Mientras el coronel Gadafi juega a las escondidas con las apresuradas correrías en pos de su persona de los rebeldes entre Trípoli, Sirte o una más que demostrable huída hacia Argelia (ya se tienen pruebas fehacientes que su familia ha huido hacia ese país, con la excepción de un hijo, Khamis, que habría fallecido), comienza a quedar claro que el folklórico coronel estaba perfectamente preparado para un "fin de règne" agitado.La historia enseña que, en muchos casos, estos tiranuelos de opereta no fallan en ese curioso ritual: adelantarse aparatosamente a su caída construyendo desde "bunkers" hasta alambicados sistemas de escapatoria e, incluso, sorprendentes alianzas que les aseguren, en lo posible, exilios más o menos confortables.En todo caso el final de Gadafi está evidentemente cerca si no es que ya está aquí. Y no solamente por una supuesta propuesta de negociación con los rebeldes que el coronel habría ensayado pero de cuya veracidad no hemos podido comprobar prácticamente nada. Lo que parece hacer del final del régimen una evidencia a corto plazo es que, no solamente Trípoli acaba de ser controlada por los rebeldes. En realidad todo parece indicar que las pocas fuerzas fieles a Gadafi están, ahora si, efectivamente dispersas y desorganizadas.Hacia el lunes de esta semana todavía se registraban algunos combates esporádicos en Ragdaline, a unos 60 kilómetros de la frontera con Túnez, sobrevivían algunos francotiradores en barrios de Trípoli, fuerzas pro Gadafi se aprestaban a defender la ciudad de Sirte, el pueblo de Bani Walid al sudeste de Trípoli y algunas regiones desérticas del sur del territorio. En otras palabras, la resistencia militar a las tropas insurgentes del Consejo Nacional de Transición (CNT) está dispersa en diversos puntos y el resto del territorio está fuera de todo control gadafista. Desde luego que, en un conflicto tan confuso como ha sido éste, todavía podemos asistir a alguna sorpresa, pero el hecho de que las autoridades del CNT estén, hoy martes 30 de agosto, llamando a una rendición de todas las unidades que todavía puedan ejercer alguna resistencia, indica también que el control militar del CNT se ha afirmado significativamente.O sea que, en términos realistas, los temas significativos al día de hoy son más los del futuro que los del pasado gadafista y el de la suerte que el atrabiliario coronel termine por escoger o padecer.En primer lugar hay un tema al que la prensa internacional se ha referido poco ya que las noticias "militares" siempre ocupan con facilidad la primera plana. Pero quien se preocupe realmente por pensar el futuro del país después de Gadafi, tiene una tarea inmediata relativamente importante y de difícil solución. Nos referimos a la existencia, en diversas poblaciones del país, de situaciones de emergencia humanitaria bastante complejas.Libia no es un país altamente poblado por lo que las dimensiones de las poblaciones carenciadas como efecto de la guerra no son demográficamente desmesuradas. Trípoli está parcialmente sin agua, así como buena parte de las ciudades del oeste del país; el sistema de salud, que obviamente se vió desbordado por un flujo de heridos para el cual no estaba ni remotamente preparado, no está en condiciones de atender a la población. Hay, por otra parte, casos puntuales de desabastecimiento en alimentos que deben ser resueltos con rapidez si no se quiere que la situación empeore. Sin embargo, esta emergencia humanitaria, sin dejar de ser de importancia, no tiene la entidad que poseen las interrogantes políticas internas que el futuro le plantea al país.Desde una lectura occidental y moderna, que, por otra parte, nos han retroalimentado los "mass-media" que frecuentamos cotidianamente, la disputa en Libia sería una nueva versión de la epopeya liberal e iluminista, del tipo "Independencia de los EE.UU." o "Revolución Francesa" que tan fuertemente ha impregnado nuestro imaginario político. Sin embargo, una lectura atenta de la historia reciente del país y de algunas declaraciones de las autoridades del CNT, indica que en Libia no es sencillo identificar nada parecido al "We the people", que impusiese la independencia en Norteamérica, ni tampoco hay forma de convocar"Aux armes, citoyens….!" para arremeter contra algún hipotético poder institucionalizado. Entre otras razones, porque todo parece indicar que en Libia ni hay "citoyens", ni hay "people" a mano… lo que mas bien parece abundar son "tribus", "jefes de guerra" o "familias" en un sentido ampliado que en Occidente ya son muy raras.En otras palabras, los "materiales" sociológicos y los relatos políticos que están disponibles para construir la Libia pos-Gadafi no son los que nos resultan familiares.La reconstrucción de Libia deberá comenzar por una compleja negociación entre las cinco grandes tribus y las múltiples sub-tribus que forman la osatura política fundamental del país y que son las unidades sociales básicas que estructuran, incluso, hasta una geografía que, en algunas partes, todavía resulta ser de confines brumosos. Por lo tanto, reflexionar el futuro de Libia requiere de imaginar cómo habrá de procederse para transitar de ese pasado y este presente "tribal" hacia un futuro menos arcaico y, ojalá, más democrático.Pero esta posibilidad es hoy más del orden del imaginario que algo parecido a un dato de la realidad. Así, por ejemplo, la opinión pública mundial todavía no está muy al tanto que el muy protocolar CNT, que se reúne formal e informalmente, con las grandes potencias de este mundo y con las Naciones Unidas, ha sido compuesto con un estricto criterio de representación política por tribu y porregión geográfica y, en la formación de sus liderazgos, internos y externos, nada ha tenido que ver el voto o la opinión de lo que nosotros llamamos "ciudadanía".Lo que sí tiene de novedoso el levantamiento contra Gadafi es que, al menos en sus inicios, sus impulsores, quizás influidos por los jóvenes tunecinos y egipcios vecinos, impugnaron al régimen desde una postura que era claramente independiente de los referentes tribales. Quizás por la juventud de los primeros manifestantes, quizás por la añoranza de una "modernidad" que vieron de lejos por mucho tiempo y que parecía desembarcar en los países vecinos, o a lo mejor por razones que habrá, en su momento que explicar con más ciudado, pero lo cierto es que la revuelta inicial no fué explícitamente "tribal", ni siquiera influida por éstas. Ese momento inicial durará poco. En cuanto el régimen amagó a arremeter contra la ciudad de Benghazi, feudo y capital de la tribu Warfala (que, por otra parte, era la tribu más díscola y por ende la más marginalizada de la confederación tribal que sostuvo, por décadas, a Gadafi) ésta reaccionó como tal.Y, para sorpresa del propio Gadafi, esta tribu "marginal" (aunque poderosa), utilizando la movilización de los jóvenes y los ejemplos ribereños, tuvo la capacidad política para poner en marcha el estallido de la base de poder del régimen y para paralizar, primero, el riesgo de una guerra entre tribus y, luego, conseguir que una importante mayoría de ellas se plegase a la insurrección. Esta parte de la historia es poco conocida pero no puede dejar de considerarse. No hay que descartar que la conocida política gadafista de concentrar el poder militar decisivo en regimientos mercenarios, para no tener que pactar los temas militares con las tribus, haya sido la clave de su final. Los Warfala, poderosos en la relativamente rica Cirenaica, seguramente fueron capaces de aportar muchos recursos para debilitar un ejército que combatía meramente a sueldo.En otros términos, cuando ya no tengamos más que hablar de Gadafi (ojalá que no logre construirse un martirologio final y que sea capturado para ser juzgado) y nos decidamos a pensar en la Libia futura, tendremos, sin embargo que tomar en consideración la tribu de los Al Gaddafa que, aunque muy pequeña en comparación con los Warfala o los Al Obeidat, supo marcar a fuego la historia de esa porción de desierto convertido en "país" por la desmesurada ambición de uno de sus miembros.
Hace ya meses que los analistas vienen señalando que las elecciones generales que se llevaron a cabo en México en el día de ayer no podían, fuese cual fuese el resultado, significar un paso mínimamente significativo en el eternamente postergado proceso de consolidación de la democracia en ese país. Millones de mexicanos estaban concientes que "la oferta" de los candidatos no era ni atractiva, ni satisfactoria, ni confiable. Sin embargo, la ciudadanía estaba atascada en una trampa muy difícil de sortear: si de fortalecer la democracia se trataba, a la ciudadanía no le quedaba más remedio que votar. 1.- Conviene señalar, desde el vamos, que el problema de la inexistencia de una democracia "decente" en México no es un asunto interno que sólo compete a los mexicanos. Es un problema regional e incluso internacional. La economía mexicana es, ahora, el segundo PBI de América Latina y, cuando la economía norteamericana goza de buena salud, el PBI mexicano ha superado por años al de Brasil sin dificultades. Aunque al igual que Turquía y muchos otros países, simplemente México no goza de la simpatía de los "golden boys" del mundo financiero norteamericano, por lo que no ha sido incluido en ninguna sigla promocionada entre la alta finanza como uno de los países emergentes más poderosos. Sencillamente, que África del Sur sea incluido en los BRICS y no figuren ni México ni Turquía, por ejemplo, en ninguna liga igual o parecida, sólo habla de la frivolidad -(para no mencionar hipótesis más pesimistas)- de los "expertos" que las forjan. Y, precisamente por todo ello, las descomunales carencias de la democracia mexicana que los resultados de estas últimas elecciones parecen volver a prorrogar en el tiempo, constituyen un problema mayor, por lo menos para Latinoamérica y para los EE.UU. A este altura del conteo de votos, iniciado ayer 1o. de julio a las 18 horas, los resultados son casi definitivos y le otorgan entre 25.1 y 26.0% a la candidata del Partido de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota; entre 30.9 y 31.8% al candidato del Partido de la Revolución Democrática, Manuel López Obrador y entre 37.9 y 38.5% al candidato del Partido Revolucionario Institución, Enrique Peña Nieto. El triunfo de este último es, por lo tanto, inobjetable, y el presidente electo ya está recibiendo el reconocimiento de los mandatarios de los más diversos países del mundo. No es necesario ser un conocedor en profundidad de México para darse cuenta que el triunfo de Peña Nieto significa el retorno al poder del viejo partido populista construido, a partir de 1929, para dar solución al conflicto creado por la Revolución Mexicana luego del asesinato de Francisco I. Madero. En otras palabras, podemos estar ante el retorno de "la dictadura perfecta" que tan bien caracterizase Vargas Llosa en aquel memorable diálogo televisivo con Octavio Paz en el año 1990. ( http://bit.ly/LLHENn ) Corporativismo sindical, corporativismo empresarial, corrupción como "modus operandi" prácticamente generalizado, la ley y el Estado de Derecho como un mero artificio, permanentemente negociable si molesta para los objetivos políticos del momento y, eventualmente respetable, si coyunturalmente se condice con esos fines, uso selectivo de la violencia, desde el "patoteo" al asesinato, individual y, eventualmente, el recurso a la represión masiva (Tlatelolco), etc., etc. En otras palabras el resultado que están arrojando estas elecciones sería efectivamente una tragedia y la puesta entre signos de interrogación del titulo de esta editorial sería algo totalmente injustificado. En realidad, aunque el triunfo de Peña Nieto no sea un buen augurio para la democracia, es necesario señalar que con este resultado, quizás México escapó de algo mucho peor: el triunfo de Manuel López Obrador. Este priísta de la vieja guardia, reconvertido en "izquierdista" a la sombra de la voltereta cardenista que permite crear el PRD, tiene exactamente la más ortodoxa escuela del PRI sobre sus hombros pero a la que ha agregado un toque psicológico y personalista que hubiese podido tener consecuencias absolutamente impredecibles de haber salido triunfador. En buena medida él es el responsable de la derrota del PRD frente al PRI. De haber sido Marcelo Ebrad el candidato perredista, muy probablemente todos estaríamos festejando el nacimiento de una oportunidad para México. La diferencia entre López Obrador y la tradición priísta está precisamente allí: en que López Obrador ha transgredido, "de pensamiento, obra y omisión", la única regla básica que todos los priístas de todos los tiempos han sabido respetar: primero la disciplina ante el sistema, ante el Partido y ante lo que ellos llaman "la tradición revolucionaria", sólo después vienen las ambiciones personales. Es más: éstas sólo tienen chance de realizarse "en el seno" de la disciplina priísta. Hace muchos años, Fidel Velázquez, Dueño y Señor por décadas del movimiento sindical mexicano, le contestó a un periodista novato que le preguntaba sobre la próxima sucesión presidencial: "No me pregunte eso, m´hijo, no sé,.¡el que se mueve no sale en la foto.!" y nunca hubiese dado su opinión, porque el darla hubiese significado su muerte, por lo menos, política. Frente a esta respuesta de uno de los priístas más relevantes de la historia, respuesta que revela perfectamente que el autoritarismo priísta descansaba sobre una disciplina partidaria absolutamente férrea, vertical e insoslayable, a la que todos debían respetar (incluso el Presidente), cabe traer a colación la frase de López Obrador, que publicó El Universal allá por el año 2008, en ocasión de discutirse la reforma energética en México. Ante una fuerte discrepancia con su interlocutor, el ahora derrotado candidato le espetó abiertamente: "El movimiento soy yo". Es decir, echó mano a una expresión, casi estrictamente borbónica, que no tuvo, no tiene, ni tendrá cabida, nunca, en la cultura priísta. Si el lector tiene alguna duda de la importancia de esta diferencia, que parece de detalle pero que es altamente significativa, bástanos recordar que, en el año 2006, cuando López Obrador pierde por escaso margen frente a Calderón las elecciones, el personaje decidió poner en jaque a todo el sistema político y a toda la enclenque institucionalidad democráticos del país porque, desde su megalomanía, su egocentrismo y su descomunal desmesura, decidió desconocer los resultados (que todo el mundo aceptaba) y poner en jaque al país entero entre el mes de julio y hasta pocos días antes de la asunción del presidente electo, en diciembre, con plantones, movilizaciones callejeras, campamentos y todo tipo de actos ilegales. Su intento fue, estrictamente, un golpe de estado "personal". Es por ello que decimos que la tragedia electoral de México pudo haber sido mayor. Nadie con dos dedos de frente puede albergar alguna esperanza demasiado seria sobre la posibilidad de que un gobierno de Peña Nieto fortalezca la institucionalidad democrática mexicana. Tampoco nadie con dos dedos de frente puede albergar duda alguna que, de haber ganado la presidencia, López Obrador en menos de un año estaría conduciéndose como los tiranuelos populistas de moda en América del Sur. López Obrador sueña con ser un nuevo Chávez (ante el quebranto de salud que aqueja a este último), fantasea con "fundar un modelo" como Kirchner para hacerlo familiarmente hereditario y ya estaba en camino de poner en marcha los mismos mecanismos de persecución de la prensa que utiliza Correa con el argumento de que favorecían a su adversario. Conviene dejar asentado que todo indica que López Obrador comenzará en cualquier momento, quizás lo esté haciendo en este mismo momento, alguna impugnación, reclamo o "movilización" para iniciar un cuestionamiento de las elecciones de ayer. Los resultados de los que se dispone a esta altura del recuento, mediante proyección, dan un resultado totalmente favorable al PRI, ha habido miles de observadores de las elecciones, etc., etc., nada de eso impedirá que la irresponsabilidad de López Obrador no desequilibre a México desde hoy hasta la asunción de Peña Nieto en el mes de diciembre. No trate el lector de encontrar algún argumento político en esta obstinación en destruir la débil institucionalidad del país. La explicación es freudiana: lo más probable es que la mamá de López Obrador le hizo jurar que sería presidente, cuando era pequeño. En otros términos, México escapó (menos mal que casi por 8% de votos de diferencia) de caer en manos de un tirano megalómano plebiscitado. Pero tiene fuertes probabilidades que recaer en las redes de la maquinaria autoritaria más antigua y perfecta, por lo menos, de América Latina. No es posible, sin embargo, terminar este editorial sin desarrollar dos ideas más que nos resultan relevantes. 2.- Más allá de que estamos rigurosamente convencidos que el panorama que pintamos del tradicional México priísta es un retrato fiel del país en el que vivimos más de una década, es necesario señalar que, desde el sexenio del Presidente Zedillo (un priísta en pleno repliegue), pasando por los dos sexenios durante los que gobernó el PAN con Fox y Calderón, mucha historia ha corrido bajo (y sobre) la otrora omnipotencia priísta. El primer cambio altamente significativo es el correcto desarrollo mismo de estas elecciones. Que estemos escribiendo, a menos de 24 horas de cerradas las casillas, con un resultado altamente certero, era una realidad electoral impensable hace 20 años. En ello cuenta el fuerte desarrollo del Instituto Federal Electoral, la construcción de un padrón electoral ultramoderno totalmente digitalizado y la integración de ciudadanos a su funcionamiento. En el mismo sentido, genera serias limitaciones para una reedición exacta del pasado populismo priísta, la real y absoluta independencia del Banco de México. Esta institución ya no depende del Ejecutivo y no va a generar liquidez para financiar "televisores plasmas para todos", como estila Cristina K, o "bolsas escola" al barrer, como distribuye Dilma. Los dos sexenios de gobierno del PAN, cuyas enormes carencias explican la pálida votación obtenida por ese partido ayer, fortalecieron razonablemente una plausible división de poderes en la que el Poder Judicial y el Poder Legislativo adquirieron formas de existencia institucional autónoma relativamente sustantivas. El Congreso del año 2012 ya no es el "aprobador de manos enyesadas" de iniciativas presidenciales de los años 80. La sola experiencia de la alternancia política fortaleció esa tendencia. En las décadas de los años 70 y 80, no había prensa alguna que no fuese del PRI, que no recibiese financiamiento del PRI o que no tuviese algún tipo de acuerdo de coexistencia pacífica establecido con el PRI. La que no se ajustase a este tipo de estatutos, desaparecía. Hoy, como en muchas partes, hay prensa comprometida con los partidos políticos, y en México, con el PRI. López Obrador denunció a todos los vientos un supuesto apoyo de Televisa a Peña Nieto, pero fue bastante más discreto con la supuesta relación que él estableció con Carlos Slim quien, por su parte, aspiraba a usar el cableado telefónico de Telmex para, ofrecer Internet y desplazar a la televisión tradicional de aire y de cable. En otros términos, el monopolio priísta fue quebrado durante su ausencia en el poder y algo de "competencia entre élites", para retomar, algo abreviadamente, la expresión schumpeteriana se instaló. Eso no era posible en el México priísta tradicional. Cabe señalar, igualmente, que México es el país en el que, junto con Somalia, mueren asesinados más periodistas por año. Eso no habla bien del respeto a la libertad de prensa pero tampoco corresponde a la realidad del priísmo reinante en el pasado. Bajo la omnipresencia del PRI no morían tantos periodistas: sólo los recalcitrantemente independientes. Hoy el crimen organizado y el narco decapita fotógrafos y reporteros que hacen la crónica social de los cumpleaños de 15 años. Igual razonamiento merece, por ejemplo, la aprobación de la ley que establece la instauración de los Institutos de Transparencia que, a nivel federal y estatal, garantizan el acceso a la información, la protección de datos de los ciudadanos, la información sobre la gestión gubernamental, etc. En otros términos, en casi una década y media, con el PRI fuera de los controles de la nación, hay una incipiente nueva institucionalidad que, parcialmente, es contradictoria con la vieja cultura priísta y puede servir de "cortafuego" para los intentos "restauración". 3.- Este crepuscular panorama político que acabamos de pintar a propósito de las elecciones mexicanas de ayer, tiene que ser visto también desde otra perspectiva. Cuando efectivamente hay democracia, las elecciones tiene, siempre, algo de "fiesta". Nada parecido a eso hemos visto en la prensa. Reina sobretodo en México una sensación a alivio. Porque México no está para fiestas. El crecimiento incontrolado del crimen organizado está opacando -(o directamente ya ha opacado fuertemente)- las demandas democráticas que se habían organizado y desarrollado con cierto vigor en los últimos años. México entonces no está de fiesta, en primer lugar, por eso. El gobierno saliente viene perdiendo la batalla contra narcos y criminales y nada garantiza que el nuevo gobierno sea más apto para llevar adelante esa batalla. Pero hay una segunda razón por la que las elecciones realizadas dejan más un retrogusto amargo que algún sentimiento de esperanza. Y ello tiene que ver con lo que señalábamos al principio de este texto. Si una vasta fracción de la ciudadanía se encontró en la trampa que tener que votar entre 3 candidatos que no convencían es porque lo que está claramente trabado es el sistema de partidos. Si hay responsables de que los candidatos no resulten convincentes, esos responsables son los partidos. No es éste el lugar para analizar las largas e históricas razones por las que México nunca logró construir un verdadero sistema de partidos: la ausencia de democracia y la casi inexistencia de alternancia tienen mucho que ver con ello. Pero queremos señalar, para terminar, que los partidos políticos son tanto o mas responsables de la pobreza de los candidatos que compitieron, cuanto es evidente que las personalidades con capacidad para asumir esas candidaturas obviamente estaban presentes en el personal político partidario. ¿Con qué alquimia López Obrador logró impedir que Marcelo Ebrard fuese el candidato presidencial del PRD? No conocemos en absoluto los detalles de la fórmula. pero no resulta difícil imaginarla. Complejas tranzas entre mayorías internas de dinosaurios socialistas, pterodáctilos populistas auto-denominados "progresistas¨ y cardenistas trasnochados, decidieron ser los administradores de la moral y excomulgaron al mejor, más moderno y más sensato político de la izquierda mexicana de la última década. En la más cerril tradición mexicana, lo deben de haber excomulgado por su supuesta homosexualidad. No mucho mejor se manejó el PAN con su candidato. Josefina Vázquez Mota no solamente nunca recibió el apoyo del Presidente Calderón: tampoco contó con el soporte de la totalidad del Partido Acción Nacional y el ex presidente Fox se dio el lujo de hacer público que su voto personal iría a Enrique Peña Nieto, el candidato del PRI. Es muy posible, por otra parte, que el muy conservador militante medio panista entienda que una mujer no pueda ser candidato a presidente de la República. Con respecto a la elección del candidato priísta, todavía sabemos menos sobre ese milagro ya que el secretismo del PRI es siempre difícil de traspasar. Sabemos de su pertenencia "al riñón" del grupo Atlacomulco, pero no tenemos información sobre las razones que llevaron al PRI a elegirlo precisamente a él. Estadísticamente es seguro que ese partido tiene decenas de militantes de primera línea capaces de organizar algunas palabras coherentes en algo parecido a un discurso. En resumen, compitieron los candidatos que el juego interno de los partidos eligió como tales. Eso habla de la calidad de la democracia, de sus carencias, de las debilidades de los partidos políticos pero, también, de las aspiraciones y preocupaciones de la ciudadanía mexicana. En última instancia, es allí donde, y así cómo enraiza la democracia. Urge que esa planta fortalezca sus raíces.
