Mennonites are a protestant Anabaptist group originated in Eastern Europe in the 16th century. Their first language is Plautdietsch (Mennonite German), although they use standard German for written communication and formal contexts. Persecuted because of their religious beliefs in Europe, and attracted by Canada's offer of land, religious and cultural autonomy, around 7,000 Mennonites migrated to the province of Manitoba around 1870. However the progressive urbanization and acculturation threatened their isolated traditional lifestyle, causing them to migrate to remote areas in Latin America, where they slowly became in contact with Spanish and Portuguese. In 1947, the Canadian government facilitated the return of descendants of Canadian-born citizens, thus around 15,000 Mennonites returned to Canada. The present study examines the uses, attitudes and maintenance of Plautdietsch , High German and Spanish among fourteen Mennonite women who migrated from Paraguayan colonies, and currently reside in Winnipeg, the capital of Manitoba. Our results demonstrate that, despite being considered a key element of the Mennonite identity, Plautdietsch is not being transmitted to the Canadian-born generation. Also, religiousness and social networks are proven to be determinant factors in the transmission, use and attitudes towards the different linguistic varieties examined. ; Los menonitas son un grupo protestante anabaptista originado en la Europa del Este en el siglo XVI cuya lengua materna es el plautdietsch (o alemán bajo menonita) y que usa alemán estándar para la comunicación escrita y en contextos formales. Perseguidos por su religión, y atraídos por la oferta de tierra y la autonomía religiosa-cultural de Canadá, unos 7.000 menonitas inmigraron a la provincia de Manitoba alrededor de 1870. Sin embargo, las progresivas urbanización y aculturación supusieron una amenaza a su aislado y tradicional modo de vida, provocando un nuevo movimiento migratorio a remotas regiones de Latinoamérica, donde paulatinamente entraron en contacto con el español y el portugués. En 1947, el gobierno canadiense facilitó el regreso al país de los descendientes de ciudadanos, lo que propulsó el retorno de unos 15.000 menonitas. El presente estudio se enfoca en los usos, actitudes y mantenimiento del plautdietsch , el alemán alto y el español en un grupo de catorce mujeres menonitas provenientes de colonias paraguayas y residentes en Winnipeg, la capital de Manitoba. Nuestros resultados ponen de evidencia que, a pesar de considerarse un elemento clave de la identidad menonita, el plautdietsch ha dejado de transmitirse a las generaciones nacidas en Canadá, y que la religiosidad y las redes sociales son factores determinantes de la transmisión, el uso y las actitudes hacia las variedades lingüísticas examinadas. ; Os menonitas são um grupo protestante anabatista originado no Leste Europeu no século XV, cuja língua materna é o plautdietsch (baixo-alemão), e que utilizam alemão estándar na comunicação escrita e em contextos formais. Perseguidos por sua religião, e atraídos pela oferta de terra e autonomia religiosa-cultural do Canadá, cerca de 7.000 menonitas imigraram para a província de Manitoba por volta de 1870. Contudo, as progressivas urbanização e aculturação representaram uma ameaça a seu isolamento e tradicional modo de vida, provocando um novo movimento migratório às regiões remotas da América Latina, onde aos poucos entraram em contato com o espanhol e o português. Em 1947, o governo do Canadá facilitou o regresso dos descendentes de cidadãos canadenses, o que proporcionou o retorno de cerca de 15.000 menonitas. O presente estudo examina os usos, as atitudes e a manutenção do plautdietsch , do alto alemão e do espanhol em um grupo de quatorze mulheres menonitas provenientes de colônias paraguaias e residentes em Winnipeg, a capital de Manitoba. Nossos resultados mostram evidências que, apesar de ser considerado um elemento chave na identidade menonita, o plautdietsch deixou de ser transmitido às gerações nascidas no Canadá. Além disso, a religiosidade e as redes sociais são fatores determinantes na transmissão, no uso e nas atitudes em relação às variedades linguísticas examinadas.
