente relacionado con las dinámicas de mercado. No obstante, y como resulta lógico, a la hora de plantear la viabilidad de un estudio sobre la normativa comercial contenida en los Ordenamientos de las Cortes de la Castilla bajomedieval contábamos con una serie de hipótesis de partida. Entre ellas podemos destacar, de manera necesariamente sintética, las siguientes: la importancia del factor comercialización en los cambios estructurales operados en el Occidente bajomedieval, el protagonismo del Derecho en el paulatino desarrollo e integración de los mercados, y el creciente papel de la norma y de su utilización por parte del poder político, en particular por los nacientes estados, como agentes dinamizadores del crecimiento económico en general y del fenómeno del comercio en particular. Como decimos, la primera de tales hipótesis de partida se corresponde con la creciente importancia del factor comercialización en las transformaciones sistemáticas que se producen en buena parte de Occidente durante los siglos finales del Medievo. Nos encontramos ante un periodo gozne entre lo genuinamente medieval y lo moderno, donde se aprecian tanto realidades que se pretenden rebasar, aunque sin sufrir una drástica y completa pérdida de vigencia, como los gérmenes de otras nuevas, propias de los siglos modernos, cuyos fundamentos pueden rastrearse sin dificultad durante estos siglos finales de la Edad Media. Pues bien, dentro de este conjunto de transformaciones pensamos que el factor mercado desempeñó un papel determinante. Como hemos adelantado se trata ésta de una de las líneas de investigación que ha venido marcando mayores novedades en el ámbito del medievalismo europeo. La Historia siempre es presente, de ahí que la crisis por la que aún atraviesa tanto España como buena parte de Europa, en la que parece que "los mercados" tienen mucho que decir, propició la génesis de estudios sobre la realidad y el significado de éstos, tanto en el momento presente, como en los no menos difíciles momentos de los siglos finales del Medievo. Los primeros grandes trabajos sobre la importancia de la comercialización en los cambios operados en la Baja Edad Media procedieron de la historiografía británica, pero el protagonismo del factor mercado se fue pronto abriendo a otras historiografías y áreas de Occidente, hasta consolidarse definitivamente su redescubrimiento por buena parte del medievalismo europeo. No obstante, el comercio siempre es el resultado de una determinada organización social y, como tal, supone ciertas costumbres sociales, económicas e institucionales, necesitando para su florecimiento de una determinada organización jurídica. Precisamente la importancia de esta ordenación legal constituye la segunda de nuestras principales hipótesis de partida. Pese a que en ocasiones el estudio de la ley ha sido denostado, o bien reservado a la labor exclusiva de historiadores del Derecho, no por ello deja de ser evidente su importancia la hora de conocer cualquier sociedad. La ley, definida como promulgación de una regla en nombre de la autoridad pública para ordenar las relaciones entre los miembros de una colectividad de carácter público, ofrece grandes posibilidades para el historiador. Su conocimiento y estudio no abre sólo el campo a una fuente para la historia jurídica, sino que, en cierta medida, es también un espejo del pensamiento y de la realidad política, convirtiéndose en cierta manera en una imagen determinada de la sociedad, en una definición, en suma, del orden ideal de ésta. En efecto, el estudio de los modos de creación del Derecho y el examen de las instituciones jurídicas pueden constituir un método conducente al conocimiento y explicación de sociedades pasadas. Ahora bien, esta concepción nos obliga a rehuir de una noción de Derecho puramente normativista que entiende el ordenamiento jurídico como un simple conjunto de normas más o menos desarrollado, de forma que parece más operativo considerarlo como un instrumento para la resolución de los conflictos de intereses que se producen en toda sociedad. Esta segunda acepción, mucho más funcional a la hora de analizar y comprender el Derecho en su evolución histórica, también posibilita una captación del fenómeno jurídico mucho más dinámica e integradora. Por tanto, en función de nuestro objeto de estudio, resulta necesario conocer la existencia de un armazón teórico suficiente para el desarrollo de unas nuevas estructuras económicas que, tal y como sosteníamos en nuestra primera hipótesis, comenzarán a estar basadas de forma creciente en las transacciones de mercado. En este punto, sin embargo, precisaría ser aclarado el sentido de la utilización del concepto de "normativa comercial", ya que a pesar de lo que se analiza en el presente estudio es un marco esencialmente jurídico, no es un estudio de Historia del Derecho, sino un análisis de la evolución de la reglamentación de las actividades económicas vinculadas al factor mercado. Por razones similares también rehusamos de la utilización de los términos de "Derecho mercantil" o de "Derecho comercial", en tanto y en cuanto no se estudia, desde un punto de vista técnico -más propio de un historiador del Derecho- el conjunto de usos que el estamento de los comerciantes elabora para disciplinar de autónomo los tráficos comerciales, sino la progresiva atención que, desde un plataforma legal muy concreta, se le presta al fenómeno comercial en un sentido amplio. De ahí que a lo largo de este trabajo aboguemos por una concepción general de la ley como resultado de una serie de intereses, sean individuales o colectivos, propios de un grupo social concreto o de distintas instituciones. En cualquiera de tales casos, de ello se desprende una visión dinámica de la legislación que no siempre ha sido tenida en la suficiente consideración por los sectores más tradicionales de la historiografía jurídica pero que, como tal, hubo de jugar un importante papel en el desarrollo de las actividades comerciales. No en vano, pensamos en la existencia de una evidente influencia de los factores económicos, en este caso de los vinculados al factor mercado, en el desarrollo del Derecho, de manera que estos últimos pudieron condicionar, al igual que los políticos y sociales, la formación y evolución de las estructuras legales. Y este mismo razonamiento puede ser también invertido, de forma que un marco legal cada vez más complejo y coherente pudo beneficiar un mayor desarrollo del comercio. Por este camino pensamos que se puede vislumbrar una novedosa vía de acercamiento al fenómeno comercial. Para ello también resulta necesario ampliar la noción tradicional de mercado, rebasando los encorsetados límites de una interpretación excesivamente economicista, para entenderlo como elemento cultural y político. Y directamente relacionada con esta importancia del marco normativo en el desarrollo de los mercados se encuentra la tercera de las hipótesis principales sobre las que se vertebra el presente estudio: la utilización del Derecho por parte del poder político a la hora de la construcción de un estado cada vez más centralizado y, sobre todo, el papel de ambos fenómenos como agentes dinamizadores del comercio. Como ha sido recientemente demostrado, la tecnificación y amplitud del Derecho y la centralización del poder político pudo influir positivamente en el desarrollo de las dinámicas de mercado, facilitando su integración por la vía de la reducción de los costes institucionales derivados de una situación de multiplicidad jurisdiccional y de particularismo jurídico. Las primeras reflexiones que empezaron a tener en cuenta la incidencia de las instituciones, incluidas las estructuras jurídicas, en el desarrollo y evolución de las realidades económicas procedieron de historiadores de corte estructuralista preocupados por la historia general de Occidente y, particularmente, por su evolución económica. Desde esta óptica se llegó incluso a intentar explicar el ascenso del mundo Occidental destacando que las estructuras institucionales constituyeron un factor determinante en el desarrollo económico. Sin aceptar por completo tales argumentaciones, sí pensamos que la creación de los estados territoriales en la Europa premoderna pudo contribuir al desarrollo comercial y, con ello, al crecimiento económico. Y uno de los principales campos operativos de esa consolidación de los estados territoriales se produjo precisamente en el campo del Derecho, a través de la territorialización de los sistemas normativos y del avance en la uniformidad legal, mecanismos ambos favorecedores de la integración de los mercados. Este fenómeno de construcción de unos estados cada vez más centralizados en un contexto que creciente importancia del factor mercado tuvo una honda y evidente repercusión en el campo del Derecho, mediante la puesta en marcha de una creciente normativa destinada a obtener una mayor codificación de las actividades comerciales. De hecho, desde el siglo XIII en adelante nos encontramos en un contexto general de creciente control y reglamentación de la circulación mercantil implementada desde el poder político. Así, a la hora de emprender un análisis sobre un Derecho crecientemente preocupado por la regulación del fenómeno del mercado, no debemos perder de vista que ante lo que nos encontramos en realidad es ante el progreso en la codificación de un tipo de variable que supone su introducción en la esfera de los mecanismos de reproducción del dominio político. En nuestro caso concreto, estos avances en la reglamentación del fenómeno comercial se identifican con la institución monárquica en tanto órgano emisor del organigrama normativo objeto de análisis. En consecuencia, este incremento de un Derecho preocupado por el factor mercado puede ser entendido también como uno de los fenómenos subsidiarios de ese proceso multisecular y complejo que es el nacimiento del tradicionalmente calificado, a pesar de la existencia de una intensa polémica al respecto, como estado moderno. Si tenemos en cuenta todas estas hipótesis de partida, podemos comprobar que, en realidad, en el ámbito historiográfico más reciente tan sólo se ha visto reflejada la primera de ellas. En efecto, durante las últimas décadas se ha producido un incremento notable de los estudios dedicados a las múltiples realidades del mercado durante los siglos finales de la Edad Media. Sin embargo, la ausencia de trabajos en los que se desarrollan el resto de las hipótesis señaladas, es decir, el protagonismo del Derecho en el desarrollo e integración de los mercados y el creciente papel de la norma y de su utilización por parte del poder político como agente dinamizador del comercio siguen siendo bastante notables. Y el medievalismo hispánico no constituye ninguna excepción en este sentido. Así, en lo que respecta a la Península Ibérica, es cierto que en las últimas décadas han aumentado sustancialmente los estudios relacionados con el mercado, convirtiéndolo así, en sintonía con otras historiografías europeas, en uno de los principales protagonistas de los siglos finales del Medievo. En este sentido, y aunque en Castilla se han producido algunos avances relevantes, quizás sea en el ámbito de la Corona de Aragón donde esta realidad se constata de una forma más nítida. Ahora bien, tanto en un caso como en otro se sigue adoleciendo de trabajos que abordan el estudio del mercado desde la perspectiva del Derecho y, singularmente, desde el avance de la normativa destinada a codificar y establecer un marco jurídico base sobre el que habrían de desarrollarse este tipo de actividades económicas. Tal es así que, a día de hoy, aún sigue teniendo vigencia el ya muy antiguo estudio realizado por el profesor García de Valdeavellano, uno de los escasos análisis del mercado medieval desde el punto de vista de las instituciones jurídicas que lo conforman. Es cierto que, desde el ámbito comarcal y local, sobre todo en trabajos referidos a ciudades concretas, se han producido algunos tímidos avances en esta línea pero, en general, se sigue careciendo de una perspectiva de conjunto que aborde el fenómeno del mercado desde este punto de vista. Por tanto, ¿qué es exactamente lo que pretendemos con este trabajo? En primer lugar conocer el comportamiento y la evolución de un determinado marco jurídico ante la creciente incidencia de un factor, el mercado, que, como hemos visto, comienza a ser determinante en la Europa de finales del Medievo e inicios de la Edad Moderna; y concretamente de la normativa comercial contenida en los Ordenamientos de las Cortes de la Castilla bajomedieval. Así, pese a la necesidad de contar con una nueva recopilación, bajo mejores y más actuales criterios de edición, de los Ordenamientos de Cortes, pensamos que resulta viable utilizar los hasta ahora conocidos para intentar conocer -de la misma forma que se ha realizado con el análisis puntual de diferentes realidades socioeconómicas- la