En las próximas elecciones europeas que se desarrollarán del 22 al 25 de mayo, se espera un resultado histórico y resonante de los partidos de extrema derecha y euro-escépticos, confirmando una tendencia al alza de estos partidos a nivel nacional desde hace más de treinta años y a nivel europeo desde hace más de una década.Las primeras preguntas que debemos hacernos son: ¿quién vota por la extrema derecha (E.D)? y ¿por qué estos partidos han logrado consolidarse electoralmente en importantes democracias europeas en los últimos veinte años, cuando prácticamente no habían existido como fuerzas políticas en los cuarenta años que sucedieron a la derrota de las potencias del eje y sus doctrinas fascistas y totalitarias?. Tanto la E.D, como la derecha conservadora, pagaron caro (a nivel electoral) su respaldo, real o imaginario, al nazismo y al fascismo durante el período de entre guerras. Desacreditados y justamente vilipendiados, los partidos de E.D prácticamente desaparecieron de la arena electoral hasta mediados de los 70. Para algunos autores, el resurgimiento de estos partidos a fines de los 70 y principios de los 80 coincidiría con el fin de "los años dorados", la crisis económica de los 80 y el deterioro y desmantelamiento progresivo del Estado Benefactor. A esto habrá que agregarle –a partir de la década del 90- el proceso de globalización que habría contribuido a resquebrajar no sólo las fronteras, sino también la unidad y cohesión cultural al interior de unidades políticas auto-percibidas como culturalmente homogéneas y nacionalmente solidarias.El electorado histórico de la E.D ha sido siempre ese sector socio-económico conocido como la "pequeña burguesía", compuesto mayoritariamente por pequeños comerciantes y empresarios y pequeños terratenientes. Estas profesiones encontrarían en el discurso político, social y económico de la E.D, respuestas a sus valores, actitudes e inquietudes. Pero de "pequeños burgueses" no vive un partido, por lo menos uno que intente competir exitosamente por el poder. A partir de los años 90, el electorado de la E.D se ha ampliado, incorporando una porción nada despreciable (esto variará dependiendo de los países) de la denominada "working class", esa clase trabajadora compuesta de obreros (calificados y no calificados), prestadores de servicios poco calificados (vendedores, cajeros, personal de limpieza, etc.) y oficinistas. El éxito de la E.D en los últimos años se explica por su capacidad para captar parte de ese electorado, que históricamente ha votado por los partidos socialistas y de la derecha tradicional. ¿Cómo explicar entonces que importantes sectores de la ciudadanía hayan volcado su apoyo, de manera importante, y perenne en algunos casos, hacia estos partidos?Existen tres tesis relevantes para explicar la evolución del electorado. La primera haría eco de lo que podemos denominar como el conflicto o el proteccionismo económico. En este sentido, parte de los votantes de la clase trabajadora responderían al llamado de la E.D en respuesta a la amenaza percibida, tras el proceso de globalización, a sus fuentes de trabajo y subsistencia. Estaríamos entonces en presencia de una competencia por los recursos económicos (empleo, salarios) y sociales (acceso a la salud, a la educación) entre un sector amenazado (los trabajadores locales no calificados) y una mano de obra extranjera que provocaría un efecto de "dumping" económico y social al presionar a la baja al mercado del empleo y sobrecargar aún más el tambaleante Estado de Bienestar. La E.D, al presentar una visión económica proteccionista o de lo que podríamos catalogar como chauvinismo económico (acceso prioritario de los nacionales al trabajo, la salud y la educación), tocaría la fibra sensible de los sectores económicos más amenazados por la apertura de las fronteras. Esta sería la tesis prioritaria para explicar la migración de parte del asalariado obrero de la izquierda hacia la derecha, ya que la primera tiene dificultades para incorporar su lógica internacionalista y de solidaridad transfronteriza en un esquema político y social que convenza parte de su electorado tradicional que reclamaría, por el contrario, un mayor proteccionismo (económico y cultural).La segunda tesis que intenta explicar la evolución del electorado es la del conflicto o del proteccionismo cultural. Esta idea, anclada en valores propios al racismo y la xenofobia, se opondría a la visión multicultural y de igualdad entre nacionales y extranjeros. Defendiendo valores contrarios a la igualdad y a los principios centrales del liberalismo político, la E.D capitalizaría los sentimientos fuertemente identitarios y excluyentes de una parte de la ciudadanía. Un estudio de Zick et al. Del 2011 (Intolerance, Prejudice and Discrimination: An European Report) muestra que el 60% de los ingleses, 54% de los franceses, 52% de los alemanes y 79% de los húngaros, consideran que su cultura debe ser protegida de la influencia de culturas extranjeras (los resultados son similares para el resto de los países europeos). Aún más grave: 30% de los alemanes, 35 % de los ingleses, 38% de los franceses y hasta 45% de los portugueses, consideran que existe una jerarquía natural entre la raza blanca y la raza negra. Estas nociones, de racismo cultural (basado en la diferencia natural entre culturas o civilizaciones) o clásico, ligadas a otros valores xenófobos, explicarían el apoyo de una parte importante del electorado hacia los partidos de E.D.Por último, la tercer tesis que explicaría el apoyo a la E.D podría titularse como el voto protesta o de desencanto y rechazo hacia las instituciones de la democracia representativa y del sistema de partidos. Esta idea toma particular fuerza entre muchos comentaristas políticos, en particular porque resultaría menos vergonzoso para nuestras sociedades "libelares y tolerantes" reconocer las falencias de la ingeniería política, que reconocer nuestras propias falencias como individuos. Así, los defensores de esta tesis plantean que el déficit democrático, la corrupción política, el fracaso de los partidos políticos para articular correctamente los intereses ciudadanos y no ser percibidos únicamente como un "club de amigos" destinados a perennizar el nepotismo y el clientelismo, así como la inoperancia de la democracia representativa (a través de un parlamento repleto de burgueses empachados y distanciados de las verdaderas preocupaciones del "hombre de la calle") y su cooptación por los círculos más alejados del poder ciudadano (la burocracia estatal y la justicia), conducirían al apoyo a la E.D. En efecto, el lenguaje populista de ciertos partidos de E.D, articulado sobre la crítica permanente hacia las élites corruptas (políticas y económicas) y espoliadoras, tocaría el corazón de una ciudadanía atomizada que ha perdido sus puntos de referencia tradicionales (partidos políticos, sindicatos, familia, etc.) en su entender de la polis y en su accionar político.Para entender el éxito de la E.D, es necesario al mismo tiempo considerar la oferta electoral, es decir la estrategia, las características propias de cada partido así como su relacionamiento dentro del sistema de partidos. Es innegable que la profesionalización de la estructura partidaria, el desarrollo de una base de militantes movilizados y adoctrinados, así como la construcción de un discurso populista en algunos casos, y sobre todo la capacidad de estos partidos de colocar en la agenda pública sus temas predilectos, a saber la inmigración, la seguridad, la corrupción y el abuso de las élites (temas sobre los cuales serían considerados como más competentes que los partidos tradicionales), les ha permitido crecer electoralmente. A esto se suman dos aspectos que explicarían igualmente el progreso de estos partidos. El primero tiene que ver con el posicionamiento de los grandes partidos tradicionales de la izquierda y la derecha (socialdemócratas, socialistas, liberales y conservadores). Al abandonar progresivamente los extremos para "acercarse" al centro, en una lógica de competencia electoral, estos partidos han abandonado o se han alejado progresivamente de esa parte nada despreciable del electorado extremo (tanto a la izquierda como a la derecha), que no tiene "más remedio" que reportar su voto hacia los partidos de los extremos. El segundo factor está ligado a la actitud, a menudo percibida como timorata o esquiva de los grandes partidos centristas de tratar de lleno las cuestiones relacionadas con la inmigración. Una parte de la ciudadanía, decepcionada por las respuestas y políticas aplicadas por los partidos gubernamentales, reportaría su voto hacia los partidos que proponen soluciones claramente comprensibles y asimilables (no a la inmigración, no a Europa, no al euro, etc.)Todos estos factores, que hasta hace un par de años sólo se aplicaban a nivel nacional, empiezan a dar frutos a nivel europeo. Es evidente que luego de décadas de adoptar una política de rechazo y no participación en las instituciones europeas (principalmente en el Parlamento), los partidos de E.D y euro-escépticos han cambiado su estrategia para "destruir el sistema por dentro". Pasando por alto la inconsistencia lógica de participar democráticamente en un proceso electoral del cual desconfían y de formar parte de un proceso de integración supranacional al cual no le reconocen ni legitimidad ni autoridad, los partidos de E.D ven en Europa una nueva oportunidad de crecimiento y de afianzamiento de su fuerza política.Ciertos factores facilitan o explican este progreso. El primero es sin duda la desconfianza generalizada de la ciudadanía en la construcción y en el futuro de Europa. Según datos de Eurobarómetro para agosto 2013, tan sólo el 31% de los ciudadanos de la Unión tenían confianza en la UE. Este dato se enmarca en el fenómeno más amplio de "crisis de confianza en las instituciones" del cual, como hemos dicho, se beneficia la E.D con su discurso populista, antieuropeo y anti-establishment. En efecto, para el período mayo 2012/agosto 2013, la confianza de la ciudadanía europea en los partidos políticos ha pasado del 18 al 14 %. Lo que algunos ven como un voto protesta (contra la crisis de representación o la crisis económica – cristalizado en el apoyo a la E.D), otros lo perciben como un fenómeno de fondo más preocupante para la estabilidad de las democracias europeas.Otras causas pueden contribuir a explicar el próximo buen resultado de estos partidos en las elecciones europeas. Las europeas son consideradas generalmente como "elecciones de segundo orden", menos importantes a los ojos de la ciudadanía. En este caso, el voto estaría menos "atado" a las lógicas tradicionales, favoreciendo el apoyo a partidos minoritarios (como la E.D o los partidos verdes). Otro argumento que ha sido avanzado es el de la baja participación, que favorecería a los partidos con fuerte capacidad de movilización, como serían los de E.D (este argumento deja a este autor particularmente dubitativo, ya que pocos o ningún estudio han demostrado que el electorado de E.D se movilice más que, por ejemplo, el tradicional electorado de izquierda). Un último argumento que puede ser esgrimido es que, al realizarse las elecciones europeas bajo un modo de escrutinio proporcional y generalmente con una única o algunas pocas circunscripciones por país (por ejemplo en el caso de Francia hay tan sólo ocho circunscripciones para las europeas, contra 577 para las elecciones legislativas!), las chances de los partidos minoritarios de obtener un importante número de votos se acrecientan. Estas razones explicarían, por ejemplo, que el British National Party (partido a tendencia fascista) haya obtenido 6.2% de los sufragios, o que el UK Independence Party (partido euro-escéptico) haya sido el segundo partido más votado en Reino Unido en las elecciones europeas de 2009 con el 16,5% de los votos, cuando este partido nunca ha obtenido ni una bancada en la Cámara de los Comunes.Es inviable a corto y mediano plazo que las fuerzas de E.D y antieuropeas presenten un real peligro para la integración Europea. Estos partidos tan sólo pueden aspirar, por el momento, a convertirse en el tercer o cuarto grupo político relevante a nivel europeo detrás del Partido Socialista Europeo, el Partido Popular Europeo y la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa. Cualquier tentativa de "mise en question" no podrá pasar de la expresión, ciertamente legítima, de las dudas en cuanto al presente y futuro de la integración europea. Son y serán, durante mucho tiempo aún, minoritarios tanto a nivel del parlamento europeo, como en los legislativos nacionales (salvo contadas excepciones). En 2009 el apoyo a los partidos de E.D y euro-escépticos alcanzó casi el 12% de los sufragios europeos. Para las elecciones del 22-25 de mayo se vaticina un resulta muy superior, que analizaremos en el marco global de los resultados de las próximas elecciones en un siguiente artículo. Théophile de Verne - Université Paris I, Panthéon-Sorbonne
"Invisibles"., se ha dicho en alguna ocasión. Así parecen haber permanecido, desde el siglo XIX, los emigrantes españoles en las nuevas republicas americanas tras las declaraciones de Independencia (de las que se conmemoran el bicentenario en estos momentos). Quizás las nuevas elites políticas e intelectuales republicanas veían en ellos algo que les recordaba el denostado pasado colonial, y se les adjudicaban unos rasgos morales que no encajaban en las ansias de "progreso" que regían sus proyectos nacionales. O quizás eran demasiado cercanos a ellos mismos, que pasaron desapercibidos, más allá de algunos chistes y estereotipos. Y sin embargo estos millones de emigrantes españoles, anteriores a la Guerra Civil española, participaron de manera casi siempre anónima en los procesos de formación y modernización de las nuevas sociedades tanto en las Américas como en España. Más tarde que en otras tradiciones historiográficas, lo cierto es que los historiadores de uno y otro lado del Atlántico hispano solo empezaron a atender de manera algo mas sistemática el estudio de la emigración contemporánea española hasta hace relativamente poco, no más de dos décadas, a finales del siglo XX. Y todavía quedaba por hacer. "Invisible", también se puede aplicar, si cabe con más razón, a la participación de la población andaluza en estos movimientos migratorios del XIX y principios del XX. Pero existieron. Se ha estimado que cerca medio millón de andaluces partieron de la región al algún destino de ultramar en esos años. Este volumen emigratorio equivaldría, en termino brutos, a casi una decima parte de la población andaluza hacia mediados de ese periodo. Algunos de ellos retornaron, en cifras aun más difíciles de precisar. Las innovaciones en los transportes marítimos redujeron los tiempos y los costes marginales con forme avanzaba el siglo XIX, dando más sentido a la expresión "saltar el Charco". Los que se quedaron, los que retornaron y los que volvieron más de una vez, todos ellos encontraron en la emigración un recurso adaptativo para hacer frente, individualmente o apoyados en redes familiares y de paisanaje, a los amplios retos históricos que definen la gestación de las sociedades contemporáneas. Las migraciones, interiores y exteriores, formaron parte de los recursos adaptativos de la "gente corriente" de Occidente durante el largo siglo XIX con mayor intensidad cuantitativa que antes, aun siendo una constante de los colectivos humanos. La modernización no solo se ejecutaba mediante la transformación de los viejos oficios en nuevas plantas fabriles, mediante la movilización política y el largo camino hacia la democracia liberal, o mediante la transición a nuevas pautas demográficas. La modernización de las sociedades europeas también se define por la transición a la movilidad, empezando por las migraciones en masa del XIX, en un proceso de integración de mercados atlánticos de mercancías, capitales y trabajo que la prensa andaluza de 1889 ya conocía como la nueva "economía-mundo", hoy globalización. La historiografía actual viene analizando como la región hizo frente a una serie de transformaciones, de adaptaciones, de frustraciones. Pero, aplicado a estudios migratorios las teorías de en esto se puede correr el riesgo de recurrir a esquemas explicativos que reinciden en las ideas fuerzas de fracaso, de retraso., que no siempre permiten analizar en su complejidad los procesos como los migratorios, que corren el riesgo de quedar reducidos a síntomas de esos "males de la patria" de que se hablaba en el XIX. Cuando descendemos del gran discurso "modernizador" a la escala de la gente corriente, emigrar aparece como un recurso más de adaptación a las nuevas oportunidades disponibles en ese proceso de integración de mercados y sociedades antes mencionado. Los países americanos pronto valoraron el aporte de los emigrantes, tardaría más que así se hiciera en España en tanto que país emisor. La presente investigación aborda el tema de la emigración contemporánea de andaluces a América. La inscripción en su día del proyecto de Tesis Doctoral estuvo marcada por la renovación que por entonces venia produciéndose en la historiografía española sobre este sujeto de estudio. Cuando hicimos la inscripción administrativa del proyecto bajo el titulo: "Los caminos andaluces en ultramar. La emigración contemporánea de andaluces a América", y aun contando con un primer plan de trabajo, he de reconocer que no teníamos plena conciencia de la envergadura real del mismo, la constante renovación científica de la información y los métodos que seguía produciéndose en este campo, las dificultades de acceso a la documentación que posteriormente irían surgiendo. Ese título, con ser exacto por ser precisamente genérico, era propio de un recién licenciado con mas predisposición que competencias, un aprendiz mas bisoño que ambicioso en el "oficio de historiador". En todo caso, mi línea de investigación quedaba diseñada para los años posteriores. No iba a renunciar a un tema que me ha llegado a apasionar, tanto o más que a., desesperarme. Lo que aquí se presenta es el resultado del tratamiento y explotación de parte de la documentación que he finalmente recabado en este tiempo. Es una parte eso si mayoritaria, nuclear. Se explota la principal tipología de fuentes al uso en la literatura científica, tanto en los estudios sobre agregados estadísticos como en aquellos que hacen uso de información nominal. Ello ha permitido integrar en este trabajo los enfoques macro y micro históricos, esto es, desde las grandes líneas evolutivas de la emigración en sus tendencias temporales, a la mirada sobre los emigrantes anónimos que dejaron sus nombres en cedulas censales y otras fuentes de corte nominativo. Hemos abordado, hasta donde nuestra habilidad y las fuentes consultadas permiten, las migraciones a distintas escalas geográficas (desde la regional a la local). Desde los presupuestos de historia social, junto a instrumental de la demografía histórica, hemos estudiado el perfil sociodemográfico del emigrante y hemos intentado aprehender la decisión de emigrar dentro de su ciclo vital. También se ha tratado de su inserción en la estructura socioprofesional de la sociedad de acogida. Junto a estos enfoques y temáticas de lo que pretende ser una historia social de estas migraciones, hemos recurrido constantemente a la comparación como método de acercarnos a tema de estudio. Entendiendo que la comparación constituye un instrumento especialmente útil en Historia como ciencia social. Ello ha supuesto un coste añadido al tener que reunir o elaborar información de las migraciones de otros ámbitos espaciales con los que establecer un marco de referencia científica homogénea (por ejemplo, la atención sistemática que prestamos a la emigración gallega tiene esta función, en tanto que región emigratoria por excelencia). Saber algo de la emigración gallega ha permitido, o eso pretendemos, comprender mejor la emigración andaluza. Los resultados de la investigación que presentamos se estructuran en cinco capítulos. El primero, obligado en toda producción científica, hace un estado de la cuestión y expone las principales fuentes y métodos de explotación empleados. Se pone de especial relevancia algunas de las principales aportaciones de investigadores que nos han precedido en el estudio de la emigración exterior que tuvo lugar durante el llamado periodo isabelino español grosso modo, también llamada "emigración temprana" de la historia contemporánea. En el segundo capítulo, estudiamos el "background" compuesto por las grandes líneas de los movimientos migratorios interiores que operaban en la región desde finales del XVIII. Tratándose de la llamada etapa preestadística española y naturalmente no existiendo información directa, hemos procedido al estudio de los saldos migratorios provinciales mediante operaciones de estimación de la emigración neta como se describe en el capítulo 1 y este mismo. La razón de ser es aproximarnos a ver en qué medida se integran las migraciones exteriores como recurso alternativo o complementario, dentro de las limitaciones impuestas por la documentación que repercute en una escala de estudio bastante gruesa. Los capítulos 3, 4 y 5 recogen el núcleo fundamental de los resultados sobre el sujeto de estudio de esta investigación. En el primero de estos, abordamos el impacto de la ruptura del orden colonial en América sobre la emigración andaluza. A continuación, elaboramos las líneas interpretativas de la evolución de la emigración exterior andaluza durante el periodo isabelino, hasta donde el raquitismo de las fuentes estadísticas lo permite. El capitulo 4 se centra en un estudio de caso: los emigrantes andaluces en Buenos Aires hacia la mitad del siglo XIX. Explotamos la riquísima información de las cedulas censales originales y nominales del censo bonaerense de 1855, cuya completa información que permite en primer lugar rastrear los ritmos de llegada desde prácticamente la independencia de la Republica Argentina. El trabajo con las cedulas censales ha requerido de un importante esfuerzo de construcción de una base de datos informática, que finalmente ha permitido explotar la información desde los intereses de un enfoque micro social de la emigración. Es de resaltar la especial originalidad de esta información que permite dibujar un panorama "desde abajo" del conjunto de la emigración andaluza a un espacio urbano en expansión, y llamado a ser uno de los destinos fundamentales de la emigración en masa posterior. Para terminar, el capitulo 5 aporta los elementos para una comparación de la temprana emigración del periodo isabelino, analizada en los capítulos precedentes, con el modelo posterior y clásico de emigración en masa, que es el más conocido. Que cambio de una a otra en distintos planos de estudio. En el apéndice documental hay que resaltar que se recoge una muestra de las características de la base de datos que hemos construido, mediante tratamiento informático, para la explotación del Censo de la ciudad de Buenos Aires antes mencionado. La bibliografía recoge una selección de la literatura científica del tema a la que he tenido acceso. Salvo error u omisión no intencionada, ha sido consultada integra o parcialmente en algún momento de esta prolongada investigación. Si bien no toda ha tenido cabida finalmente en las citas a pie de página, por razón de la conveniencia puntual relativa a la elaboración del escrito final aquí presentado, todas ofrecen información que me ha sido útil en este tema de estudio, y otras entre ellas han contribuido magistralmente a mi formación en el "oficio de historiador" e investigador. Parafraseando a un argentino inmortal: Borges, cabe decir que me enorgullezco más de mis lecturas que de lo que he podido escribir. Durante el desarrollo de esta investigación, varias personas han contribuido en distintas etapas del proyecto a las eventuales mejoras que pudiera contener. Me gustaría agradecer la amabilidad con que fui acogido durante las largas jornadas que pase consultando el modélico fondo documental del Centro de Historia de la Familia de Buenos Aires (Sociedad Genealógica de Utah), entre otros archivos, centros de documentación y bibliotecas consultadas, así como por los emigrantes andaluces que compartieron conmigo sus historias vitales. El asesoramiento y atención de las profesoras Hebe Clementi (Universidad de Buenos Aires) y Nora Siegrist de Gentile (CONICET) hicieron sin duda más productiva mi estancia investigadora en la capital argentina, que pude iniciar gracias a una carta de invitación del CEMLA. En la etapa de elaboración final de este trabajo, he de agradecer el apoyo moral y ayuda de los compañeros del Área de Historia Contemporánea de las Universidades de Huelva y Sevilla. Sin duda he adquirido una deuda de gratitud con el profesor Rafael Sánchez Mantero que, como director de este proyecto de investigación, ha mostrado una infinita paciencia conmigo y ha estado siempre accesible. Además del ocio, el esfuerzo dedicado a este trabajo lo he tenido que restar de manera no justificable de cuidar la amistad de dos queridas amigas, desde mis tiempos en la Universidad de Michigan, que espero me puedan dar la enésima oportunidad. Y en primera línea del frente, la del día a día de mi estado de ánimo y mi desatención, mis padres, Asun y mis dos niños, en fin, han sido y son la generosa fuente afectiva de mi vida, a los que desearía corresponder como merecen.
No había demasiado margen para sorpresas, y finalmente se dio lo que todo el mundo esperaba: la ex presidente Michelle Bachelet (centroizquierda) y la ex ministra Evelyn Matthei (derecha) serán las dos alternativas por las que los chilenos deberán optar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.Teniendo en cuenta las últimas encuestas, ambas candidatas lo hicieron mejor de lo esperado (un 47% y un 25% respectivamente), lo que eliminó de golpe cualquier potencial sorpresa de los candidatos "independientes" a las dos grandes coaliciones, como el izquierdista Marco Enríquez-Ominami (la gran revelación de las pasadas elecciones) y el inclasificable Franco Parisi, completo outsider de la política que siquiera se presentó a través de un partido político.Evidentemente, la gran favorita para ganar el balotaje es Bachelet. La distancia que la separa de Matthei es enorme (su victoria es tan apabullante que se impone en las quince regiones del país) y es probable que arrastre los votos de todos los candidatos menores con la excepción de los de Parisi.Bachelet ha presentado su candidatura a través de una nueva coalición de partidos llamada Nueva Mayoría, que une la tradicional Concertación de socialistas y democristianos con varios partidos menores, incluido el comunista, que, encantado, se subió al probable caballo ganador, algo muy conveniente dada su performance en las elecciones legislativas.Y es que desde el momento que Bachelet proclama su candidatura, pocos se atrevieron a pensar otro escenario que no fuera el de una victoria clara. Recordemos que su primera presidencia es percibida como bastante exitosa (a pesar de algunos pequeños obstáculos como el escándalo del sistema de transporte de Santiago) y que la misma terminaría con una aprobación de más del 80%, cifra para nada despreciable en una democracia liberal latinoamericana.Mientras Bachelet se despedía en marzo del 2010 con una popularidad estratosférica, el actual Presidente Sebastián Piñera sigue luchando con unos niveles de aprobación de su gobierno bastante bajos. Poco le sirvió el espectacular rescate de los mineros atrapados (donde se comportó como el conductor de un reality show) y su presidencia ha sido salpicada por una conflictividad social creciente. Uno de los ejemplos más claros fue el de las manifestaciones estudiantiles en pos de una educación terciaria gratuita o por lo menos accesible para las clases bajas, donde se llegaron a ver marchas inéditamente multitudinarias en contra del gobierno. Las huelgas y movilizaciones también se dieron en otros conflictos como la aprobación del proyecto HidroAysén (una serie de represas hidroeléctricas en el sur del país), la crisis magallánica derivada del aumento en el precio del gas y los eternos reclamos de la nación mapuche. Todos estos hechos tuvieron su apogeo en el 2011, "annus horribilis" para Piñera y del cual no ha sabido recuperarse, cosa que contrasta con las exitosas gestiones de Bachelet y Ricardo Lagos.La pobre performance de Piñera sin duda tendrá algo que ver con el pésimo resultado electoral de la "Alianza" de RN (Renovación Nacional, centroderecha) y la UDI (Unión Demócrata Independiente, derecha populista), aunque probablemente no sea la principal variable a tener en cuenta.Las elecciones primarias de la coalición dieron en su momento una victoria ajustadísima del ex ministro de Economía, Pablo Longueira (UDI) por sobre el ex ministro de Defensa, Andrés Allamand (RN). Longueira, no obstante, pronto renunciaría a ser el candidato de la derecha por sufrir de un grave estado de depresión. A toda prisa tuvo la UDI que buscar otro candidato y, finalmente, se decantaron por Matthei, entonces ministra de Trabajo.Hija de un militar y jerarca pinochetista, Matthei representa la derecha pura y dura, y aún yace el recuerdo de su histriónica defensa de Pinochet cuando la detención del dictador en Londres, dirigiendo a los gritos manifestaciones en las embajadas del Reino Unido y España y abogando por un boicot económico contra dichos países. "Nunca defendí a Pinochet, sino a la soberanía nacional" se justificó en campaña, lo que contradicen en YouTube los noticieros de aquellos días.Matthei y Piñera son viejos conocidos y protagonistas del delirante escándalo llamado Piñeragate. El año era 1992 y ambos eran jóvenes líderes de RN con ansias de dirigir la Alianza y, por lo tanto, ser presidenciables a futuro. Es entonces cuando se muestra al público una grabación secreta de la conversación de Piñera con su amigo Pedro Pablo Díaz (quien guardaba contactos con la prensa)sobre cómo destruir políticamente a Matthei, poniendo en evidencia (en un eventual debate o entrevista) su indecisión en cuanto a la ley de divorcio, si profesaba el catolicismo a pleno y otras inquietudes ancestrales muy propias a la derecha chilena; en palabras del propio Piñera:"(Hay que) dejarla como una cabrita chica, cierto, despistada, que está dando palos de ciego, sin ninguna solidez".El despropósito llegaría a su clímax cuando el público se enterara que la propia Matthei conocía la grabación de antemano y que la habría utilizado para victimizarse. El resultado: la renuncia de Matthei a RN, su huida a la UDI y la postergación por más de dos décadas de la llegada de Piñera a la Moneda.El "amor" entre Matthei y sus ex compañeros de partido alcanzaría otro punto álgido en 1995, cuando la entonces legisladora moviera sus hilos para involucrar al Presidente de RN (y viejo enemigo) Andrés Allamand en el escándalo de acusaciones por el supuesto consumo de drogas por parte de congresistas.La elección de la dirigente conservadora fue, por lo tanto, un poco extraña; y de hecho provocó que algunos militantes de RN solicitaran libertad de acción con tal de apoyar a otros candidatos, en particular a Franco Parisi.Como dijimos previamente, Parisi es un completo outsider en la política, con un pasado dedicado casi exclusivamente al mundo académico, más exactamente en el plano de la economía. Su nombre se haría más conocido siendo conductor de un programa de televisión de divulgación de temas económicos. A falta de una definición ideológica concreta (¿Derecha o izquierda?), Parisi se enmarcó como un candidato pragmático cuyo principal objetivo sería el de renovar la clase política (que, si bien no es un planteamiento muy original, no deja de ser una mala propuesta, dado que el electorado chileno siempre ve los mismos nombres una y otra vez).El otro candidato independiente a tener en cuenta era Marco Enríquez-Ominami, joven diputado quien renunciara en el 2009 al Partido Socialista con tal de presentar una alternativa "verdaderamente" izquierdista a la candidatura por la Concertación de Eduardo Frei.En un inédito escenario con nueve candidaturas, tanto Parisi como Enríquez-Ominami eran los únicos con el respaldo necesario como para dar una sorpresa. No obstante, ambas candidaturas terminaron decepcionando, y lograron sólo un 10% y un 11% respectivamente. Teniendo en cuenta que en el 2009 los sufragios para Enríquez-Ominami constituyeron un 20%, podría decirse que el voto anti-establishment se ha quedado estancado.Finalmente, si sumamos las otras cinco candidaturas presentadas (todas de centroizquierda o izquierda), las mismas no superan en su conjunto el 8% de los votos.Una vez conocidos los resultados, Evelyn Matthei se dirigió a sus seguidores con estas palabras: "Estamos iniciando la segunda vuelta, sí se puede". En realidad es muy improbable que "se pueda", ya que parece bastante inverosímil que en la segunda vuelta la candidata de la Alianza pueda captar nuevos votos. La derecha chilena en general, y la UDI en particular, deberían hacer una autocrítica en cuanto a la imposición de Matthei como candidata, lo que ha provocado un notorio suicidio electoral. Con una personalidad antipática y autoritaria (muy contraria a Piñera y Lavín en este sentido), además de contar con varios enemigos dentro de la Alianza, estaba claro que Matthei sólo podía apelar al voto "duro" de la UDI, al sector más conservador de RN y poco más. La única explicación sensata a su selección podría ser que la derecha ya diera la guerra por perdida apenas la popularísima Bachelet confirmara ser la candidata de la centroizquierda. Como dijimos antes, la pobre gestión de Piñera tampoco ha sido de gran ayuda.Por lo tanto, podemos decir que, salvo catástrofe, Bachelet se impondrá cómodamente en el balotaje. Su segunda presidencia no supondrá grandes cambios, y sorprende la tibieza de muchas de las propuestas del programa de gobierno, que en otros países serían calificadas de centristas. Chile seguirá, entonces, por el camino que ha recorrido desde el retorno a la democracia: el de la moderación, el del cambio paulatino sin sobresaltos y el de la predominancia de las políticas de Estado por sobre las de los gobiernos. Sobre el autorEstudiante de Estudios InternacionalesUniversidad ORT-Uruguay