Los menonitas son un grupo protestante anabaptista originado en la Europa del Este en el siglo XVI cuya lengua materna es el plautdietsch (o alemán bajo menonita) y que usa alemán estándar para la comunicación escrita y en contextos formales. Perseguidos por su religión, y atraídos por la oferta de tierra y la autonomía religiosa-cultural de Canadá, unos 7.000 menonitas inmigraron a la provincia de Manitoba alrededor de 1870. Sin embargo, las progresivas urbanización y aculturación supusieron una amenaza a su aislado y tradicional modo de vida, provocando un nuevo movimiento migratorio a remotas regiones de Latinoamérica, donde paulatinamente entraron en contacto con el español y el portugués. En 1947, el gobierno canadiense facilitó el regreso al país de los descendientes de ciudadanos, lo que propulsó el retorno de unos 15.000 menonitas. El presente estudio se enfoca en los usos, actitudes y mantenimiento del plautdietsch, el alemán alto y el español en un grupo de catorce mujeres menonitas provenientes de colonias paraguayas y residentes en Winnipeg, la capital de Manitoba. Nuestros resultados ponen de evidencia que, a pesar de considerarse un elemento clave de la identidad menonita, el plautdietsch ha dejado de transmitirse a las generaciones nacidas en Canadá, y que la religiosidad y las redes sociales son factores determinantes de la transmisión, el uso y las actitudes hacia las variedades lingüísticas examinadas. ; Mennonites are a protestant Anabaptist group originated in Eastern Europe in the 16th century. Their first language is Plautdietsch (Mennonite German), although they use standard German for written communication and formal contexts. Persecuted because of their religious beliefs in Europe, and attracted by Canada's offer of land, religious and cultural autonomy, around 7,000 Mennonites migrated to the province of Manitoba around 1870. However the progressive urbanization and acculturation threatened their isolated traditional lifestyle, causing them to migrate to remote areas in Latin America, where they slowly became in contact with Spanish and Portuguese. In 1947, the Canadian government facilitated the return of descendants of Canadian-born citizens, thus around 15,000 Mennonites returned to Canada. The present study examines the uses, attitudes and maintenance of Plautdietsch, High German and Spanish among fourteen Mennonite women who migrated from Paraguayan colonies, and currently reside in Winnipeg, the capital of Manitoba. Our results demonstrate that, despite being considered a key element of the Mennonite identity, Plautdietsch is not being transmitted to the Canadian-born generation. Also, religiousness and social networks are proven to be determinant factors in the transmission, use and attitudes towards the different linguistic varieties examined. ; Os menonitas são um grupo protestante anabatista originado no Leste Europeu no século XV, cuja língua materna é o plautdietsch (baixo-alemão), e que utilizam alemão estándar na comunicação escrita e em contextos formais. Perseguidos por sua religião, e atraídos pela oferta de terra e autonomia religiosa-cultural do Canadá, cerca de 7.000 menonitas imigraram para a província de Manitoba por volta de 1870. Contudo, as progressivas urbanização e aculturação representaram uma ameaça a seu isolamento e tradicional modo de vida, provocando um novo movimento migratório às regiões remotas da América Latina, onde aos poucos entraram em contato com o espanhol e o português. Em 1947, o governo do Canadá facilitou o regresso dos descendentes de cidadãos canadenses, o que proporcionou o retorno de cerca de 15.000 menonitas. O presente estudo examina os usos, as atitudes e a manutenção do plautdietsch, do alto alemão e do espanhol em um grupo de quatorze mulheres menonitas provenientes de colônias paraguaias e residentes em Winnipeg, a capital de Manitoba. Nossos resultados mostram evidências que, apesar de ser considerado um elemento chave na identidade menonita, o plautdietsch deixou de ser transmitido às gerações nascidas no Canadá. Além disso, a religiosidade e as redes sociais são fatores determinantes na transmissão, no uso e nas atitudes em relação às variedades linguísticas examinadas.