codificación del factor mercado y la regulación normativa de la comercialización en la Corona castellana de los siglos finales de la Edad Media. Tomando pues como punto de partida este destacado papel del fenómeno comercial dentro del conjunto de reconversiones que los nuevos tiempos parecen imponer, hemos estimado oportuno preguntarnos si podemos verificar tales presupuestos a parir del análisis de la normativa. Es decir, comprobar si ésta se hace eco, o no, y en qué medida, de ese creciente protagonismo del factor mercado. Precisamente lo que pretendemos es el examen de un importante tipo documental desde una óptica interpretativa y una revisión historiográfica bastante reciente. De hecho, y aunque desde una perspectiva superficial y excesivamente concreta, desde el punto de vista cronológico ya ha sido ponderado el papel de las Cortes de Castilla como institución inspiradora de la política económica a través de los capítulos, condiciones y memoriales dirigidos al monarca mediante los cuales los procuradores sugerían intervenciones legislativas en un sentido determinado. Si los Cuadernos de Cortes contribuyeron, de esta forma, a configurar buena parte del marco jurídicoinstitucional de la actividad económica de Castilla durante la Edad Moderna, pensamos que, desde el punto de vista cronológico, esta misma faceta se puede ampliar en lo referente al fenómeno del mercado a los siglos finales de la Edad Media. Unido a ello, también se pretende comprobar hasta qué punto el marco jurídico en el que se produjo el renacimiento comercial de la Baja Edad Media era tan poco favorable a la actividad mercantil como en ocasiones se ha querido presentar. La actividad de los monarcas castellanos en el ejercicio de sus prerrogativas en la creación de Derecho resultará fundamental en este sentido, especialmente a la hora de paliar la tradicional dispersión del poder público, lo que tenía su traducción en una importante atomización de los sistemas normativos y en un encarecimiento de los costes institucionales del comercio. De ahí que esperamos calibrar cómo se combate esta última realidad tomando como referencia un tipo de normativa muy singular por su carácter dinámico-territorial, y conocer las decisiones tomadas en relación a la creciente incidencia del fenómeno comercial, esto es, el papel desempeñado por el Derecho como nuevo y dinámico medio de la acción de gobierno. En nuestro caso concreto esta última realidad nos permitirá conocer el comportamiento de la Monarquía castellana ante el incremento de las actividades comerciales: ¿se limitan o se fomentan los intercambios? ¿cuándo y cómo se opera en un sentido o en otro? ¿se deriva algún tipo de beneficio de toda esta regulación normativa? Pretendemos pues calibrar en qué medida existe una imbricación entre el creciente poder de la institución monárquica, los progresos dados en la unificación territorial y una creciente unificación jurídica y económica de carácter territorial en el desarrollo del comercio. Aparte de ello, el marco normativo analizado en nuestro caso se muestra especialmente interesante para verificar la evolución del tratamiento legal del mercado, pues aparte de su creación progresiva a lo largo del tiempo, un análisis detenido de los Ordenamientos de Cortes no sólo nos permitirá conocer los intereses de la Monarquía castellana en la puesta en marcha de una u otra normativa comercial, sino también de las opiniones al respecto de otros estamentos y, de manera particular, de los representantes de las ciudades. Por esta razón en todos los Cuadernos de Cortes conservados analizaremos tanto las disposiciones regias como las distintas demandas que, en materia comercial, son presentadas por los procuradores ciudadanos. No en vano, pensamos que es ésta una útil vía a la hora de reconstruir los intereses comerciales de una determinada élite política, y conocer en qué medida se corresponden, o no, con los de la Monarquía. Y todo ello con la particularidad de que buena parte de estos procuradores se identificaron muy pronto con la oligarquía que controlaba la vida política de las principales ciudades castellanas, y muchos de estos individuos tenían una intensa vinculación con el fenómeno del mercado. No obstante, convendría dejar claro que, en esencia, no se pretende el análisis de un tipo de Derecho creado por los propios intervinientes en el comercio, sino el de una serie de normas que, dictadas por los titulares del poder político a raíz de la celebración de Cortes, influyeron en su desenvolvimiento, es decir, en lo que hoy podría considerarse como el régimen de Derecho público del comercio bajomedieval. Somos pues perfectamente conscientes que nuestro trabajo se mueve dentro de un plano jurídico-teórico. Resulta indudable, en consecuencia, que a partir de éste sólo podremos acceder al comportamiento de una realidad estrictamente normativa, esto es, a cómo, de iure, se codifican una serie de actividades económicas que, de facto, bien pudieron discurrir por otros derroteros. Ahora bien, no por ello deja de ser cierto que, a estas alturas, no existe aún entre la historiografía castellana un trabajo de tales características o, lo que es lo mismo, un estudio global preocupado por esta evolución de la conducta jurídica ante el fenómeno comercial a fines del Medievo. Por ello mismo, y a pesar de lo poco atractivo que a priori puedan resultar estudios de este tipo, pensamos que resulta muy conveniente contar con un esquema jurídico de tales características, por muy teórico que sea, sobre el que ir insertando, posteriormente, nuevas aportaciones de naturaleza más práctica. De manera que, en la línea de la concepción de la realidad normativa por la que abogamos, pensamos que la ausencia de formación como historiador del Derecho no es óbice para que ignoremos la importancia de la norma como marco regulador de las relaciones internas de cualquier sociedad. La necesidad de conocer la legislación que rige en un territorio y en una época concreta es una base teórica difícilmente eludible a la hora de aproximarnos a cualquier conjunto humano. En nuestro caso, y como no podía ser de otra forma, nos centramos en un marco espacio-temporal muy concreto: la Castilla bajomedieval. Se trata éste de un período que, como advertíamos al principio, presenta unas características peculiares que permiten individualizarlo, verificando así tanto la pervivencia de realidades propias de épocas anteriores como el germen de otras que van a caracterizar los tiempos modernos. En lo que respecta al punto de inicio de nuestro trabajo, éste se situará en el reinado de Alfonso X. Es evidente que con la obra legislativa y la particular concepción jurídico-política de este monarca se inicia en la Corona de Castilla una nueva etapa en la Historia del Derecho, caracterizada por el inicio de la integración de los sistemas normativos sobre la base de un nuevo Derecho regio fuertemente influenciado por el fenómeno de la Recepción del ius commune. Además, en lo que respecta a la procedencia del marco normativo objeto de nuestro estudio, fue Alfonso X quien –a pesar de la existencia de importantes precedentes- verdaderamente institucionalizó de forma estable y duradera a las Cortes de Castilla, y no sólo por convocarlas con una cierta regularidad, sino que fue el primero que, de forma definitiva, estableció un procedimiento habitual de diálogo y coordinación política entre la Monarquía y las aristocracias ciudadanas, al regularizar y dotar de contenido a las reuniones de Cortes. En otras palabras, fue Alfonso X quien convirtió definitivamente a las Cortes de Castilla en una herramienta de gobierno y de creación de Derecho. En cuanto al punto final de nuestro estudio, nos detendremos en las Cortes celebradas, justo antes del estallido de las Comunidades, entre Santiago y La Coruña en el año 1520. Y aunque no estamos del todo de acuerdo con las interpretaciones que defienden que a partir de entonces las Cortes de Castilla pierden todo protagonismo, no deja de ser cierto que desde entonces la vida de tales asambleas presenta algunos elementos diferenciales. Aparte de ello, no debemos olvidar que lo que pretendemos es reubicar, a través del estudio de la normativa, el fenómeno del mercado en una posición de mayor protagonismo en los cambios operados durante los últimos siglos de la Edad Media, por lo que el inicio de la segunda década del siglo XVI parece una fecha más de suficiente para poder evaluar la incidencia de tal fenómeno. Pensamos así que una "larga" Baja Edad Media constituye un gran período de cierta homogeneidad a la hora de analizar a las Cortes de Castilla y, sobre todo el Derecho sancionado en tales asambleas relacionado con el comercio. De manera que el hecho de abarcar un espacio temporal lo suficientemente dilatado nos permitirá poder comprobar la evolución, en la larga duración, de la normativa comercial contenida en este singular organigrama legislativo, analizar tendencias, modificación de razones que se encuentran detrás de la codificación de las transacciones comerciales en un sentido u otro, etc. Desde el punto de vista de las fuentes y la metodología empleadas para la realización del presente estudio, como resulta comprensible, el grueso fundamental lo constituye un análisis minucioso y detenido de todos y cada uno de los Cuadernos de las Cortes de Castilla recopilados en su día, bajo la dirección de don Manuel Colmeiro, por la Real Academia de la Historia. A pesar del evidente paso del tiempo y de las carencias que, sobre todo en función de los actuales criterios de edición de fuentes, presentan muchos de estos Ordenamientos, a día de hoy sigue sin emprenderse la ardua tarea de realizar una edición crítica, con la incorporación de Cuadernos en su día desconocidos, de toda la documentación emanada de las Cortes en la Castilla bajomedieval. A pesar de tales deficiencias, el manejo y la consulta de los Ordenamientos recopilados por la Real Academia de la Historia sigue siendo imprescindible y, como decimos, ha constituido la principal base documental de nuestro trabajo. No obstante, y puesto que con el paso del tiempo se ha venido verificando la existencia de Ordenamientos que en su día no fueron recogidos, todas estas aportaciones progresivas han sido profusamente utilizadas para este estudio, intentando con ello suplir las lagunas de la base documental referida. De esta forma, hemos rastreado y manejado con el mismo nivel de minuciosidad todos aquellos trabajos que han sacado a la luz tanto nuevos Ordenamientos de Cortes de los que no se tenía constancia como otros tipos documentales directamente relacionados con la historia de esta institución durante los siglos finales de la Edad Media y principios de la Moderna. E incluso también hemos hecho lo propio con ediciones más recientes y bajo criterios más actuales de Ordenamientos de Cortes que ya en su día sí fueron recogidos por la Real Academia de la Historia. Desde el punto de vista metodológico procede recalcar que no sólo se han analizado con calma los diferentes Ordenamientos de leyes sancionados en Cortes, sino también todas y cada una de las distintas demandas formuladas, particularmente, por los representantes de las villas y ciudades durante la celebración de tales asambleas, las cuales aparecen recogidas en los conocidos como Cuadernos de peticiones. Esta realidad nos permitirá tomar el pulso a las inquietudes en materia comercial de uno de los pilares fundamentales en torno a los cuales se aglutinaba el reino y, a su vez, también nos brindará la oportunidad de conocer en qué medida hay una coincidencia de intereses entre las opiniones de los procuradores ciudadanos y las decisiones finalmente sancionadas por la Monarquía. Lo que pretendemos es conocer las inquietudes de las Cortes como institución en los asuntos relacionados con el comercio en la Castilla de los siglos finales de la Edad Media; de hecho, y aunque desde ópticas diferentes, se trata ésta de una vía de análisis cuyas posibilidades han sido suficientemente demostradas. Ahora bien, aparte de la utilización de los Ordenamientos publicados por la Real Academia como otros muchos que, procedentes sobre todo de diferentes archivos municipales, han ido saliendo a la luz en fechas posteriores, también se ha exprimido al máximo la ingente labor historiográfica dedicada a las Cortes de Castilla durante la Edad Media. Esto nos ha permitido contextualizar en cada caso concreto el ambiente en que se fueron desarrollando cada una de las reuniones de Cortes y, junto con el manejo de otras fuentes archivísticas, nos ha brindado la oportunidad de enriquecer sustancialmente el conocimiento sobre las Cortes de la Castilla bajomedieval y, en consecuencia, situar mejor el protagonismo jugado por ellas en cada momento en la génesis de normativa dedicada a codificar diferentes aspectos vinculados al mercado. Para completar esta visión global de la elaboración