El sábado 30 de agosto, en la mayoría de los estados de la Federación y entre las 18 y 20 horas, se movilizaron varios cientos de miles de personas en contra de la violencia que se ha desatado en la sociedad mexicana. En los Estados donde la marcha no tuvo lugar, la razón fundamental por lo que no hubo marcha, parece haber sido el temor a eventuales represalias sobre los manifestantes por parte de los grupos delictivos.Para intentar una explicación de este singular proceso, que tiene raíces culturales, ingredientes políticos y fuertes componentes vinculados al funcionamiento de las fuerzas de seguridad y del narcotráfico, comenzaremos simplemente por reseñar algunos titulares y noticias resumidas de la sección policial del periódico "La Jornada" del mismo día de la mencionada marcha:-"…el Alcalde del municipio fronterizo de Cacahoatán (Tapachula, Chiapas) Rolfy Gómez… reprobó el asesinato a balazos de su hermana, Lenny Gómez, de 28 años de edad quien fue acribillada apenas la semana cuando tenía cinco meses de gestación" (Notimex);-"Arrojan dos cabezas de mujeres cerca de la Procuraduría Gral. de Justicia del Estado de Durango", (La Jornada);-"De 19 asesinados en cinco Estados, cuatro fueron degollados; tres eran policías", (La Jornada);-"Manuel Enrique Meza Juárez, Jefe de grupo de la policía ministerial del Estado de México fue ultimado la madrugada de este viernes….en el municipio de Tultitlán" (La Jornada);-"En….un hotel….de la carretera México-Pachuca, municipio de Tlalnepantla, fue localizado con un balazo en la cabeza Fernando Fragoso Villegas…agente adscrito al Centro de Justicia de San Juan Ixhuatepec" (La Jornada);-"La violencia en Ciudad Juárez mató a 8 estadunidenses en agosto", "El cónsul de los EEUU en esta…localidad informó que este mes….se han cometido 210 ejecuciones…" (La Jornada);-"Detienen a tres presuntos ejecutores de una de las 12 decapitaciones en Yucatán"."Los cuerpos de los 12 hombres ejecutados y decapitados el jueves en Yucatán.fueron videograbados y el video subido al portal electrónico YouTube". "Se presume que los propios sicarios efectuaron la grabación. En ella se observan los cadáveres de los 12 hombres colgados de los pies, manando sangre de los cuellos cercenados y, para rematar, las respectivas cabezas alineadas en el piso". (La Jornada).En el primer semestre del año en curso se han denunciado 459 secuestros de todo tipo. Pero la precisión y relevancia del dato es dudosa. Las autoridades estiman que sólo se denuncia 1 secuestro de cada 3, pero la población mexicana sabe perfectamente que esta estimación es extremadamente benévola: en consecuencia, cabe presumir que son miles los secuestros que se han llevado a cabo en lo que va de 2008. Tampoco es confiable la cifra oficial de muertos causados por la delincuencia en el mismo período. Por ejemplo, no es posible omitir la terrible historia de "las mujeres de Ciudad Juárez". En dicha ciudad fronteriza con El Paso,Texas, mas de 300 mujeres han sido asesinadas de acuerdo a un ritual inmutable: secuestro, tortura, crueldades sexuales, mutilaciones, estrangulamiento. Desde hace diez años, a un ritmo promedio de dos cadáveres mensuales, se descubren en los suburbios de la ciudad cuerpos de mujeres, adolescentes y niñas, totalmente desfigurados. Los investigadores oscilan entre pensar que se trata de la acción de "asesinos en serie", psicópatas, (que siguen sin ser hallados), de actividades del narcotráfico o del contrabando de ilegales. En cualquier caso una cosa seguramente es cierta: una década de asesinatos de mujeres sin que el proceso se detenga, indica claramente que los cuerpos de seguridad, o son totalmente ineficientes, o son agentes partícipes del proceso. La situación es, entonces, realmente grave: no sin profunda tristeza me escribía recientemente un colega mexicano diciéndome que la información policial comienza a parecerse a un parte de guerra: "Hay días que cuento mas muertos en México que bajas en Irak".Esta reciente movilización de la población mexicana contra la violencia se inició como efecto del secuestro del hijo adolescente de uno de los empresarios de tiendas de artículos deportivos mas grandes del país. Se pagó el rescate, pasaron varias semanas sin noticias del joven hasta que el cadaver apareció en el baúl de un automóvil. Había sido ejecutado un mes antes, quizás durante el mismo proceso de pedido del rescate. Pero el hecho en sí mismo es perfectamente coyuntural y es un claro ejemplo de cómo, un acontecimiento aislado, sirve de detonador de un problema serio y latente.La violencia en México, como en toda sociedad, es un elemento de la vida cotidiana de este país. No existe nada parecido a una sociedad "desprovista" de violencia. Hay, por otra parte, sociedades mas o menos violentas. Pero el problema es que, en México, desde el fondo de sus raíces históricas, se han instalado modalidades culturales de ejercicio de la violencia que superan ampliamente las características que tradicionalmente adquiere la violencia social en las sociedades occidentales modernas. Esto se desprende claramente de la enumeración de noticias que hicimos el inicio o del caso de Ciudad Juárez. Es mas, son datos conocidos y admitidos por la cultura tradicional mexicana (lo retoman sus dichos cotidianos, sus leyendas, sus canciones) que determinados Estados (como Jalisco, Guerrero, algunos Estados del Norte, etc.) albergan una violencia ancestral, de origen campesino y modalidades bandoleras como las diese cuenta, en su célebre "Rebeldes Primitivos", el historiador Eric Hobsbawn.No puede tampoco obviarse el hecho que la violencia política y sindical fue durante mucho tiempo (y seguramente lo siga siendo) un componente altamente presente en el "modo de hacer política" del México priísta. El tema no es abordable en el corto espacio de esta nota pero el lector interesado encontrará en la novela "Morir en el Golfo", de Héctor Aguilar Camín, una magnífica recreación literaria del terrible funcionamiento del tejido de violencia existente, en el momento de publicación de la novela, entre el sindicato petrolero, el PRI, los caudillos locales de Veracruz, Tabasco y Campeche y su impacto al mas alto nivel de la política nacional.Por otra parte, si la sociedad mexicana ha sido una sociedad que ha convivido con estas modalidades de violencia inimaginables en otras sociedades occidentales, lo que parece haber sucedido en los últimos años es que nuevos elementos han venido a agregarse a esa cultura tradicional de la violencia agravando mas la situación.Por un lado, la voluntad gubernamental de, al menos intentar, "sanear" vastos sectores de los cuerpos de seguridad ha generado la aparición de cientos de grupos, mas o menos organizados, de ex agentes que ahora se dedican abiertamente a delinquir. No puede tampoco dejar de mencionarse que, en determinadas regiones de México, al igual que en Centroamérica, el fenómeno de las "maras" o grupos juveniles altamente organizados y fuertemente armados ha llegado para quedarse. Curiosamente esta modalidad delictiva es de origen "moderno" y, en los hechos, nace en los "guettos" de latinos pobres emigrados a los EE.UU y luego se "contagia" hacia los países del sur.Pero, lo mas importante, entre estas nuevas manifestaciones de violencia, es la irrupción de las actividades cada vez mas desembozadas y audaces de los grupos de narcotraficantes que no han cesado de fortalecerse en las últimas décadas. La penetración de estos grupos en la sociedad mexicana ha ido "in crescendo" y hoy, en realidad, además de ser un elemento fundamental de la exacerbación de la violencia han accedido, por esa misma vía, al estatuto de actores políticos de la vida nacional. No es necesario abundar sobre la gravedad de lo expresado arriba: no en vano hay quienes hablan de la "colombianización" de México.Por todo lo anterior, la sana reacción de vastos sectores de la población mexicana dispuestos a decir "basta" es un elemento alentador en este sombrío panorama. Aunque nadie ignora que la marcha fue organizada, también, con objetivos políticos partidarios, aunque no faltaron los tilingos que la calificaron como "la marcha de los ricos", una cosa sigue siendo cierta: sin un nivel adecuado de respeto por la vida de los ciudadanos no hay libertad, no hay estado de derecho, no hay democracia. Estamos simplemente en el mas hobbesiano de los estados de naturaleza. *Catedrático de Ciencia PolíticaDepto de Estudios InternacionalesFACS –ORT Uruguay
De haber nacido 150 años más tarde, Karl Marx probablemente habría cambiado la formulación de su tan citada máxima por "la política es el opio de los pueblos", o más correctamente, la "politización de lo político es el opio de los pueblos".Marx veía en la religión la negación de la felicidad real del pueblo. Al referirse al opio de los pueblos, plantea que la religión anestesia nuestra capacidad de acción y de pensamiento, pero también posee un carácter terapéutico destinado a reducir (y justificar) nuestro sufrimiento a través de una felicidad ilusoria. Esta felicidad es ilusoria ya que, producto de la proyección de nuestra propia miseria, recreamos la existencia de lo divino concibiendo una versión alienada y falsa del individuo, es decir de un individuo que se desconoce a sí mismo, negando su propia realidad y la manera de alcanzar la felicidad. La religión estaría destinada a justificar y perpetuar la injusticia social, a mantener el status quo y a racionalizar "espiritualmente" la transformación del individuo en objeto productivo. Luchar contra la religión sería luchar contra las interpretaciones ilusorias y mentirosas que esconden la realidad del mundo. Al mismo tiempo, luchar contra la religión sería luchar contra las instituciones del mundo real que han creado a Dios como fundamento normativo de su propia dominación. Es por eso que Marx plantea que al rechazar la religión, rechazamos la felicidad ilusoria que ésta crea, para intentar acceder a la felicidad verdadera. La religión no sería más que la experiencia de algo irreal.Este proceso de emancipación de lo religioso puede ser doloroso y hasta necesitar de la coerción y educación "forzada" del individuo, en particular en el siglo XIX a través de la separación de Iglesia y Estado y el triunfo de las fuerzas laicas. Negar la religión sería el primer paso hacia la crítica del mundo real y la emancipación del individuo de las fuerzas que lo dominan, que lo embrutecen y que le prometen un paraíso ilusorio contra una penitencia terrenal bien funesta.Si la religión era el opio de los pueblos en el siglo XIX, entonces la politización de lo político es su equivalente en el siglo XXI. Y resalto bien Lo político para distinguirlo de La política que es, ella, politizada todos los días. La distinción es relevante, ya que si el primer término hace referencia a la naturaleza misma del poder, el segundo releva del conjunto de prácticas, reglas e instituciones que regulan la actividad humana dentro de la polis, es decir que regulan el uso del poder. Lo político es aquello que radica en el centro de toda comunidad humana y constituye la verdadera polis, es decir el poder.Para los atenienses, este poder debía estar uniformemente repartido entre el conjunto de los ciudadanos, garantía necesaria contra la tiranía y la esclavitud. Si para Aristóteles el Hombre es un animal político, es porque está en su naturaleza, y es su derecho, participar en la gestión de esa comunidad humana en condiciones de libertad e igualdad. Si lo político es entonces la fundación ontológica de toda comunidad humana, la politización de lo político aliena al ciudadano de su propia naturaleza, que es el ejercicio de dicho poder. ¿Por qué? Porque la politización conduce a la idolatría, a la negación de la razón y a la pérdida de espíritu crítico, en definitiva hace de nosotros no ya animales políticos, sino corderos sumisos que renuncian a su derecho a gobernarse.La politización conduce a lo que Marx denominaba como el "mundo invertido"; el marxismo hace referencia a la inversión provocada por la revolución industrial, donde no es el sistema productivo el que está al servicio del hombre sino el hombre al servicio del sistema productivo. En el caso presente, argumento que el mundo invertido politizado es una proyección falsa de la realidad, al servicio de los políticos y del poder personal y no de los ciudadanos y de lo político. Es la reducción del espacio político constitutivo de la polis y del acceso de los ciudadanos a los mecanismos de ejercicio, gestión y control del poder.¿Qué entiendo por politización? La politización tiene tres acepciones principales, las dos primeras positivas, la última negativa. La primera hace referencia al proceso de incorporación de una temática a la vida política, estructurándola en un objeto político gracias a la red de actores e instituciones capaces de construir clivajes particulares sobre la materia, agrupar los intereses partidarios o ciudadanos y proponer soluciones de política pública. Por ejemplo, en el Uruguay el consumo, regulación y legalización de la marihuana se ha transformado en los últimos años en un objeto político. La politización puede igualmente representar un esquema cultural de movilización individual y participativa motivado por la búsqueda de bienes colectivos de naturaleza ética. La politización puede servir entonces para defender grandes causas o promover cambios sociales y políticos drásticos. Los ideales de la revolución francesa, la Carta de las Naciones Unidas o los principios del marxismo son todos ideales políticos politizados que han contribuido a cambiar el mundo.Pero la acepción a la que me refiero principalmente aquí, sin duda de manera reductora, es la politización como una estrategia de maximización rentista del usufructo del poder político y la cooptación (voluntaria) de una parte de la ciudadanía a través de redes, aparatos y políticas públicas destinadas a garantizar de manera privilegiada el acceso a los bienes públicos o a privilegios corporativos. La politización negativa es también la pérdida del espíritu crítico, anestesiado por la creencia casi religiosa y dogmática en ideales difusos e intangibles. Aquí la politización puede asimilarse o confundirse con la "partidización" de la política, del poder y de la sociedad y, en referencia a varias teorías del comportamiento político, reduce la imagen del individuo (y del votante) a la de un agente poco racional, adoctrinado y desprovisto de una real independencia de acción.En resumen, dos tipos de politización negativa emergen, la primera es el resultado de una respuesta pragmática y materialista producto del ordenamiento y regulación institucional de la política; la segunda es, como decía, el equivalente religioso y opiáceo del que Marx hablaba, cambiando tan sólo un dogmatismo religioso por un fanatismo ideológico. Las dos conducen a reducir el campo de acción ciudadano y su control sobre la y lo político.¿Por qué este extenso preámbulo? Porque considero que, en épocas electorales y de balotajes inciertos en nuestras latitudes latinoamericanas, resulta interesante reflexionar sobre el poder ciudadano y denunciar la politización extrema de nuestras sociedades como una amenaza a la democracia, al pluralismo y a la justicia.Cuando la presidenta de Brasil Dilma Rousseff denuncia negativamente la politización por parte de la oposición del tema de la corrupción de Petrobras, en busca de un rédito político y electoralista, en algo tiene razón. Tiene razón en que la principal preocupación de la oposición en este tema no es ética, sino electoralista. Pero donde el oficialismo se equivoca (como se equivocan todos los oficialismos que lavan sus culpas y errores acusando al diablo de reírse de la miseria ajena) es en que el gobierno es el primer responsable de politizar negativamente este asunto. La corrupción es un objeto político que debe ser politizado, en su acepción positiva, es decir que debe discutirse públicamente, penarse (realmente) y erradicarse a través de instrumentos de política pública, como por ejemplo la regulación y la transparencia de los mercados, de los contratos estatales, etc. Rousseff se equivoca en que su gobierno, como todos los gobiernos brasileños (y unos cuantos latinoamericanos) desde el retorno de la democracia, ha fallado a la hora de combatir realmente este objeto político que es la corrupción. Rousseff puede ofenderse de la inmoralidad de la oposición, puede criticar la estrategia electoralista de su contrincante, pero no puede más que culparse a sí misma y a sus antecesores por haber permitido la politización negativa de este tema.El problema más grave es que en la mayoría de nuestros países la politización y partidización extrema han conducido a la ciudadanía (a veces de manera consciente, a veces de manera inconsciente) a renunciar a su rol de animal político. No edificamos más nuestro entendimiento y nuestra valoración de las acciones políticas en el altar de la defensa del mejor gobierno posible. Hemos involucionado progresivamente desde el rol de ciudadanos libres al de primates fanáticos y espumosos, capaces de negar la realidad y escupir contra el viento sencillamente por el adoctrinamiento al que hemos sido sometidos. Somos capaces de excusar lo inexcusable con la misma facilidad que vilipendiamos el más inofensivo defecto. Nuestras ortodoxias ideológicas son el amparo de una clase política a menudo irresponsable e inimputable ¿En qué ayuda eso a construir una mejor sociedad política? ¿En qué ayuda eso a enderezar a nuestros gobernantes y a nuestra clase política? Si la razón de ser del ciudadano es comportarse con la misma idolatría y ceguera que un barrabrava, entonces bien lejos hemos caído del animal político del que hablaba Aristóteles. La politización extrema de nuestras sociedades es el equivalente opiáceo de una rally del Klu Klux Klan, es decir la muerte de la razón y el triunfo de la intolerancia y el fanatismo.No niego la necesidad de tener convicciones firmes ni de guiarse hasta cierto punto por preceptos ideológicos fuertes, ni de defenderlos radicalmente si en ellos creemos. Es justamente la defensa de estos principios lo que contribuye a mejorar la calidad de la política, de las instituciones y del bien general. Pero una defensa extrema puede conducir a limitar el pluralismo y la búsqueda del compromiso, factores constitutivos de las democracias modernas. La amenaza germina cuando nuestros principios se transforman en falsas idolatrías y los hombres políticos en falsos dioses. Germina cuando las ideas ya no son buenas o malas por su contenido sino por su pertenencia a uno u otro lado del espectro político.Para ilustrar brevemente la idea de gestión responsable y compartida de la polis me gustaría terminar con un ejemplo de madurez política de una sociedad ejemplar: el caso de Alemania y su Gran Coalición. No es nada nuevo en la historia reciente de Alemania la conformación de grandes coaliciones entre los Demócrata-Cristianos de la CDU y los Social-Demócratas del SPD. La última en fecha, el Gobierno Merkel III, conformado en diciembre de 2013, cuenta con casi el 80% del Bundestag. Paso por alto las consideraciones relativas a la naturaleza del sistema parlamentario y sus diferencias ciertas con el sistema presidencial. No niego tampoco que los detractores apuntarán a que con este tipo de acuerdos se diluye la capacidad de reforma y se corre el riesgo de cierto inmovilismo político, o que en el caso concreto de la acción iniciada por Merkel, la Canciller buscaba antes que nada evitar el posible bloqueo del gobierno por el Bundesrat (cámara baja) en manos de la izquierda.Sin embargo, creo interesante resaltar aquí ciertos aspectos relevantes. En primer lugar, la idea que una gran coalición va contra la creencia generalizada en la ciencia política que a los partidos perdedores (de tipo mayoritario) no les conviene participar en una coalición de gobierno donde son el miembro minoritario. La lógica querría que, en caso de éxito del gobierno, el principal rédito político lo obtenga el partido mayoritario (en este caso la CDU) y, en caso de fracaso, el partido minoritario quedaría obligatoriamente comprometido y "manchado" por su participación en el gobierno, perdiendo así sus chances de posicionarse claramente como oposición impoluta.En otras palabras, y parafraseando al actual Presidente de la República, la oposición política estaría repleta de "almas podridas" que lo único que desean es ver al gobierno fallar. Y bien, en el caso alemán, los partidos políticos demuestran que no todos están obsesionados por la "destrucción" del gobierno. La segunda reflexión es que tal alianza política sólo es posible en aquellas sociedades donde, a pesar de las diferencias ideológicas fuertes que pueden existir entre la izquierda y la derecha, prima antes que nada la política del consenso y la madurez ciudadana. Lo interesante del acuerdo de Gran Coalición es que no sólo fue ratificado por las elites políticas, sino también por la militancia del SPD, cuando 76% de los adherentes al partido votaron a favor de la Gran Coalición (con un 78% de participación). Esto me lleva a cuestionarme si la izquierda y la derecha alemana son tan diferentes de la izquierda y derecha latinoamericana, francesa, inglesa o española. Más allá de las etiquetas ideológicas adosadas al nombre de los partidos, que sirven más que nada como balizas cognitivas, la izquierda y la derecha modernas actúan principalmente como fuerzas centrípetas, las posturas más radicales estando destinadas antes que nada, como dirían los franceses, a un ejercicio "pour la galerie". Creo realmente que en sociedades democráticas, prósperas y pluralistas, es posible encontrar mayores zonas de consenso que de conflicto entre estas dos fuerzas. La pregunta relevante es entonces la de saber si nuestras sociedades cumplen por lo menos con uno de estos requisitos.En conclusión, me atrevería a formular un breve consejo al conjunto de nuestras clases políticas y ciudadanas (en las que me incluyo) y que, de ser escuchado, mejoraría ciertamente la calidad de la política. Me atrevería a demandarles que sean tan ilustrados como valientes (sobre todo lo primero) y que se alejen de las querellas dogmáticas. Me atrevería a demandarles (sobre todo a la clase política) que, en lugar de adoctrinarnos sobre cómo vivir y qué pensar, y de pontificar al resto del mundo sobre la excelencia de nuestras instituciones democráticas, de nuestro diálogo ciudadano y de nuestro incomparable éxito en la integración social, se inspiren en aquellos que llevan años edificando una sociedad plural, tolerante y anti-demagógica. Les recomendaría entonces que, ante la duda, hagan como los alemanes…*Université Paris I, Panthéon-Sorbonne.
Este artículo aborda los vínculos existentes entre la explotación de la mano de obra migrante y el desarrollo de la agricultura intensiva en la provincia de Huelva, España. El objetivo es describir cómo la apropiación explotación de la naturaleza humana y extrahumana (Moore, 2015) convergen en el cultivo de la fresa. Tomamos como punto de partida la teoría del capitalismo como ecología-mundo de Moore y la articulamos con las aportaciones del feminismo materialista y los análisis de la economía política sobre el continuum de control de la movilidad del trabajo en la historia del capitalismo. A partir de este posicionamiento teórico, analizamos el modo en que este cultivo extrae su rentabilidad de la asignación a circular de temporeras marroquíes empleadas a través del programa de migración temporal conocido como contratación en origen. Este programa permite al sector disponer de una mano de obra poco costosa y flexible que garantice la rentabilidad del cultivo, y que retorna a su país de origen al final de la temporada. Veremos que para ello se ha dirigido exclusivamente a mujeres con hijos pequeños a su cargo. La circulación entre país de origen y de trabajo de las jornaleras marroquíes y su adecuación a las exigencias del sector se fundan en las asimetrías de género, clase y etnia existentes. Concretamente, el programa implementa una doble dependencia de los hogares de trabajadoras hacia los ingresos de la temporada, por un lado, y hacia su participación en la economía doméstica, cuando regresan, por otro. Leemos esta subordinación de la reproducción por la producción como una apropiación de la naturaleza tal y como la define, de manera amplia, Moore. El artículo está basado en el material etnográfico recogido entre 2009 y 2012, y actualizado en 2019, en los lugares de vida y trabajo de las temporeras. Su estructura es la siguiente. En una primera parte se exponen las principales características de la producción de frutos rojos en Huelva. En un segundo momento, se describe cómo la contratación de temporeras marroquíes ha sido una estrategia del modelo productivo que había agotado los recursos presentes en el territorio. En la tercera parte, se abordan las consecuencias que el modelo de contratación en origen tiene sobre las condiciones de vida y trabajo de las temporeras y se describen los límites del programa que se está viendo cuestionado por la emergencia de movilizaciones y resistencias. ; The province of Huelva, in Andalusia (Spain), is the first strawberry exporting area in Europe. Based on an intensive use of inputs applied on sterilized land, this sector is an archetype of agricultural industrialization, marking the decisive influence of capitalist activity on the biosphere right down to the landscape. Considered red gold for decades, this monoculture entered into crisis in the mid-1990s. Despite the continuous increase in input costs, the price per kilogram of strawberries remains stable, with supermarkets and input suppliers controlling the agrifood chain. To maintain profitability, farmers have followed three strategies: increasing production per hectare through technical intensification of production, introducing new berries cultures, and making wages an adjustment variable. This last one, has been possible through the employment of a diversified migrant workforce. Since the 90's, various labor substitutions processes have resulted in a segmented labor market by origin, gender, migration status and work relationship. From the year 2000, an important part of the labor force have been women employed through a temporary migration program named contratacion en origen. Morocco has been the main country of recruitment since 2008. Besides Moroccan workers, the sector employs North and West African workers, with or without work permits, an important number of Eastern European workers coming seasonally through work agencies, and Spanish women workers, mainly in the packing stations. The rise of unemployment caused by the economic crisis limited the contratacion en origen between 2012 and 2017. However, this program is very appreciated by employers who have been demanding its reinstatement, as it guarantees a flexible and non-demanding labor force, available throughout the campaign, even if at certain times the work is scarce. In 2017, it was reactivated with more workers than ever. Based on qualitative material gathered between 2009 and 2012, and updated in 2019, we will address several dimensions of an agro-migration regime constitutive of this land designed by capitalist world-ecology. The paper will focus on the contratacion en origen held with Morocco since 2006. Financed by European Union money, this program aims to facilitate the movement of women workers who must return to Morocco after the season ends. To this end, a series of criteria are established based on racist and sexist stereotypes that define rural Moroccan women mainly as mothers and wives to justify their return to the country when strawberry season is over. To participate in the program, it is necessary to be a woman of rural and poor origin and to have dependent children under 14 years old. It means that capital accumulation in this agriculture is based on control over female farmworkers reproduction. Taking up the contributions of materialist feminism and cross-referencing them with political economy and world-ecology theory, we analyze this subordination of reproduction by production as an appropriation of nature as defined by Moore. Capitalist accumulation expands through commodity fronts (2015). Competition leads to a perpetual search for new territories - spatial or social - that have not yet been commodified and whose conquest opens new cycles of profitability. Capitalism appropriates these borderlands, reclaiming the free labor of women, nature and colonies (Mies, 1986) and justifying it by the fact that these cheap natures are objects that can be appropriated. Naturalization is the ideology that allows the material exploitation and appropriation of the "free gifts of nature". In this paper, we argue that, in intensive agriculture, accumulation is based on the exploitation of the web of life, embedded in control over the reproduction of female foreign farmworkers. We show how the imbrication between racism and sexism transforms Moroccan women into inputs for intensive agriculture and address the two dimensions of these power relations: their material appropriation and the ideology that identifies women and racialized people as nature that sustains the former. We analyze how borders implemented by the contratacion en origen mobilize gender and race to allow workforce exploitation. This temporary migration program is based on an economic articulation and a physical separation of the time-spaces of production and reproduction of labor power. Moroccan farmworkers are recruited as appropriated women (Guillaumin, 1992). It is because they carry out the bulk of domestic work, because they are materially involved in the rearing of children, and because this activity is considered their legitimate and main activity, that they are seen as ideal seasonal workers. That is to say, the women will work hard for their children that remain on the other side of the border and they will return home at the end of the season. The constraints implied by the process of recruitment are reinforced by a legal captivity induced by the fact that residence permits are linked to a specific employer. In addition to this juridical captivity, the confinement in the dwellings weakens these workers' capacity to negotiate their working conditions. The farms are often far from the villages. Isolation is increased by the fact that farmworkers generally do not speak Spanish and do not have any other means of transportation than the one normally provided once a week by the employer for shopping. The mechanisms of control over women's bodies and sexuality are furthermore mobilized to impose discipline and control over workers, as well as to avoid them leaving the Program. The stigma of the woman of bad life and the prostitute, attributed to those who go out at night or to those who leave the Program to stay irregularly in Spain, patrols the borders of temporary work. This system constructs a vulnerable labor force ready to accept the poor working and living conditions offered. However, as Burawoy (1975) pointed out, the interdependence between home and host countries and the separation of production and reproduction tend to erode over time, usually leading to resistance and eventual labor replacement. In 2018 the pact of silence regarding the living and working conditions of foreign seasonal workers was finally broken. The collective mobilizations of Moroccan seasonal workers were organized to denounce poor living and working conditions and the existence of sexual abuse. This questioned the core of a recruitment program that had been designed as an example of ethical and orderly migration for 20 years. At the end of the season, various actors also reported that a significant number of female workers had not returned to Morocco at the end of their contracts. We read these forms of collective and individual resistance as signs of the erosion of this program. We will have to wait to see the impact of these emerging acts of resistance.
The province of Huelva, in Andalusia (Spain), is the first strawberry exporting area in Europe. Based on an intensive use of inputs applied on sterilized land, this sector is an archetype of agricultural industrialization, marking the decisive influence of capitalist activity on the biosphere right down to the landscape.Considered red gold for decades, this monoculture entered into crisis in the mid-1990s. Despite the continuous increase in input costs, the price per kilogram of strawberries remains stable, with supermarkets and input suppliers controlling the agrifood chain. To maintain profitability, farmers have followed three strategies: increasing production per hectare through technical intensification of production, introducing new berries cultures, and making wages an adjustment variable. This last one, has been possible through the employment of a diversified migrant workforce. Since the 90's, various labor substitutions processes have resulted in a segmented labor market by origin, gender, migration status and work relationship. From the year 2000, an important part of the labor force have been women employed through a temporary migration program named contratación en origen. Morocco has been the main country of recruitment since 2008. Besides Moroccan workers, the sector employs North and West African workers, with or without work permits, an important number of Eastern European workers coming seasonally through work agencies, and Spanish women workers, mainly in the packing stations. The rise of unemployment caused by the economic crisis limited the contratación en origen between 2012 and 2017. However, this program is very appreciated by employers who have been demanding its reinstatement, as it guarantees a flexible and non-demanding labor force, available throughout the campaign, even if at certain times the work is scarce. In 2017, it was reactivated with more workers than ever.Based on qualitative material gathered between 2009 and 2012, and updated in 2019, we will address several dimensions of an agro-migration regime constitutive of this land designed by capitalist world-ecology. The paper will focus on the contratación en origen held with Morocco since 2006. Financed by European Union money, this program aims to facilitate the movement of women workers who must return to Morocco after the season ends. To this end, a series of criteria are established based on racist and sexist stereotypes that define rural Moroccan women mainly as mothers and wives to justify their return to the country when strawberry season is over. To participate in the program, it is necessary to be a woman of rural and poor origin and to have dependent children under 14 years old. It means that capital accumulation in this agriculture is based on control over female farmworkers reproduction. Taking up the contributions of materialist feminism and cross-referencing them with political economy and world-ecology theory, we analyze this subordination of reproduction by production as an appropriation of nature as defined by Moore. Capitalist accumulation expands through commodity fronts (2015). Competition leads to a perpetual search for new territories – spatial or social – that have not yet been commodified and whose conquest opens new cycles of profitability. Capitalism appropriates these borderlands, reclaiming the free labor of women, nature and colonies (Mies, 1986) and justifying it by the fact that these cheap natures are objects that can be appropriated. Naturalization is the ideology that allows the material exploitation and appropriation of the "free gifts of nature".In this paper, we argue that, in intensive agriculture, accumulation is based on the exploitation of the web of life, embedded in control over the reproduction of female foreign farmworkers. We show how the imbrication between racism and sexism transforms Moroccan women into inputs for intensive agriculture and address the two dimensions of these power relations: their material appropriation and the ideology that identifies women and racialized people as nature that sustains the former.We analyze how borders implemented by the contratación en origen mobilize gender and race to allow workforce exploitation. This temporary migration program is based on an economic articulation and a physical separation of the time-spaces of production and reproduction of labor power. Moroccan farmworkers are recruited as appropriated women (Guillaumin, 1992). It is because they carry out the bulk of domestic work, because they are materially involved in the rearing of children, and because this activity is considered their legitimate and main activity, that they are seen as ideal seasonal workers. That is to say, the women will work hard for their children that remain on the other side of the border and they will return home at the end of the season.The constraints implied by the process of recruitment are reinforced by a legal captivity induced by the fact that residence permits are linked to a specific employer. In addition to this juridical captivity, the confinement in the dwellings weakens these workers' capacity to negotiate their working conditions. The farms are often far from the villages. Isolation is increased by the fact that farmworkers generally do not speak Spanish and do not have any other means of transportation than the one normally provided once a week by the employer for shopping. The mechanisms of control over women's bodies and sexuality are furthermore mobilized to impose discipline and control over workers, as well as to avoid them leaving the Program. The stigma of the woman of bad life and the prostitute, attributed to those who go out at night or to those who leave the Program to stay irregularly in Spain, patrols the borders of temporary work. This system constructs a vulnerable labor force ready to accept the poor working and living conditions offered. However, as Burawoy (1975) pointed out, the interdependence between home and host countries and the separation of production and reproduction tend to erode over time, usually leading to resistance and eventual labor replacement. In 2018 the pact of silence regarding the living and working conditions of foreign seasonal workers was finally broken. The collective mobilizations of Moroccan seasonal workers were organized to denounce poor living and working conditions and the existence of sexual abuse. This questioned the core of a recruitment program that had been designed as an example of ethical and orderly migration for 20 years. At the end of the season, various actors also reported that a significant number of female workers had not returned to Morocco at the end of their contracts. We read these forms of collective and individual resistance as signs of the erosion of this program. We will have to wait to see the impact of these emerging acts of resistance. ; Este artículo aborda los vínculos existentes entre la explotación de la mano de obra migrante y el desarrollo de la agricultura intensiva en la provincia de Huelva, España. El objetivo es describir cómo la apropiación-explotación de la naturaleza humana y extrahumana (Moore, 2015) convergen en el cultivo de la fresa. Tomamos como punto de partida la teoría del capitalismo como ecología-mundo de Moore y la articulamos con las aportaciones del feminismo materialista y los análisis de la economía política sobre el continuum de control de la movilidad del trabajo en la historia del capitalismo. A partir de este posicionamiento teórico, analizamos el modo en que este cultivo extrae su rentabilidad de la asignación a circular de temporeras marroquíes empleadas a través del programa de migración temporal conocido como contratación en origen. Este programa permite al sector disponer de una mano de obra poco costosa y flexible que garantice la rentabilidad del cultivo, y que retorna a su país de origen al final de la temporada. Veremos que para ello se ha dirigido exclusivamente a mujeres con hijos pequeños a su cargo. La circulación entre país de origen y de trabajo de las jornaleras marroquíes y su adecuación a las exigencias del sector se fundan en las asimetrías de género, clase y etnia existentes. Concretamente, el programa implementa una doble dependencia de los hogares de trabajadoras hacia los ingresos de la temporada, por un lado, y hacia su participación en la economía doméstica, cuando regresan, por otro. Leemos esta subordinación de la reproducción por la producción como una apropiación de la naturaleza tal y como la define, de manera amplia, Moore. El artículo está basado en el material etnográfico recogido entre 2009 y 2012, y actualizado en 2019, en los lugares de vida y trabajo de las temporeras. Su estructura es la siguiente. En una primera parte se exponen las principales características de la producción de frutos rojos en Huelva. En un segundo momento, se describe cómo la contratación de temporeras marroquíes ha sido una estrategia del modelo productivo que había agotado los recursos presentes en el territorio. En la tercera parte, se abordan las consecuencias que el modelo de contratación en origen tiene sobre las condiciones de vida y trabajo de las temporeras y se describen los límites del programa que se está viendo cuestionado por la emergencia de movilizaciones y resistencias.