El abordaje intercultural hacia las comunidades amerindias requiere el conocimiento específico del significado que tienen para ellos los conceptos, las prácticas comunitarias asociadas y las costumbres, particularmente en la salud y la salud mental. La comunidad muisca de Cota, Cundinamarca, es un grupo humano con características específicas dentro de su propia historia, que ha estado expuesto a diferentes circunstancias adversas y fenómenos de aculturación; esta comunidad actualmente atraviesa un proceso particular de reetnización. El objetivo general del presente trabajo es comprender el significado que circula en las narrativas de los habitantes de la comunidad reetnizada indígena muisca de Cota sobre la salud, la salud mental, así como el potencial que la musicoterapia comunitaria puede tener para promoverlas. Se considera la música como un fenómeno narrativo humano, una práctica cultural que construye identidades y significados. Esta práctica es abordada por la musicoterapia comunitaria (narrativa corporo-sonoro-musical), desde la cual se hace operativo el trabajo con los referentes culturales. Se seleccionó el paradigma sistémico constructivista-construccionista como referente epistemológico y como el que permite un abordaje más completo respecto de la calidad del fenómeno relacional y narrativo en contextos comunitarios y sociales. Se realizó una metamirada a los procesos de la comunidad y sus significados, y al final se implementaron talleres de musicoterapia comunitaria como promoción de la salud. Metodología: Estudio de caso (comunidad como caso), enfoque cualitativo, investigación social de segundo orden. Se abordó desde una combinación de técnicas de investigación (cartografía social, entrevistas a profundidad, grupos focales y observación participante) además del procedimiento musicoterapéutico comunitario mismo y la triangulación de algunas de ellas. Conclusiones: esta comunidad tiene un esquema diferente de salud al que maneja la sociedad mayoritaria; la reetnización fue una decisión política con implicaciones culturales, organizativas y de salud; la salud pública requiere un diálogo intercultural desde el observador interno con comunidades indígenas; el uso de estrategias culturales permite un fácil acercamiento y cambios en este tipo de comunidades. ; Abstract. The Intercultural approach towards the Native American communities requires the specific knowledge on the meaning that the concepts, the related communitary practices and their costumes, health and mental health in particular, have for them. The Muisca community from Cota, Cundinamarca, is a human establishment with specific features within its own history, exposed to the acculturation phenomena and different adverse circumstances. Currently, this community is undergoing a particular process of re-indigenization. The objective of this paper is to understand the meaning that circulates in the members´ narratives about health, mental health and the potential that communitary music therapy has to provide in order promote them in this Muisca native community under re-indigenization. Music is considered to be a human narrative phenomenon, a cultural practice that builds identities and meanings. This practice is approached by the communitary music therapy (narrative corporeal-sonorous-musical), from which the work with the cultural referents is made operative. The systemic paradigm Constructivist- Constructionist was selected as the epistemological referent and as the one which allows a wider approach regarding the quality of the relational-narrative phenomenon within the social and communitary contexts. An overview to the community processes and their meaning was done. At the end of the work done, some communitary music therapy workshops were implemented for the promotion of health. Methodology: Case study (the community as the case), qualitative approach, social investigation of a second order. It was approached from a combination of research techniques (Social Cartography, in depth interviewing, focal groups and participant observation). Besides, the communitary music approach itself and the triangulation of some of them. Conclusion: This community has a different health scheme compared to the one employed in the big societies. The re-indigenization process was a political decision with cultural, health and organization consequences. The public health requires an intercultural dialogue from the internal observation of these indigenous communities, the use of cultural strategies allows a practical approach and changes in this kind of communities ; Doctorado
[ES] The aim of this article is to analyse how two initiatives (one formal, the creation of a curriculum inspired by Development Education and an informal space, the Mueve student group), developed at the Polytechnic University of Valencia, may have contributed to the acquisition of cosmopolitan skills among the student community. To this end, we will first take a conceptual path by various authors who have addressed the issue of cosmopolism and who, for the most part, fall within the scope of the skills approach to human development. We will then analyse and discuss the results of 12 in-depth interviews conducted with students who have participated in the two spaces discussed above. Boni Aristizábal, A.; Peris Blanes, J.; Navarro knee, JM.; Bone, A. (2012). How to cultivate citizenship in higher education. The case of the Polytechnic University of Valencia. Interuniversity Electronics Review of Teachers' Training. 41 (15): 1-23. http://hdl.handle.net/10251/29891 ; 1 23 41 15 ; [ES] The aim of this article is to analyse how two initiatives (one formal, the creation of a curriculum inspired by Development Education and an informal space, the Mueve student group), developed at the Polytechnic University of Valencia, may have contributed to the acquisition of cosmopolitan skills among the student community. To this end, we will first take a conceptual path by various authors who have addressed the issue of cosmopolism and who, for the most part, fall within the scope of the skills approach to human development. We will then analyse and discuss the results of 12 in-depth interviews conducted with students who have participated in the two spaces discussed above. Boni Aristizábal, A.; Peris Blanes, J.; Navarro knee, JM.; Bone, A. (2012). How to cultivate citizenship in higher education. The case of the Polytechnic University of Valencia. Interuniversity Electronics Review of Teachers' Training. 41 (15): 1-23. http://hdl.handle.net/10251/29891 ; Senia ; [ES] The aim of this article is to analyse how two initiatives ...