de Derecho, también se ha realizado un estudio minucioso de otros importantes Ordenamientos de leyes que, aunque nunca fueron sancionados en una reunión de Cortes, tuvieron mucha importancia en la Castilla bajomedieval, sirviendo en muchos casos para la elaboración de otros conjuntos de leyes de igual o superior relevancia. Tal en el caso, por ejemplo del Ordenamiento Real de 1346, el cual inspiró en buena medida el importantísimo Ordenamiento sancionado en las Cortes de Alcalá de Henares de 1348. Y algo similar podemos decir del no menos trascendente Ordenamiento Real de Medina del Campo de 1433 que, si bien ha pasado bastante desapercibido hasta fechas relativamente recientes, tiene una importancia enorme, pues constituye el primer gran intento recopilador de leyes, a instancias precisamente de las Cortes, de la Castilla bajomedieval. De hecho, desde el año 1433 se toma conciencia del grave problema que suponía la acumulación de un abundante número de normas que se habían ido reuniendo de reinado en reinado, sin llevarse a cabo ninguna forma de sistematización ni ordenación, hasta el extremo de hallarse vigentes leyes que podían dar lugar a contradicciones entre sí. De manera que, por un lado, este Ordenamiento de 1433 sitúa a las Cortes en el centro de la iniciativa de la actividad recopiladora y, por otro, adelanta en casi medio siglo el comienzo de la actividad de compilación legal en la Corona de Castilla. Y puesto que hablamos de recopilaciones de leyes, nuestro ámbito de estudio también se ha extendido al rastreo sistemático de las grandes compilaciones legislativas que se emprenden desde la segunda mitad del siglo XV en adelante, y que permanecerán constantes durante prácticamente toda la Edad Moderna. Así, en 1484 los Reyes Católicos encomendaron al reputado jurista Alonso Díaz de Montalvo que comenzase a trabajar en esta materia; su resultado, el conocido como Ordenamiento de Montalvo, que hemos analizado por dos razones fundamentales. Por un lado, en él se recogen distintas Ordenanzas, Pragmáticas y leyes de Cortes dictadas en Castilla desde el reinado de Alfonso XI en adelante, por lo que su análisis sistemático ha permitido paliar y completar, con una visión mucho más generalista y con visos de continuidad, algunas de las carencias procedentes de la comentada edición de los Ordenamientos de Cortes. Por otra parte, estas Ordenanzas Reales de Castilla reunidas por Montalvo, que fue su verdadero nombre, tuvieron una aplicación efectiva en el Derecho castellano de fines del siglo XV y principios del XVI -al menos así parece avalarlo el hecho de que se llegasen a hacer cuatro ediciones en apenas treinta años-, por lo que su manejo resulta imprescindible para tener un conocimiento profundo de la realidad legal. Por unas razones muy similares a las aducidas para este Ordenamiento de Montalvo, esta misma dinámica metodológica también ha sido aplicada a las Leyes de Toro de 1505. Aunque en este caso tal corpus legislativo sí obtuvo su definitiva sanción legal en una reunión de Cortes, su importancia en la Historia del Derecho de Castilla no es para nada despreciable, al recoger y aclarar buena parte de toda la herencia normativa anterior. Unido a ello, y puesto que desde mediados del siglo XV se comienza a generalizar la creación de Derecho positivo por parte de los monarcas al margen de las Cortes, acudiendo principalmente a la emisión de Pragmáticas, también se ha realizado una utilización igualmente profusa y minuciosa del Libro de Bulas y Pragmáticas de los Reyes Católicos. El manejo de esta obra para completar nuestro conocimiento sobre la normativa comercial resulta muy interesante por dos motivos principales: por un lado constituye, al igual que los Ordenamientos de Cortes, un Derecho territorial para toda la Corona castellana; por otro, también tuvo una aplicación efectiva en los tribunales, dando en buena medida solución a las dificultades que el conocimiento de las leyes presentaba, de manera que desde su aparición fue diariamente utilizada en la aplicación del Derecho. De hecho, en el Libro de Bulas y Pragmáticas hemos encontrado intensamente codificados muchos e importantes aspectos vinculados al mercado. Y la misma dinámica de trabajo hemos seguido también con las grandes compilaciones de leyes de la Edad Moderna, que analizamos de una forma igualmente minuciosa. Aunque éstas se llevan a cabo en una cronología posterior a nuestro ámbito de estudio, tanto la Nueva Recopilación como la Novísima constituyen interesantes fuentes de información a la hora de reconstruir la normativa comercial de fines de la Edad Media. Esto nos ha permitido, en primer lugar, verificar el destacado papel de las Cortes como inspiradores de Derecho en la Corona de Castilla, en tanto y en cuanto tendremos la oportunidad de comprobar que muchas de las leyes vinculadas al fenómeno del mercado contenidas en la Nueva Recopilación y en la Novísima procedían directamente de antiguos Ordenamientos de Cortes -de una forma similar a lo que sucede con el Ordenamiento de Montalvo y las Leyes e Toro de 1505- por lo que el análisis de estos grandes corpora también nos ha servido para paliar las deficiencias que presentan los Cuadernos editados en su día por la Real Academia de la Historia En segunda instancia, a través de un análisis de la normativa comercial presente tanto en la Nueva Recopilación como en su posterior ampliación podemos calibrar el nivel de permanencia temporal, más allá de los límites cronológicos objeto de este estudio, de algunas de las más importantes referencias legales vinculadas a la codificación del mercado. Asimismo, también podremos constatar la vigencia de buena parte de la mentalidad que late detrás del organigrama normativo relacionado con esta temática, y cómo muchos de los puntos fundamentales de la mentalidad jurídica del fenómeno mercantil que cristalizan durante los últimos siglos de la Edad Media permanecerán activos durante buena parte del Antiguo Régimen. Y, en última instancia, dentro de este apartado dedicado a fuentes y metodología quisiéramos destacar la utilización de un prolijo aparato bibliográfico para la realización de este trabajo. En primer lugar ha sido preciso conocer a fondo la institución generadora de la normativa objeto de estudio, lo que desde un primer momento nos obligó a manejar la abundantísima bibliografía referida a las Cortes de Castilla, sin duda alguna uno de los temas predilectos del medievalismo español. Por otra parte, también tuvimos que realizar un importante esfuerzo a la hora de aprehender el proceso de creación de Derecho en la Castilla de fines de la Edad Media, la complejidad de sus diferentes sistemas normativos, así como la caracterización jurídica de los propios Ordenamientos de Cortes, lo que nos exigió penetrar en una bibliografía más técnica y especializada, propia de historiadores del Derecho, con la que intentar suplir las carencias de nuestra formación en este ámbito. Unido a ello, y debido a la profunda carga teórica contenida en buena parte de la legislación sobre el comercio, nos vimos obligados a manejar trabajos de teoría económica medieval y de la doctrina de la Iglesia en relación con el mercado, para poner así comprender buena parte de la mentalidad comercial contenida en los Ordenamientos de las Cortes de Castilla. Asimismo, la complejidad de algunos de los temas tratados, como el mundo de los pesos y medidas, los precios y salarios, o la moneda, hizo imprescindible acudir a una gran cantidad de estudios paralelos para poder entender en su justa medida la codificación de tales variables económicas. Y finalmente, las múltiples aristas que presentan muchos de los temas abordados en la codificación del factor mercado, tales como sus relaciones con el poder, la fiscalidad, o las diferentes coyunturas políticas y económicas por las que atraviesa la Corona de Castilla entre mediados del siglo XIII y principios del XVI, también nos ha obligado a tener siempre presente una considerable cantidad de trabajos planteados desde diferentes ópticas, para de esta forma poder contextualizar y entender buena parte de las disposiciones legales relacionadas con el mercado que aparecen contenidas en los Ordenamientos de las Cortes de la Castilla bajomedieval. En función tanto de las fuentes como de la metodología en cada caso empleadas, y para intentar satisfacer los objetivos referidos, hemos tenido a bien estructurar el presente trabajo en cuatro grandes bloques temáticos, atendiendo cada uno a un ámbito de análisis bien diferenciado. En el primero de ellos nos centramos de forma exclusiva en el conocimiento del marco normativo donde, con posterioridad, abordamos el tratamiento legal que recibe el fenómeno del mercado. Este bloque inicial se muestra imprescindible a la hora de contextualizar e insertar en él todo el análisis de los distintos aspectos tratados a lo largo del resto de nuestro estudio pues, para que éste quede sustentado sobre unos sólidos pilares, resulta necesario conocer bien tanto a las Cortes de Castilla durante la Baja Edad Media como al tipo de Derecho por ellas elaborado. Con tal finalidad hemos dividido este primer bloque en tres capítulos diferentes. En el primero de ellos, y a modo de estado de la cuestión, se realiza un rápido recorrido sobre la historiografía dedicada a las Cortes de Castilla, haciendo especial hincapié en las distintas corrientes interpretativas que, desde su nacimiento como uno de los temas predilectos de los trabajos dedicados a la Edad Media, han dominado la interpretación de esta institución hasta llegar al punto donde actualmente se encuentran los estudios a ella dedicados. En el segundo capítulo de este primer bloque se realizada una aproximación general a la institución en sí, prestándole una atención preferente a tres aspectos principales: su capacidad de representación del conjunto de la sociedad política, la evolución de las Cortes castellanas desde su nacimiento hasta el final del arco cronológico objeto de nuestro estudio y, finalmente, las distintas facultades de las que gozaron durante los siglos finales de la Edad Media, especialmente a su papel en la elaboración de Derecho. Una vez conocida tanto la institución como sus atribuciones, particularmente en materia legislativa, en un tercer punto pasamos a analizar, desde punto de vista más técnico, la naturaleza jurídica del Derecho sancionado en tales asambleas, así como su papel en la paulatina integración de los sistemas normativos de la Castilla bajomedieval. Este último aspecto se encuentra directamente relacionado con la utilización de los Ordenamientos de Cortes por parte de la Monarquía castellana a la hora de reglamentar diferentes aspectos relacionados con el mercado. Tras ello pasamos ya al análisis de la normativa comercial contenida en los Ordenamientos de Cortes propiamente dicha, y lo haremos desde tres planos de análisis diferentes, que vienen a corresponderse con el resto de los bloques que conforman el presente estudio. En el primero de ellos se analiza lo que hemos calificado como un "mercado teológico", es decir, una normativa intensamente preocupada por la dimensión moral que, según la mentalidad de la época, tenía que estar presente en toda actividad económica y, de manera particular, por la ética que debía regir el comercio. Desde esta perspectiva se abordarán distintas manifestaciones en las que esta mentalidad, fuertemente influenciada por la doctrina de la Iglesia al respecto y por el Derecho canónico, se hace especialmente evidente en la normativa comercial presente en los Ordenamientos de Cortes: seguridad, justo precio, prohibición de la reventa y de políticas especulativas….etc. Aunque se encuentra plenamente inmerso en este universo de mercado teológico, por su entidad y particular significado se analiza de forma individualizada la reglamentación del préstamo con interés y el problema de la usura, prestando en este caso una especial atención al protagonismo judío y su amplísima problemática en relación con el comercio del dinero. Ahora bien, para la consecución de la justicia en las actividades de compraventa resulta imprescindible contar con una serie de instrumentos comerciales. Precisamente será a la codificación de éstos a la que le vamos a dedicar el tercero de los bloques del presente estudio. En este calificado como "mercado necesario" abordamos la reglamentación de unos instrumentos imprescindibles para el desarrollo de toda actividad comercial. Así, en un primer capítulo nos ocupamos del tratamiento normativo de pesos y medidas y, de manera singular, de los proyectos regios de unificación del sistema metrológico castellano, intentando conocer tanto sus características como las principales motivaciones que llevaron a los monarcas de la Castilla bajomedieval a intentar imponer unos mismos patrones metrológicos en todos sus territorios. En un segundo capítulo se analizan los no menos