El pasado domingo 9 de noviembre los nicaragüenses votaron a los candidatos a alcaldes, vicealcaldes y concejales en 146 de los 153 municipios del país (habiendo sido postergados para el 2009 aquellos pertenecientes a la Región autónoma del Atlántico Norte, debido a las importantes secuelas del huracán Félix). Lo que podría ser pensado como un simple proceso de acción cívica, se ha convertido en un conflicto que ya ha cobrado al menos dos muertos y una decena de heridos en enfrentamientos ocurridos en la capital del país. Los disturbios comenzaron a raíz de reclamos del partido de oposición, de tendencia "derechista", por supuestas irregularidades en el proceso de escrutinio. Los principales protagonistas del conflicto son los simpatizantes del partido en el gobierno, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y los del opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC); las dos fuerzas políticas con más posibilidades de triunfar en las elecciones. En realidad cabe comenzar por reconocer que estas elecciones se han tornado dificultosas no por azar, sino por el largo proceso histórico que, siendo igual de conflictivo, ha llevado a Nicaragua hacia un gobierno "fuerte" pero de democracia débil… En buena parte del siglo XX (entre 1934 y 1979) el país centroamericano fue dirigido por la "dinastía" de los Somoza, influyente familia que engendró un régimen cada vez más autoritario y caracterizado por reiteradas sino sistemáticas violaciones a los derechos humanos. En parte por tal motivo, un movimiento político de oposición, con fuertes bases de izquierda, es creado en 1961; el Frente Nacional de Liberación Sandinista (FSLN), así denominado en honor a César Augusto Sandino, considerado héroe de la resistencia nicaragüense contra la ocupación norteamericana. Desde sus inicios, el movimiento se mostró en contra de los Somoza, de la influencia norteamericana y a favor de establecer un régimen socialista. Tras años de formación y movilización armada, en 1978 el FSLN se levanta en armas contra el gobierno "dinástico", desatándose así una serie de sangrientos combates entre el gobierno y la oposición. Tras varias vicisitudes guerrilleras, los sandinistas se hicieron con el gobierno de Nicaragua en julio de 1979. Una vez en el poder, el FSLN, liderado por Daniel Ortega, propugnó una política de repartición de tierras de los latifundios, la nacionalización de la banca así como la expropiación de los bienes de la familia Somoza. Sin embargo, no practicó una política económica de estilo soviético, ni acabó totalmente con las libertades individuales, cívicas o partidariasEl nuevo gobierno de Nicaragua era, sin dudas, disfuncional para los intereses de Estados Unidos, el cual, todavía en plena Guerra Fría, consideró al país centroamericano como un peligroso aliado de la unión Soviética. Por consiguiente, Washington comenzó acciones orientadas a derrocar al régimen sandinista. Para el año 1981, el gobierno de Reagan, con el argumento (absolutamente cierto) de que los sandinistas brindaban apoyo al movimiento guerrillero de El Salvador, bloquea económicamente a Nicaragua y organiza, financiándolo a través de la venta de armas de manera ilegal a Irán, un movimiento contrarrevolucionario (principalmente compuesto por ex-somocistas) denominado "Los Contras" (hecho negado, luego, por el Senado norteamericano, causa del escándalo denominado Irán-Contras). Los sandinistas respondieron a este intento "contrarrevolucionario" con nuevos levantamientos armados y así se desencadenó, nuevamente, una situación de guerra que dejó como saldo a más de 38.000 muertos e importantes pérdidas materiales y económicas. La contienda logra resolverse en 1988 mediante conversaciones entre el gobierno sandinista y "Los Contras". Al año siguiente se llega a un acuerdo en donde se pactaba la disolución de los últimos y la creación de reformas constitucionales que "garantizaban" la coparticipación política. Los sandinistas se mantendrían de esa forma en el poder hasta 1990, cuando son desplazados en las urnas por el Partido Liberal, antecedente del actual PLC. El liberalismo nicaragüense había nacido a mediados del siglo XX (1944), en contra de la pretensión continuista de los Somoza, y fue consolidada instrumentando la confluencia en el Partido Liberal Independiente (PLI) -un partido "paraguas" de las distintas corrientes del liberalismo-, que, en muchos casos, había transitado por caminos más conservadores que estrictamente liberales. Dos grandes consignas ideológicas caracterizan a esta corriente política y en su mera enunciación queda explícito el carácter ambiguo del liberalismo nicaragüense: la fidelidad a la Iglesia y las bondades del sistema democrático representativo. Regresando ya al presente, la campaña electoral culminó oficialmente el pasado 5 de noviembre; los partidos desde entonces se encuentran a la espera de la publicación de los resultados oficiales, a realizarse el próximo domingo 23 (según el calendario oficial de las elecciones). Como dijimos, los partidos candidatos son: la Alianza Frente Sandinista de Liberación Nacional, liderado por el presidente Daniel Ortega, y la Alianza Partido Liberal Constitucionalista (PLC), encabezado por el ex presidente Arnoldo Alemán (condenado a 20 años de cárcel por delitos de corrupción durante su gestión de 1997 a 2001). También son candidatos el Partido Alternativa por el Cambio, la Alianza Liberal Nicaragüense y el Partido de Resistencia Nicaragüense. ¿Cuál es la raíz del problema? Los partidos históricos se disputan el control de la alcaldía de Managua, capital, región más desarrollada (económica e industrialmente) y principal fuente de ingresos por impuestos del país. El candidato a alcalde por el FSLN es el ex boxeador Alexis Arguello, teniendo por rival de derecha al banquero liberal Eduardo Montealegre. Hay varios intereses en juego. Al parecer, la oposición busca convertir las elecciones en un referendo contra el gobernante del FSLN mientras este último busca obtener la victoria en la mayoría de los 146 municipios, lo que se traduciría en un voto de confianza para Ortega que le permitiría avanzar en su proyecto de reforma constitucional para garantizar su reelección presidencial. El FSLN propondría entonces negociar reformas con el Partido Liberal, con la intención de instaurar un sistema semi-parlamentario que cerraría aún más los espacios de poder y participación a otros grupos. La campaña fue una dura batalla electoral. Los sandinistas no perdieron su tiempo y se enfocaron en proclamarse vencedores por todos los medios posibles, muchos de ellos populistas. Sin dudas no escatimaron recursos, dado que proporcionaron casas, créditos, bicicletas, cocinas y tanques de gas a sus partidarios y personas menos favorecidas económicamente. También fumigaron viviendas, autorizaron reducir la tarifa de luz, bajaron el precio de algunos productos de primera necesidad (como el arroz). Asimismo, según la oposición, no han dudado en desalentar el voto a los adversarios con campañas publicitarias amenazantes y agresivas que, según dicen, buscaban fomentar el temor y la abstención (siendo Nicaragua el único país de Centroamérica que permite el voto voluntario) de sus partidarios en los comicios. La elaborada campaña política de los sandinistas les valió liderar los sondeos que se han traducido a los hechos: según un primer escrutinio del Consejo Supremo Electoral (CSE), el FSLN tendría ventaja en al menos 101 de las 146 municipalidades, incluyendo, por supuesto, la de Managua, donde se suscitó el problema luego de las elecciones. La oposición ha denunciado irregularidades en el proceso de escrutinio, diciendo que sólo se están haciendo públicos los resultados en las juntas en las que venció el FSLN y reclama nuevos conteos ante posible fraude electoral. Según informan los medios locales, varios ataques se suscitaron luego de las votaciones: primero una caravana del PLC fue atacada por desconocidos, lo que provocó aguerridos enfrentamientos entre ambas partes que concluyeron en la muerte de José Estaban Sandoval (fiscal del PLC) y en la de una niña de ocho años. Asimismo, un grupo de simpatizantes del PLC apedreó la residencia de Edén Pastora Gómez, conocido como Comandante Cero (quien, en 1978, lideró un comando sandinista que asaltó el Palacio Nacional e hizo rehenes a los legisladores presentes) aliado del presidente Daniel Ortega. A raíz de los acontecimientos, los habitantes de Managua se muestran temerosos de más violencia dado que no se descarta que en las últimas horas se produzcan más manifestaciones por parte de la oposición. Lo intrincado de la situación no culmina allí, puesto que al parecer, el candidato Montealegre se encuentra convencido de que ha ganado las elecciones, denunciando fraude electoral por parte del oficialismo, y ha solicitado la intervención de organismos nacionales e internacionales (como la OEA) para un racconto en todas las Juntas Receptoras de Votos del país (acto al cual se había negado previamente el Tribunal Electoral). Los opositores al gobierno sandinista, han denunciado también una supuesta intervención de Caracas. Acusan al sandinismo de haber recibido dinero del presidente Hugo Chávez para su campaña, a través de dos embarques de combustible a Nicaragua, para que las alcaldías sandinistas destinaran el producto de su venta a promover la candidatura de Ortega. Hecho que, de ser confirmado, constituiría una flagrante violación del Derecho Internacional, que condena, de manera explícita, cualquier tipo de intervención extranjera en los asuntos internos de un país. Por su parte, los sandinistas acusan a los liberales de utilizar fondos de campaña provenientes del lavado de dinero, producto de fondos desviados al Estado de Nicaragua. De ser probado esto, el PLC sería suspendido de inmediato por personería jurídica (según la Ley Electoral, artículo 72). No sólo se vería frustrada su campaña política, sino que además, todos sus gobiernos electos, además de sus diputados, tendrían que ser destituidos ipso facto: esto llevaría a Nicaragua a la peor crisis política de su historia, porque ni siquiera se podría llamar a una Asamblea Constituyente. No cabe duda que la histórica política de "hacienda" aún perdura en el país. La política, fielmente aliada del ámbito social, aún encuentra sus mecanismos de acción más eficaces en él; confabulándose una peligrosa mezcla entre la sociedad y la política. De no separarse estos dos ámbitos, es natural pensar que ocurran disputas políticas como las que actualmente está viviendo el país. Una escritora y autora nicaragüense, Sofía Montenegro, en un análisis sobre su actualidad nacional -y en referencia a la figura de la iglesia católica-, ha comentado que debido a la casi nula secularización del Estado nicaragüense, el país vive en la actualidad en un período de "inhibición" de la modernización, persistiendo un pensamiento pre-moderno. De hecho, la educación clerical que reciben los ciudadanos, los ha hecho, según la autora, seres pasivos y sumisos, confluyendo en lo que ella ha denominado (brillantemente) un "pragmatismo resignado". De ser cierto esto, la población nicaragüense debería estar sumida en la impotencia, social, política y cultural; lo que ha contribuido, sin duda, a que la sociedad misma reaccione de esta manera ante un problema como el actual. Si a esto le sumamos un sistema político elitista, que aún mantiene relacionado el providencialismo con el autoritarismo, se produce como resultado, el obvio aislamiento cultural de Nicaragua, como bien diría Sofía Montenegro. No cabe duda, que el país centroamericano, con su presente casi igual a su pasado, tiene serias carencias institucionales: una democracia de pocos y para pocos. No es de extrañar el comportamiento de los simpatizantes sandinistas y liberales: si las masas están desesperadas y la política sigue caminos de los intereses de unos pocos, ese vacío institucional deja a una Nicaragua vulnerable, frente a cualquier intento de quiebre del orden constitucional. Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. FACS - ORT
La memoria histórica se ha convertido en pocos años, realmente en el tiempo que llevamos recorrido del siglo XXI y del tercer milenio, en un concepto que ha trascendido de un uso privativo de los especialistas en la investigación histórica a una utilización generalizada por parte de la sociedad en general con un fuerte contenido simbólico y reivindicativo. Sin embargo, para el mundo académico este concepto no es tan nuevo, aunque se trate de una categoría histórica polémica en si misma que no ha tenido una notable expansión hasta los años 80 del pasado siglo XX. Historia y memoria son cosas bien distintas, pero con una relación dinámica creciente y la reflexión contemporánea sobre la memoria histórica es tan rica y compleja que se convierte en una de las discusiones más apasionantes de nuestros días, ya que trasciende del ámbito académico para ser objeto de un no menos intenso debate social al tratarse de uno de los fenómenos más relevantes de la democracia española. Aunque las definiciones que los principales expertos otorgan a la memoria histórica son múltiples y variadas, da la impresión de que el público en general, pese a su incorporación posterior al debate, ha sido más capaz de ponerse de acuerdo en torno al significado de este término compuesto de dos palabras yendo justamente al fondo de la cuestión: el intento de reivindicar a los vencidos en la guerra civil española, de recuperar su memoria reprimida y su honorabilidad, de reequilibrar un relato histórico tergiversado durante demasiado tiempo de dictadura, de búsqueda de una verdad difícil de recomponer y de hacer justicia con las víctimas, que no son sólo aquellos que murieron en los paredones, sino también los que sobrevivieron y sus descendientes, a quienes se ha transmitido un trauma generacional. Para ellos, las heridas siguen abiertas y supuran una memoria doliente, por lo que tienen derecho -y así se lo reconoce el derecho internacional de los derechos humanos- a ser escuchados para que tras la cura y la sutura de sus llagas pueda superarse una situación anacrónica que corre el peligro de cronificarse. Así pues, y pese a la manida argumentación heredada de la falsa mitología franquista que sigue anidando en buena parte del subconsciente colectivo, la memoria histórica no trata de abrir heridas, sino de curarlas y cerrarlas para pasar de una vez por todas la página más trágica y convulsa de la historia de España del siglo XX. Y, por supuesto, para tomar lecciones que eviten su repetición en el futuro. El presente trabajo se centra en la historia de un fenómeno más social que político, el de la recuperación de la memoria histórica, que ha generado un amplio debate en España, pese a que no es exclusivo de aquí. Un debate que se abrió 25 años después de la muerte en la cama del dictador Franco, coincidiendo con que la democracia española se encontraba plenamente asentada y con que una generación heredera del trauma original de la contienda civil, los nietos, decidió rebelarse reivindicando la memoria de sus abuelos. Se trata de un fenómeno reciente y creciente que, aunque con tímidos antecedentes en la transición, ha tenido importantes consecuencias políticas e institucionales y que sigue abierto en la actualidad, incluso con más fuerza y más proyección internacional. Pues bien, todo este proceso ha sido descrito y analizado para esta tesis fundamentalmente a través de la experiencia única en España del programa especializado de la radio pública andaluza titulado 'La Memoria' que surgió en 2006 y que ha concluido en 2015 su novena temporada en antena. Inevitablemente, al tratarse de un espacio que continúa emitiéndose, había que acotar el tiempo de estudio y análisis y se estableció para ello el periodo 2006-2009, coincidiendo con la integridad de las tres primeras temporadas de emisiones. El objetivo de esta investigación, por lo tanto, es aportar la radiografía temporal de tres años de un proceso socio-político vivo que se proyecta sobre nuestros días, tratando de mostrar los motivos por los que surge un movimiento generacional en un determinado momento del año 2000 y por los que, conforme crece y las condiciones políticas institucionales se hacen más permeables a sus planteamientos (en Andalucía más que en España), determina la adopción de políticas memorialistas, que alcanzan su punto crucial en ese periodo. Para ello se ofrece una visión retrospectiva de los antecedentes, se describe la realidad vivida en un importante momento procesal con sus claves y se actualiza el desarrollo evolutivo del proceso general de la memoria histórica en un intento de facilitar un mejor entendimiento de su proyección sobre el presente, entendido como 2015, año de entrega de la tesis. Hablamos de un periodo analizado primordial en el que se adoptaron políticas de memoria en España y en Andalucía que impulsaron de manera notable actuaciones en pos de la investigación histórica y del reconocimiento a las víctimas del franquismo que no se habían producido nunca antes ni en nuestro país ni en nuestra comunidad autónoma. Además, las tres temporadas de emisiones del programa se sitúan en el centro y en el eje temporal entre el inicio del proceso de recuperación de la memoria histórica -convencionalmente situado en otoño de 2000, con la primera exhumación de víctimas con criterios homologados a nivel internacional incluyendo la identificación de restos con ADN- y el momento actual de presentación de este trabajo también en otoño pero de 2015, cuando la realidad de este movimiento social reivindicativo adquiere una relevante proyección a nivel internacional con el espaldarazo tanto de las Naciones Unidas como de la jurisdicción universal, impulsada desde Argentina en la única causa abierta en el mundo para investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la guerra civil y la dictadura franquista. El periodo 2006-2009 ha sido el más fructífero y productivo desde la perspectiva memorialista con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, con el primer y único intento -finalmente fallido- de la justicia por investigar al franquismo, con el desarrollo normativo de la ley marco forzado por la irrupción del juez Garzón, con una fuerte influencia de las asociaciones de la memoria histórica y con las subvenciones oficiales anuales estatales para proyectos diferenciados incluyendo las exhumaciones. Lógicamente, en consonancia con el título de esta tesis 'Memoria histórica, una experiencia desde Andalucía' ha sido nuestra comunidad autónoma la que en mayor medida ha sido objeto de análisis, tanto por lo ocurrido en su territorio antes y ahora, como por la procedencia de los testigos que dieron testimonio oral y/o escrito y por el origen de los expertos -principalmente historiadores- que expusieron sus investigaciones, casi siempre centradas en Andalucía. Además, no hay que perder de vista que Andalucía ha sido pionera en políticas de memoria y es de las pocas autonomías que sigue manteniéndolas pese a la crisis, con estructuras administrativas para su gestión ad hoc , antes el comisariado y actualmente una dirección general. Y que cuenta con un movimiento asociativo especialmente pujante. Dada la naturaleza mediática de la experiencia sobre la memoria histórica que se analiza en este trabajo, el propio programa radiofónico que es objeto de estudio para examinar el proceso memorialista se convierte también en fuente, ya que de lo tratado en él proviene la mayor parte de los contenidos que posteriormente se han ordenado, contextualizado, relacionado, agrupado, comparado e interpretado. Las diferentes temáticas abordadas en el programa han estado precedidas de un trabajo de documentación previo para elaborar los guiones con conocimiento de causa, lo que determinó la lectura de numerosas publicaciones que constituyen la mayor parte del material bibliográfico reseñado en el apartado correspondiente de la tesis. Pero además se ha recurrido a otros libros, a tesis doctorales y a publicaciones científicas online para reforzar el sustento argumental del trabajo, especialmente en lo referente al marco teórico sobre historia y memoria y al proceso evolutivo del proceso memorialista en España. [El acceso a la documentación bibliográfica actualizada se ve facilitado por la activa colaboración de autores y editoriales que, comprobando la creciente aceptación e influencia del programa, remiten sus novedades para que sean abordadas en las emisiones de diferentes formas: entrevistas, coloquios, reseñas, recomendaciones, etc.]. Los testimonios orales de los testigos de la época y de sus descendientes también han sido una fuente de memoria fundamental, especialmente de los primeros, para enriquecer el relato humanizándolo con la aportación que suponen para una más completa comprensión de la historia de la guerra civil y el franquismo y del proceso de recuperación de la memoria histórica. En el Apéndice Documental se enuncia la estadística completa, con breve ficha técnica, de los 211 entrevistados -sin contar la sección semanal del Noticiero- a lo largo de las tres primeras temporadas de emisiones: 51 testigos veteranos, 23 familiares, 17 dirigentes de asociaciones de la memoria, 55 historiadores, 16 políticos, 11 periodistas, 9 arqueólogos, 7 juristas, 5 religiosos y otras 17 profesiones en diversas materias. [Las entrevistas a los testigos de la época fueron, de hecho, un aspecto especialmente valorado por destacados historiadores cuando se produjo una movilización memorialista por Internet contra la posible desaparición del programa, del que se dijo que constituía una fuente de memoria oral para la investigación]. En las notas a pie de página pueden observarse también referencias a consultas obligadas de artículos, informaciones y reportajes de solventes medios de comunicación -especialmente prensa-, así como a programas de televisión y documentales, sin olvidar informes oficiales, debates parlamentarios, leyes, decretos y declaraciones institucionales, ya que la respuesta política a la demanda social memorialista es ampliamente tratada en el trabajo. [En el Apéndice Documental pueden observarse cuadros ilustrativos e información detallada y recopilada especialmente para este trabajo sobre iniciativas institucionales, balances de subvenciones y de medidas normativas, distribución de las ayudas oficiales, etc.]. En cuanto al esquema para desarrollar la tesis, hemos creído conveniente dividirla en dos grandes partes. La primera se refiere a la memoria histórica, analizando su marco teórico y el debate actual de los especialistas, la evolución del fenómeno socio-político en España y Andalucía, y su creciente tratamiento mediático hasta desembocar en el ejemplo de periodismo especializado del programa 'La Memoria'. Y la segunda se centra en exponer y estudiar la gran diversidad temática del programa seleccionando grandes apartados sectoriales de entre las 107 emisiones semanales (alrededor de 90 horas de contenido). Tras el marco introductorio obligado sobre las diferencias entre historia y Memoria para contextualizar las reflexiones teóricas de los especialistas españoles y extranjeros, y la fusión de ambos conceptos con referencia añadida a algunos debates de intelectuales sobre la memoria histórica en España, como el que sostuvieron en la revista Hispania Nova Santos Juliá y Francisco Espinosa, entramos de lleno en el proceso de recuperación de la memoria histórica, analizándolo como fenómeno social encuadrado plenamente en el siglo XXI e impulsado por una generación de los nietos de las víctimas tan crítica con el espíritu de la transición que bien podría decirse que, de alguna manera y mutatis mutandis , es precursora de la rebelión regeneracionista que se desató una década después con el 15M del año 2011. En ese sentido y después de rescatar algunos antecedentes internacionales de movimientos memorialistas similares y los precedentes ya en la naciente democracia española postfranquista de tímidas y esporádicas actuaciones de homenaje a las víctimas del franquismo y de exhumaciones de fosas comunes, nos adentramos en la trascendencia del hito histórico de la primera exhumación de restos mortales de fusilados en la fosa de Priaranza del Bierzo (León) en octubre de 2000 y la consiguiente constitución de las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica, que suponen el tejido social proactivo de este movimiento social. Una de las aportaciones de este trabajo es el enunciado y la descripción de estas entidades, desglosado a nivel estatal y andaluz, desde que surgen y el modo con que se desarrollan con un inequívoco compromiso en torno a sus objetivos de reivindicación de la memoria y dignificación de las víctimas, que está por encima de sus diferencias tácticas y de su variada inspiración ideológica. Asimismo, hemos profundizado en la evolución de las políticas de memoria, anteriormente referidas, adoptadas en buena medida por la creciente presión social de este movimiento asociativo, a la que la Administración autonómica andaluza ha sido especialmente permeable y receptiva desde el principio. Dada la importancia del nuevo fenómeno socio-político memorialista, hemos considerado fundamental analizar la creciente cobertura que los diferentes medios de comunicación han dado al tema. Prensa, radio y televisión fueron llenando progresivamente sus páginas, sus informativos y sus telediarios de noticias, reportajes y entrevistas con actos de homenajes, investigaciones, testimonios orales, etc., dedicando una especial atención a las exhumaciones de fosas comunes. Y como consecuencia lógica de este creciente interés informativo para dar respuesta a una clara demanda social, surgió un periodismo especializado, uno de cuyos principales exponentes ha sido y es el programa de radio 'La Memoria' que en su primera emisión, a modo de declaración de intenciones que sigue plenamente vigente en la actualidad, proclamó que nacía "para facilitar que fluyan las informaciones y las opiniones, para ayudar a una mejor comprensión de nuestro pasado en torno a la guerra civil y el franquismo", con la conciencia de que se trataba de "una temática histórica polémica, con sensibilidades a flor de piel pese al largo tiempo transcurrido". [En el periodo 2006-2009, este programa fue reconocido con tres importantes galardones periodísticos: el Premio El Defensor de Granada al mejor trabajo periodístico en 2007 concedido por la Asociación de la Prensa de Granada, el Premio Andalucía de Periodismo 2008 en la modalidad de Radio otorgado por la Presidencia de la Junta de Andalucía y el Premio 28 de Febrero en 2009 concedido por el Consejo Asesor de RTVE dependiente del Parlamento de Andalucía por la serie de emisiones titulada 'Andaluces en los campos nazis']. La segunda parte de la tesis pasa revista a la diferente temática tratada en el contenido del centenar largo de programas en las primeras tres temporadas, dejando constancia del escaso grado de conocimiento social de sus variados aspectos, ya que la recuperación de la memoria histórica es un proceso en continua evolución sometido a estudios que hacen aflorar datos desconocidos conforme progresan las investigaciones. Así pues, esa parte del trabajo entra así de lleno en los contenidos del programa agrupados en capítulos temáticos de manera que su amplia diversidad expuesta y analizada ofrece un análisis multidisciplinar y una visión poliédrica de una realidad relativamente novedosa en España como la memoria histórica en un periodo previamente acotado. Probablemente sea la primera vez que se abordan y se analizan en la coctelera de un trabajo académico los diferentes elementos segmentados que confluyen en torno a una problemática tan actual como la memoria a fin de extraer una serie de conclusiones. Sin lugar a dudas, todo ello supone una oportunidad de recapitular sobre la evolución de un proceso social y político de nuestro tiempo presente. Hemos querido dar una importancia especial en el primer apartado del cuarto capítulo (4.1.) dedicado a la guerra civil y la postguerra en Andalucía -el más extenso- al detectar que la bibliografía preexistente sobre este tema desde una perspectiva global era realmente escasa. Sin pretender llenar ese hueco ni mucho menos, ya que no era ese nuestro objetivo, sí que hemos intentado, tras agrupar las aportaciones provinciales del contenido de las emisiones y de los libros consultados, ofrecer una aproximación general andaluza para una mejor comprensión de conjunto referida a la actual comunidad autónoma -antes región- ofreciendo balances provinciales y seleccionando hechos especialmente destacados de la historia de la guerra en cada provincia, pero interconectando datos, porcentajes y problemáticas diversas, y estableciendo comparaciones para facilitar un entendimiento más global de la contienda civil y la represión, algo que se echa de menos en las publicaciones existentes. Pese a que probablemente nunca conoceremos el balance exacto de la represión franquista en Andalucía -algo que lamentan y a lo que se resignan los historiadores-, hemos tratado de ofrecer una modesta visión aproximada de lo sucedido en guerra y postguerra sobre la base de dos experiencias radicalmente distintas: la durísima represión de los rebeldes en más de la mitad occidental del territorio que además fue instigada desde la cúpula de mando institucional y la menor violencia desatada de forma incontrolada en la retaguardia republicana en la zona oriental, con unas represalias franquistas tras la victoria importantes, pero sin llegar al extremo castigo occidental. Sirva como botón de muestra de la desproporción entre víctimas los datos de Huelva, donde los sublevados mataron a más de 6.019 republicanos por 101 asesinados de derechas por los izquierdistas (una relación de 60 a 1), con respecto a lo sucedido en Almería, única provincia andaluza cuyo territorio permaneció íntegramente bajo el poder republicano, la que menos muertos registró y la única donde la represión republicana superó ligeramente a la franquista: 471 y 375, respectivamente (algo más de 1 a 1). La mayoría de los trabajos de investigación sobre la guerra civil en Andalucía se circunscriben al ámbito provincial, pero se echa de menos una perspectiva global que establezca análisis de evolución general y cruces de datos y de situaciones que contribuyan a una mejor comprensión del tema. En cuanto a la política hay tres capítulos seguidos que profundizan no sólo en las claves que llevan a la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, expuestas en corto por los portavoces de las tres principales fuerzas estatales, sino también desde la perspectiva de su aplicación, asimismo verbalizada por los alcaldes que entonces eran de las tres principales capitales andaluzas, casualmente diversificados en esas tres formaciones: PSOE, PP e IU. Y curiosamente llama la atención cómo pese a sus diferencias ideológicas los primeros ediles de Sevilla, Málaga y Córdoba (Alfredo Sánchez Monteseirín, Francisco de la Torre y Rosa Aguilar) coincidían sobre la simbología franquista en espacios públicos, primero, en negar la mayor sobre la existencia de problemas en su ciudad al respecto y, segundo, en afrontar el reto de su localización y retirada con timidez y una extremada delicadeza sin querer molestar a nadie. El resultado de tanta prudencia general es que, aunque es verdad que ya no quedan calles, plazas ni monumentos honrando a los principales gerifaltes del franquismo, sí que permanecen escudos preconstitucionales y espacios dedicados a personajes de segunda fila del franquismo, algo impensable en Alemania o Italia en relación con nazis o fascistas. También es preciso advertir que pese al reconocimiento de las políticas vanguardistas de la Administración andaluza, no hemos querido ser complacientes, sino que hemos analizado la gestión política memorialista con un espíritu crítico que pone de manifiesto las disfunciones detectadas, como el descontrol en las subvenciones y las ocurrencias sobre proyectos imposibles de algunos responsables, en la clásica línea del recurrente dicho suarista de "puedo prometer y prometo". Aunque, sin duda, esas son anécdotas si se comparan con el peor revés institucional que ha sufrido el movimiento memorialista, que no ha sido otro que el rechazo, el desprecio y la desactivación total de la ley marco de memoria por parte del Partido Popular, cuyo presidente la dejó sin dotación presupuestaria cuando llegó al Gobierno central, como había prometido años antes y como se barruntaba con el voto en contra del PP a la aprobación de la norma a finales de 2007. A caballo entre la política y la justicia, no podíamos obviar el histórico intento de la justicia española por enjuiciar los crímenes del franquismo sobre la base del derecho internacional que fue finalmente cortado en seco por el Tribunal Supremo argumentando la prevalencia de la Ley de Amnistía de 1977. Y decimos que entre la justicia y la política porque la irrupción en la escena memorialista del magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dejó en evidencia las carencias de la Ley de Memoria Histórica y obligó al Gobierno socialista a despertar de su letargo y adoptar las medidas de desarrollo normativo que guardaba en el cajón ante la impaciencia de los familiares y las asociaciones de víctimas. Las fosas comunes han sido otro tema destacado sobre el que se ha recogido con profusión la opinión y el criterio de destacados especialistas y dirigentes del movimiento asociativo memorialista. No en vano, su distribución geográfica recogida en los mapas de fosas realizados por toda España constituye la cartografía de represión y su existencia torpedea el relato imperante de transición en toda su línea de flotación. Muchos y variados son los argumentos expuestos y, sin duda, en el correspondiente apartado ad hoc hay respuestas a la pregunta sobre por qué Andalucía -sin duda la comunidad más masacrada por el franquismo con sus más de 50.000 víctimas mortales repartidas en más de 600 enterramientos colectivos en cunetas, campos y cementerios- no se ha distinguido por haber efectuado tantas excavaciones como otras CCAA y, sin embargo, ha protagonizado la mayor intervención en un conjunto de fosas como la espectacular realizada en el viejo cementerio de Málaga (2.480 esqueletos exhumados) y el mayor fiasco con la fosa imposible de Federico García Lorca. Como hemos visto en el índice, hay hasta 20 apartados distintos incluidos en el capítulo cuarto, que se constituye en el núcleo temático de la tesis, analizando en mayor o menor medida con espíritu científico y divulgativo y con un objetivo recopilatorio aspectos diferenciados que se ramifican desde el tronco común de la memoria histórica: los maestros republicanos y la escuela franquista, la mujer oprimida y reprimida, la homosexualidad perseguida, los maquis, los deportados en los campos nazis, el testimonio oral rehuyendo la autocrítica de Santiago Carrillo, la memoria selectiva de la Iglesia, la rebelión de los nietos, los niños robados, la 'ley de los nietos', la perspectiva exterior (Marruecos y Argentina) y la memoria musical, porque el arte y la cultura no estuvieron exentos de la instrumentalización y de la represión franquista. [Cierto es que faltan elementos que no fueron abordados en los años 2006-2009, pero que serían tratados en el programa en años posteriores, como el exilio, el estado de excepción de 1969 y el tardofranquismo, la masonería, la sexualidad reprimida, la justicia universal, el papel de la ONU, etc.]. En el apartado de conclusiones generales y parciales relacionadas con el análisis de la tesis, hemos considerado oportuno actualizar la proyección de los acontecimientos con posterioridad al año 2009, ya que desde entonces se han producido novedades en los ámbitos políticos, judiciales, de la investigación y de la evolución del movimiento memorialista que merecían ser considerados. Y de igual modo, hemos valorado el interés adicional en ofrecer una prospección de futuro sobre el tema. El Apéndice Documental, por su parte, no se limita a aportar la documentación adicional en la que se basa el trabajo a los efectos probatorio de la solvencia de la investigación, sino que también añade información especialmente recopilada para la tesis como la referida a quienes que han intervenido en el programa 'La Memoria' comentando su cualificación personal y profesional, así como los datos estadísticos sobre su audiencia en cuando a número de oyentes, las descargas de las emisiones por Internet y las visitas al blog, incluyendo su procedencia nacional e internacional y acerca de los contenidos más visitados. Todo ello, comentado y expuesto con cuadros y gráficos evolutivos para facilitar su comprensión. Finalmente, el apartado de fuentes y bibliografía completa el soporte de consultas realizadas para la elaboración de este trabajo de investigación académica, aunque también relaciona y cataloga gran parte de las publicaciones editoriales que se han producido en España durante los últimos años en torno a esta temática, que en gran medida se han realizado fuera del ámbito académico. En la bibliografía se citan dos libros publicados recientemente por el autor de la tesis. El primero es 'Testigos de la memoria' (Aconcagua, 2013), editado con el apoyo de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía con las transcripción de entrevistas efectuadas en el programa con interesantes testimonios orales de protagonistas de la guerra civil y del franquismo, y con reflexiones de veteranos historiadores. Y el segundo, titulado 'La Memoria de todos. Las heridas del pasado se curan con más verdad' (Fundación Alfonso Perales, 2014), en el que el autor firma con el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Jaén Salvador Cruz Artacho el capítulo 'Políticas de la Memoria y desarrollo normativo en España'. La publicación de esta segunda obra, escrita en su mayor parte por destacados historiadores de las universidades andaluzas y promovida desde una fundación de estudios ligada al PSOE de Andalucía, en la que se apuesta decididamente por la creación de una Comisión de la Verdad, viene a demostrar la mayor sensibilidad que existe en Andalucía entre los socialistas hacia la memoria histórica. Pero antes de poner fin a esta introducción, consideramos interesante detenernos a reflexionar en un aspecto fundamental del contenido de la tesis -parte del cual que se detalla en el capítulo referido a la falta de pruebas documentales-, porque contribuye a entender las dificultades con que tanto familiares como historiadores se enfrentan a la hora de investigar. En efecto, los registros civiles, los archivos y la censura judicial son tres aspectos de una misma estrategia que cierra el paso al conocimiento de la verdad sobre la represión franquista. Esta situación es una especie de círculo vicioso o viciado que muestra a España como un país seriamente hipotecado por su pasado dictatorial, sobre el que se proyecta la larga sombra del franquismo con la existencia de miles de desaparecidos física y documentalmente. Miles de víctimas no existen en los registros oficiales porque sus asesinos impidieron su inscripción. Muchos archivos de la represión han sido destruidos y muchos de los que quedan son de difícil acceso. Y si tras superar los obstáculos, se logra reconstruir una historia solvente sobre testimonios orales y pruebas documentales parciales, se corre el riesgo de una condena judicial ruinosa. Siendo ese un círculo suficientemente vicioso, no deja de ser parte de otro más grande que lo abarca y que comienza en la proyección sobre el presente de la educación de la escuela y de la enseñanza media de la dictadura que formó a la población española con más de 50 años de edad en la actualidad. Aquellos niños crecieron crecimosadoctrinados por el dogma de "Franco, caudillo de España por la gracia de Dios", una leyenda que corría de mano en mano en todas las monedas de curso legal, sacralizando al dictador con técnicas goebblelianas repetitivas hasta la saciedad y con la bendición de una Iglesia agradecida por sus privilegios. Los vencedores glorificados por todas partes y los vencidos eran unos rojos desalmados con cuernos y rabo, señalados o muertos. Nadie lo podía cuestionar. Posteriormente, los niños de la democracia han sido educados acerca de la guerra civil con arreglo a una interpretación basada en la equidistancia: en el reparto de responsabilidad entre los bandos, en que fue una guerra fratricida, en que todos hicieron barbaridades, etc. La equidistancia se convirtió en un parapeto, una especie de cortafuegos para evitar el avance de las investigaciones. En una especie de empate pactado a la defensiva, mientras el revisionismo pseudohistórico neofranquista vendía libros como rosquillas en los kioscos. Los libros de texto -por no hablar del reciente Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia que dulcifica sin pudor la figura del dictador- no han incluido, ni antes ni ahora, los avances en la investigación histórica que desenmascaran el verdadero rostro criminal del franquismo y, para colmo, es bastante habitual que los profesores de Historia pasen de puntillas sobre guerra y dictadura o, sencillamente, finalicen el temario contemporáneo sin llegar a tocar el tema. Excepcionales son los casos de profesores comprometidos con la historia y la memoria que valoran como fundamental el conocimiento activo del pasado reciente y que organizan ciclos para sus alumnos con la presencia de testigos de la memoria, octogenarios o nonagenarios que a modo de donantes de memoria, aportan su relato vital en auténticas clases magistrales. La experiencia derivada de realizar el programa 'La Memoria', semana tras semana, nos ha llevado en este sentido a comprobar el gran desconocimiento general sobre nuestro pasado, incluso en sectores ilustrados de la población, lo que pone de manifiesto las enormes lagunas que subsisten en la enseñanza media española. Así pues, las generaciones que han llegado y que llegan a su etapa adulta carecen de una formación con una mínima solvencia sobre la guerra civil y el franquismo. Y si hablamos del ámbito universitario, sería hipócrita no reconocer que también ha vivido en democracia de espaldas a la memoria histórica. El número de tesis doctorales sobre esta temática en los diferentes departamentos teóricamente afectados ha sido bajísimo, aunque se ha notado un aumento conforme ha crecido la influencia del movimiento memorialista y tras la Ley de Memoria Histórica. De hecho, la mayoría de los estudios y de las publicaciones sobre la memoria histórica han sido realizados por investigadores –muchos de ellos profesores de instituto-, ajenos al ámbito académico, sin que por ello sus trabajos carezcan de rigor y de solvencia. Es más, con su tradicional desinterés -ahora felizmente superado-, las universidades han dejado el terreno de la investigación a muchos voluntariosos estudiosos locales a quienes justificadamente elogia Paul Preston en su obra magna 'El holocausto español' por haber desplegado un trabajo de campo impresionante para reconstruir el pasado sin que la memoria oral desaparezca y pese a remar a contracorriente en el proceloso mar de caos y desorden de los archivos españoles. Así pues, todo nos lleva a pensar que si alguien se propuso enseñar bien la historia española del siglo XX, ha fracasado estrepitosamente. A menos -y esto es más que probable- que haya habido una estrategia intencionada para evitar profundizar en nuestro pasado, en cuyo caso la ignorancia supina generalizada resultante habría sido un éxito gracias a la escasa y deficiente enseñanza impartida, a la falta de implicación universitaria y a la complejidad con que se han realizado las investigaciones. De este modo se ha configurado una sociedad bastante desconocedora de un pasado que cambió violenta y radicalmente el desarrollo del país, lo que facilita su manipulación mediática y política, con la vigencia de una mitología llena de lugares comunes como "reabrir heridas", "revancha", "rencor", etc. Todo ello genera desinterés e insensibilidad amén de falta de compromiso político, pese a las reiteradas advertencias de los más altos organismos internacionales sobre derechos humanos. En ese contexto, el programa 'La Memoria' ha podido contribuir modestamente desde la parcela mediática a trasladar a la ciudadanía una nueva visión de la realidad, la cara oculta de la verdad oficial. Probablemente se sepa más en España de los episodios bélicos y represivos del nazismo, del fascismo o del estalinismo, sin mencionar a la Segunda Guerra Mundial y a la conquista del Far West americano, que de lo que pasó en España durante la guerra civil y la posguerra. Por los comentarios de los oyentes, no han sido pocos los que a través de la radio pública andaluza se han enterado de episodios terribles y vergonzosos de la contienda como la Desbandá de Málaga, las matanzas en la plaza de toros de Badajoz, el bombardeo de Jaén anterior al de Guernica, los cañonazos de la Armada nazi contra Almería, la cacería de presos en la multitudinaria fuga del penal navarro del monte Ezkaba y un largo etcétera. Lo más habitual es que la gente tenga un ligero y parcial conocimiento de la historia de su provincia, pero no más allá. Pero también esta experiencia mediática ha permitido ofrecer un seguimiento bastante exhaustivo de la recuperación de la memoria histórica con sus avances sociales y políticos. Un proceso que, sin lugar a dudas, ha cambiado la visión "plácida" que se había transmitido sobre el franquismo mostrando su cara largamente ocultada al dar voz a las víctimas silenciadas, con el descubrimiento y la apertura de fosas comunes –inapelable prueba de cargo de la represión- y con el impulso de investigaciones que desmontan una historiografía franquista tan plagada de falsos mitos y leyendas. "La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado", advirtió el historiador francés Marc Bloch. El programa 'La Memoria' constituye una interesante experiencia andaluza sobre la memoria histórica desde la perspectiva de la divulgación mediática para atenuar el olvido y la ignorancia sobre el pasado y, paralelamente, para activar la memoria, el conocimiento de causa contrastado y, sobretodo, la empatía hacia las víctimas. Como acertadamente señalan la historiadora Josefina Cuesta y el psicólogo José María Ruiz-Vargas, sin la necesaria empatía será más difícil que la sociedad española supere su división y tome conciencia de la necesidad de aprobar esta asignatura pendiente con la democracia y los derechos humanos. En resumen y a modo de gran crónica abierta sobre un periodo apasionante, la presente tesis trata de describir, ordenar, contextualizar, comparar e interpretar –con aportaciones de testigos y expertos y con datos a veces inéditos- un proceso de recuperación de la memoria histórica que probablemente desemboque, tarde o temprano, no tanto en justicia para las víctimas dado el largo tiempo transcurrido, como en más verdad y más reparación, aunque sólo sea moral.