The issue of diversity has recently been challenged by the rise of religious radicalism and terrorism groups that can cause the splitting of national unity. In the context of Indonesia they want to replace the ideology of Pancasila into an ideology of religion by forming Indonesia into a Khilafah state. The rise of religious radicalism groups often lead to acts of intolerance and terrorism, both in various countries and in Indonesia. Various incidents of intolerance and acts of violence in the name of religion occur in various places in the world. These incidents cause dehumanization which is very degrading to human dignity. In addition to the rampant intolerance and terrorism in Indonesia there is also a tendency for the politicization of religion as a tool for practical politics. This has led to national divisions which can threaten the existence and continuity of the unitary state of the Republic of Indonesia (NKRI). The Pancasila ethics are the efforts to understanding the concepts of God in religions where the conditions of the population are compound, so tolerance in implementing the religious life can be happened among diverse community in Indonesia. Besides, it needed to revitalize the understanding of the deity that has a good culture in education, the Indonesian policy or acculturation of Pancasila value in Indonesian citizen. Therefore, by internalizing and implementing Pancasila Indonesia could become a large and developed nation. ; El tema de la diversidad ha sido desafiado recientemente por el surgimiento del radicalismo religioso y los grupos terroristas que pueden causar la división de la unidad nacional. En el contexto de Indonesia, quieren reemplazar la ideología de Pancasila en una ideología de la religión mediante la formación de Indonesia en un estado de Khilafah. El surgimiento de grupos de radicalismo religioso a menudo conduce a actos de intolerancia y terrorismo, tanto en varios países como en Indonesia. Varios incidentes de intolerancia y actos de violencia en nombre de la religión ocurren en varios lugares del mundo. Estos incidentes causan la deshumanización que es muy degradante para la dignidad humana. Además de la intolerancia desenfrenada y el terrorismo en Indonesia, también existe una tendencia a la politización de la religión como herramienta para la política práctica. Esto ha llevado a divisiones nacionales que pueden amenazar la existencia y la continuidad del estado unitario de la República de Indonesia (NKRI). La ética de Pancasila son los esfuerzos para comprender los conceptos de Dios en las religiones donde las condiciones de la población son compuestas, por lo que la tolerancia en la implementación de la vida religiosa puede ocurrir entre comunidades diversas en Indonesia. Además, necesitaba revitalizar la comprensión de la deidad que tiene una buena cultura en educación, la política indonesia o la aculturación del valor de Pancasila en el ciudadano indonesio. Por lo tanto, al internalizar e implementar Pancasila, Indonesia podría convertirse en una nación grande y desarrollada. ; A questão da diversidade foi recentemente desafiada pelo surgimento de grupos de radicalismo religioso e terrorismo que podem causar a divisão da unidade nacional. No contexto da Indonésia, eles querem substituir a ideologia de Pancasila por uma ideologia de religião, transformando a Indonésia em um estado de Khilafah. O surgimento de grupos de radicalismo religioso geralmente leva a atos de intolerância e terrorismo, tanto em vários países quanto na Indonésia. Vários incidentes de intolerância e atos de violência em nome da religião ocorrem em vários lugares do mundo. Esses incidentes causam desumanização, o que é muito degradante para a dignidade humana. Além da intolerância desenfreada e do terrorismo na Indonésia, há também uma tendência para a politização da religião como uma ferramenta para a política prática. Isso levou a divisões nacionais que podem ameaçar a existência e continuidade do estado unitário da República da Indonésia (NKRI). A ética de Pancasila é o esforço para entender os conceitos de Deus nas religiões, onde as condições da população são compostas, de modo que a tolerância na implementação da vida religiosa pode ocorrer entre diversas comunidades da Indonésia. Além disso, precisava revitalizar o entendimento da divindade que tem uma boa cultura na educação, a política indonésia ou a aculturação do valor de Pancasila no cidadão indonésio. Portanto, ao internalizar e implementar a Pancasila, a Indonésia pode se tornar uma nação grande e desenvolvida.