interesantes intentos normativos de regular dos de las principales variables del mercado: precios y salarios, así como la principal actuación normativa sobre ambos, que no fue otra que el establecimiento de unas tasas máximas. Y cierra este tercer bloque el prolijo y complejo capítulo dedicado a uno de los más imprescindible instrumentos comerciales: la moneda. En este caso se analiza tanto la mentalidad de las Cortes con respecto a la moneda como las principales e importantes alteraciones en el valor de muchas de las piezas que circulaban en la Castilla bajomedieval, sin olvidar aspectos tan íntimamente relaciones con este tema como la reglamentación del funcionamiento de las cecas. Finalmente, cierra este estudio el bloque dedicado a la regulación del comercio interior en la Castilla los siglos finales de la Edad Media, intentando descender así desde un escenario más teórico hasta un "mercado real". El conjunto de este bloque estará dominado por el análisis de los principales mecanismos que la Monarquía castellana intentará poner en marcha a la hora de fomentar el desarrollo de las actividades comerciales, así como las motivaciones que se encuentran detrás de este tipo de política. Este proceso tendrá tres tipos de manifestaciones jurídicas principales, que se corresponden con sendos capítulos. En el primero de ellos se abordarán los intentos regios de eliminar, en la medida de lo posible, las barreras y trabas legales que, en la práctica, dificultaban la integración de los mercados entre los distintos territorios que conformaban la Corona castellana. En un segundo capítulo se analizará cuál es el comportamiento de las Cortes en relación con la fiscalidad que pesa sobre ese comercio interior y, de manera particular, de la lucha de tales asambleas contra el establecimiento de nuevos portazgos. Y finalmente se intentará hacer lo propio con la codificación de las ferias y los mercados francos, dos de las instituciones más importantes en la economía comercial de los siglos finales del Medievo. Lógicamente, cerrarán este estudio unas breves conclusiones en las que aspiramos a destacar los elementos más significativos de toda la normativa comercial contenida en los Cuadernos de las Cortes de la Castilla bajomedieval. Aparte de ello, y a modo de síntesis, también intentaremos entonces calibrar hasta qué punto hemos podido dar satisfacción a los objetivos iniciales planteados en esta Introducción. En última instancia, hemos tenido a bien incluir un pequeño Apéndice Documental, donde tan sólo se albergan, a modo de botón de muestra, algunos documentos no contenidos en los Ordenamientos de Cortes pero que resultan especialmente significativos de algunas de las realidades descritas a lo largo del presente estudio, así como un par de tablas igualmente útiles para la comprensión de parte de los capítulos previamente analizados. En última instancia, no quisiera cerrar este apartado introductorio sin dedicar unas merecidísimas y sinceras palabras de agradecimiento a las muchas personas que han hecho posible que este trabajo vea finalmente la luz. Sin lugar a dudas, la primera de ellas y a quien la Tesis que ahora presentamos le debe prácticamente todo es a su propia directora: la Dra. Mercedes Borrero Fernández. Me resulta ciertamente difícil intentar condensar y describir en unas pocas palabras toda la gratitud, el reconocimiento, la admiración y, ¿por qué no decirlo?, el cariño que siento hacia ella. Hace ya muchos años que acudí a la profesora Borrero Fernández planteándole la posibilidad de empezar a trabajar en la no siempre grata investigación histórica y que, si me decidía a realizar una Tesis Doctoral, me gustaría que fuese ella su directora. Es cierto que, por aquel entonces, yo me acerqué a la Dra. Borrero Fernández cautivado por sus clases y su magisterio, y convencido de que me encontraba ante una grandísima medievalista. Desde ese preciso momento recibí por su parte un trascendental apoyo, y también una importante dosis de sinceridad, cosa que se agradece en estos tiempos, pues nunca me ocultó las muchas dificultades y los inciertos resultados que tal empresa podía entrañar. El paso del tiempo no sólo me permitió corroborar que me encontraba ante una magnífica maestra, sino que me descubrió a una profesional de una talla aún mayor de lo que imaginaba posible y, sobre todo, a una persona verdaderamente excepcional. Quien tiene la suerte de conocerla y de tratarla sabe perfectamente a lo que me estoy refiriendo. El grado de implicación que en todo momento la Dra. Borrero Fernández ha mostrado, tanto hacia este trabajo como hacia otras actividades paralelas que he podido ir realizando, creo que han superado con creces aquello que era necesario por su parte: siempre atenta a lo que hacía, disponible en todo momento para cualquier duda o consulta, enormemente diligente en corregir aquello que le iba entregando con una dedicación absoluta, presta y sincera en sus indicaciones e invariablemente sabios consejos. Cuando empecé a trabajar con ella admiraba a la profesora Borrero Fernández desde el ámbito académico, pues siempre sentí devoción por su forma de impartir docencia y por sus publicaciones. Con el paso del tiempo ese sentimiento no ha hecho sino acrecentarse, pues la admiro aún más como profesional y, muy especialmente, como persona. Gracias, doña Mercedes, por su constante dedicación, por su comprensión, por sus ánimos y alientos en las etapas de zozobra. Por circunstancias que no vienen al caso, a lo largo de los años de la realización de este trabajo hubo momentos especialmente difíciles, y si seguí adelante fue gracias a ella. Por eso quiero que quede constancia aquí que mi agradecimiento va más allá de una comprometidísima labor de dirección de Tesis, pues mi gratitud supera los límites de lo profesional y académico para penetrar en ese otro ámbito más íntimo, en el de los sentimientos. Y esto último es lo que más cala, aquello que perdura en el tiempo y nunca se olvida, indistintamente de las vueltas que dé la vida. Gracias, doña Mercedes, muchísimas gracias por todo, maestra. Asimismo, quisiera hacer extensible este agradecimiento a todos y cada uno de los miembros del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla, desde su actual director -el Dr. Manuel García Fernández- hasta su personal de administración y servicios -Ana María Cabrera y María Jesús Valderrama-, sin olvidarme tampoco de aquellos profesores, como don Manuel González Jiménez o don Antonio Collantes de Terán Sánchez, a quienes les llegó la hora del retiro académico durante los años en los que yo realizaba este trabajo. No en vano, desde un primer momento se me dispensó un trato inmejorable por todos y cada uno de los componentes de este Departamento. Todo lo que he recibido de las personas que lo integran son palabras de ánimo y aliento, sabias indicaciones, sincero interés por mi persona y por lo que hacía. Con todo ello quienes conforman dicho Departamento han contribuido, más de lo que muchos de ellos creen, a que siguiese trabajando y a que este proyecto pudiese finalmente culminarse, pues siempre han allanado las irregularidades del camino, permitiéndome realizar mi Tesis Doctoral en su seno; un hecho este último que me honrra muchísimo. También quisiera acordarme ahora de mis más cercanos compañeros durante esta larga, y a veces incierta, etapa académica. Aquellos que, en un primer momento, fueron simples y casuales acompañantes de un mismo itinerario de estudios para acabar convirtiéndose en grandes amigos. A esos cómplices de fatigas y puntales de reflexión y apoyo. Gracias por todo a Carmen Benítez, a Gianluca Pagani y a Marina Kleine, por la enriquecedora compañía y amistad dispensada durante todos estos años. Y evidentemente este trabajo también le debe muchísimo a mi círculo más íntimo y cercano, es decir, a mi familia y amigos. En primer lugar y por encima de todo y de todos a mis padres, Adela y Antonio, a quienes todo debo, y en quienes siempre he encontrado el incondicional y determinante apoyo para transitar por esta senda pues, a pesar de la separación física, en todo momento los he sentido extraordinariamente cerca. A mi hermana, siempre tan atenta y dispuesta a apoyarme en todo, con esa habilidad que la caracteriza de estar ahí sin que se note. Por su puesto a María, una de las principales damnificadas -si no la que más- durante todos estos años, por su admirable capacidad de adaptación e ilimitada paciencia, por ser siempre tan generosa y comprensiva conmigo. Y finalmente a todos mis amigos, tanto a los de toda la vida, esos que siempre me esperan en mi pueblo como si el tiempo no pasase, como a aquellos otros que, desde diferentes lugares, me han apoyado y valorado, creyendo en mis posibilidades para la realización de esta empresa. Por suerte o por desgracia, desde un principio la realización de esta Tesis Doctoral tuvo que ser compaginada con otra serie de actividades laborales de la más variopinta naturaleza. Realidad ésta que me privó casi por completo de poder dedicar tiempo a mi familia, a María y a mis amigos, viéndose así todos ellos sensiblemente afectados por una casi constante ausencia por mi parte en un tiempo de ocio o de descanso que prácticamente no ha existido durante estos años. De ahí que este agradecimiento alcance un significado especial, pues todos ellos han sabido siempre comprender mis ausencias y respetar mis decisiones. En definitiva, muchas gracias a todos por estar siempre ahí, aún cuando yo no lo he estado.
Falta palabras clave. ; La presente tesis doctoral -titulada El Museo Vacío- parte de la convicción que, en vista de que los museos son instituciones culturales que han alcanzado una increíble notoriedad y popularidad desde el último tercio del siglo XX, fenómeno este sin precedentes, atrás quedó el museo como simple caja contenedora donde acoger numerosos objetos, reducto para unos cuantos instruidos, a transformarse en atractivos lugares, donde ofrecer al visitante nuevas experiencias, no sólo en la recepción del Arte y la Historia. Es decir, de instituciones cerradas e impenetrables para el gran público, se ha pasado a recintos abiertos (para las masas), con un papel renovado frente a la sociedad, llegando a ser consideradas las insignias de la Postmodernidad. En el contexto de la sociedad postindustrial, la cultura y el conocimiento toman protagonismo, del mismo modo que la memoria y su recuperación se han convertido en una obsesión global. El concepto de patrimonio cultural ha crecido sin cesar en los últimos tiempos con la aparente intención de dar satisfacción tanto a una sociedad postfordista que demanda "un mayor conocimiento" como a una insistente mirada hacia el pasado. Como resultado, cada vez ha sido más habitual la creación y ampliación de nuevos espacios culturales para albergar un determinado patrimonio (material e inmaterial). Incesantemente se han fundado múltiples y distintos tipos de museos, extensiones o renovaciones de antiguos edificios como centros culturales, nuevos espacios con carácter museístico y/o conmemorativos, múltiples (macro) exposiciones, nuevos proyectos artísticos y culturales de digitalización (gracias especialmente a los nuevos mecanismos de producción de imagen, a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación -TIC-, así como a la democratización informativa de la redes mediáticas), y a diversos modelos museológicos y museográficos que plantean un nueva concepción de museo que poco tiene que ver con el tradicional museo-almacén. Este "efecto museo" y proliferación memorística se ha dado desde la década de los setenta, pero se ha intensificado a partir de los años ochenta, cuando se afianzó la cultura posmoderna del entretenimiento y la "Industria Cultural" de la sociedad postindustrial, coincidiendo a su vez con las estrategias revisionistas de la institución artística y con un crecimiento económico. En especial con el Centro Georges Pompidou de París (1977), pionero en lo que a público masivo se refiere y el que marcará el punto final de los museos del Movimiento Moderno y de partida de la Postmodernidad, cuando se dé con mayor impulso el fenómeno de un considerado aumento de nuevos museos y centros de arte contemporáneo, tanto de nueva planta como de edificios reutilizados para tal fin. Aquellas formulaciones de nihilismo museal y del arte institucionalizado levantadas sobre todo en los años sesenta y setenta por parte de distintos artistas y pensadores (ceñidos al debate sobre la muerte de Dios, el Ser y el Arte), paradójicamente desembocó en una progresiva expansión museística, cobrando el museo todo su protagonismo y su monopolio en el discurso artístico dominante y en la difusión del arte en una vitalidad nunca vista hasta ahora, al igual que la exitosa proliferación de centros artísticos, galerías de arte y (macro) exposiciones pensados en función del arte contemporáneo. Este fenómeno, desde