"Self-preservation is the first duty of a nation"Alexander Hamilton "The whole point of the doomsday machineis lost if you keep it a secret!!"Dr. Strangelove VII) Críticas Una de las principales críticas realizadas al realismo es su imposibilidad de explicar el cambio y, en particular, aportar inteligibilidad al mundo de la posguerra fría. Los cambios provocados por la globalización a partir de la década del 90 han, para muchos autores, resquebrajado profundamente los fundamentos axiomáticos del realismo. Badie (2001: 255-256) identifica tres aspectos fundamentales de este cambio de paradigma: A) Acercamiento: el nuevo orden mundial no es más territorial, sino que se basa en lo transnacional y en la interconexión entre individuos y flujos que no son controlados por el estado, provocando la eclosión de nuevas identidades y lealtades. B) Emergencia de bienes públicos globales. En un mundo globalizado, los bienes públicos dejan de ser puramente soberanos (nacionales). La búsqueda del bien social necesita de la mediación, movilización y cooperación internacionales que sobrepasan el control del estado (ej: medio ambiente, DD.HH, bienes socio-económicos, etc.). C) nacimiento de nuevos actores que reconfiguran la relación tradicional entre el ciudadano y el estado y, en cierta medida, atacan la legitimidad del contrato social y ponen en riesgo a la comunidad política en su conjunto. Esta nueva realidad debilitaría la soberanía y la territorialidad tradicionalmente asociadas al Estado-Nación. La nueva concepción de la soberanía lidia con el mercado transnacional y los nuevos compromisos y lealtades generados por la etno-política. En un mundo globalizado, el poder ya no residiría exclusivamente en la soberanía de un estado unitario, sino que éstos se ven de manera creciente obligados a conciliar o negociar sus estrategias con una multiplicidad de nuevos actores no estatales en una escena internacional pública que ya no puede ser monopolizada por el Estado-Nación. Según Badie, (2001: 258) este proceso sería similar al de la emergencia de la burguesía que demandaba participación política al interior de los Estados-Nación en los siglos XVIII y XIX, llevando al colapso de los regímenes absolutistas. Estos nuevos actores internacionales desafían el rol monopólico y absolutista del Estado-Nación y demandan derechos de participación y definición en la agenda internacional. Para esto, los realistas, clásicos y otros, tienen pocas respuestas. Esta crítica hace eco de lo que los adversarios del realismo han sostenido por décadas, a saber que la suposición (dogmática) realista del estado como actor unitario y racional ha desviado la atención del estudio, necesario, de las complejidades de la estructura del estado, del proceso de formación de preferencias así como de la acción de los actores no estatales (Williams, 2004: 636). Otra crítica importante que han enfrentado todas las escuelas realistas es que a pesar de su resistencia como programa de investigación, en particular en la academia estadounidense, el realismo político ha sido históricamente poco propenso a la verificación científica. Vasquez demuestra que las hipótesis realistas han constantemente fallado la corroboración empírica, mientras que las hipótesis no-realistas, liberales u otras, han demostrado ser estadísticamente significativas (Vasquez, 1983: 202), lo que ha llevado al autor a proponer el abandono del paradigma realista como guía teórica y práctica. La obsesión de la academia estadounidense con el enfoque realista ha sido bien documentada. Ya planteaba Kuhn (1970: 24) los problemas del "fanatismo científico" al advertir que cuando un paradigma se torna dominante, la academia se vuelve intolerante hacia las teorías alternativas y decide trabajar exclusivamente dentro del marco teórico dominante. El problema de esto, como bien marca Karl Popper, es que ese acto tiende a empobrecer a la academia y debilitar el pensamiento original e innovador (Walker y Morton, 2005: 342). ¿Cómo explicar entonces que a pesar de sus falencias el realismo político haya sido el paradigma dominante en el mundo académico y político? La respuesta realista es la siguiente: ningún paradigma rival ha logrado presentar, de manera integral, una visión alternativa, descriptiva y normativa de la acción de los estados y del funcionamiento de las RR.II. Una segunda respuesta es que el realismo, desde el inicio de la Guerra Fría, ha aportado un paradigma legitimador a la política exterior estadounidense. Al centrar el realismo el interés nacional en términos de seguridad y promover el gasto militar, alabar la Realpolitik y minimizar el componente legal o moral de las RR.II, ha encontrado en los decisores de política exterior (así como en el complejo industrial-militar) fervientes defensores de sus principios. No es de extrañar que los principales policy-makers de la Guerra Fría, como H. Kissinger o G. Kennan, hayan sido realistas convencidos (Wittner, 1985: 285). Finalmente, el cambio en el paradigma dominante parece haber seguido, si bien de manera relativamente lenta, los cambios estructurales en el mundo en los últimos 40 años. Walker y Morton (2005: 352) analizaron la producción de artículos académicos entre 1970 y 2000 en los Estados Unidos, agrupando principalmente los estudios en tres grandes escuelas: realismo, liberalismo y otros. Entre 1970-74, los artículos realistas y relacionados al realismo representaban el 73% del universo estudiado (37 artículos) y los artículos sobre liberalismo y otros tan sólo el 28%. En 1989, 61% de los artículos aún estaban bajo el paradigma realista. En el año 2000, tan sólo el 34% de los artículos analizados (515 artículos) versaban sobre el realismo político, contra 65% para artículos liberales y otros (de los cuales 40% eran sólo sobre el liberalismo). Esto demostraría que, por lo menos a nivel de la academia estadounidense, el realismo ha dejado de ser la teoría dominante. A nivel de los decisores de política exterior, el realismo sigue relevante, en particular a partir del 11 de setiembre de 2001. A todas estas críticas los realistas responderán invariablemente: los supuestos que han hecho del realismo político una filosofía política relevante, y dominante, desde hace más de dos mil años, permanecen incambiados hasta el día de hoy. El mundo sigue siendo un lugar anárquico, inseguro e imprevisible. Las guerras modernas entre pequeños estados o entre estados rebeldes y la superpotencia dominante no hacen más que confirmar la hipótesis neorrealista de que la disuasión atómica ha cambiado para siempre la guerra dentro del S.I. Las N.U no tienen más poder hoy en día del que tenían hace 50 años y es difícil imaginar un escenario futuro donde la Organización cumpla un rol eficaz como garante de la seguridad internacional, inclusive, o justamente a pesar de la reforma del Consejo de Seguridad. A pesar de la emergencia de nuevos actores, flujos transnacionales y problemas transfronterizos que demandan una respuesta concertada, los estados siguen siendo los actores principales de las RR.II. Los realistas no niegan la importancia de los nuevos temas de la agenda transnacional pero, argumentan ellos, ninguno de estos asuntos ha cambiado drásticamente la razón de ser de los estados ni alterado su principal obligación: salvaguardar su seguridad. Ni siquiera el terrorismo en su versión más extrema representa una amenaza seria a la integridad de los estados, por más que así haya sido instrumentalizado por los decisores de política exterior, apelando o inspirándose erróneamente en una lectura realista para lidiar con este problema. "The war on Terror" no es, desde una perspectiva realista, una guerra: no es más que una respuesta desproporcionada de un estado poco racional que combate un enemigo no tradicional en términos realistas. La "seguridad nacional" es sin dudas la expresión más utilizada en la arena política estadounidense desde el 11 de setiembre, pero lo que los decisores de política exterior estadounidenses parecen no entender, es que si bien los Estados Unidos no pueden perder esa guerra, tampoco pueden ganarla. Ya lo decía Morgenthau cuando criticaba el involucramiento de EEUU en la guerra de Vietnam: "Our very presence in Vietnam is in a sense dictated by considerations of public relations; we are afraid lest our prestige would suffer were we to retreat from an untenable position. One may ask whether we have gained prestige by being involved in a civil war on the mainland of Asia and by being unable to win it. Would we gain more by being unable to extricate ourselves from it, and by expanding it unilaterally into an international war? …Does not a great power gain prestige by mustering the wisdom and courage necessary to liquidate a losing Enterprise? In other words, is it not the mark of greatness, in circumstances such as these, to be able to afford to be indifferent to one´s prestige?". Si Morgenthau no consideraba la Guerra de Vietnam digna del interés nacional, ¿cómo puede serlo en el siglo XXI la guerra contra Al-Qaeda?. VIII) Consideraciones finales En conclusión, me gustaría refutar en parte el argumento comúnmente utilizado para avanzar la muerte del realismo como doctrina relevante a la hora de explicar el accionar de los grandes estados en el concierto internacional, a saber: el fin del estado nación y la consolidación del supranacionalismo, el ejemplo más estridente siendo la construcción europea. Pero para entender claramente a qué me refiero, conviene recordar brevemente qué es un Estado. Según la definición clásica comúnmente aceptada, un Estado, para existir, debe tener por los menos 4 características incompresibles. El Estado es entonces: a) una población, b) dentro de un territorio, c) con alguna forma de gobierno centralizado y d) que ejerce el monopolio legítimo de la fuerza (o de la coerción) para asegurar, entre otras cosas, la seguridad interna y externa. Ahora bien, si reflexionamos en términos de la Unión Europea y hasta donde ha avanzado la construcción de un Estado Europeo, constatamos que es bien cierto que la UE cuenta con tres de las cuatro características normalmente atribuidas al Estado. La Unión Europea posee una población claramente identificable, los ciudadanos miembros de los estados que la conforman, con derechos y obligaciones propias que no poseen los ciudadanos no europeos. La UE cuenta igualmente con unas fronteras delimitadas y protegidas que separan a este "Estado Europeo" de las naciones no europeas. La UE tiene además su propio gobierno (supranacional), el Parlamento, el Consejo y la Comisión, que poseen importantes potestades legislativas y ejecutivas capaces de imponerse a las legislaciones nacionales. Por lo tanto, la Unión Europea estaría en camino a convertirse en un estado hecho y derecho. Hélas para los defensores de dicha tesis, la cuarta característica, el monopolio de la fuerza, está claramente ausente de las discusiones reales de la construcción europea y ello, por un buen tiempo a venir. Recordemos que para los realistas, clásicos y demás, este cuarto componente, a saber el monopolio de la fuerza, destinado a garantizar la supervivencia del Estado, debe ser casi exclusivamente la única preocupación de los Estadistas y por lo tanto, sin ella, no podemos hablar propiamente de Estado. En consecuencia, mientras que los franceses, los alemanes o los ingleses no hagan un paso en dirección hacia una verdadera política de defensa supranacional (y no internacional o concertada), es decir, hasta el día en que los gobiernos nacionales no cedan la potestad sobre su bien más preciado (según los realistas) a un órgano supranacional sobre el cual ejerzan poco o nulo control, entonces el axioma realista que los grandes estados siguen pensando y actuando antes que nada en términos de seguridad y de poder, seguirá siendo relevante para el estudio de las RR.II. Aquellos que desconocen la penetración del realismo y de la realpolitik y desu fuerza ordenadora como principio de acción de los estados, ciegamente niegan que los estados, en materia de seguridad, continúan avalando, en el siglo XXI, una visión Hobbesiana del S.I. Afirmo plenamente en este epílogo que el realismo sigue siendo una doctrina relevante para explicar, si bien no todos, por los menos varios aspectos cruciales de las RR.II. Me arriesgaría a afirmar igualmente que el realismo progresivamente retomará un lugar de privilegio entre las teorías dominantes. El S.I internacional se encuentra actualmente en un período de transición entro lo que fue el fin de la Guerra Fría, el interludio del dominio unilateral estadounidense y la emergencia progresiva de China como principal potencia antagonista. La historia ha tenido múltiples escenarios de dominio unipolar o hegemónico, desde los siglos que duró el Imperio Romano, los años de la Francia Napoleónica, los meses de la Alemania Nazi hasta los 20 años del nuevo orden mundial capitalista y liberal. Pero, si hay algo que el realismo enseña y predice con infalibilidad matemática, es que el poder en el sistema internacional tiende siempre al equilibrio. Es altamente improbable que la potencia China no expanda su área de influencia hasta chocar irremediablemente con los intereses estadounidenses. En la aceptación mutua de la paridad de fuerzas y en el miedo recíproco entre ambas potencias, encontraremos seguramente las garantías de la seguridad colectiva, tal como predice el realismo, y no así otras teorías. El pensamiento realista ha sido injustamente simplificado y encasillado en lo que parece ser una colección de máximas de galletas de la fortuna: de Clausewitz a Maquiavelo, pasando por Tucídides, Hobbes y Morgenthau, el realismo ha producido enunciados categóricos que parecen despojar al mundo de todo matiz. Si bien es cierto que esas afirmaciones banalizan una de las escuelas teóricas más fecundas, no es menos cierto que la incertidumbre del sistema internacional ha llevado a los teóricos realistas a considerar que la supervivencia del Estado es algo demasiado importante para dejarlo en manos de los buenos sentimientos. 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Germán Clulow es Licenciado en Estudios Internacionales por la Universidad ORT –Uruguay, Master en Ciencia Política por la Université de Genève – Suiza, y Master en Estudios de Desarrollo por el Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo (IHEID-The Graduate Institute) Ginebra, Suiza.
En mi formación de posgrado a finales de los años ochenta, teníamos cerca de treinta camas hospitalarias en un pabellón llamado "sépticas" (1). En Colombia, donde el aborto estaba totalmente penalizado, allí estaban mayoritariamente mujeres con abortos inseguros complicados. El enfoque que recibíamos era técnico: manejo de cuidados intensivos; realizar histerectomías, colostomías, resecciones intestinales, etc. En esa época algunas enfermeras eran monjas, y se limitaban a interrogar a las pacientes para que "confesaran" qué se habían hecho para abortar. Siempre me inquietó que las mujeres que salían vivas se iban sin ninguna asesoría, ni con un método anticonceptivo. Al preguntar alguna vez a uno de mis docentes me contestó con desdén: "este es un hospital de tercer nivel, esas cosas las hacen las enfermeras en primer nivel". Al ver tanto dolor y muerte, decidí hablar con las pacientes del servicio y empecé a entender sus decisiones. Recuerdo aún con tristeza tantas muertes, pero un caso en particular aún me duele: era una mujer cercana a los cincuenta años que llegó con una perforación uterina en estado de sepsis avanzada. A pesar de la cirugía y los cuidados intensivos, falleció. Alcancé a hablar con ella y me contó que era viuda, tenía dos hijos mayores y había abortado por "vergüenza con ellos", pues se iban a dar cuenta de que tenía vida sexual activa. A los pocos días de su fallecimiento, me llamó el profesor de patología, extrañado, para decirme que el útero que habíamos enviado para examen patológico no tenía embarazo. Era una mujer en estado perimenopáusico con una prueba de embarazo falsamente positiva, debido a los altos niveles de FSH/LH típicos de su edad. ¡¡¡NO ESTABA EMBARAZADA!!! No tenía menstruación porque estaba en premenopausia y una prueba falsamente positiva la llevó a un aborto inseguro. Claro, las lesiones causadas en las maniobras abortivas la llevaron al desenlace fatal, pero la real causa subyacente fue el tabú social respecto a la sexualidad. Tuve que ver muchas adolescentes y mujeres jóvenes salir del hospital vivas, pero sin útero, a veces sin ovarios y con colostomías, para ser despreciadas por una sociedad que les recriminaba el haber decidido no ser madres. Tuve que ver situaciones de mujeres que llegaban con sus intestinos protruyendo a través de sus vaginas por abortos inseguros. Vi mujeres que en su desespero se autoinfligieron lesiones tratando de abortar con elementos como palos, ramas, gajos de cebolla, barras de alumbre, ganchos, entre otros. Eran tantas las muertes que era difícil no tener por lo menos una mujer diariamente en la morgue a consecuencia de un aborto inseguro. En esa época no se abordaba la salud desde lo biopsicosocial sino solamente desde lo técnico (2); sin embargo, en las evaluaciones académicas que nos hacían, ante la pregunta de definición de salud, había que recitar el texto de la Organización Mundial de la Salud que involucraba estos tres aspectos, ¡qué contrasentido! Para dar respuesta a las necesidades de salud de las mujeres y garantizar sus derechos, cuando ya era docente, inicié el servicio de anticoncepción posevento obstétrico en ese hospital de tercer nivel. Hubo resistencia de las directivas, pero afortunadamente logré donaciones internacionales para la institución y esto facilitó su aceptación. Decidí concursar para carrera docente con el ánimo de poder sensibilizar a profesionales de la salud hacia un enfoque integral de la salud y la enfermedad. Cuando en 1994 se realizó la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) en El Cairo ya llevaba varios años en la docencia, y cuando leí su Programa de Acción, encontré nombre para lo que estaba trabajando: derechos sexuales y derechos reproductivos. Empecé a incorporar en mi vida profesional y docente las herramientas que este documento me daba. Pude sensibilizar personas del Ministerio de Salud de mi país y trabajamos en conjunto recorriéndolo con un abordaje de derechos humanos en materia de salud sexual y reproductiva (SSR). Esta nueva mirada buscaba además de ser integral, dar respuesta a viejos problemas como la mortalidad materna, el embarazo en la adolescencia, la baja prevalencia anticonceptiva, el embarazo no planeado o no deseado o la violencia contra la mujer. Con otras personas sensibilizadas empezamos a permear con estos temas de SSR la Sociedad Colombiana de Obstetricia y Ginecología, algunas universidades y hospitales universitarios. Todavía seguimos dando la lucha en un país que a pesar de tantas dificultades ha mejorado muchos indicadores de SSR. Con la experiencia de haber trajinado en todas las esferas con estos temas, logramos con un puñado de colegas y amigas de la Universidad El Bosque crear la Maestría en Salud Sexual y Reproductiva, abierta a todas las profesiones, en la que rompimos varios paradigmas. Se inició un programa en el que la investigación cualitativa y cuantitativa tenían el mismo peso y algunos de los egresados del programa están ahora en posiciones de liderazgo en los entes gubernamentales e internacionales replicando modelos integrales. En la Federación Latinoamericana de Obstetricia y Ginecología (FLASOG) y en la Federación Internacional de Obstetricia y Ginecología (FIGO), pude por varios años aportar mi experiencia en los comités de SSR de esas asociaciones para beneficio de las mujeres y las niñas en los ámbitos regional y global. Cuando pienso en quienes me han inspirado en esta lucha, debo resaltar las grandes feministas que me han enseñado y acompañado en tantas batallas. No puedo mencionarlas a todas, pero he admirado la historia de vida de Margaret Sanger con su persistencia y mirada visionaria. Ella luchó durante toda su vida para ayudar a las mujeres del siglo XX para que obtuvieran el derecho a decidir si querían o no tener hijos o hijas y cuándo (3). De las feministas actuales he tenido el privilegio de compartir experiencias con Carmen Barroso, Giselle Carino, Debora Diniz y Alejandra Meglioli, lideresas de la Federación Internacional de Planificación de la Familia, Región del Hemisferio Occidental (IPPF-RHO, por su nombre en inglés). De mi país quiero resaltar a mi compatriota Florence Thomas, psicóloga, columnista, escritora y activista feminista colombo-francesa. Es una de las voces más influyentes e importantes del movimiento por los derechos de la mujer en Colombia y en la región. Arribó procedente de Francia en la década de 1960, en los años de la contracultura, los Beatles, los hippies, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre, época en la que se empezó a criticar el capitalismo y la cultura del consumo (4). Fue entonces cuando se comenzó a hablar del cuerpo femenino, la sexualidad femenina y cuando llegó la píldora anticonceptiva como una revolución total para las mujeres. A su llegada en 1967, ella experimentó un choque porque acababa de asistir a toda una revolución y solo encontró un país de madres, no de mujeres (5). Ese era el único destino de una mujer, ser callada y sumisa. Entonces se dio cuenta de que no se podía seguir así, hablando de "vanguardias revolucionarias" en un ambiente tan patriarcal. En 1986 con las olas del feminismo norteamericano y europeo, y con su equipo académico crearon el grupo Mujer y Sociedad de la Universidad Nacional de Colombia, semillero de grandes iniciativas y logros para el país (6). Ella ha liderado grandes cambios con su valentía, la fuerza de sus argumentos, y un discurso apasionado y agradable a la vez. Dentro de sus múltiples libros resalto Conversaciones con Violeta (7), motivado por el desdén hacia el feminismo de algunas mujeres jóvenes. Lo escribe a manera de diálogo con una hija imaginaria en el que, de una manera íntima, reconstruye la historia de las mujeres a través de los siglos y da nuevas luces sobre el papel fundamental del feminismo en la vida de la mujer moderna. Otro libro muestra de su valentía es Había que decirlo (8), en el que narra la experiencia de su propio aborto a sus 22 años en la Francia de los años sesenta. Mi experiencia de trabajo en la IPPF-RHO me ha permitido conocer líderes y lideresas de todas las edades en diversos países de la región, quienes con gran mística y dedicación, de manera voluntaria, trabajan por lograr una sociedad más equitativa y justa. Particularmente me ha impresionado la apropiación del concepto de derechos sexuales y reproductivos por parte de las personas más jóvenes, y esto me ha dado gran esperanza en el futuro del planeta. Seguimos con una agenda incompleta del Plan de acción de la CIPD de El Cairo, pero ver cómo la juventud enfrenta con valentía los retos, me motiva a seguir adelante y aportar mis años de experiencia en un trabajo intergeneracional. La IPPF-RHO evidencia un gran compromiso por los derechos y la SSR de adolescentes en sus políticas y programas, que son consistentes con lo que la Organización promueve; por ejemplo, el 20% de los puestos de toma de decisión están en manos de jóvenes. Las organizaciones miembros, que basan su labor en el voluntariado, son verdaderas incubadoras de jóvenes que harán ese recambio generacional inexpugnable y necesario. A diferencia de lo que nos tocó a muchos de nosotros, trabajar en esta complicada agenda de salud sexual y reproductiva sin bases teóricas, hoy vemos personas comprometidas y con una sólida formación para reemplazarnos. En la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y en la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, las nuevas generaciones están más motivadas y empoderadas, con grandes deseos de cambiar las rígidas estructuras subyacentes. Nuestra gran preocupación son los embates de ultraderecha que soportan grupos antiderechos, muchas veces mejor organizados que nosotros, que sí apoyamos los derechos y somos verdaderos provida (9). Ante este escenario, debemos organizarnos mejor y seguir dando batallas para garantizar los derechos de las mujeres en el ámbito local, regional y global, aunando esfuerzos de todas las organizaciones proderechos. Estamos ahora comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (10), entendidos como aquellos que satisfacen las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Esta nueva agenda se basa en: - El trabajo no finalizado de los Objetivos de Desarrollo del Milenio - Los compromisos pendientes (convenciones ambientales internacionales) - Los temas emergentes en las tres dimensiones del desarrollo sostenible: social, económica y ambiental. Tenemos ahora 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 metas (11). Entre estos objetivos se menciona en varias ocasiones el "acceso universal a la salud reproductiva". En el Objetivo 3 de esa lista se incluye garantizar, de aquí al año 2030, "el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y educación". De igual manera, el Objetivo 5, "Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas", establece que se deberá "asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing". No se puede olvidar que el término acceso universal a la salud sexual y reproductiva incluye el acceso universal al aborto y la anticoncepción. Actualmente 830 mujeres mueren cada día por causas maternas prevenibles; de estos decesos, el 99% ocurre en países en desarrollo, más de la mitad en entornos frágiles y en contextos humanitarios (12). 216 millones de mujeres no pueden acceder a métodos de anticoncepción moderna y la mayoría vive en los nueve países más pobres del mundo y en un ambiente cultural propio de la década de los sesenta (13). Este número solo incluye las mujeres de 15 a 49 años en cualquier tipo de unión, es decir el número total es mucho mayor. Cumplir con los objetivos marcados supondría prevenir 67 millones de embarazos no deseados y reducir a un tercio las muertes maternas. Actualmente tenemos una alta demanda insatisfecha de anticoncepción moderna, con un bajísimo uso de los métodos de larga duración reversible (dispositivos intrauterinos e implantes subdérmicos) que son los más efectivos y de mayor adherencia (14). No hay uno solo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible donde la anticoncepción no tenga un papel preponderante: desde el primero que se refiere al fin de la pobreza, pasando por el quinto de igualdad de género, el décimo de reducción de la desigualdad, entre los países y en el mismo país, hasta el decimosexto relacionado con paz y justicia. Si queremos cambiar el mundo, debemos procurar acceso universal a la anticoncepción sin mitos ni barreras. Tenemos la obligación moral de lograr la erradicación de la pobreza extrema y avanzar en la construcción de sociedades más igualitarias, justas y felices. En anticoncepción de urgencia (AU), estamos muy lejos de alcanzar lo que esperamos. Si en métodos de larga duración reversible tenemos una baja prevalencia, en la AU la situación empeora. No en todas las facultades de medicina de la región se aborda este tema, y donde sí se hace, no hay homogeneidad de contenidos, ni siquiera dentro del mismo país. Hay aún mitos sobre su verdadero mecanismo de acción. Hay países como Honduras donde está prohibida y no hay un medicamento dedicado, como tampoco lo hay en Haití. Donde está disponible el acceso es ínfimo, particularmente entre las niñas, adolescentes, jóvenes, migrantes, afrodescendientes e indígenas. Hay que derrumbar las múltiples barreras para el uso eficaz de la anticoncepción de emergencia, y para eso necesitamos trabajar en romper mitos y percepciones erróneas, tabúes y normas culturales; lograr cambios en las leyes y normas restrictivas de los países; lograr acceso sin barreras a la AU; trabajar intersectorialmente; capacitar al personal de salud y la comunidad. Es necesario transformar la actitud del personal de salud en una de servicio por encima de sus propias opiniones. Reflexionando acerca de lo que ha pasado después de la CIPD realizada en El Cairo, su Programa de Acción cambió cómo miramos las dinámicas de población de un énfasis en la demografía a un enfoque en los derechos humanos y las personas. Los gobiernos acordaron que, en este nuevo enfoque, el éxito era el empoderamiento de las mujeres y la posibilidad de elegir a través de expandir el acceso a la educación, la salud, los servicios y el empleo, entre otros. Sin embargo, ha habido avances desiguales y persiste la inequidad en nuestra región, no se cumplieron todas las metas, los derechos sexuales y reproductivos continúan fuera del alcance de muchas mujeres (15). Aún queda un largo camino para recorrer, hasta que mujeres y niñas del mundo puedan reclamar sus derechos y la libertad de decidir. Globalmente la mortalidad materna se ha reducido, hay mayor asistencia calificada del parto, mayor prevalencia anticonceptiva, la educación integral en sexualidad y el acceso a servicios de SSR para adolescentes ya son derechos reconocidos y con grandes avances, además ha habido ganancias concretas en materia de marcos legales más favorables en particular en nuestra región; sin embargo, si bien las condiciones de acceso han mejorado, las legislaciones restrictivas de la región exponen a las mujeres más vulnerables a abortos inseguros. Hay aún grandes desafíos para que los gobiernos reconozcan la SSR y los DSR como parte integral de los sistemas de salud, existe una amplia agenda contra las mujeres. En ese sentido, el acceso a SSR está bajo amenaza y opresión, se requiere movilización intersectorial y litigios estratégicos, investigación y apoyo a los derechos de las mujeres como agenda intersectorial. Hacia adelante hay que esforzarnos más en el trabajo con jóvenes, para avanzar no solo en el Programa de Acción de la CIPD, sino en todos los movimientos sociales. Son uno de los grupos más vulnerables, y de los mayores catalizadores para el cambio. La población joven aún enfrentan muchos desafíos, especialmente las mujeres y niñas; las jóvenes están especialmente en alto riesgo debido a la falta de servicios y salud sexual y reproductiva amigables y confidenciales, la presencia de violencia basada en género y la falta de acceso a los servicios. Además hay que mejorar el acceso al aborto; es responsabilidad de los estados garantizar la calidad y seguridad en el acceso. Aún en nuestra región existen países con marcos totalmente restrictivos. Las nuevas tecnologías facilitan el autocuidado (16), lo que permitirá ampliar el acceso universal, pero los gobiernos no pueden desvincularse de su responsabilidad. El autocuidado se está expandiendo en el mundo y puede ser estratégico para llegar a las poblaciones más vulnerables. Hay nuevos desafíos para los mismos problemas, que requieren una reinterpretación de las medidas necesarias para garantizar los DSR de todas las personas, en particular mujeres, niñas y en general las poblaciones marginadas y vulnerables. Es necesario tener en cuenta aspectos como las migraciones, el cambio climático, el impacto de medios digitales, el resurgimiento de discursos de odio, la opresión, la violencia, la xenofobia, la homo/transfobia y otros problemas emergentes, pues la SSR debe verse en un marco de justicia, y no aislado. Debemos exigir rendición de cuentas a los 179 gobiernos que participaron en la CIPD hace 25 años y a los 193 países que firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Deben reafirmarse en sus compromisos y expandir la agenda a los temas no considerados en ese momento. Nuestra región ha dado ejemplo al mundo con el Consenso de Montevideo, que se convierte en una hoja de ruta para el cumplimiento del plan de acción de la CIPD y no debe permitirnos retroceder. Este Consenso pone en el centro a las personas, en especial a las mujeres, e incluye el tema de aborto invitando a los estados a que consideren la posibilidad de legalizarlo, lo que abre la puerta para que los gobiernos de todo el mundo reconozcan que las mujeres tienen el derecho a decidir sobre la maternidad. Este Consenso es mucho más inclusivo: Considerando que las brechas en salud continúan sobresalientes en la región y las estadísticas promedio suelen ocultar los altos niveles de mortalidad materna, de infecciones de transmisión sexual, de infección por VIH/SIDA y de demanda insatisfecha de anticoncepción entre la población que vive en la pobreza y en áreas rurales, entre los pueblos indígenas y las personas afrodescendientes y grupos en condición de vulnerabilidad como mujeres, adolescentes y jóvenes y personas con discapacidad, acuerdan: 33-Promover, proteger y garantizar la salud y los derechos sexuales y los derechos reproductivos para contribuir a la plena realización de las personas y a la justicia social en una sociedad libre de toda forma de discriminación y violencia. 37-Garantizar el acceso universal a servicios de salud sexual y salud reproductiva de calidad, tomando en consideración las necesidades específicas de hombres y mujeres, adolescentes y jóvenes, personas LGBT, personas mayores y personas con discapacidad, prestando particular atención a personas en condición de vulnerabilidad y personas que viven en zonas rurales y remotas y promoviendo la participación ciudadana en el seguimiento de los compromisos. 42-Asegurar, en los casos en que el aborto es legal o está despenalizado en la legislación nacional, la existencia de servicios de aborto seguros y de calidad para las mujeres que cursan embarazos no deseados y no aceptados e instar a los demás Estados a considerar la posibilidad de modificar las leyes, normativas, estrategias y políticas públicas sobre la interrupción voluntaria del embarazo para salvaguardar la vida y la salud de mujeres adolescentes, mejorando su calidad de vida y disminuyendo el número de abortos (17). ; In my postgraduate formation during the last years of the 80's, we had close to thirty hospital beds in a pavilion called "sépticas" (1). In Colombia, where abortion was completely penalized, the pavilion was mostly filled with women with insecure, complicated abortions. The focus we received was technical: management of intensive care; performance of hysterectomies, colostomies, bowel resection, etc. In those times, some nurses were nuns and limited themselves to interrogating the patients to get them to "confess" what they had done to themselves in order to abort. It always disturbed me that the women who left alive, left without any advice or contraceptive method. Having asked a professor of mine, he responded with disdain: "This is a third level hospital, those things are done by nurses of the first level". Seeing so much pain and death, I decided to talk to patients, and I began to understand their decision. I still remember so many deaths with sadness, but one case in particular pains me: it was a woman close to being fifty who arrived with a uterine perforation in a state of advanced sepsis. Despite the surgery and the intensive care, she passed away. I had talked to her, and she told me she was a widow, had two adult kids and had aborted because of "embarrassment towards them" because they were going to find out that she had an active sexual life. A few days after her passing, the pathology professor called me, surprised, to tell me that the uterus we had sent for pathological examination showed no pregnancy. She was a woman in a perimenopausal state with a pregnancy exam that gave a false positive due to the high levels of FSH/LH typical of her age. SHE WAS NOT PREGNANT!!! She didn't have menstruation because she was premenopausal and a false positive led her to an unsafe abortion. Of course, the injuries caused in the attempted abortion caused the fatal conclusion, but the real underlying cause was the social taboo in respect to sexuality. I had to watch many adolescents and young women leave the hospital alive, but without a uterus, sometime without ovaries and with colostomies, to be looked down on by a society that blamed them for deciding to not be mothers. I had to see situation of women that arrived with their intestines protruding from their vaginas because of unsafe abortions. I saw women, who in their despair, self-inflicted injuries attempting to abort with elements such as stick, branches, onion wedges, alum bars and clothing hooks among others. Among so many deaths, it was hard not having at least one woman per day in the morgue due to an unsafe abortion. During those time, healthcare was not handled from the biopsychosocial, but only from the technical (2); nonetheless, in the academic evaluations that were performed, when asked about the definition of health, we had to recite the text from the International Organization of Health that included these three aspects. How contradictory! To give response to the health need of women and guarantee their right when I was already a professor, I began an obstetric contraceptive service in that third level hospital. There was resistance from the directors, but fortunately I was able to acquire international donations for the institution, which facilitated its acceptance. I decided to undertake a teaching career with the hope of being able to sensitize health professionals towards an integral focus of health and illness. When the International Conference of Population and Development (ICPD) was held in Cairo in 1994, I had already spent various years in teaching, and when I read their Action Program, I found a name for what I was working on: Sexual and Reproductive Rights. I began to incorporate the tools given by this document into my professional and teaching life. I was able to sensitize people at my countries Health Ministry, and we worked together moving it to an approach of human rights in areas of sexual and reproductive health (SRH). This new viewpoint, in addition to being integral, sought to give answers to old problems like maternal mortality, adolescent pregnancy, low contraceptive prevalence, unplanned or unwanted pregnancy or violence against women. With other sensitized people, we began with these SRH issues to permeate the Colombian Society of Obstetrics and Gynecology, some universities, and university hospitals. We are still fighting in a country that despite many difficulties has improved its indicators of SRH. With the experience of having labored in all sphere of these topics, we manage to create, with a handful of colleagues and friend at the Universidad El Bosque, a Master's Program in Sexual and Reproductive Health, open to all professions, in which we broke several paradigms. A program was initiated in which the qualitative and quantitative investigation had the same weight, and some alumni of the program are now in positions of leadership in governmental and international institutions, replicating integral models. In the Latin American Federation of Obstetrics and Gynecology (FLASOG, English acronym) and in the International Federation of Obstetrics and Gynecology (FIGO), I was able to apply my experience for many years in the SRH committees of these association to benefit women and girls in the regional and global environments. When I think of who has inspired me in these fights, I should highlight the great feminist who have taught me and been with me in so many fights. I cannot mention them all, but I have admired the story of the life of Margaret Sanger with her persistence and visionary outlook. She fought throughout her whole life to help the women of the 20th century to be able to obtain the right to decide when and whether or not they wanted to have children (3). Of current feminist, I have had the privilege of sharing experiences with Carmen Barroso, Giselle Carino, Debora Diniz and Alejandra Meglioli, leaders of the International Planned Parenthood Federation – Western Hemisphere Region (IPPF-RHO). From my country, I want to mention my countrywoman Florence Thomas, psychologist, columnist, writer and Colombo-French feminist. She is one of the most influential and important voices in the movement for women rights in Colombia and the region. She arrived from France in the 1960's, in the years of counterculture, the Beatles, hippies, Simone de Beauvoir, and Jean-Paul Sartre, a time in which capitalism and consumer culture began to be criticized (4). It was then when they began to talk about the female body, female sexuality and when the contraceptive pill arrived like a total revolution for women. Upon its arrival in 1967, she experimented a shock because she had just assisted in a revolution and only found a country of mothers, not women (5). That was the only destiny for a woman, to be quiet and submissive. Then she realized that this could not continue, speaking of "revolutionary vanguards" in such a patriarchal environment. In 1986 with the North American and European feminism waves and with her academic team, they created the group "Mujer y Sociedad de la Universidad Nacional de Colombia", incubator of great initiatives and achievements for the country (6). She has led great changes with her courage, the strength of her arguments, and a simultaneously passionate and agreeable discourse. Among her multiple books, I highlight "Conversaciones con Violeta" (7), motivated by the disdain towards feminism of some young women. She writes it as a dialogue with an imaginary daughter in which, in an intimate manner, she reconstructs the history of women throughout the centuries and gives new light of the fundamental role of feminism in the life of modern women. Another book that shows her bravery is "Había que decirlo" (8), in which she narrates the experience of her own abortion at age twenty-two in sixty's France. My work experience in the IPPF-RHO has allowed me to meet leaders of all ages in diverse countries of the region, who with great mysticism and dedication, voluntarily, work to achieve a more equal and just society. I have been particularly impressed by the appropriation of the concept of sexual and reproductive rights by young people, and this has given me great hope for the future of the planet. We continue to have an incomplete agenda of the action plan of the ICPD of Cairo but seeing how the youth bravely confront the challenges motivates me to continue ahead and give my years of experience in an intergenerational work. In their policies and programs, the IPPF-RHO evidences great commitment for the rights and the SRH of adolescent, that are consistent with what the organization promotes, for example, 20% of the places for decision making are in hands of the young. Member organizations, that base their labor on volunteers, are true incubators of youth that will make that unassailable and necessary change of generations. In contrast to what many of us experienced, working in this complicated agenda of sexual and reproductive health without theoretical bases, today we see committed people with a solid formation to replace us. In the college of medicine at the Universidad Nacional de Colombia and the College of Nursing at the Universidad El Bosque, the new generations are more motivated and empowered, with great desire to change the strict underlying structures. Our great worry is the onslaught of the ultra-right, a lot of times better organized than us who do support rights, that supports anti-rights group and are truly pro-life (9). Faced with this scenario, we should organize ourselves better, giving battle to guarantee the rights of women in the local, regional, and global level, aggregating the efforts of all pro-right organizations. We are now committed to the Objectives of Sustainable Development (10), understood as those that satisfy the necessities of the current generation without jeopardizing the capacity of future generations to satisfy their own necessities. This new agenda is based on: - The unfinished work of the Millennium Development Goals - Pending commitments (international environmental conventions) - The emergent topics of the three dimensions of sustainable development: social, economic, and environmental. We now have 17 objectives of sustainable development and 169 goals (11). These goals mention "universal access to reproductive health" many times. In objective 3 of this list is included guaranteeing, before the year 2030, "universal access to sexual and reproductive health services, including those of family planning, information, and education." Likewise, objective 5, "obtain gender equality and empower all women and girls", establishes the goal of "assuring the universal access to sexual and reproductive health and reproductive rights in conformity with the action program of the International Conference on Population and Development, the Action Platform of Beijing". It cannot be forgotten that the term universal access to sexual and reproductive health includes universal access to abortion and contraception. Currently, 830 women die every day through preventable maternal causes; of these deaths, 99% occur in developing countries, more than half in fragile environments and in humanitarian contexts (12). 216 million women cannot access modern contraception methods and the majority live in the nine poorest countries in the world and in a cultural environment proper to the decades of the seventies (13). This number only includes women from 15 to 49 years in any marital state, that is to say, the number that takes all women into account is much greater. Achieving the proposed objectives would entail preventing 67 million unwanted pregnancies and reducing maternal deaths by two thirds. We currently have a high, unsatisfied demand for modern contraceptives, with extremely low use of reversible, long term methods (intrauterine devices and subdermal implants) which are the most effect ones with best adherence (14). There is not a single objective among the 17 Objectives of Sustainable Development where contraception does not have a prominent role: from the first one that refers to ending poverty, going through the fifth one about gender equality, the tenth of inequality reduction among countries and within the same country, until the sixteenth related with peace and justice. If we want to change the world, we should procure universal access to contraception without myths or barriers. We have the moral obligation of achieving the irradiation of extreme poverty and advancing the construction of more equal, just, and happy societies. In emergency contraception (EC), we are very far from reaching expectations. If in reversible, long-term methods we have low prevalence, in EC the situation gets worse. Not all faculties in the region look at this topic, and where it is looked at, there is no homogeneity in content, not even within the same country. There are still myths about their real action mechanisms. There are countries, like Honduras, where it is prohibited and there is no specific medicine, the same case as in Haiti. Where it is available, access is dismal, particularly among girls, adolescents, youth, migrants, afro-descendent, and indigenous. The multiple barriers for the effective use of emergency contraceptives must be knocked down, and to work toward that we have to destroy myths and erroneous perceptions, taboos and cultural norms; achieve changes in laws and restrictive rules within countries, achieve access without barriers to the EC; work in union with other sectors; train health personnel and the community. It is necessary to transform the attitude of health personal to a service above personal opinion. Reflecting on what has occurred after the ICPD in Cairo, their Action Program changed how we look at the dynamics of population from an emphasis on demographics to a focus on the people and human rights. The governments agreed that, in this new focus, success was the empowerment of women and the possibility of choice through expanded access to education, health, services, and employment among others. Nonetheless, there have been unequal advances and inequality persists in our region, all the goals were not met, the sexual and reproductive goals continue beyond the reach of many women (15). There is a long road ahead until women and girls of the world can claim their rights and liberty of deciding. Globally, maternal deaths have been reduced, there is more qualified assistance of births, more contraception prevalence, integral sexuality education, and access to SRH services for adolescents are now recognized rights with great advances, and additionally there have been concrete gains in terms of more favorable legal frameworks, particularly in our region; nonetheless, although it's true that the access condition have improved, the restrictive laws of the region expose the most vulnerable women to insecure abortions. There are great challenges for governments to recognize SRH and the DSR as integral parts of health systems, there is an ample agenda against women. In that sense, access to SRH is threatened and oppressed, it requires multi-sector mobilization and litigation strategies, investigation and support for the support of women's rights as a multi-sector agenda. Looking forward, we must make an effort to work more with youth to advance not only the Action Program of the ICPD, but also all social movements. They are one of the most vulnerable groups, and the biggest catalyzers for change. The young population still faces many challenges, especially women and girls; young girls are in particularly high risk due to lack of friendly and confidential services related with sexual and reproductive health, gender violence, and lack of access to services. In addition, access to abortion must be improved; it is the responsibility of states to guarantee the quality and security of this access. In our region there still exist countries with completely restrictive frameworks. New technologies facilitate self-care (16), which will allow expansion of universal access, but governments cannot detach themselves from their responsibility. Self-care is expanding in the world and can be strategic for reaching the most vulnerable populations. There are new challenges for the same problems, that require a re-interpretation of the measures necessary to guaranty the DSR of all people, in particular women, girls, and in general, marginalized and vulnerable populations. It is necessary to take into account migrations, climate change, the impact of digital media, the resurgence of hate discourse, oppression, violence, xenophobia, homo/transphobia, and other emergent problems, as SRH should be seen within a framework of justice, not isolated. We should demand accountability of the 179 governments that participate in the ICPD 25 years ago and the 193 countries that signed the Sustainable Development Objectives. They should reaffirm their commitments and expand their agenda to topics not considered at that time. Our region has given the world an example with the Agreement of Montevideo, that becomes a blueprint for achieving the action plan of the CIPD and we should not allow retreat. This agreement puts people at the center, especially women, and includes the topic of abortion, inviting the state to consider the possibility of legalizing it, which opens the doors for all governments of the world to recognize that women have the right to choose on maternity. This agreement is much more inclusive: Considering that the gaps in health continue to abound in the region and the average statistics hide the high levels of maternal mortality, of sexually transmitted diseases, of infection by HIV/AIDS, and the unsatisfied demand for contraception in the population that lives in poverty and rural areas, among indigenous communities, and afro-descendants and groups in conditions of vulnerability like women, adolescents and incapacitated people, it is agreed: 33- To promote, protect, and guarantee the health and the sexual and reproductive rights that contribute to the complete fulfillment of people and social justice in a society free of any form of discrimination and violence. 37- Guarantee universal access to quality sexual and reproductive health services, taking into consideration the specific needs of men and women, adolescents and young, LGBT people, older people and people with incapacity, paying particular attention to people in a condition of vulnerability and people who live in rural and remote zone, promoting citizen participation in the completing of these commitments. 42- To guarantee, in cases in which abortion is legal or decriminalized in the national legislation, the existence of safe and quality abortion for non-desired or non-accepted pregnancies and instigate the other States to consider the possibility of modifying public laws, norms, strategies, and public policy on the voluntary interruption of pregnancy to save the life and health of pregnant adolescent women, improving their quality of life and decreasing the number of abortions (17).
El humor gráfico se ha convertido en un fuerte representativo de la cultura argentina, y suele estar notablemente presente en sus medios de comunicación, constituyéndose en una herramienta cuya popularidad se remonta a la publicación de la primera viñeta expuesta en revistas y diarios reconocidos del país. En consecuencia, esta investigación propone analizar el humor gráfico como una herramienta de crítica muy utilizada dentro de los diarios, que a su vez refleja e influye sobre la opinión pública de una sociedad determinada, es decir, este se considera como un elemento clave a la hora de exponer opiniones ante una situación cualquiera.
Con base en el razonamiento anterior, se han escogido tres humoristas gráficos de dos diarios prestigiosos del país como lo son La Nación y Página/12, para que sirvan como objeto de estudio para dicha investigación. Teniendo en cuenta que el humor gráfico es una herramienta de crítica, se ha elegido un período en el cual este haya logrado su fin satírico. Es el caso del año 2001, en el cual la Argentina presentó una de las crisis económicas y políticas más significativas en su historia. Durante los últimos años de la década de 1990 y comienzos del 2000, Argentina atravesaba una de las crisis económico-políticas más difíciles y significativas para el país. Argentina venía sufriendo un estancamiento en el crecimiento, sumado al aumento del déficit corriente y la situación insostenible de la deuda externa, lo que provocaba la desconfianza entre los depositantes y los inversores; asimismo el aumento del riesgo de suspensión de pagos y de devaluación de la moneda aceleraron, los ataques especulativos y provocaron una fuerte fuga de capitales (Bustelo, 2002). Esto refleja la situación crítica de índole económica en la que el país estaba sumergido, lo cual afectó a la población creando descontentos y reclamos ante el gobierno establecido en esa época.
Durante el año 2001 y en especial el mes de diciembre, surgen una serie de sucesos, los cuales llevan a la sociedad a una situación en la que se ven obligados a imponerse, mediante denuncias en las cuales mostraban sus inconformidades ante las medidas tomadas por el gobierno. Lo anterior, con el apoyo de los medios de comunicación, y la prensa específicamente, formó una fuerza detonante que llevó a la renuncia del Presidente Fernando De La Rúa. De aquí surge la mirada sobre el concepto de opinión pública, la cual está presente en la toda la sociedad, y muchas veces juega un papel influyente sobre las actitudes de aquellos que tienen contacto con esta; siendo la opinión pública fuertemente influenciada por los medios de comunicación, como lo es la prensa, la cual tiene gran movimiento de las multitudes quienes se ven afectadas en pro o en contra de sus posturas políticas. De manera que esto permite estudiar la forma en que dos reconocidos diarios argentinos, La Nación y Página/12 manejaban la situación según sus corrientes políticas y su crítica social, destacando cómo estos diarios involucraban el humor gráfico político dentro de sus críticas hacia la crisis del 2001 en la Argentina, y cómo esta de una u otra manera causaba impacto en sus lectores. Lo que desencadena el siguiente interrogante ¿De qué manera los humoristas gráficos, de diario La Nación y Página/12, según sus posturas políticas, influyen en la opinión pública frente a la crisis de 2001 en Argentina?
Es de resaltar que el humor ha representado un estado de rebeldía y resistencia contra el status quo, una mirada avispada para azuzar conciencias, un acto de protesta escondido tras una sonrisa (Von Rebeur, 2002). De esta forma el humor se convierte en la herramienta eficaz para criticar y exponer inconformidades ante una situación cualquiera. De manera que durante la crisis de 2001, el humor gráfico, siendo una expresión ilustrada del humor, logró imponer su crítica ante los hechos vividos durante dicho periodo. Hay que subrayar que el humor ha tenido un impresionante éxito en los peores años de dictadura argentina, para aletargarse en tiempos democráticos (Von Rebeur, 2002). Por lo cual el humor se ha destacado por su presencia en los momentos críticos dentro del país, considerándose así un elemento eficaz para representar por medio de la sátira, la crítica de índole social, política y económica, de forma burlesca e irónica. Por consiguiente, esta investigación tiene como objetivo general investigar de qué manera los humoristas grá- ficos de los diarios La Nación y Página/12 intervinieron a través de su humor político, la opinión pública durante la crisis del 2001 en Argentina, exponiendo así la crítica social, política y económica regida por sus posturas políticas y la línea editorial de cada diario. La investigación se sustenta en cuatro objetivos específicos que buscan analizar de qué manera la línea editorial de los Diarios La Nación y Página/12 se ve reflejada en su humor gráfico. Por consiguiente se busca analizar de qué manera Nik, humorista gráfico de La Nación reflejaba la opinión pública durante el 2001. De igual manera analizar cómo Daniel Paz y Rudy, humoristas gráficos de Página/12 reflejan la opinión pública durante el mismo periodo. El correcto desarrollo de los anteriores objetivos, permitirá concluir con éxito el propósito de la investigación cuya síntesis está basada en analizar la herramienta del humor gráfico dentro de la prensa argentina como medio de opinión publica en un periodo crítico como lo fue la crisis del 2001.
Por lo tanto, la presente investigación formula la siguiente hipótesis: Los humoristas grá- ficos de los diarios La Nación y Página/12 a través de su humor político reafirmaron la perspectiva de inconformismo ante el gobierno e interpretaron la opinión pública con duras críticas de índole políticas y económicas, frente a la crisis del 2001 en Argentina.
En definitiva, esta investigación tiene como principal objetivo conocer de qué manera el humor gráfico se convirtió en una fuente de información a tal punto que logró influenciar de alguna manera la opinión pública durante la crisis de 2001 en la Argentina.
Estado de la cuestión
Para el desarrollo de la investigación es preciso identificar que estudios e investigaciones se han realizados en torno a estas temáticas ya descritas, por lo que se ha desplegado todo un estado de la cuestión que permitirá complementar esta investigación.
El humor gráfico, la crisis del 2001 y la opinión pública en la Argentina han sido estudiados cada uno por separado. La relación existente entre el humor gráfico y la opinión pública, no ha sido explorada, puesto que el humor gráfico se considera como una herramienta utilizada dentro de la prensa, y al ser la prensa un gran influyente de la opinión pública, surge la interrogante ¿hasta qué punto el humor gráfico se convierte en un elemento con poder para representar o influir sobre la opinión pública de una sociedad determinada en un tiempo determinado? Lo anterior permitirá desarrollar esta investigación relacionando las tres temáticas, las cuales, con el avance de los capítulos, se complementarán la una con la otra, logrando finalmente conseguir una respuesta acertada del interrogante.
En los diarios más populares de Argentina el humor gráfico es un instrumento muy utilizado y destacado a la vez, siendo este una fuente de información muy particular. Sin embargo el estudio del humor gráfico argentino no va más allá de su recorrido histórico en los distintos períodos de crisis por los cuales ha atravesado el país, y no se ha tenido en cuenta que el humor gráfico es una herramienta cuyo poder de crítica es valioso ante una sociedad que atraviesa una situación difícil. Se observa además que el humor gráfico dentro de la prensa no ha sido visto por su poder para representar e influir sobre la opinión pública, siendo que es una herramienta capaz de exponer duras críticas a un gobierno con el cual no está de acuerdo. Para el año 2001 Argentina estaba viviendo una de las crisis económicas más significativas, no obstante esta crisis no sólo fue de índole económica, la sociedad y la política claramente se derrumbaron ante esta situación. En cuanto a los estudios realizados que aborden esta temática son en su mayoría enfocados a las causas y consecuencias políticas y económicas, por lo que el humor gráfico aún no ha sido relacionado como herramienta determinante. Por consiguiente, se consultaron aquellas investigaciones sobre el humor gráfico tanto en la Argentina como en otras partes del mundo, de manara que aporten una visión del rol del este como herramienta informativa y de crítica.
De esta forma, Vadillo (2013), ve al humor como fenómeno socio-discursivo el cual es capaz de representar los contornos de una comunidad cultural, lo que a través de sus manifestaciones trasluce la visión del mundo que comparten los miembros de un grupo y la identidad cultural que los caracteriza. Es decir, contempla el humor gráfico como un medio discursivo que involucra a una sociedad cuyos intereses son similares, de manera que refleja las características culturales de un grupo social determinado. Esto permite tomar al humor gráfico como una herramienta capaz de representar aquellas opiniones y conceptos que se tienen de una entidad ya sea política, económica o social, lo cual claramente se puede entonces relacionar con su capacidad de reflejar opinión pública.
En cuanto al humor gráfico mirado desde una perspectiva más general, encontramos la posición de Eva Aladro (2002), quien indica que el humor usa el carácter tópico, formalizado, retórico de las acciones, expresiones o conceptos para percibir diversamente la realidad; afirmando así que no hay plano de acción humana, por serio o por espontáneo que parezca, que no podamos someter a la prueba de su formalización exagerada y por tanto, convertirlo en cosa de risa. Es decir, como el humor gráfico logra burlarse de aquellas situaciones sin importar que tan graves o vulnerables sean, y como logra traspasar la barrera emocional en las personas y de esta forma se convierte en motivo de risa y jocosidad. Esto puede aplicarse para todas aquellas situaciones críticas por las cuales ha cruzado Argentina, especialmente la crisis del 2001, en la cual el humor dentro de la prensa siempre destacó lo sucedido causando siempre una risa en el lector, seguida por una reflexión.