las dos últimas décadas del siglo XX y principios del siglo XXI, ha adquirido tal dimensión que merece cierta reflexión o comprensión y un deseo de interpretación que, en "nuestro" caso, parte del asombro que despertó el macroespectáculo de la museomanía arquitectónica que se ha estado rivalizando principalmente entre los museos y centros de arte contemporáneo. El espectáculo de la arquitectura (museística) como imán de sustanciales audiencias, junto con las pautas que promueven el negocio del ocio y el turismo, pasó a convertir estos espacios culturales en parques temáticos de atracción turística: museos-espectáculo (con firma Pritzker), donde las masas han sido atraídas sobre todo por el marketing de la arquitectura-icono, restándole valía al tradicional significado del museo (que es de proteger, coleccionar y exponer), adquiriendo el contenedor todo su protagonismo como auténtica pieza artística en sí misma. Siendo esta una de las particularidades del museo posmoderno (definido como la nueva catedral del S. XXI), la cual realza nuestra cultura globalizadora, en la que impera el consumo de masa y la cultura de la imagen, incentivando al público la peregrinación al edificio el déjà vu. En las tres últimas décadas, el Museo ha pasado de ser un contenedor "neutro" a un objeto artístico destacado de la exposición; transformándose, estas "nuevas catedrales" de nuestro tiempo, en uno de los espacios más relevantes de promoción urbana, de peregrinación del turismo y en lugar de atracción para el consumo de masa. De manera que hemos pasado del modelo de museo-almacén, al museo fábrica (o laboratorio) y en los últimos años al tipo de museo seductor y espectacular. No obstante, la crisis actual del museo (de arte contemporáneo), envuelta por el espectáculo turístico que rodea a estas instituciones, está íntimamente ligada a esa sobresaturación a modo de ¿efecto Guggenheim¿ en la que, en tiempos de bonanza económica, se ha visto sumergida toda comunidad y ciudad, convirtiéndose la creación de museos y centros culturales en un instrumento de status político y de rentabilidad económica, más que de difusión artística y cultural. Dando paso a un modelo de museo altamente vacío (en su contenido), falto de debate crítico, de discusión y sobre todo de didáctica, valorándose el continente por encima del contenido. Así que hemos pasado de aquel vacío que ha dejado el museo moderno en torno a las prácticas artísticas, sobre pedagogías críticas e inclusivas, a la vacuidad de aquel que responde a la cultura del espectáculo; una cultura del "todo vale", de lo banal y superficial como la nuestra, tan efímera y tan post en tantos aspectos y sentidos. Y en definitiva, se observan unos vacíos (en la museología y en la historia del arte) que aparentan ser completados a través del espectáculo de la moda, el consumo y el diseño, atendiendo a una expansión sin límites del museo nunca vista hasta ahora. En una época donde la obra de arte contemporánea se produce y se expande tanto en espacios cerrados como en espacios naturales, urbanos o en red. De ahí también el título de la presente investigación, pues esta idea de museo vacío pretende con ello expresar la metáfora de un museo (expandido) fuera de lugar, infinito e imaginario, pudiendo trasladarse hasta los no espacios del museo virtual. Es de obligación en cualquier asunto de investigación plantearse cuestiones epistemológicas, en el que a partir de la corriente postmoderna, está cayendo toda una serie de valores (morales, éticos, educativos y culturales) a favor de la vacuidad del espectáculo, el consumo y la banalización. Además en un contexto donde predominan las imágenes, hoy más que nunca se necesita de la palabra. Consideramos que todo artista debe confrontarse con este tipo de cuestiones trascendentales de su tiempo en la tarea de investigación y creación artística, a favor de un pensamiento crítico con respecto a los fundamentos esenciales de su trabajo. De modo que este interés por el museo nace de una serie de preguntas que, como artista y consumidora (de arte) interesada, como es lógico, en el hecho expositivo, se hace [la autora] acerca de las prácticas de exhibición dentro y fuera de los museos y en torno a los espacios de discusión sobre las prácticas artísticas e institucionales. Más aún en un momento donde, paradójicamente, la madre institucional museística una vez más se encuentra en plena crisis de identidad -en un contexto de profunda crisis económica, política y social-, en busca de una necesaria reformulación de su concepción desde su uso, según su finalidad, acorde a los nuevos tiempos. El objetivo principal de este estudio teórico (de análisis y reflexión crítica) es reflexionar y debatir sobre múltiples interrogantes que plantea el fenómeno de los museos actuales, especialmente de los museos y centros de arte contemporáneo. Con el deseo, por un lado, de reflexionar -desde una perspectiva crítica- sobre el concepto mismo de museo, su rol-función en el mundo contemporáneo. Y, por otro lado, profundizar en el conocimiento de nuevos planteamientos y usos del museo, a través de distintos períodos y ejemplos nacionales e internacionales, muy distintos en relación con aquellas que ha ido asumiendo el museo tradicional desde sus orígenes: pasando de ser simples almacenes, contenedores de tesoros merecedores de fervor, a reivindicarles una dinámica viva, mudable y renovadora. Con el fin de descifrar las claves de los incipientes caminos del Museo Contemporáneo (tanto en su perspectiva socio cultural, artística y conceptual), y plantear un análisis y debate crítico sobre el estado del arte contemporáneo y su mediación, logrando una mayor conciencia y juicio personal con respecto a dicho fenómeno. No sólo se analiza de qué manera la creación de los nuevos museos plantea nuevos conceptos y trazados estéticos, culturales y filosóficos. Un tema, obsesivamente evocado por numerosos autores, mediadores, artistas, arquitectos, críticos de arte, filósofos, historiadores de arte, sociólogos, etc. Para ello también se tendrá en cuenta, entre otros asuntos, la presentación expositiva -como formato estrella- del arte contemporáneo, ya que la exposición entendida como dispositivo de presentación artística es uno de los elementos primordiales de la articulación discursiva del museo. Esbozando cuáles son algunos de los mecanismos y relaciones de poder y control de las instituciones museísticas, donde se revisan algunas de las propuestas e ideas que plantean distintos autores desde la teoría crítica (frankfurtiana y postmoderna), hasta la teoría artística contemporánea y la crítica institucional, donde se encuentran muchas preguntas, que más que responder, nos interesa plantear. De este modo, la tesis invita a reflexionar sobre el nuevo cambio de paradigma que rodea a la institución museística y a partir de ello identificar una serie de problemáticas que aún persisten en los museos, con el fin de ver sus límites y contradicciones, y generar una reflexión para proponer nuevos retos para el siglo XXI. Nunca como hasta este momento había sido tan cuestionado el papel del museo como institución cultural, hasta el punto que en numerosas ocasiones se ha hablado de una ¿muerte del museo¿, en concreto de los museos de arte contemporáneo. Pero a pesar de que el museo es una ¿institución en crisis¿ tampoco antes había despertado tanto interés como también demuestra la reciente numerosa producción bibliográfica museística a la vez que se ha convertido en un centro de mira de numerosos historiadores, teóricos y artistas, como paradigma de la cultura contemporánea, deslizando a la obra de arte a un segundo plano. De hecho, la relevancia de este trabajo pone también en cuestión el antecedente que originó la inquietud por uno de los problemas que se desea analizar: la posición artística del edificio-museo, pues como ya se ha dicho, el interés por crear un diseño espectacular ha supuesto el riesgo de que la arquitectura museística arrebate la importancia a las obras exhibidas. Tal y como puso de moda el Guggenheim de Bilbao, inaugurado con rotundo éxito en 1997, como paradigma de la cultura convertida en instrumento de consumo pero también de revitalización urbana y económica. Cuestión que, interrogada en multitud de ocasiones (especialmente en foros, conferencias y publicaciones especializadas), es pertinente analizar ya que está profundamente relacionado con la crisis de estas instituciones culturales. Pese a que, por otro lado, los museos se han convertido a finales del siglo pasado en uno de los principales referentes culturales, tendencia que mueve a miles de turistas todos los años, aunque esta nueva situación no está exenta de una serie de problemas que trataremos también de prestarle atención y que empezaron a examinarse en el S. XX. Sin embargo, tras pasar en los últimos años del fenómeno "efecto museo", acrecentado en pleno boom económico, nos situamos en nuevos tiempos de incertidumbre; donde contribuiremos -a modo de reflexión- a la discusión introduciendo ciertas cuestiones sobre el tema: cómo el reciente impacto de la crisis financiera pone en peligro tanto la supervivencia de muchos museos y centros culturales, como la divulgación, educación e investigación del arte y cultural. Poniendo igualmente énfasis en cómo la crisis económica obliga favorecer una reconfiguración de las instituciones culturales y nuevos modos de comportamientos de sus protocolos internos. Nuevos caminos que se abren en un periodo de transformación radical como el actual y el consecuente cambio de paradigma económico, social, político y cultural que se está produciendo, que está impulsando nuevos espacios de producción y colaboración, nuevas maneras de financiación, producción y distribución para las artes, así como redes de colaboración e intercambio -en torno a los bienes comunes y la gestión colectiva-, que abren igualmente nuevos modos de producción, distribución y recepción del pensamiento crítico, donde se toma como punto de salida y de lo común el contexto actual de crisis, que está a su vez marcando un cambio político y social. De modo que igualmente importante son las transformaciones que se están dando a raíz de los cambios producidos con la aparición de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), sobre todo con Internet, ya que están produciendo grandes cambios en nuestra actual sociedad que necesariamente afectan al mundo del arte. Todo ello se presta a un significativo análisis y valoración, en el que adoptaremos una metodología de trabajo de carácter reflexiva y crítica, desde una sensibilización con el asunto a partir de la observación y experiencia en la visita a estos y otros espacios expositivos, enriquecida con la teoría y la crítica institucional, con la consulta de fuentes bibliográficas en materia museística y publicaciones de revistas especializadas, investigaciones, monografías, ensayos, páginas web, prensa, etc. De esta manera, con la ayuda de dichas herramientas de trabajo, la metodología principal consistirá en recopilar ideas, pensamientos, teorías, fenómenos, nuevos paradigmas, recontextualizarlas y sacarlas a colación, evidenciando y revisando, asimismo, aquellos sistemas (visibles e invisibles) de poder que se manifiestan en todo ámbito de entretenimiento, del lenguaje y la política. La presente investigación encuentra fundamentado su marco teórico en distintos autores de diferentes áreas de conocimiento que rodean al ámbito museístico, básicamente: historia del arte; arquitectura; filosofía; estética; museología; sociología; arte contemporáneo. Si bien, existe una extensa y heterogénea literatura sobre el tema de investigación, la presente tesis pretende cubrir la carencia de estudio y análisis del objeto del museo en el área de Bellas Artes; ahondar sobre temas de actualidad en el mundo del arte y analizar una serie de paradigmas que rodea al ámbito museístico y al mundo del arte contemporáneo, planteando reflexiones y preguntas claves sobre la validez, alcance y naturaleza de ello; de este tema vigente de existente discusión, para que este tesis teórica -de corte crítico- no constituya un punto final de este trabajo, sino una puerta abierta hacia la prolongación de este estudio u otro. Y aunque será un tanto difícil plantear unas conclusiones finales en un asunto como es el museo y el mundo del arte que está en continua transformación, observamos que hay un vacío, un problema, si no, no se habría generado tanta crítica al museo, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX, y por supuesto ni tan ingente cantidad de investigaciones y literatura teórica sobre el mismo, que ha conducido, además, en las tres últimas décadas a un debate sobre la especificidad del museo, de los espacios expositivos, del arte y, en consecuencia, a nuevas definiciones del mismo acto creativo. Pero lo cierto es que, según los datos que nos ofrece la historia del arte, el museo se ve avocado a una crisis y renovación permanente. Si no desea morir, a seguir cambiando y evolucionando, según las tendencias artísticas y las necesidades sociales. Así que para una mayor comprensión y conciencia de dicha realidad, en la presente tesis, intentaremos dar cuanta de cuáles han sido los cambios más drásticos que ha sufrido el museo a lo largo de la historia, sin dejar las formas de los edificios inalterables. Especialmente desde que nace el museo como institución pública, a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, como consecuencia, del paso definitivo de la colección y exhibición del arte privado al dominio público, tras la Revolución Francesa; el nacimiento y desarrollo del museo de arte moderno hasta aquellos proyectos de museos generados por el Movimiento Moderno en la primera mitad del Siglo XX y, por otro lado, su conversión en centros de arte contemporáneos en la segunda mitad del siglo pasado; para posteriormente situar el presente trabajo en dicha evolución histórica, ubicando el museo en nuestra época de la información/comunicación, post-moderna y globalizada, y extraer una serie de consecuencias prácticas para la investigación. De este modo, el analizar cómo ha ido cambiando a lo largo de la historia la forma y la función del museo, nos permitirá a su vez plantear una serie de reflexiones (críticas) en torno a la crisis inherente que ha perseguido al propio museo desde sus orígenes. Con respecto a la estructura de la tesis, ésta se presenta en tres grandes bloques que comprende un total de diez capítulos pensados, por un lado, en base a los objetivos propuestos y, por otro, a las etapas o ciclos más significativos en el origen y desarrollo del Museo, en aquellos acontecimientos y fenómenos más relevantes (de un pasado lejano y cercano) que han devenido en un cambio de paradigma, así como a distintas posiciones que se consideran predominantes en las formas de los museos contemporáneos. Pese a que se ha intentado delimitar en todo lo posible la investigación, el tema en cuestión es un poco rizomático, porque en cuanto se replantea un asunto en torno al museo aparecen otros que nos llevan también a otras cuestiones. Es por ello que en el desarrollo de la investigación se han abordado simultáneamente casi todos los puntos bajo la influencia recíproca de las diferentes observaciones y conceptualizaciones. Con un tono sencillo, aunque un tanto filosófico, se profundiza en las diversas cuestiones planteadas, en las dos primeras partes del estudio se hace un recorrido histórico por la construcción de estos espacios destinados al arte y como una especie de registro (de evaluación) de los movimientos (arquitectónicos) dominantes que han envuelto la concepción del museo a lo largo de la historia, con la intención de profundizar asimismo en la transformación de dicha institución. Además de analizar las diversas tipologías museísticas que se han venido dando a lo largo de la historia, veremos de este modo que la relación que se establece entre la obra y el marco espacial en el que se inserta suele generar numerosas tensiones, como por ejemplo al interactuar con una arquitectura museística como la actual que tiene una fuerte carga narcisista. Precisamente, daremos cuenta que las cuestiones y conflictos en torno a estos contenedores de arte se han estado dando desde la creación de los museos, razón demás por lo que nos situamos en diferentes períodos, con el fin de dar cuenta si el museo es un espacio ecuánime, capacitado y autosuficiente para acoger tanto la obra de arte contemporánea como al espectador. Del mismo modo, que en la 3ª parte examinamos si el formato tradicional de la exposición (física) sigue siendo el más apropiado para acoger aquellas novedosas propuestas y prácticas artísticas que se originan fuera del marco institucional. Pues llegados a la Postmodernidad, en esta última parte, daremos cuenta de los nuevos paradigmas de representación que envuelven al museo desde el inicio del postmodernismo hasta la actualidad (y que, en definitiva, transgreden la misión tradicional del museo y sus límites). La primera parte comprende el "Concepto de Museo y su Expresión Arquitectónica". Distribuida en los tres primeros capítulos de la tesis, se definen las nociones más importantes de la presente investigación. Analizamos en primer lugar la definición y la formación histórica del concepto de museo, su origen en la historia y su significado en la Antigüedad; la gestación del Museo desde hace ya casi tres siglos y las primeras dicotomías de la obra de arte con el espacio que la contiene; se analiza el descubrimiento de las formas de exponer y su expresión espacial en las tipologías básicas, y como se desarrolla su lenta y complicada transformación en los prototipos arquitectónicos del primer tercio del siglo XIX. Para ello le prestamos atención a la evolución de las primeras arquitecturas (palaciales) de uso exclusivamente museísticos (a partir del Siglo XVI), hasta aquellos primeros contenedores de tesoros artísticos que pasaron a materializarse partiendo de "arquitecturas dibujadas". Por otro lado, las causas y el origen del museo público a finales del Siglo XVIII, su gestación como institución estatal pública y patrimonial, y el auge de las exposiciones temporales en el siglo XIX (primero con la creación de los museos de artistas vivos y, por otra parte, con el fenómeno de las exposiciones universales); reflexionando al final del mismo sobre la noción de "museo efímero" frente a los límites del museo almacén, junto a otros fenómenos socio-culturales y prototipos de museos contemporáneos que transgreden la concepción del Museo (tradicional). En la segunda parte: "Antecedentes Artísticos del Museo Postmoderno (la nueva estética de la Modernidad)", a lo largo del capítulo 4, 5 y 6 daremos cuenta de las transformaciones socio-culturales y de los cambios e innovaciones en el arte y en la arquitectura del siglo XX. Se analiza las aportaciones del arte y la arquitectura de vanguardia en la concepción del Museo de Arte Moderno -MOMA- de Nueva York (a través de una nueva enunciación estética y conceptual que irá imponiéndose a lo largo del siglo XX sobre el no estimado palacio o templo de las artes), junto con las aportaciones de los maestros del Movimientos Moderno (Le Corbusier, M. van der Rohe, F. Lloyd Wright) en el desarrollo y evolución del mismo, así como las contribuciones de críticos, teóricos, artistas, sociólogos y filósofos que han cuestionado mordazmente el museo desde distintas perspectivas, hasta los inicios de la Postmodernidad; cerrando esta 2ª parte con aquellos antecedentes más próximos del museo posmoderno: el espectacular Museo Guggenheim de Nueva York, con su espacio expositivo de movimiento continuo, y el espacio flexible e interdisciplinar del Beaubourg de París, entre otras propuestas de museos no edificables pero de enorme repercusión. Situarnos en la era pompidou llevará establecer un nuevo vínculo del museo con las neo-vanguardias, el cual nos permitirá hablar de la ruptura con la cultura oficial de la Modernidad. Además del análisis arquitectónico y conceptual de aquellos proyectos que han marcado un cambio de paradigma, nos introducimos en algunos aspectos del museo visto tanto por arquitectos e historiadores del arte como por filósofos y artistas, de esta manera ampliamos las distintas visiones y aportaciones que han influido en la configuración y la constante evolución de esta institución socio-cultural. Sin obviar, por tanto, aquellos aspectos tanto sociales, económicos y políticos como aquellos vinculados al público. En la tercera parte, estructurada en los últimos cuatro capítulos de la tesis, bajo el título "Transgrediendo los límites del museo: nuevos paradigmas representacionales; nuevas prácticas artísticas y curatoriales", se examina la situación actual que atraviesan los museos y centros de arte contemporáneo, abarcando distintos asuntos ligados a la Posmodernidad, sus efectos y excesos sobre el museo como institución cultural. Si bien, el detonante de la presente investigación, la arquitectura (museística) contemporánea y su artisticidad (avivado por el protagonismo que se le ha dado a estos brillantes contenedores de arte y por la museomanía en la que nos hemos visto envueltos en las tres últimas décadas), nos ha permitido también reflexionar sobre los fundamentos del arte contemporáneo. De este modo, nos introducimos en esta última parte en el tema más amplio, de cómo se han transgredido los límites del museo, con el fin de analizar el museo como un espacio que por sí mismo ejerce una influencia o una política en la sociedad, y, por otro lado, las contradicciones y límites que presenta como institución cultural. Para ello se analizan aquellas prácticas artísticas y curatoriales que desplazan el lugar de la obra de arte y dislocan la autoridad del museo. En este punto se incluyen distintos asuntos sobre las conexiones entre la estética y la política. De modo que, en esta última parte, empezaremos dando cuenta de nuevos discursos y actitudes críticas frente al Museo en los inicios de la Postmodernidad; la crítica feminista; la crítica institucional de los años 60/70 (teniendo en cuenta el precedente crítico de las vanguardias históricas radicales); las nuevas formas de representación que trae consigo la Postmodernidad que exigen a su vez nuevas formas de exhibición, nuevos espacios (públicos) de producción y distribución artística. Por otra parte, se analizan distintos modelos de museos contemporáneos con dinámicas muy distintas, nuevos espacios artísticos y culturales -físicos y virtuales- que rompen con el concepto clásico de museo. Nos situaremos en el contexto actual de crisis que viven estos espacios legitimadores (museos, centros de arte contemporáneo, galerías,.), en un momento de profunda crisis económica, política y social. Y, por otra parte, examinaremos el impacto de las tecnologías digitales en la producción, distribución y recepción del arte contemporáneo; las nuevas formas de participación e interactividad en el arte (arte público, arte contextual, arte relacional) y la importancia de las teorías de la recepción en la configuración de las diferentes orientaciones conceptuales que trazan cuál debe ser el objetivo del museo en el siglo XXI. En definitiva, entre otros asuntos, intentaremos ver en esta última parte cuál es la situación actual del museo (su rol en el contexto socio-cultural, artístico y conceptual), y los retos a los que se enfrenta hoy día esta institución en el actual panorama de crisis globalizada. Analizando aquellas transformaciones a las que se ve avocado el museo para acomodarse en los cambios sociales en consonancia con la sociedad -de la información y mediática- contemporánea. Pues uno de los objetivos principales de esta tesis es precisamente debatir sobre el impacto de esas transformaciones, analizando aquellos paradigmas que han impulsado los cambios más drásticos en el museo a lo largo de su historia, a la vez que exponemos distintos ejemplos de intervención artística que han transgredido los límites del museo y han posibilitado el desarrollo de dispositivos críticos. Conjuntamente, en las tres partes se analizarán algunas de las críticas más destacadas al museo desde que nace como institución cultural hasta la actualidad por parte de filósofos, artistas, historiadores del arte e intelectuales. Así que la presente investigación ha devenido en pensamiento y reflexión crítica en torno al arte contemporáneo, la cultura contemporánea y la sociedad, en torno a las prácticas artísticas y su relación con los espacios expositivos de distribución, instituciones como centros de arte y de producción, galerías y museos, lo cual nos ha permitido adentrarnos en un análisis previo sobre la arquitectura de estos espacios -de ficción y consumo- como reclamo mediático y espectacular. Por último, un apartado con las conclusiones finales de los diferentes temas abordados, donde se recogen las principales reflexiones (críticas) que se derivan de este estudio, que nos ha servido sobre todo para reflexionar en torno al arte y cuestionar lo establecido. ; La présente thèse doctorale -intitulée «Le Musée Vide» (El Museo Vacío)- est animée par la conviction selon laquelle le musée a cessé d'être une simple caisse où conserver de nombreux objets, des bastions de quelques instruits, pour incarner des lieux fascinants conférant au visiteur des expériences novatrices allant au-delà de l'enseignement de l'Art et de l'Histoire. Autrefois fermés et impénétrables au grand public, les musées constituent désormais des enceintes ouvertes aux masses et jouent un rôle nouveau dans la société en tant que symbole de la Postmodernité. Si la culture et la connaissance occupent une place à part entière dans la société postindustrielle, la mémoire et sa récupération sont également devenues une obsession généralisée. Le