Por su parte Abreu (2001), resalta que se puede aceptar el humor como un modo de juzgar y exponer los diferentes contextos, el cual se caracteriza por tener un enfoque de burla, có- mico, mordaz, e irónico. Este a su vez cita a Torres y García-Pelayo (1967), quienes afirman que la burla es una mofa y presume desprecio y desagrado hacia alguien. La mordacidad carcome, es áspera y picante. El sarcasmo a su vez es una burla cruel o una ironía mordaz. Abreu habla de cómo la caricatura logra ser un mofante satírico e irónico.
Por otro lado los estudios que se enfocan en el humor gráfico en sus distintas representaciones, y en los cuales diferentes autores se han preocupado por explicar en qué consiste y cómo funciona dentro de su campo en alusión a la crítica, desarrolla el concepto de caricatura como una rama del humor gráfico y un concepto clave para esta investigación, es pertinente adentrase en su estudio y en los autores que hayan explorado su rol dentro de la historia. De manera que principalmente se debe empezar por definir dicho concepto. Según Ávila (2002), la caricatura tiende a tener un significado muy amplio delimitándola dentro de una definición muy generalizada como lo es la del diccionario Gran Larousse, el cual afirma que "Una caricatura es una deformación grotesca de una persona por la exageración voluntaria, con intención satírica, de los rasgos característicos del rostro o de las proporciones del cuerpo" (Ávila, 2002, p. 1). Debe tenerse en cuenta que una caricatura puede contener o no esta descripción sin dejar de seguir siendo lo que es. Por lo anterior es importante tener en cuenta como la caricatura hace uso de elementos visuales, en donde representa a un personaje cuyas características le permiten al lector identificar con facilidad a quien se está refiriendo, sin olvidar que esta tiene como principal objetivo la crítica. Por su parte Abreu (2001), afirma que la caricatura, es una sátira que se expone principalmente por medio de una representación gráfica, normalmente acompañada por una leyenda escrita o por uno o varios "globos de dialogo" e inscripciones. Este autor permite ver una noción más técnica en cuanto a la caricatura, pero a la vez reafirma la perspectiva de la caricatura como una herramienta de sátira, es decir capaz de hacer críticas. El concepto anterior lleva a encaminar esta investigación en las ilustraciones basadas en la sátira política realizada para el período de 2001 en Argentina.
Se pueden ver casos importantes donde la caricatura jugó un papel significativo dentro de la historia, por ejemplo en Alemania se implementó el uso de la caricatura durante las guerras; en Francia tomó protagonismo en los Luises y en plena revolución, hasta la época Napoleónica, en la cual el humor no mostró mucho desarrollo. Asimismo indica que un caricaturista especializado nace con el desarrollo de los medios de reproducción gráfica (Ávila, 2002). Es decir, la caricatura ha estado presente desde los episodios históricos modernos de Europa. Con el tiempo la caricatura muestra una evolución en sus estilos y formas gráficas. Además, ha jugado un papel importante dentro de Argentina, sobre todo en sus períodos más difíciles. Por consiguiente ayuda a plantear que el humor gráfico es una herramienta poderosa capaz de transmitir mensajes críticos en cualquier situación que lo disponga.
Por su parte Pedrazzini (2012), comenta que desde hace más de dos siglos, la caricatura política se ha concentrado en descalificar el poder de las jerarquías, mostrando una mirada alterada de la actualidad política, debatiendo y denunciando, con desvergüenza y humor, injusticias y excesos. Desde los regímenes monárquicos hasta los sistemas presidenciales o parlamentarios, el jefe de Estado siempre ha sido el principal objeto de los ataques verbales y visuales de los autores satíricos. Por lo que se puede observar cómo la caricatura política se centra en la crítica de aquellos dirigentes políticos, o un gobierno en general, que de una u otra manera cause en la sociedad apatía, por lo que permite una crítica verbal y visual por parte de los humoristas.
Esto permite adentrar el estudio en lo que a la historia argentina respecta, ya que esta investigación está basada en un periodo crítico de dicho país, por consiguiente se necesita retomar una visión más amplia de cómo el humor ha sido desarrollado a lo largo de país. Ávila (2002) afirma que en la Argentina se comienzan a ver la aparición de toda una serie de diarios y revistas con una línea humorística y satírica que hacen de la caricatura, una herramienta en la cual todavía primaban las masas populares analfabetas o de origen aluvional, su principal manera de mostrar aquellos problemas sociales con fines de oposición política. De esta forma se observa el papel del humor gráfico como elemento clave dentro de los medios informativos de una sociedad, ya que este es capaz de llegar a todo tipo de público. Por ende, permite centrar esta investigación en el humor gráfico como medio masivo de información que al ser capaz de llegar a una gran parte de la sociedad se convierte en una herramienta perfecta para lograr influenciar de forma moderada las opiniones y posturas de su público. A pesar de las censuras y prohibiciones, el humor político tiene un mayor desarrollo dentro de las épocas de los gobiernos democráticos y a su vez, aquél va tomando nuevas formas. "Esta modalidad gráfica se ha transformado en sus técnicas, adoptando por imperio de la cultura audiovisual, nuevas modalidades gráficas, pero sigue estando al servicio de los discursos opositores y ridiculizantes de los políticos de turno" (Ávila, 2002, p. 2).
Por consiguiente se toman aquellas investigaciones cuyos enfoque se basó en recorrer cronológicamente al humor gráfico, desde sus inicios en la Argentina, destacando así aquellos momentos claves que influenciaron dentro del desarrollo de este, lo cual permite reconocer el papel del humor dentro de situaciones específicas dentro y fuera de la Argentina. Matallana (1999), comenta, que el humor gráfico dejó sus huellas en el periodismo argentino para el periodo de 1800, surgiendo así las primeras caricaturas impresas en volantes, y para 1830 se edita una publicación importante para la época conocida como El toro del once, la cual se enfocaba fuertemente en la crítica política. Lo anterior permite ver como en Argentina el rol del humor gráfico ha girado en torno a la crítica política, lo cual sugiere pensar que esta herramienta puede ser igual de útil durante los períodos más modernos en Argentina, como lo fue la crisis del 2001. Este autor relata que "Con la caída de Juan Manuel de Rosas en febrero de 1852 y el triunfo de Urquiza, comienzan a surgir publicaciones que combinaban los comentarios políticos serios y jocosos con caricaturas".
(Matallana, 1999, p. 30). Por consiguiente vemos como el humor a través de ilustraciones estaba presente en las publicaciones desde las épocas más remotas, y como estas a la par de una noticia formal, solían transmitir aquellas notas políticas de lo que acontecía en aquél entonces. Gutiérrez (1999) propone cronológicamente el inicio del camino de la sátira editada en la Argentina, la cual se le atribuye a Fray Francisco de Paula Castañeda, un catedrático en filosofía, a quien se le presumen los primeros volantes satíricos en el tiempo de la colonia. El autor relata que para los años 1828 se funda la primera litografía del país, y que en 1835 se edita el Diario de anuncios y publicaciones oficiales de Buenos Ayres, siendo así la litografía la base fundamental para el desarrollo y rápida difusión de la caricatura. De manera que los medios impresos siempre han jugado un papel importante en la difusión del humor gráfico, lo cual facilita que este llegue de forma rápida y masiva a la sociedad.
Aparecen para los siguientes años una serie de diarios satíricos entre los que se destacaba Aniceto el gallo, en defensa del unitarismo; para el año 1863 aparece uno de los diarios más significativos en cuanto al humor satírico se refiere, El Mosquito (Matallana, 1999). Es claro que la Argentina hizo uso de la herramienta del humor para retratar aquellas épocas políticas nada favorables para el país, dando así paso a una tradición periodística que hoy en día sigue siendo vigente en cuanto a la información y crítica política se refiere.
El mosquito se podría denominar entonces como el primer periódico de sátira política de carácter profesional que acogió a la caricatura como su principal herramienta expresiva, además se puede considerar a este diario como el periódico que hizo de la caricatura un burlante, ya que lo instaló en sus páginas en forma permanente, permitiéndole ser un gran registro documental gráfico de la política argentina desde mediados del siglo XIX hasta la segunda década del XX (Gutiérrez, 1999).
Gutiérrez también afirma que la historieta había ganado un espacio significativo dentro de los periódicos, en los cuales las ilustraciones se convertirían en recurso extraordinario para captar lectores y para llegar sus mensajes a una mayoría analfabeta, definido como un medio para hacer propaganda en contra de o a favor de. Esto le permite a esta investigación centrarse en cómo los diarios a través de su humor logran llegar a toda sociedad, convirtiéndose en una herramienta valiosa a la hora de transmitir un mensaje. Por consiguiente sustenta que el humor gráfico puede catalogarse como una herramienta de suma importancia ya que el uso de un ilustrado lo convierte en un lenguaje universal, permitiéndole llegar a todo tipo de público.
El 31 de diciembre de 1869 se funda La Nación Argentina, y este le da paso a La Nación, lo cual permite la progresiva profesionalización del periodismo; resistiéndose así durante décadas a la publicaciones de ilustraciones (Gutiérrez, 1999). Es importante conocer de qué manera el humor gráfico se fue instalando en la Argentina, y cómo este pasa a ser visto como un medio informativo de gran importancia y cómo desde sus principios utilizó la sátira política como principal eje temático.
No obstante la caricatura ha estado presente a nivel internacional, siendo participe de muchos periodos significativos de diferentes países. Un ejemplo claro del uso de la caricatura como medio de crítica se vio claramente en México, durante la revolución de 1910; en donde la sátira, para conmover a las grandes mayorías, llegó a parodiar algunas imágenes aparecidas en El hijo de ahuizote, en donde los distintos artículos estaban referidos a los derechos del hombre. Estas representaciones gráficas, mostraban precisamente la situación contraria a las garantías otorgadas (Gonzáles, 1955). Manuel Gonzáles, comenta que las caricaturas referentes a violaciones que se cometieron en contra de la constitución, estaban dirigidas a cambiar la pasividad del pueblo mexicano, demostrando que todas las leyes vigentes y fundamentales no eran más que unos simples enunciados teóricos carentes de aplicación.
Según Gonzáles (1955) el pueblo se sintió impresionado por las insinuaciones plásticas de las caricaturas en las que las leyes se esfumaban para dar lugar a la ley fuga, a los mandamientos de la santa iglesia y a los diezmos y caprichos. Tanto fue que varios periódicos ilustrados de oposición adoptaron la práctica de dibujar un personaje que se repitiera en las caricaturas, dicho personaje llevaría entonces el nombre de la propia publicación, El hijo del Ahuizote o El colmillo Público, este representaba al pueblo oprimido por la imposición y que sufría los maltratos de las autoridades. Los caricaturistas, pretendían humanizar los distintos valores con el fin de impresionar a las masas y lograr que estas reaccionaran ante la opresión. Siguiendo con su sentido político, aprovecharon también las motivaciones religiosas que llegaban más directamente al pueblo, tocando así las fibras más arraigadas de su católica conciencia (Gonzales, 1955). De esta manera vemos como el humor gráfico ha estado presente no solo en la Argentina sino también en distintos países, como en el caso de México, siendo una herramienta fundamental en los momentos críticos en lo que a la política y la sociedad se refiere. Entonces, de esta manera se ve cómo la caricatura ha sido un elemento cuyo poder de crítica ha impactado fuertemente y se ha convertido en un medio informativo aceptado por la sociedad.
Vásquez (1987), comenta que para los años de 1940 los argentinos se encontraban muy receptivos a lo que al humor se refiere ya que para esa época en Europa se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial, y era una forma de contrarrestar las deprimentes informaciones de tal situación; Vázquez relata que para este periodo el humor comenzó a tener cada vez más cabida tanto en las revistas como en los diarios de la época, destacando así revistas tales como, La Razón, La Cancha, Cara Sucia entre muchas otras más, y dentro de los diarios se puede resaltar El Pampero que se destacó por la aparición de historias como, Bien porteño de Lubrano, Virola de Gonzáles y Carocito de seguí. Dentro de este libro se mencionan las diferentes décadas y cómo el humor gráfico maneja cada situación vivida dentro o fuera del país que de algún modo afectaba a este. Como anteriormente ya se había dicho, el humor gráfico está visto desde un punto de vista más histórico sin abordar características técnicas tales como el estudio del discurso o los elementos visuales que lo componen.
Levín (2012), relata que para el año 1982 la Argentina se ve en medio de una importante crisis del régimen militar la cual es percibida como una inminente antesala a la reapertura democrática, crisis a la que se le superponían los devastadores efectos de la política econó- mica aplicada por el gobierno desde tiempo atrás, por lo cual el autor afirma que la prensa y los medios gráficos desempeñaron un rol esencial en la movilización de la población, al ser estos importantes medios de propagación de la información, que muchas veces esta estuvo manipulada y corrompida por el gobierno de la época, pero a la vez logró difundir el discurso oficial impulsando una campaña inclinado a fortalecer el ideal de comunidad nacional recuperada. Puesto que Levín, fundamenta la intención de esta investigación, la cual busca designar al humor gráfico como una herramienta que al encontrarse dentro de la prensa, logra tener la fuerza suficiente para influir en las actitudes de aquellos lectores, es decir influenciar la opinión pública. La autora centra su investigación sobre el diario Clarín y cómo este a partir de su humor retrató todo lo sucedido para ese año. Por lo que afirma que el humor gráfico del diario Clarín participó en gran medida del fenómeno de "malvinización" mostrando una considerable pregnancia de la temática tanto en los cartoons del cuerpo del diario como en los cartoons y tiras diarias de la contratapa, impacto que hasta ese momento ningún suceso había producido de ese modo en el espacio humorístico del matutino (Levín, 2012). Este artículo claramente resulta ser de gran aporte, ya que la autora hace el análisis de cómo las caricaturas expuestas dentro del diario Clarín, un diario argentino de suma importancia y con una gran trayectoria dentro del país, lograron adentrarse dentro de toda la problemática, convirtiéndose en una herramienta comunicacional de largo alcance y con efectos sobre los lectores. Y afirma que el humor gráfico del diario también aportó para que se dieran aquellas manifestaciones anticolonialistas, retomando de este modo el viejo tópico del colonialismo (Levín, 2012).
Todos estos estudios realizados sobre el humor gráfico en la Argentina y el mundo, permiten obtener una visión clara del rol que este ha desempeñado durante los distintos períodos de conflicto políticos, dentro de las cuales están dictaduras, guerras mundiales, crisis políticas y económicas, etc., las cuales fueron tema central de los diarios y por ende del humor que estos contenían. De manera que el humor gráfico suele ser una herramienta masiva e importante a la hora de criticar y denunciar situaciones con las que una sociedad no está acuerdo. Por lo anterior, se puede centrar esta investigación en la crisis del 2001, al ser este un periodo crítico del país, en el cual el humor gráfico al igual que en otros periodos ha logrado destacarse. Cabe resaltar que el humor gráfico es un elemento relevante dentro los diarios argentinos, siendo así el humor una herramienta utilizada de muchas maneras; ahora bien, debemos mirar cómo un periodo tan difícil como lo fue la crisis del 2001, fue abordado por el humor y cómo este logró cumplir su función de crítica; teniendo en cuenta la manera en cómo el humor gráfico critica a las tensiones y las acciones que en aquel momento estaban afectando al país y a su población.
Es de suma importancia observar el medio en el que el humor gráfico es expuesto. En este caso, son los diarios argentinos los cuales tienen una trayectoria histórica de suma importancia en lo que al país respecta. Para esta investigación se tomaron dos diarios que difieren ideológicamente de manera que, esto permite una diferenciación en la reproducción de su humor. Follari (2003), comenta que a nivel gráfico se pueden destacar tres diarios muy participativos durante la crisis del 2001 en la Argentina. El más tradicional, el Diario La Nación, que representó históricamente a la gran burguesía ganadera argentina y que se ha quedado un tanto sin perfil tras la notable caída del peso histórico de ese sector social y de su antigua modalidad cultural, aun cuando se mantiene fiel a su inveterado conservadorismo. Como su antagónico en el aspecto ideológico, se destaca al diario matutino Página/12, con lectores primordialmente procedentes de las clases medias ilustradas y profesionales, que sostienen una importante capacidad de denuncia en torno a cuestiones de corrupción y abusos contra los derechos humanos. Cuando De la Rúa es tumbado del gobierno hubo unanimidad por parte de los medios, los cuales referían que "se iba un gobierno inerme e impotente, por sus propias contradicciones y carencias" (Follari, 2003). Ningún medio informativo lo defendió, y en los medios más de derecha se notó una pretendida justificación ante la violencia policial que se estaba dando en aquel momento, sin remitir a ningún caso concreto pues la pueblada aparecía claramente como pacífica y legítima. De forma que se ve cómo estos dos diarios jugaron un claro papel en donde sus enfoques iban claramente en direcciones diferentes como para no decir opuestas. Estos dos matutinos son el objeto de estudio para observar cómo el humor gráfico de cada uno se diferenciaba según sus ideologías y público al que iba dirigido, permitiendo así una diferenciación en la forma de crítica que estos dos diarios manejaban.
Es de importancia adentrar en el tema de los medios de comunicación, ya que dentro de esta investigación es pertinente indagar sobre el rol de estos en la sociedad.
De ahí surge plantear cómo diferentes autores dentro de sus investigaciones han tomado el concepto de opinión pública y lo han relacionado con los medios de comunicación y más precisamente con la prensa, la cual es el objeto de estudio de esta investigación. Por ende se toma a Loaiza (2010), quien comenta que a partir de 1808 se presentaron cambios evidentes en la producción y circulación de periódicos en Hispanoamérica, por lo cual los prospectos de los periódicos de aquel entonces y la legislación sobre libertad de imprenta de los años 1808 y 1815, confirman una intensa mutación entre el personal letrado que admitía la importancia persuasiva y didáctica de la prensa. Esto permite conocer como la prensa desde siglos atrás es considerada como una fuente con el suficiente poder persuasivo sobre la sociedad. Por lo que para empezar a mirar la historia de la opinión pública se le debe considerar a estos años como una primera etapa en la cual se volvieron necesarios el taller de imprenta, las libertades en el ejercicio de la opinión, la difusión escrita de impresos publicados con alguna regularidad (Loaiza, 2010). De aquí comienza a surgir una relación clara entre la prensa y la opinión pública, la cual a pesar de los años sigue siendo visible, transmutando a los diversos medios comunicacionales existentes.
Floyd (2009), comenta que el término opinión pública tiene significado en torno a una situación multi-individual en la cual cada individuo se expresa, mostrándose a favor de y apoyando o por lo contrario en contra de y oponiéndose a alguna situación, persona o propuesta, específicas y de importancia general, y según la proporción de número, la intensidad y la constancia que tenga, es posible que influyan, ya sea directa o indirectamente, sobre la acción hacia el objeto en cuestión. Por lo que para que haya opinión pública debe de ser un asunto de importancia universal. No basta con tener solo interés, la situación ha de poner en juego necesidades o deseos básicos (Floyd, 2009). De manera que es posible aplicar esta noción sobre la actual investigación, al entender que para que exista opinión pública, esta debe tener un consenso, lo cual dispone que exista un asunto cuya afectación sea de tipo masivo dentro de la sociedad, y que esté a la vez este en pro o en contra de ella. Básicamente esto se pudo observar en el año 2001 en la Argentina; toda la sociedad, sin distinguir clase social, de una u otra manera se veía afectada por las medidas tomadas por el gobierno de aquel entonces, lo que claramente llevó a el notable acuerdo en el descontento existente en contra de un gobierno.
Por su parte Plut (2014), afirma que la opinión pública no consiste solo de cómo se agrupan expresiones semejantes entre sí, sino que aquella se alimenta de la tendencia de ciertos sujetos a no ser, cada uno, el único que piensa de tal o cual modo. Por lo que este autor refiere a la opinión pública como un hecho que va más allá de consensuar aquellas perspectivas similares, si no que la contempla como el resultado de todo un entorno influenciado por ciertos sujetos o entidades, afirmando que es casi imposible la existencia de una única persona que piense de alguna manera. De esta forma Plut, hace referencia a dos autores cuya noción del concepto de opinión pública permite entender la relación de la prensa con aquella. Allport (1937) y Bouza(2004), han señalado que lo que se suele llamar opinión pública, corresponde más bien a la opinión publicada, lo cual da soporte a la noción sobre la existencia de una clara influencia por parte de los medios. Por lo tanto, esta investigación se fundamenta básicamente en tomar un elemento clave de la prensa, como el humor gráfico, cuyo poder de crítica puede ser lo suficientemente capaz de influir sobre esta. Por ende se encaminará en entender como los medios escritos, logran persuadir a tal punto que suelen decidir cuál y qué es la opinión pública, permitiendo desarrollar el concepto de Agenda setting, el cual ayuda a esta investigación a entender como los medios de comunicación suelen ejercer cierta autoridad en la información que se difunde a la sociedad.
Todas estas investigaciones permitirán abordar la temática desde un punto de vista más completo, es decir que permite conocer al humor gráfico como una herramienta que tiene gran valor dentro de la prensa Argentina, siendo ésta como ya se había mencionado, capaz de incurrir sobre actitudes y posiciones del lector ante una situación determinada. Es por ello que este estado del arte se planteó desde un punto de vista tanto cronológico como conceptual, ya que es importante conocer la incidencia del humor sobre la sociedad y a su vez la noción más técnica sobre conceptos claves que ayudaran a la posible relación entre humor, crisis y opinión pública.
Por consiguiente esta investigación tendrá como periodización los años anteriores y posteriores a la crisis del 2001, es decir se abordará la problemática desde sus inicios en 1999 hasta el 2003, que resultan ser los años de inicio de la crisis y el año en el cual Argentina logra reponerse medianamente de esta. Por otra parte esta investigación está centrada bajo la línea temática de historia y tendencias, ya que contiene un fuerte enfoque en cuanto a la historia argentina respecta, tanto de índole social, política y económica, como el rol que desempeñó el humor gráfico desde sus inicios hasta el período de crisis de 2001 en el país.
Recorrido descriptivo de los capítulos
Esta tesis está organizada en cuatro capítulos que conforman el marco teórico, a su vez cuenta con la metodología planificada para la comprobación de la hipótesis anteriormente nombrada.
El capítulo I, el cual tiene como título, Crisis contemporáneas en Argentina, por lo que al ser esta investigación un análisis del humor gráfico durante la crisis del 2001 en Argentina, es importante relatar brevemente lo sucedido durante este período, el cual resulta ser el objeto perfecto para que el humor gráfico desencadene su rol de crítica, ya que este bá- sicamente utiliza su contenido satírico para denunciar aquellos actos que resultan causar inconformidad a la sociedad en general, de manera que permite reflejar la opinión pública sobre lo que estaba aconteciendo en dicho período.
Para este capítulo se aborda un poco la historia política de Argentina, lo cual ayuda a entender a fondo las causas de lo sucedido en el 2001. Asimismo se describirá la manera en cómo los diarios Página/12 y La Nación (al ser el objeto estudio de esta investigación) y otros diarios argentinos, abordaron y enfrentaron toda la crisis durante el período del mes de diciembre, lo cual permitirá ampliar la perspectiva de lo que ocurría en dicho periodo, viendo la manera de cómo se hacía frente a la situación dependiendo de las inclinaciones propias de cada diario. Los diarios y la comunicación en masas, es el segundo Capítulo de esta investigación, el cual está basado en la comunicación en masas como concepto clave para completar el estudio en cuanto a los diarios respecta, es decir esto permite ver cómo la prensa funciona y cómo está pensada para desempeñar su rol como fuente de información. Asimismo, se hace una reseña de la historia de los diarios argentinos y en especial los dos en cuestión, Página /12 y La Nación. Por lo que se describe desde sus inicios, sus inclinaciones y su línea política, lo cual permite entender el modo en el que su humor gráfico político está pensado. Este capítulo es de suma importancia ya que da paso a toda la investigación sobre el humor gráfico como herramienta clave dentro los diarios y asimismo abordar el concepto de opinión pública y la prensa. Es clave desarrollar este concepto, ya que a través de este se sentarán las bases necesarias para el fácil entendimiento de los capítulos posteriores. El Capítulo III, Humor gráfico y la prensa argentina, está centrado en el concepto de humor gráfico como eje principal de esta investigación, de manera que se expondrán las distintas concepciones que existen de este. Asimismo se toma la caricatura al ser la técnica mayormente utilizada por los humoristas gráficos. De igual manera es importante hacer una reseña cronológica del papel que ha jugado el humor gráfico dentro de la prensa argentina, puesto que ayudará a entender cómo este ha manejado situaciones de crisis anteriormente en el país.
De ahí se parte a especificar la utilización del humor gráfico dentro de los diarios La Nación y Página/12, lo cual deriva a una pequeña reseña biográfica de los humoristas a investigar, Nik y Daniel Paz y Rudy respectivamente.
Finalmente el cuarto Capítulo, titulado La opinión pública, está fundamentado en el concepto clave de opinión pública, el cual funciona como puente para entender de qué manera el humor gráfico resulta ser una herramienta importante para la crisis del 2001. De esta forma se analizará el concepto de opinión pública, su función en la sociedad y su rol en los medios de comunicación, más precisamente en la prensa, lo cual permite responder a cómo la opinión pública y la prensa se relacionan, y cómo la opinión pública suele ser influenciada por los medios impresos, desatando un concepto clave como lo es la agenda setting, el cual permitirá entender la presión causada por los medios de comunicación sobre la sociedad. De manera que siendo el humor gráfico una herramienta recurrida dentro de los diarios argentinos, se proseguirá a observar que relación guarda el humor gráfico político y la opinión pública, de modo que permitirá conocer hasta qué punto el humor político es capaz de reflejar o influenciar la postura de una sociedad.
Para la metodología desarrollada para esta investigación, se distinguen dos herramientas de recolección datos, las cuales fueron diseñadas comprobar la hipótesis correspondiente. Por consiguiente, se realizó entrevistas a personas especializadas en los campo del humor gráfico, historia contemporánea argentina y periodistas dentro del área de la opinión pública. Como segunda herramienta se analizó las viñetas expuesta en los diarios La Nación y Página/12, durante el año de 2001. De manera que, se observó cómo estos dos diarios hicieron frente con su crítica a los acontecimientos de dicho periodo.
El humor gráfico se ha convertido en un fuerte representativo de la cultura argentina, y suele estar notablemente presente en sus medios de comunicación, constituyéndose en una herramienta cuya popularidad se remonta a la publicación de la primera viñeta expuesta en revistas y diarios reconocidos del país. En consecuencia, esta investigación propone analizar el humor gráfico como una herramienta de crítica muy utilizada dentro de los diarios, que a su vez refleja e influye sobre la opinión pública de una sociedad determinada, es decir, este se considera como un elemento clave a la hora de exponer opiniones ante una situación cualquiera. Con base en el razonamiento anterior, se han escogido tres humoristas gráficos de dos diarios prestigiosos del país como lo son La Nación y Página/12, para que sirvan como objeto de estudio para dicha investigación. Teniendo en cuenta que el humor gráfico es una herramienta de crítica, se ha elegido un período en el cual este haya logrado su fin satírico. Es el caso del año 2001, en el cual la Argentina presentó una de las crisis económicas y políticas más significativas en su historia. Durante los últimos años de la década de 1990 y comienzos del 2000, Argentina atravesaba una de las crisis económico-políticas más difíciles y significativas para el país. Argentina venía sufriendo un estancamiento en el crecimiento, sumado al aumento del déficit corriente y la situación insostenible de la deuda externa, lo que provocaba la desconfianza entre los depositantes y los inversores; asimismo el aumento del riesgo de suspensión de pagos y de devaluación de la moneda aceleraron, los ataques especulativos y provocaron una fuerte fuga de capitales (Bustelo, 2002). Esto refleja la situación crítica de índole económica en la que el país estaba sumergido, lo cual afectó a la población creando descontentos y reclamos ante el gobierno establecido en esa época. Durante el año 2001 y en especial el mes de diciembre, surgen una serie de sucesos, los cuales llevan a la sociedad a una situación en la que se ven obligados a imponerse, mediante denuncias en las cuales mostraban sus inconformidades ante las medidas tomadas por el gobierno. Lo anterior, con el apoyo de los medios de comunicación, y la prensa específicamente, formó una fuerza detonante que llevó a la renuncia del Presidente Fernando De La Rúa. De aquí surge la mirada sobre el concepto de opinión pública, la cual está presente en la toda la sociedad, y muchas veces juega un papel influyente sobre las actitudes de aquellos que tienen contacto con esta; siendo la opinión pública fuertemente influenciada por los medios de comunicación, como lo es la prensa, la cual tiene gran movimiento de las multitudes quienes se ven afectadas en pro o en contra de sus posturas políticas. De manera que esto permite estudiar la forma en que dos reconocidos diarios argentinos, La Nación y Página/12 manejaban la situación según sus corrientes políticas y su crítica social, destacando cómo estos diarios involucraban el humor gráfico político dentro de sus críticas hacia la crisis del 2001 en la Argentina, y cómo esta de una u otra manera causaba impacto en sus lectores. Lo que desencadena el siguiente interrogante ¿De qué manera los humoristas gráficos, de diario La Nación y Página/12, según sus posturas políticas, influyen en la opinión pública frente a la crisis de 2001 en Argentina? Es de resaltar que el humor ha representado un estado de rebeldía y resistencia contra el status quo, una mirada avispada para azuzar conciencias, un acto de protesta escondido tras una sonrisa (Von Rebeur, 2002). De esta forma el humor se convierte en la herramienta eficaz para criticar y exponer inconformidades ante una situación cualquiera. De manera que durante la crisis de 2001, el humor gráfico, siendo una expresión ilustrada del humor, logró imponer su crítica ante los hechos vividos durante dicho periodo. Hay que subrayar que el humor ha tenido un impresionante éxito en los peores años de dictadura argentina, para aletargarse en tiempos democráticos (Von Rebeur, 2002). Por lo cual el humor se ha destacado por su presencia en los momentos críticos dentro del país, considerándose así un elemento eficaz para representar por medio de la sátira, la crítica de índole social, política y económica, de forma burlesca e irónica. Por consiguiente, esta investigación tiene como objetivo general investigar de qué manera los humoristas grá- ficos de los diarios La Nación y Página/12 intervinieron a través de su humor político, la opinión pública durante la crisis del 2001 en Argentina, exponiendo así la crítica social, política y económica regida por sus posturas políticas y la línea editorial de cada diario. La investigación se sustenta en cuatro objetivos específicos que buscan analizar de qué manera la línea editorial de los Diarios La Nación y Página/12 se ve reflejada en su humor gráfico. Por consiguiente se busca analizar de qué manera Nik, humorista gráfico de La Nación reflejaba la opinión pública durante el 2001. De igual manera analizar cómo Daniel Paz y Rudy, humoristas gráficos de Página/12 reflejan la opinión pública durante el mismo periodo. El correcto desarrollo de los anteriores objetivos, permitirá concluir con éxito el propósito de la investigación cuya síntesis está basada en analizar la herramienta del humor gráfico dentro de la prensa argentina como medio de opinión publica en un periodo crítico como lo fue la crisis del 2001. Por lo tanto, la presente investigación formula la siguiente hipótesis: Los humoristas grá- ficos de los diarios La Nación y Página/12 a través de su humor político reafirmaron la perspectiva de inconformismo ante el gobierno e interpretaron la opinión pública con duras críticas de índole políticas y económicas, frente a la crisis del 2001 en Argentina. En definitiva, esta investigación tiene como principal objetivo conocer de qué manera el humor gráfico se convirtió en una fuente de información a tal punto que logró influenciar de alguna manera la opinión pública durante la crisis de 2001 en la Argentina. Estado de la cuestión Para el desarrollo de la investigación es preciso identificar que estudios e investigaciones se han realizados en torno a estas temáticas ya descritas, por lo que se ha desplegado todo un estado de la cuestión que permitirá complementar esta investigación. El humor gráfico, la crisis del 2001 y la opinión pública en la Argentina han sido estudiados cada uno por separado. La relación existente entre el humor gráfico y la opinión pública, no ha sido explorada, puesto que el humor gráfico se considera como una herramienta utilizada dentro de la prensa, y al ser la prensa un gran influyente de la opinión pública, surge la interrogante ¿hasta qué punto el humor gráfico se convierte en un elemento con poder para representar o influir sobre la opinión pública de una sociedad determinada en un tiempo determinado? Lo anterior permitirá desarrollar esta investigación relacionando las tres temáticas, las cuales, con el avance de los capítulos, se complementarán la una con la otra, logrando finalmente conseguir una respuesta acertada del interrogante. En los diarios más populares de Argentina el humor gráfico es un instrumento muy utilizado y destacado a la vez, siendo este una fuente de información muy particular. Sin embargo el estudio del humor gráfico argentino no va más allá de su recorrido histórico en los distintos períodos de crisis por los cuales ha atravesado el país, y no se ha tenido en cuenta que el humor gráfico es una herramienta cuyo poder de crítica es valioso ante una sociedad que atraviesa una situación difícil. Se observa además que el humor gráfico dentro de la prensa no ha sido visto por su poder para representar e influir sobre la opiniónpública, siendo que es una herramienta capaz de exponer duras críticas a un gobierno con el cual no está de acuerdo. Para el año 2001 Argentina estaba viviendo una de las crisis económicas más significativas, no obstante esta crisis no sólo fue de índole económica, la sociedad y la política claramente se derrumbaron ante esta situación. En cuanto a los estudios realizados que aborden esta temática son en su mayoría enfocados a las causas y consecuencias políticas y económicas, por lo que el humor gráfico aún no ha sido relacionado como herramienta determinante. Por consiguiente, se consultaron aquellas investigaciones sobre el humor gráfico tanto en la Argentina como en otras partes del mundo, de manara que aporten una visión del rol del este como herramienta informativa y de crítica. De esta forma, Vadillo (2013), ve al humor como fenómeno socio-discursivo el cual es capaz de representar los contornos de una comunidad cultural, lo que a través de sus manifestaciones trasluce la visión del mundo que comparten los miembros de un grupo y la identidad cultural que los caracteriza. Es decir, contempla el humor gráfico como un medio discursivo que involucra a una sociedad cuyos intereses son similares, de manera que refleja las características culturales de un grupo social determinado. Esto permite tomar al humor gráfico como una herramienta capaz de representar aquellas opiniones y conceptos que se tienen de una entidad ya sea política, económica o social, lo cual claramente se puede entonces relacionar con su capacidad de reflejar opinión pública. En cuanto al humor gráfico mirado desde una perspectiva más general, encontramos la posición de Eva Aladro (2002), quien indica que el humor usa el carácter tópico, formalizado, retórico de las acciones, expresiones o conceptos para percibir diversamente la realidad; afirmando así que no hay plano de acción humana, por serio o por espontáneo que parezca, que no podamos someter a la prueba de su formalización exagerada y por tanto, convertirlo en cosa de risa. Es decir, como el humor gráfico logra burlarse de aquellas situaciones sin importar que tan graves o vulnerables sean, y como logra traspasar la barrera emocional en las personas y de esta forma se convierte en motivo de risa y jocosidad. Esto puede aplicarse para todas aquellas situaciones críticas por las cuales ha cruzado Argentina, especialmente la crisis del 2001, en la cual el humor dentro de la prensa siempre destacó lo sucedido causando siempre una risa en el lector, seguida por una reflexión. Por su parte Abreu (2001), resalta que se puede aceptar el humor como un modo de juzgar y exponer los diferentes contextos, el cual se caracteriza por tener un enfoque de burla, có- mico, mordaz, e irónico. Este a su vez cita a Torres y García-Pelayo (1967), quienes afirman que la burla es una mofa y presume desprecio y desagrado hacia alguien. La mordacidad carcome, es áspera y picante. El sarcasmo a su vez es una burla cruel o una ironía mordaz. Abreu habla de cómo la caricatura logra ser un mofante satírico e irónico. Por otro lado los estudios que se enfocan en el humor gráfico en sus distintas representaciones, y en los cuales diferentes autores se han preocupado por explicar en qué consiste y cómo funciona dentro de su campo en alusión a la crítica, desarrolla el concepto de caricatura como una rama del humor gráfico y un concepto clave para esta investigación, es pertinente adentrase en su estudio y en los autores que hayan explorado su rol dentro de la historia. De manera que principalmente se debe empezar por definir dicho concepto. Según Ávila (2002), la caricatura tiende a tener un significado muy amplio delimitándola dentro de una definición muy generalizada como lo es la del diccionario Gran Larousse, el cual afirma que "Una caricatura es una deformación grotesca de una persona por la exageración voluntaria, con intención satírica, de los rasgos característicos del rostro o de las proporciones del cuerpo" (Ávila, 2002, p. 1). Debe tenerse en cuenta que una caricatura puede contener o no esta descripción sin dejar de seguir siendo lo que es. Por lo anterior es importante tener en cuenta como la caricatura hace uso de elementos visuales, en donde representa a un personaje cuyas características le permiten al lector identificar con facilidad a quien se está refiriendo, sin olvidar que esta tiene como principal objetivo la crítica. Por su parte Abreu (2001), afirma que la caricatura, es una sátira que se expone principalmente por medio de una representación gráfica, normalmente acompañada por una leyenda escrita o por uno o varios "globos de dialogo" e inscripciones. Este autor permite ver una noción más técnica en cuanto a la caricatura, pero a la vez reafirma la perspectiva de la caricatura como una herramienta de sátira, es decir capaz de hacer críticas. El concepto anterior lleva a encaminar esta investigación en las ilustraciones basadas en la sátira política realizada para el período de 2001 en Argentina. Se pueden ver casos importantes donde la caricatura jugó un papel significativo dentro de la historia, por ejemplo en Alemania se implementó el uso de la caricatura durante las guerras; en Francia tomó protagonismo en los Luises y en plena revolución, hasta la época Napoleónica, en la cual el humor no mostró mucho desarrollo. Asimismo indica que un caricaturista especializado nace con el desarrollo de los medios de reproducción gráfica (Ávila, 2002). Es decir, la caricatura ha estado presente desde los episodios históricos modernos de Europa. Con el tiempo la caricatura muestra una evolución en sus estilos y formas gráficas. Además, ha jugado un papel importante dentro de Argentina, sobre todo en sus períodos más difíciles. Por consiguiente ayuda a plantear que el humor gráfico es una herramienta poderosa capaz de transmitir mensajes críticos en cualquier situación que lo disponga. Por su parte Pedrazzini (2012), comenta que desde hace más de dos siglos, la caricatura política se ha concentrado en descalificar el poder de las jerarquías, mostrando una mirada alterada de la actualidad política, debatiendo y denunciando, con desvergüenza y humor, injusticias y excesos. Desde los regímenes monárquicos hasta los sistemas presidenciales o parlamentarios, el jefe de Estado siempre ha sido el principal objeto de los ataques verbales y visuales de los autores satíricos. Por lo que se puede observar cómo la caricatura política se centra en la crítica de aquellos dirigentes políticos, o un gobierno en general, que de una u otra manera cause en la sociedad apatía, por lo que permite una crítica verbal y visual por parte de los humoristas. Esto permite adentrar el estudio en lo que a la historia argentina respecta, ya que esta investigación está basada en un periodo crítico de dicho país, por consiguiente se necesita retomar una visión más amplia de cómo el humor ha sido desarrollado a lo largo de país. Ávila (2002) afirma que en la Argentina se comienzan a ver la aparición de toda una serie de diarios y revistas con una línea humorística y satírica que hacen de la caricatura, una herramienta en la cual todavía primaban las masas populares analfabetas o de origen aluvional, su principal manera de mostrar aquellos problemas sociales con fines de oposición política. De esta forma se observa el papel del humor gráfico como elemento clave dentro de los medios informativos de una sociedad, ya que este es capaz de llegar a todo tipo de público. Por ende, permite centrar esta investigación en el humor gráfico como medio masivo de información que al ser capaz de llegar a una gran parte de la sociedad se convierte en una herramienta perfecta para lograr influenciar de forma moderada las opiniones y posturas de su público. A pesar de las censuras y prohibiciones, el humor político tiene un mayor desarrollo dentro de las épocas de los gobiernos democráticos y a su vez, aquél va tomando nuevas formas. "Esta modalidad gráfica se ha transformado en sus técnicas, adoptando por imperio de la cultura audiovisual, nuevas modalidades gráficas, pero sigue estando al servicio de los discursos opositores y ridiculizantes de los políticos de turno" (Ávila, 2002, p. 2). Por consiguiente se toman aquellas investigaciones cuyos enfoque se basó en recorrer cronológicamente al humor gráfico, desde sus inicios en la Argentina, destacando así aquellos momentos claves que influenciaron dentro del desarrollo de este, lo cual permite reconocer el papel del humor dentro de situaciones específicas dentro y fuera de la Argentina. Matallana (1999), comenta, que el humor gráfico dejó sus huellas en el periodismo argentino para el periodo de 1800, surgiendo así las primeras caricaturas impresas en volantes, y para 1830 se edita una publicación importante para la época conocida como El toro del once, la cual se enfocaba fuertemente en la crítica política. Lo anterior permite ver como en Argentina el rol del humor gráfico ha girado en torno a la crítica política, lo cual sugiere pensar que esta herramienta puede ser igual de útil durante los períodos más modernos en Argentina, como lo fue la crisis del 2001. Este autor relata que "Con la caída de Juan Manuel de Rosas en febrero de 1852 y el triunfo de Urquiza, comienzan a surgir publicaciones que combinaban los comentarios políticos serios y jocosos con caricaturas". (Matallana, 1999, p. 30). Por consiguiente vemos como el humor a través de ilustraciones estaba presente en las publicaciones desde las épocas más remotas, y como estas a la par de una noticia formal, solían transmitir aquellas notas políticas de lo que acontecía en aquél entonces. Gutiérrez (1999) propone cronológicamente el inicio del camino de la sátira editada en la Argentina, la cual se le atribuye a Fray Francisco de Paula Castañeda, un catedrático en filosofía, a quien se le presumen los primeros volantes satíricos en el tiempo de la colonia. El autor relata que para los años 1828 se funda la primera litografía del país, y que en 1835 se edita el Diario de anuncios y publicaciones oficiales de Buenos Ayres, siendo así la litografía la base fundamental para el desarrollo y rápida difusión de la caricatura. De manera que los medios impresos siempre han jugado un papel importante en la difusión del humor gráfico, lo cual facilita que este llegue de forma rápida y masiva a la sociedad. Aparecen para los siguientes años una serie de diarios satíricos entre los que se destacaba Aniceto el gallo, en defensa del unitarismo; para el año 1863 aparece uno de los diarios más significativos en cuanto al humor satírico se refiere, El Mosquito (Matallana, 1999). Es claro que la Argentina hizo uso de la herramienta del humor para retratar aquellas épocas políticas nada favorables para el país, dando así paso a una tradición periodística que hoy en día sigue siendo vigente en cuanto a la información y crítica política se refiere. El mosquito se podría denominar entonces como el primer periódico de sátira política de carácter profesional que acogió a la caricatura como su principal herramienta expresiva, además se puede considerar a este diario como el periódico que hizo de la caricatura un burlante, ya que lo instaló en sus páginas en forma permanente, permitiéndole ser un gran registro documental gráfico de la política argentina desde mediados del siglo XIX hasta la segunda década del XX (Gutiérrez, 1999). Gutiérrez también afirma que la historieta había ganado un espacio significativo dentro de los periódicos, en los cuales las ilustraciones se convertirían en recurso extraordinario para captar lectores y para llegar sus mensajes a una mayoría analfabeta, definido como un medio para hacer propaganda en contra de o a favor de. Esto le permite a esta investigación centrarse en cómo los diarios a través de su humor logran llegar a toda sociedad, convirtiéndose en una herramienta valiosa a la hora de transmitir un mensaje. Por consiguiente sustenta que el humor gráfico puede catalogarse como una herramienta de suma importancia ya que el uso de un ilustrado lo convierte en un lenguaje universal, permitiéndole llegar a todo tipo de público. El 31 de diciembre de 1869 se funda La Nación Argentina, y este le da paso a La Nación, lo cual permite la progresiva profesionalización del periodismo; resistiéndose así durante décadas a la publicaciones de ilustraciones (Gutiérrez, 1999). Es importante conocer de qué manera el humor gráfico se fue instalando en la Argentina, y cómo este pasa a ser visto como un medio informativo de gran importancia y cómo desde sus principios utilizó la sátira política como principal eje temático. No obstante la caricatura ha estado presente a nivel internacional, siendo participe de muchos periodos significativos de diferentes países. Un ejemplo claro del uso de la caricatura como medio de crítica se vio claramente en México, durante la revolución de 1910; en donde la sátira, para conmover a las grandes mayorías, llegó a parodiar algunas imágenes aparecidas en El hijo de ahuizote, en donde los distintos artículos estaban referidos a los derechos del hombre. Estas representaciones gráficas, mostraban precisamente la situación contraria a las garantías otorgadas (Gonzáles, 1955). Manuel Gonzáles, comenta que las caricaturas referentes a violaciones que se cometieron en contra de la constitución, estaban dirigidas a cambiar la pasividad del pueblo mexicano, demostrando que todas las leyes vigentes y fundamentales no eran más que unos simples enunciados teóricos carentes de aplicación. Según Gonzáles (1955) el pueblo se sintió impresionado por las insinuaciones plásticas de las caricaturas en las que las leyes se esfumaban para dar lugar a la ley fuga, a los mandamientos de la santa iglesia y a los diezmos y caprichos. Tanto fue que varios periódicos ilustrados de oposición adoptaron la práctica de dibujar un personaje que se repitiera en las caricaturas, dicho personaje llevaría entonces el nombre de la propia publicación, El hijo del Ahuizote o El colmillo Público, este representaba al pueblo oprimido por la imposición y que sufría los maltratos de las autoridades. Los caricaturistas, pretendían humanizar los distintos valores con el fin de impresionar a las masas y lograr que estas reaccionaran ante la opresión. Siguiendo con su sentido político, aprovecharon también las motivaciones religiosas que llegaban más directamente al pueblo, tocando así las fibras más arraigadas de su católica conciencia (Gonzales, 1955). De esta manera vemos como el humor gráfico ha estado presente no solo en la Argentina sino también en distintos países, como en el caso de México, siendo una herramienta fundamental en los momentos críticos en lo que a la política y la sociedad se refiere. Entonces, de esta manera se ve cómo la caricatura ha sido un elemento cuyo poder de crítica ha impactado fuertemente y se ha convertido en un medio informativo aceptado por la sociedad. Vásquez (1987), comenta que para los años de 1940 los argentinos se encontraban muy receptivos a lo que al humor se refiere ya que para esa época en Europa se desarrollaba laSegunda Guerra Mundial, y era una forma de contrarrestar las deprimentes informaciones de tal situación; Vázquez relata que para este periodo el humor comenzó a tener cada vez más cabida tanto en las revistas como en los diarios de la época, destacando así revistas tales como, La Razón, La Cancha, Cara Sucia entre muchas otras más, y dentro de los diarios se puede resaltar El Pampero que se destacó por la aparición de historias como, Bien porteño de Lubrano, Virola de Gonzáles y Carocito de seguí. Dentro de este libro se mencionan las diferentes décadas y cómo el humor gráfico maneja cada situación vivida dentro o fuera del país que de algún modo afectaba a este. Como anteriormente ya se había dicho, el humor gráfico está visto desde un punto de vista más histórico sin abordar características técnicas tales como el estudio del discurso o los elementos visuales que lo componen. Levín (2012), relata que para el año 1982 la Argentina se ve en medio de una importante crisis del régimen militar la cual es percibida como una inminente antesala a la reapertura democrática, crisis a la que se le superponían los devastadores efectos de la política econó- mica aplicada por el gobierno desde tiempo atrás, por lo cual el autor afirma que la prensa y los medios gráficos desempeñaron un rol esencial en la movilización de la población, al ser estos importantes medios de propagación de la información, que muchas veces esta estuvo manipulada y corrompida por el gobierno de la época, pero a la vez logró difundir el discurso oficial impulsando una campaña inclinado a fortalecer el ideal de comunidad nacional recuperada. Puesto que Levín, fundamenta la intención de esta investigación, la cual busca designar al humor gráfico como una herramienta que al encontrarse dentro de la prensa, logra tener la fuerza suficiente para influir en las actitudes de aquellos lectores, es decir influenciar la opinión pública. La autora centra su investigación sobre el diario Clarín y cómo este a partir de su humor retrató todo lo sucedido para ese año. Por lo que afirma que el humor gráfico del diario Clarín participó en gran medida del fenómeno de "malvinización" mostrando una considerable pregnancia de la temática tanto en los cartoons del cuerpo del diario como en los cartoons y tiras diarias de la contratapa, impacto que hasta ese momento ningún suceso había producido de ese modo en el espacio humorístico del matutino (Levín, 2012). Este artículo claramente resulta ser de gran aporte, ya que la autora hace el análisis de cómo las caricaturas expuestas dentro del diario Clarín, un diario argentino de suma importancia y con una gran trayectoria dentro del país, lograron adentrarse dentro de toda la problemática, convirtiéndose en una herramienta comunicacional de largo alcance y con efectos sobre los lectores. Y afirma que el humor gráfico del diario también aportó para que se dieran aquellas manifestaciones anticolonialistas, retomando de este modo el viejo tópico del colonialismo (Levín, 2012). Todos estos estudios realizados sobre el humor gráfico en la Argentina y el mundo, permiten obtener una visión clara del rol que este ha desempeñado durante los distintos períodos de conflicto políticos, dentro de las cuales están dictaduras, guerras mundiales, crisis políticas y económicas, etc., las cuales fueron tema central de los diarios y por ende del humor que estos contenían. De manera que el humor gráfico suele ser una herramienta masiva e importante a la hora de criticar y denunciar situaciones con las que una sociedad no está acuerdo. Por lo anterior, se puede centrar esta investigación en la crisis del 2001, al ser este un periodo crítico del país, en el cual el humor gráfico al igual que en otros periodos ha logrado destacarse. Cabe resaltar que el humor gráfico es un elemento relevante dentro los diarios argentinos, siendo así el humor una herramienta utilizada de muchasmaneras; ahora bien, debemos mirar cómo un periodo tan difícil como lo fue la crisis del 2001, fue abordado por el humor y cómo este logró cumplir su función de crítica; teniendo en cuenta la manera en cómo el humor gráfico critica a las tensiones y las acciones que en aquel momento estaban afectando al país y a su población. Es de suma importancia observar el medio en el que el humor gráfico es expuesto. En este caso, son los diarios argentinos los cuales tienen una trayectoria histórica de suma importancia en lo que al país respecta. Para esta investigación se tomaron dos diarios que difieren ideológicamente de manera que, esto permite una diferenciación en la reproducción de su humor. Follari (2003), comenta que a nivel gráfico se pueden destacar tres diarios muy participativos durante la crisis del 2001 en la Argentina. El más tradicional, el Diario La Nación, que representó históricamente a la gran burguesía ganadera argentina y que se ha quedado un tanto sin perfil tras la notable caída del peso histórico de ese sector social y de su antigua modalidad cultural, aun cuando se mantiene fiel a su inveterado conservadorismo. Como su antagónico en el aspecto ideológico, se destaca al diario matutino Página/12, con lectores primordialmente procedentes de las clases medias ilustradas y profesionales, que sostienen una importante capacidad de denuncia en torno a cuestiones de corrupción y abusos contra los derechos humanos. Cuando De la Rúa es tumbado del gobierno hubo unanimidad por parte de los medios, los cuales referían que "se iba un gobierno inerme e impotente, por sus propias contradicciones y carencias" (Follari, 2003). Ningún medio informativo lo defendió, y en los medios más de derecha se notó una pretendida justificación ante la violencia policial que se estaba dando en aquel momento, sin remitir a ningún caso concreto pues la pueblada aparecía claramente como pacífica y legítima. De forma que se ve cómo estos dos diarios jugaron un claro papel en donde sus enfoques iban claramente en direcciones diferentes como para no decir opuestas. Estos dos matutinos son el objeto de estudio para observar cómo el humor gráfico de cada uno se diferenciaba según sus ideologías y público al que iba dirigido, permitiendo así una diferenciación en la forma de crítica que estos dos diarios manejaban. Es de importancia adentrar en el tema de los medios de comunicación, ya que dentro de esta investigación es pertinente indagar sobre el rol de estos en la sociedad. De ahí surge plantear cómo diferentes autores dentro de sus investigaciones han tomado el concepto de opinión pública y lo han relacionado con los medios de comunicación y más precisamente con la prensa, la cual es el objeto de estudio de esta investigación. Por ende se toma a Loaiza (2010), quien comenta que a partir de 1808 se presentaron cambios evidentes en la producción y circulación de periódicos en Hispanoamérica, por lo cual los prospectos de los periódicos de aquel entonces y la legislación sobre libertad de imprenta de los años 1808 y 1815, confirman una intensa mutación entre el personal letrado que admitía la importancia persuasiva y didáctica de la prensa. Esto permite conocer como la prensa desde siglos atrás es considerada como una fuente con el suficiente poder persuasivo sobre la sociedad. Por lo que para empezar a mirar la historia de la opinión pública se le debe considerar a estos años como una primera etapa en la cual se volvieron necesarios el taller de imprenta, las libertades en el ejercicio de la opinión, la difusión escrita de impresos publicados con alguna regularidad (Loaiza, 2010). De aquí comienza a surgir una relación clara entre la prensa y la opinión pública, la cual a pesar de los años sigue siendo visible, transmutando a los diversos medios comunicacionales existentes. Floyd (2009), comenta que el término opinión pública tiene significado en torno a una situación multi-individual en la cual cada individuo se expresa, mostrándose a favor de y apoyando o por lo contrario en contra de y oponiéndose a alguna situación, persona o propuesta, específicas y de importancia general, y según la proporción de número, la intensidad y la constancia que tenga, es posible que influyan, ya sea directa o indirectamente, sobre la acción hacia el objeto en cuestión. Por lo que para que haya opinión pública debe de ser un asunto de importancia universal. No basta con tener solo interés, la situación ha de poner en juego necesidades o deseos básicos (Floyd, 2009). De manera que es posible aplicar esta noción sobre la actual investigación, al entender que para que exista opinión pública, esta debe tener un consenso, lo cual dispone que exista un asunto cuya afectación sea de tipo masivo dentro de la sociedad, y que esté a la vez este en pro o en contra de ella. Básicamente esto se pudo observar en el año 2001 en la Argentina; toda la sociedad, sin distinguir clase social, de una u otra manera se veía afectada por las medidas tomadas por el gobierno de aquel entonces, lo que claramente llevó a el notable acuerdo en el descontento existente en contra de un gobierno. Por su parte Plut (2014), afirma que la opinión pública no consiste solo de cómo se agrupan expresiones semejantes entre sí, sino que aquella se alimenta de la tendencia de ciertos sujetos a no ser, cada uno, el único que piensa de tal o cual modo. Por lo que este autor refiere a la opinión pública como un hecho que va más allá de consensuar aquellas perspectivas similares, si no que la contempla como el resultado de todo un entorno influenciado por ciertos sujetos o entidades, afirmando que es casi imposible la existencia de una única persona que piense de alguna manera. De esta forma Plut, hace referencia a dos autores cuya noción del concepto de opinión pública permite entender la relación de la prensa con aquella. Allport (1937) y Bouza(2004), han señalado que lo que se suele llamar opinión pública, corresponde más bien a la opinión publicada, lo cual da soporte a la noción sobre la existencia de una clara influencia por parte de los medios. Por lo tanto, esta investigación se fundamenta básicamente en tomar un elemento clave de la prensa, como el humor gráfico, cuyo poder de crítica puede ser lo suficientemente capaz de influir sobre esta. Por ende se encaminará en entender como los medios escritos, logran persuadir a tal punto que suelen decidir cuál y qué es la opinión pública, permitiendo desarrollar el concepto de Agenda setting, el cual ayuda a esta investigación a entender como los medios de comunicación suelen ejercer cierta autoridad en la información que se difunde a la sociedad. Todas estas investigaciones permitirán abordar la temática desde un punto de vista más completo, es decir que permite conocer al humor gráfico como una herramienta que tiene gran valor dentro de la prensa Argentina, siendo ésta como ya se había mencionado, capaz de incurrir sobre actitudes y posiciones del lector ante una situación determinada. Es por ello que este estado del arte se planteó desde un punto de vista tanto cronológico como conceptual, ya que es importante conocer la incidencia del humor sobre la sociedad y a su vez la noción más técnica sobre conceptos claves que ayudaran a la posible relación entre humor, crisis y opinión pública. Por consiguiente esta investigación tendrá como periodización los años anteriores y posteriores a la crisis del 2001, es decir se abordará la problemática desde sus inicios en 1999 hasta el 2003, que resultan ser los años de inicio de la crisis y el año en el cual Argentina logra reponerse medianamente de esta. Por otra parte esta investigación está centrada bajola línea temática de historia y tendencias, ya que contiene un fuerte enfoque en cuanto a la historia argentina respecta, tanto de índole social, política y económica, como el rol que desempeñó el humor gráfico desde sus inicios hasta el período de crisis de 2001 en el país. Recorrido descriptivo de los capítulos Esta tesis está organizada en cuatro capítulos que conforman el marco teórico, a su vez cuenta con la metodología planificada para la comprobación de la hipótesis anteriormente nombrada. El capítulo I, el cual tiene como título, Crisis contemporáneas en Argentina, por lo que al ser esta investigación un análisis del humor gráfico durante la crisis del 2001 en Argentina, es importante relatar brevemente lo sucedido durante este período, el cual resulta ser el objeto perfecto para que el humor gráfico desencadene su rol de crítica, ya que este bá- sicamente utiliza su contenido satírico para denunciar aquellos actos que resultan causar inconformidad a la sociedad en general, de manera que permite reflejar la opinión pública sobre lo que estaba aconteciendo en dicho período. Para este capítulo se aborda un poco la historia política de Argentina, lo cual ayuda a entender a fondo las causas de lo sucedido en el 2001. Asimismo se describirá la manera en cómo los diarios Página/12 y La Nación (al ser el objeto estudio de esta investigación) y otros diarios argentinos, abordaron y enfrentaron toda la crisis durante el período del mes de diciembre, lo cual permitirá ampliar la perspectiva de lo que ocurría en dicho periodo, viendo la manera de cómo se hacía frente a la situación dependiendo de las inclinaciones propias de cada diario. Los diarios y la comunicación en masas, es el segundo Capítulo de esta investigación, el cual está basado en la comunicación en masas como concepto clave para completar el estudio en cuanto a los diarios respecta, es decir esto permite ver cómo la prensa funciona y cómo está pensada para desempeñar su rol como fuente de información. Asimismo, se hace una reseña de la historia de los diarios argentinos y en especial los dos en cuestión, Página /12 y La Nación. Por lo que se describe desde sus inicios, sus inclinaciones y su línea política, lo cual permite entender el modo en el que su humor gráfico político está pensado. Este capítulo es de suma importancia ya que da paso a toda la investigación sobre el humor gráfico como herramienta clave dentro los diarios y asimismo abordar el concepto de opinión pública y la prensa. Es clave desarrollar este concepto, ya que a través de este se sentarán las bases necesarias para el fácil entendimiento de los capítulos posteriores. El Capítulo III, Humor gráfico y la prensa argentina, está centrado en el concepto de humor gráfico como eje principal de esta investigación, de manera que se expondrán las distintas concepciones que existen de este. Asimismo se toma la caricatura al ser la técnica mayormente utilizada por los humoristas gráficos. De igual manera es importante hacer una reseña cronológica del papel que ha jugado el humor gráfico dentro de la prensa argentina, puesto que ayudará a entender cómo este ha manejado situaciones de crisis anteriormente en el país. De ahí se parte a especificar la utilización del humor gráfico dentro de los diarios La Nación y Página/12, lo cual deriva a una pequeña reseña biográfica de los humoristas a investigar, Nik y Daniel Paz y Rudy respectivamente. Finalmente el cuarto Capítulo, titulado La opinión pública, está fundamentado en el concepto clave de opinión pública, el cual funciona como puente para entender de qué manera el humor gráfico resulta ser una herramienta importante para la crisis del 2001. De esta forma se analizará el concepto de opinión pública, su función en la sociedad y su rol en los medios de comunicación, más precisamente en la prensa, lo cual permite responder a cómo la opinión pública y la prensa se relacionan, y cómo la opinión pública suele ser influenciada por los medios impresos, desatando un concepto clave como lo es la agenda setting, el cual permitirá entender la presión causada por los medios de comunicación sobre la sociedad. De manera que siendo el humor gráfico una herramienta recurrida dentro de los diarios argentinos, se proseguirá a observar que relación guarda el humor gráfico político y la opinión pública, de modo que permitirá conocer hasta qué punto el humor político es capaz de reflejar o influenciar la postura de una sociedad. Para la metodología desarrollada para esta investigación, se distinguen dos herramientas de recolección datos, las cuales fueron diseñadas comprobar la hipótesis correspondiente. Por consiguiente, se realizó entrevistas a personas especializadas en los campo del humor gráfico, historia contemporánea argentina y periodistas dentro del área de la opinión pública. Como segunda herramienta se analizó las viñetas expuesta en los diarios La Nación y Página/12, durante el año de 2001. De manera que, se observó cómo estos dos diarios hicieron frente con su crítica a los acontecimientos de dicho periodo.