concept de patrimoine culturel n'a pas cessé de grandir au cours de ces derniers temps avec l'intention apparente de satisfaire aussi bien une société postfordiste aspirant à «une plus grande connaissance» que le regard inflexible jeté sur le passé. Ainsi, la création et l'ampliation de nouveaux espaces culturels pour accueillir un patrimoine concret (matériel ou immatériel) sont devenues monnaie courante. Dès lors, de nombreux musées, aussi différents les uns que les autres, ont vu le jour, en ayant parfois eu recours à l'agrandissement ou la rénovation d'anciens bâtiments, pour donner place à des centres culturels ou de nouveaux espaces muséaux ou commémoratifs, expositions multiples, des nouveaux projets artistiques et culturels de numérisation (notamment grâce aux nouveaux mécanismes de production de l'image, aux nouvelles technologies de l'information et de la communication — TIC —, mais aussi grâce à la démocratisation informative des réseaux médiatiques) et aux nouveaux modèles muséologiques et muséographiques proposant une vision novatrice du musée n'ayant guère de rapport avec le musée-entrepôt classique. Les années 1970 ont été marquées par l'émergence de cet «effet musée» et la prolifération de la mémoire. Ce phénomène s'est par la suite intensifié à partir des années 1980, lors de la consolidation de la culture postmoderne du divertissement et de «l'Industrie Culturelle» de la société postindustrielle, coïncidant, ainsi, avec les stratégies révisionnistes de l'institution artistique et une croissance économique. Ceci est particulièrement spécial le cas du Centre Georges Pompidou de Paris (1977), précurseur dans l'avènement du public de masse, qui va annoncer la fin des musées du Mouvement Moderne et le début de la Postmodernité, au moment où l'on constatera le phénomène d'une augmentation considérable du nombre de musées et de centres d'art contemporain nouvellement fondés, qu'ils procèdent de nouvelles édifications ou de reconversions de bâtiments prévus à cet effet. Le musée assume déjà toute l'importance et a récupéré son monopole dans le discours artistique et dans la diffusion de l'art avec une vitalité encore jamais vue, et également la prolifération des centres artistiques, les galeries d'art et (macro)expositions pensés surtout en fonction de l'art contemporain. Ce phénomène a acquis une telle dimension qu'il invite à la réflexion, voire à la compréhension, et provoque, en ce qui «nous» concerne, un désir d'interprétation né de l'émerveillement suscité par le spectacle de l'architecture (muséale) se retrouvant principalement dans les musées et les centres d'art contemporain et agissant en tant qu'aimant d'audiences considérables. Ainsi, ces «musées-spectacles» (avec la signature Pritzker) font des contenants de véritables œuvres artistiques en soi. Étant celle-ci une des particularités du musée postmoderne (défini comme la nouvelle cathédrale du XXIe siècle), laquelle remarque notre culture globale dont la consommation de masse et la culture de l'image prévaut, encourageant le public au pèlerinage du bâtiment le déjà vu. Pendant les trois dernières décennies, le Musée en tant que contenant «neutre» est devenu un objet artistique du domaine de l'exposition en tout point remarquable et a donné lieu à des «nouvelles cathédrales» de notre temps, des espaces de promotion urbaine figurant parmi les plus influents, des lieux de pèlerinage touristique et d'attraction pour la consommation de masse. De ce fait, on est passé du modèle de musée-entrepôt au musée-usine (ou laboratoire) et, au cours des dernières années, au musée spectaculaire et captivant. Néanmoins, la crise actuelle du musée (d'art contemporain) enveloppée par le spectacle touristique entourant ces institutions, est profondément liée à une sursaturation à titre «d'effet Guggenheim» dans laquelle toute la communauté et la ville s'y plongent pendant la période de prospérité économique, plutôt que la diffusion artistique et culturelle. Laissant du coup la place à un modèle de musée particulièrement vide (dans son contenu), sans débats critiques, de discussion, et surtout de didactique, en valorisant davantage le contenant que le contenu. De cette manière, on abandonne cette idée de vide laissé par le musée moderne –autour des pratiques artistiques sur pédagogies critiques et inclusives - pour arriver à la vacuité de celui qui répond à la culture du spectacle. Il faut observer des vides (auprès de la muséologie et l'histoire de l'art) qui simulent être complétés à travers le spectacle de la mode, la consommation et la conception compte tenu de l'expansion sans limites du musée jamais réalisée jusqu'à présent. À une époque où l'œuvre d'art contemporain se produit et s'étend aussi dans les espaces fermés comme dans les espaces naturels, urbains et sur Internet. D'où aussi le titre de la présente recherche, car avec cette idée de musée vide on essaie d'exprimer la métaphore d'un musée (étendu) déplacé, infini et imaginaire, pour après se rendre jusqu'aux non-espaces du musée virtuel. De sorte que cet intérêt pour le musée est né d'une série de questions qui, en tant qu'artiste et consommatrice (d'art) intéressée, évidemment par le fait expositif, résulte des questions posées sur les pratiques d'exhibition hors et dehors des musées et autour des espaces de discussion à propos des pratiques artistiques et institutionnelles. Notamment dans un moment où paradoxalement la mère institutionnelle muséale se trouve encore une fois en pleine crise d'identité –à l'égard d'un contexte de profonde crise économique, sociale et politique-, à la recherche d'une reformulation nécessaire de sa conception depuis son usage, selon sa finalité en accord avec les nouveaux temps. Le but principal de cette recherche théorique est celui de réfléchir et de débattre sur les différentes interrogations que le phénomène des musées actuels pose, particulièrement des musées et des centres d'art contemporain. D'une part, avec le désir de réfléchir – après une perspective critique - en ce qui concerne le concept de musée en soi, son rôle/fonction dans monde contemporain. Et d'autre part, approfondir la connaissance des nouvelles approches et les usages du musée dans le cadre de ses différentes périodes et exemples nationaux et internationaux, aussi dissemblables en relation avec celles que le musée traditionnel a assumé depuis ses origines: au début ils étaient de simples entrepôts, des contenants de trésors dignes d'être admirés, pour finalement exiger d'eux une dynamique vivante, changeante et rénovatrice. Afin de déchiffrer les clés des voies naissantes du Musée Contemporain (dans une perspective socioculturelle, artistique et conceptuelle) et de débattre à propos de l'impact de ses transformations, alors qu'on est en train d'analyser les paradigmes qui ont stimulé les changements les plus drastiques auprès du musée tout au long de son histoire, en même temps que l'on présente différents exemples d'intervention artistique qui ont transgressé les limites du musée et ont permis le développement des dispositifs critiques. De cette façon il y a aussi une analyse et un débat critique concernant l'état de l'art contemporain ainsi que sa médiation. Non seulement faut-il analyser la manière dont la création des nouveaux musées propose de nouveaux concepts et des tracés esthétiques, culturels et philosophiques, mais il faut aussi tenir compte, entre autre, de la présentation d'exposition – en tant que format étoile- de l'art contemporain étant donné que l'exposition comprise comme dispositif de présentation artistique est l'un des éléments primordiaux de l'articulation discursive du musée. Les mécanismes et les relations de pouvoir et de contrôle des institutions muséales où les propositions et les idées formulées par les différents auteurs se formulent, depuis la théorie critique (de l'école de Francfort et postmoderne), jusqu'à la théorie artistique contemporaine et la critique institutionnelle où se trouvent beaucoup de demandes, qui, plutôt que d'y répondre, nous tient à cœur de les poser. Par la suite, la thèse invite à réfléchir sur le nouveau changement du paradigme qui entoure l'institution muséale et à partir de là, identifier la série de problématiques qui continuent à exister dans les musées afin de voir ses limites ou contradictions et créer une réflexion pour proposer de nouveaux défis pour le XXIe siècle. Jusqu'à nos jours, le rôle du musée comme institution culturelle n'a jamais été autant remis en question à tel point que de nombreuses fois on entend parler d'une «mort du musée», concrètement des musées d'art contemporain. Mais malgré le fait que le musée est une «institution en crise» cela n'avait pas non plus éveillé l'intérêt comme le démontre la récente et nombreuse production bibliographique muséale en même temps qu'il est devenu le centre de repère de plusieurs historiens, théoriques et artistes, comme paradigme de la culture contemporaine, reléguant l'œuvre d'art en arrière-plan. De fait, la pertinence de ce travail remet en cause aussi le précèdent qui a conduit à la préoccupation à propos de l'une des questions à analyser: la position artistique du bâtiment-musée, car comme on avait déjà mentionné auparavant, l'intérêt de créer une conception spectaculaire a signifié le risque de l'architecture du musée minimise l'importance aux œuvres exposées. Tel que le Guggenheim de Bilbao revenu à la mode, inauguré avec succès en 1997, comme un paradigme de la culture transformé en un instrument de la consommation, mais aussi de la revitalisation urbaine et économique. Cette question posée des centaines de fois (en particulier sur les forums, lors de conférences et dans des publications spécialisées) reste pertinente à analyser puisqu'elle se rapporte entièrement à la crise de ces institutions culturelles. Pourtant, après avoir passé les dernières années du phénomène «effet musée», en augmentant en plein boom économique, nous nous situons dans des nouveaux temps d'incertitude, où nous contribuerons (en guise de réflexion) à la discussion en introduisant quelques sujets sur la question: comment le récent impact de la crise financière met en danger soit la survie de beaucoup de musées et centres culturels comme la divulgation, éducation et recherche sur l'art et le culturel. On y souligne également comment la crise économique oblige à favoriser une reconfiguration des institutions culturelles et les nouvelles manières de comportement de ses protocoles internes. Les nouveaux chemins qui s'ouvrent dans une période de transformation radicale comme l'actuel et le conséquent changement de paradigme économique, social, politique et culturel qui se produit de nos jours, favorisent de nouveaux espaces de production et de collaboration, de nouvelles manières de financement, de production et de distribution pour les arts, ainsi que les réseaux de collaboration et échanges -autour des biens communs et de la gestion collective- qui ouvrent également de nouveaux modes de production, distribution, réception de la pensée critique, où le point de départ et du commun –et celui qui marque un changement politique et social- est le contexte actuel de crise. De sorte que pareillement incontournables sont les transformations qui apparaissent à la lumière des changements produits avec l'apparition de nouvelles technologies de l'information et de la communication (TIC), surtout avec Internet, puisqu'ils sont en train de modifier la société actuelle qui affecte directement le monde de l'art. Tout cela offre une analyse essentielle, celle d'adopter une méthodologie de travail réflexive et critique, d'après une sensibilisation avec le sujet à partir de l'observation et expérience dans la visite de ceux et d'autres espaces d'exposition enrichie avec la théorie et des critiques institutionnelles, à une consultation de sources bibliographiques en matière muséale et dans des publications de revues spécialisées, investigations, monographies, essaies, pages web, la presse, etc. La présente recherche trouve sa marque théorique étayé chez divers auteurs de différents secteurs de la connaissance qui principalement entourent le domaine muséal: l'histoire de l'art, l'architecture, la philosophie, l'esthétique, la muséologie, la sociologie, l'art contemporain. Malgré le fait qu'il existe une large et grande variété littéraire sur le thème de recherche, cette thèse vise à couvrir le manque d'études et d'analyses de l'objet du musée dans le domaine des Beaux-arts; approfondir sur les enjeux actuels dans le monde de l'art et ainsi analyser un certain nombre de paradigmes entourant le monde des musées et le monde de l'art contemporain, soulevant des questions et réflexions clés concernant la validité, la portée et sa nature. De ce sujet en vigueur et en discussion, pour que cette thèse théorique -de typologie critique- ne constitue pas un point final de ce travail, mais une porte ouverte sur l'approfondissement de ce cas d'étude ou d'un autre. Et même s'il sera légèrement difficile de tirer des conclusions définitives sur une question telle que le musée et le monde de l'art qui est en transformation constante, nous constatons qu'il y a un vide, un problème, autrement il ne se serait pas généré autant de critiques du musée, en particulier à partir de la seconde moitié du XXe siècle, et non plus l'énorme quantité de la recherche et de la littérature théorique sur celui-ci, qui a également conduit dans les trois dernières décennies à un débat sur la spécificité du musée et des espaces d'exposition, l'art et, par conséquent, de nouvelles définitions du même acte créateur. Par contre, il est certain que, après les données que l'histoire de l'art nous a offert, le musée s'est vu obligé dans une crise de renouvellement permanente. S'il préfère ne pas mourir à changer en continuation et évoluer selon les tendances artistiques et les besoins sociaux. Donc, pour une meilleure compréhension et prise de conscience de cette réalité, nous essaierons de rendre compte des changements les plus spectaculaires subis par le musée à travers l'histoire, laissant indéfectibles les formes des bâtiments. Surtout depuis la naissance du musée en tant qu'institution publique à la fin du XVIIIe et au début du XIXe siècle, en conséquence du pas définitif de la collection et la présentation de l'art privé dans le domaine public, après la Révolution française; la naissance et le développement du musée d'art moderne jusqu'aux projets de musée générés par le Mouvement Moderne dans la première moitié du XXe siècle et, d'autre part, sa conversion en centres d'art contemporain dans la deuxième moitié du dernier siècle; pour ensuite mettre ce travail dans ce développement historique, plaçant le musée dans notre ère de l'information/communication, post-moderne et mondialisée, et d'en tirer un certain nombre de conséquences pratiques pour la recherche. De cette manière, analyser comment la forme et la fonction du musée a changé au cours de l'histoire va nous permettre de nous livrer à des réflexions (critiques) autour de la crise inhérente ayant poursuivi le musée depuis ses origines. Par rapport à la structure de la thèse, elle se présente en trois grands blocs comprenant un total de dix chapitres, plus les conclusions finales, destinées, d'une part, sur la base des objectifs proposés et, d'autre part, aux étapes les plus importantes de l'origine et le développement du musée, dans ces événements et phénomènes pertinents (à partir d'un passé lointain et récent) qui sont devenus un changement de paradigme, ainsi que les différentes positions qui sont considérées dominantes auprès des formes des musées contemporains. Bien qu'il ait tout essayé pour délimiter le plus possible la recherche, le sujet en question nous rappelle au rhizome car dès que le sujet autour du musée se relance, d'autres sujets apparaissent conduisant également à la formulation de nouvelles questions. Voilà pourquoi, dans le cadre de la recherche ont été simultanément traités presque tous les points sous l'influence réciproque des diverses observations et conceptualisations. Avec un ton simple, bien que légèrement philosophique, on se penche sur les diverses questions soulevées dans les deux premières parties de l'étude un voyage historique est fait dans la construction de ces espaces destinés à l'art et comme une sorte de registre (évaluation) des mouvements (architecturales) dominants qui ont enveloppé la conception du musée à travers l'histoire, avec l'intention d'approfondir sur la transformation de l'institution. En plus d'analyser les diverses typologies muséales qui ont été mises en place tout au long de l'histoire, on verra de cette manière que le rapport établi entre l'œuvre et le cadre de l'espace, auquel il est insert, tient à générer plusieurs tensions, comme par exemple lors de l'interaction avec une «architecture muséale» comme l'actuelle d'une très forte charge narcissiste. Justement, nous rendrons compte des questions et des conflits autour de ces contenants d'art qui ont été présents depuis la création des musées, une raison de plus pour qu'on se situe aux différentes périodes afin de rendre compte si le musée est un espace équitable, qualifié et autonome pour accueillir l'œuvre d'art contemporain et le spectateur. De même, dans la troisième partie on va examiner si le format traditionnel de l'exposition (physique) est toujours le plus approprié pour héberger les propositions novatrices et les pratiques artistiques qui naissent hors du cadre institutionnel. Donc, dans cette dernière partie, à la Postmodernité, on décrit les nouveaux paradigmes de représentation impliquant le musée depuis le début du postmodernisme jusqu'à ce jour (et en somme, ils transgressent la mission traditionnelle du musée et ses limites). La première partie comporte «le concept de musée et son expression architectural» (el Concepto de Museo y su Expresión Arquitectónica), distribuée sur les trois premiers chapitres de la thèse où se définissent les notions les plus importantes de cette recherche. On examine en premier lieu la définition et la formation historique du concept de musée, son origine dans l'histoire et sa signification dans l'Antiquité, la gestation du Musée depuis déjà près de trois siècles, et les premières dichotomies de l'œuvre d'art avec l'espace qui y contient. On analyse la découverte de façons d'exposer et son expression spatiale dans les typologies basiques, et étant donné le développement de ses transformations à la fois lentes et complexes aux prototypes architecturaux du premier tiers du XIXe siècle. Pour ce faire, nous prêtons attention à l'évolution des premières architectures (palatiales) de l'utilisation purement muséales (du XVIe siècle), aux premiers contenants de trésors d'art après s'être matérialisé à partir des «architectures dessinées». D'un autre côté, les causes et l'origine du musée public à la fin du XVIIIe siècle, sa gestation en tant qu'institution d'État public et du patrimoine, et l'essor des expositions temporaires au XIXe siècle (premièrement avec la création des musées d'artistes vivants et, d'autre part, avec le phénomène des expositions universelles); pour à la fin réfléchir sur la notion de «musée éphémère» face aux limites du muséeentrepôt, à côté des autres phénomènes socioculturels et les prototypes de musées contemporains qui transgressent la conception de Musée (traditionnel). Dans la seconde partie: «Les précédents artistiques du musée postmoderne» (Antecedentes Artísticos del Museo Postmoderno). Tout au long des chapitres 4, 5 et 6 on expliquera les transformations socioculturelles, et les changements et les innovations dans l'art et l'architecture du XXe siècle. Seront analysées les contributions de l'art et l'architecture d'avant-garde dans la conception du Musée d'Art Moderne - MOMA- de New York (à travers une nouvelle énonciation esthétique et conceptuelle qui va s'imposer tout au long du XXe siècle sur le non apprécié palais ou temple des arts), avec les contributions des enseignants du Mouvement Moderne (Le Corbusier, Mies van der Rohe, Frank Lloyd Wright) dans le développement et l'évolution de celuici. Ainsi que les contributions des critiques, théoriciens, artistes, sociologues et philosophes qui ont durement interrogé le musée à partir de différents points de vue, jusqu'aux débuts de la Postmodernité. Pour finir cette deuxième partie avec ces antécédents plus proches du musée postmoderne: le spectaculaire Musée Guggenheim de New York, avec son espace d'exposition de mouvement continu, et l'espace flexible et interdisciplinaire Beaubourg à Paris, entre autres propositions de musées inconstructibles mais d'un impact considérable. Nous situer dans l'ère Pompidou signifie établir un nouveau lien entre le musée et les néo-avant-gardes, lequel nous permettra de parler d'une rupture avec la culture officielle de la Modernité. Outre l'analyse architectonique et conceptuelle de ces projets qui ont marqué un changement de paradigme, nous nous introduisons dans quelques aspects du musée vus soit par des architectes, historiens de l'art soit par des philosophes et des artistes. De cette manière les différentes visions et apports qui ont influencé la configuration et l'évolution constante de cette institution socioculturelle s'étendent et, par conséquent, seront prises en considération. Il ne faudrait pas oublier, donc, tous les aspects aussi sociaux, économiques et politiques comme ceux liés au public. Dans la troisième partie, structurée dans les quatre derniers chapitres de la thèse, intitulée: «Transgresser les limites du musée: nouveaux paradigmes de représentation; nouvelles pratiques artistiques et curatoriales» (Transgrediendo los Límites del Museo: nuevos paradigmas representacionales; nuevas prácticas artísticas y curatoriales), on examine la situation actuelle que les musées et centres d'art contemporain traversent, englobant diverses questions liées à la Postmodernité, ses effets et les excès sur le musée en tant qu'institution culturelle. Alors que le déclencheur de la présente recherche, l'architecture (muséale) contemporaine et son artisticité (alimentée par l'importance accordée aux magnifiques contenants d'art et par la 'muséomanie' dans laquelle nous nous sommes vu impliqués les trois dernières décennies), cela nous a permis aussi de méditer sur les fondements de l'art contemporain. De cette manière, on introduit dans cette dernière partie le sujet plus large, de comment les limites du musée ont été dépassées afin d'analyser le musée comme un espace qui par lui-même exerce une influence ou une politique dans la société, et, d'autre part, les contradictions et limites qu'il présente en tant qu'institution culturelle. À cet effet, cette pratiques artistiques et curatoriales qui détachent la place de l'œuvre d'art et disloquent l'autorité du musée sont également analysées. À cet égard différents points y sont inclus sur les connexions entre l'esthétique et la politique. De la sorte, dans cette dernière partie, on va commencer par expliquer les nouveaux discours et les attitudes critiques face au Musée aux débuts de la Postmodernité; la critique féministe; la critique institutionnelle des années 1960-1970 (compte tenu la précédante critique des avant-gardes historiques radicales); les nouvelles formes de représentation qui entrainent la Postmodernité en exigeant des nouvelle formes d'exhibition, des nouveaux espaces (publiques) de production et distribution artistique. D'autre part, les différents modèles de musées contemporaines sont analysés avec des dynamiques assez divergents, nouveaux espaces artistiques et culturels -physiques et virtuels- qui finissent avec la notion classique de musée. On se situe alors dans le contexte actuel de crise que vivent ces espaces légitimateurs (musées, centres d'art contemporain, les galléries, etc.) dans un moment de profonde crise économique, politique et sociale. En outre, nous devons examiner l'impact des technologies digitales dans la production, distribution et réception de l'art contemporain; les nouvelles formes de participation et d'interactivité dans l'art (art public, art contextuel, art relationnel) et l'importance des théories de la réception dans la configuration de différentes orientations conceptuelles qui tracent le principal but du musée au XXIe siècle. En définitif, entre questions diverses, on va essayer de constater dans cette dernière partie, quelle est la situation actuelle du musée (son rôle dans un contexte socio-culturel, artistique et conceptuel) et les défis auxquels cette institution doit faire face de nos jours dans une situation de crise globalisée. En étudiant les transformations que le musée a subies pour s'installer aux changements en accord avec la société -de l'information et médiatique- contemporaine. Ensemble, les trois partis vont analyser certaines des critiques les plus remarquables du musée depuis sa naissance comme une institution culturelle jusqu'à présent de la part de philosophes, artistes, historiens de l'art et intellectuels. Donc, cette recherche est devenue critique dans la pensée et la réflexion autour de l'art contemporain, la culture contemporaine et de la société autour des pratiques artistiques et sa relation avec les espaces d'exposition de distribution, des institutions comme des centres d'art et de production, galeries et musées, qui nous a permis d'entrer dans une analyse précédente de l'architecture de ces espaces -de fiction et de la consommation- comme réclame médiatique et spectaculaire. Enfin, une section avec les conclusions finales des différents sujets abordés, où les principales réflexions (critiques) issues de cette étude apparaissent, qui nous a permis surtout à réfléchir sur l'art et à remettre en cause tout ce qui est établi. ; Premio Extraordinario de Doctorado US