With the economic, political and social changes during the colonial period in New Spain, the indigenous populationwas introduced to a system of slavery, economic and social exploitation by the Spanish, who controlled production based on mercantilism, consumer demand, to the new ideologies introduced and to the control of a new mode of production. At thistime new trades were expanded in New Spain, with this the Indian learned to develop a new production, techniques and different styles, but continued with his ideology in the production of certain objects such as: ceramics, rattle figures, paintings inthe churches, christs of cane, christs of butterfly buds, etc., that reflected these two cultures and the acculturation and Europeanization that was being generated. In pre-Hispanic times the Indians related feathers with their gods, with wars, in commerce and tribute. Feather objects were used by women of a certain social rank in the huipiles, the rulers and the military in their attire and in their parties. The pens were considered for society as a luxury object. The distribution of feathers by the trade ranged from the northern area of Mexico to Tenochtitlán. For the dominated indigenous society, the use of the pen continued with its cultural significance and became a fundamental part of its communication codes. In this sense the use of the pen in the paintings and clothing became a form of cultural resistance against the social imposition given in the colony. In colonial times there was a change since feather art was elaborated to represent Catholic religious images such as: Christs, the Virgin Mary andthe Saints. It was not the same meaning for these two societies, for the Indians the use of feathers was linked to the gods while the Spaniards related it to the Catholic religion and to their own ideology. ; Con los cambios económicos, políticos y sociales durante la época colonial en la Nueva España, el indígena se introduce a un sistema de esclavitud, explotación económica y social por parte del español, quien controlaba la producción en base al mercantilismo, a la demanda de consumo, a las nuevas ideologías introducidas y al control de un nuevo modo de producción. En este momento se ampliaron nuevos oficios en la Nueva España, con ello el indígena aprendió a elaborar una nueva producción, técnicas y estilos diferentes, pero continuó con su ideología en la producción de ciertos objetos como: cerámica, figurillas sonaja, pinturas en las iglesias, cristos de caña, cristos de capullos de mariposa, etc., que reflejaban a estas dos culturas y la aculturación y europeización que se estaba generando. En la época prehispánica los indígenas relacionaban las plumas con sus dioses, con las guerras, el comercio y el tributo. Los objetos de plumas los utilizaban las mujeres de cierto rango social en los huipiles, los gobernantes y los militares en su atuendo y en sus fiestas. Las plumas eran consideradas para la sociedad como un objeto de posición social, ideológica y política. La distribución de plumas por parte del comercio abarcaba desde el área norte de México hasta llegar a Tenochtitlán. En la época colonial se dio un cambio ya que se elaboraba el arte plumario para representar a imágenes religiosas católicas como: Cristo, la Virgen María y los Santos. No era el mismo significado para estas dos sociedades; para los indígenas el uso de las plumas estaba vinculado con los dioses y formas de conducta establecidas en la época prehispánica, mientras que para los españoles lo relacionaban con la religión católica y con su propia ideología. Para la sociedad indígena dominada, el uso de la pluma continuó con su significado cultural y se volvió parte fundamental de sus códigos de comunicación. En este sentido el uso de la pluma en los cuadros y la vestimenta se convirtió en una forma de resistencia cultural contra la imposición social dada en la colonia. ; Com as mudanças econômicas, políticas e sociais durante a era colonial na Nova Espanha, indígena a um sistema de escravidão, exploração econômica e social é introduzido pelos espanhóis, que controlava a produção com base no mercantilismo, a demanda do consumidor, às novas ideologias introduzidas e ao controle de um novo modo de produção. cerâmica, estatuetas sonaja, pinturas nas igrejas: Neste momento novos escritórios em Nova Espanha, assim indígenas aprenderam a desenvolver novas técnicas de produção e estilos diferentes, mas continuou sua ideologia na produção de determinados itens, comoexpandida , cristos cana, cristos de casulos de borboleta, etc., que reflectem estas duas culturas e acculturation e europeização que foi gerado. Nos tempos pré-hispânicos, os índios relacionavam penas com seus deuses, com guerras, comércio e tributo.Objetos de penas usado deles mulheres de uma certa posição social na huipil, os governantes e os militares em seus trajes e seus partidos. As canetas foram consideradas pela sociedade como um objeto de luxo. A distribuição de penas pelo comércio variou da zona norte do México a Tenochtitlán.Nos tempos coloniais, houve uma mudança, uma vez que a arte das penas foi elaborada para representar imagens religiosas católicas como: cristos, a virgem Maria e os santos. Não era o mesmo significado para estas duas sociedades, para uso indígena de penas estava ligada aos deuses enquanto os espanhóis relacionados com a religião católicae sua própria ideologia. Para a sociedade indígena dominada, o uso da caneta continuou com seu significado cultural e tornou-se parte fundamental de seus códigos de comunicação. Nesse sentido, o uso da caneta nas pinturas e roupas tornou-se uma forma de resistência cultural contra a imposição social dada na colônia
Revisar la progresiva consolidación de la reforma educativa liberal-burguesa en el estado español. Desentrañar el papel que jugaron los planteamientos, ideas y propuestas liberales en la construcción del sistema escolar. Se sabe que para muchos la educación debía ser un elemento de control social, instrumento político; hecho que generaba conflicto desde el poder y desde la oposición. De todas formas, los planteamientos educativos ideados para incidir en la sociedad y amoldarla según el nuevo modelo de convivencia, no siempre llegaron a la realidad educativa y si lo hicieron fue de manera muy localizada. Planteamientos educativos liberales, especialmente los dedicados a la primera enseñanza y a la formación de maestros. La enseñanza secundaria o intermedia y la universitaria no se tratan en profundidad, tan sólo como elementos implicados en la construcción del conjunto del sistema educativo y como elementos imprescindibles para completar el análisis globalizador de la época estudiada. Tras analizar el contexto socio-político y cultural englobado entre los años 1833 y 1857, se plantea la concepción educativa de los liberales (moderados y progresistas), diferenciando dos etapas: del 33 al 45 y del 45 al 57. En ambas se tratan tres niveles: el social (control ideológico de la educación, etc.), el de la teoría de la educación (pedagogos, teóricos de la educación, políticos, etc. más significativos) y el escolar (instituciones educativas, castellanización, etc.). Por último se revisa el significado de la Reforma Moyano en la construcción del sistema escolar como culminación de la primera gran etapa del reformismo liberal. Revisión documental. Metodología histórica, 'síntesis' basada en aportaciones interdisciplinares. Para ordenar la complejidad de ideas, planteamientos y hechos analizados se han tenido presentes una serie de niveles: 1. Nivel político-ideológico. 2. Nivel político-jurídico y normativo. 3. Nivel de planteamientos educativos no estrictamente oficiales, desde el punto de vista social. 4. Nivel de planteamientos teóricos presentados por diversos autores significativos en la época estudiada, sin limitarse a los eminentemente liberales, incidieran o no directamente en la institucionalización del sistema escolar. 5. Nivel de institucionalización y praxis del sistema escolar. 6. Nivel perspectivo en que se realizaban los planteamientos educativos para conseguir una operatividad a largo plazo, tanto oficial como no oficial. Los liberales consideraron la educación como un elemento de control, estabilidad social y progreso. Se pretendía conseguir un estado fuerte y un mercado interior unificado. Siguieron el modelo francés de planificación educativa. Aunque valoraran más la secundaria y la universidad, su pretensión era generalizar la primaria; no se consiguió por falta de condiciones materiales y humanas. Los liberales más consecuentes pensaban que la centralización debía ser momentánea. Los moderados en el poder consolidaron la política educativa anterior, con mentalidad centralista, uniformadora y jerarquizante. Se cedió ante las presiones inspectoras de la iglesia por lo que la secularización, pretendida por los progresistas, resultó muy parcial. Los principales ideólogos del estado español, liberales o socialistas utópicos, se consideraban cristianos avanzados a pesar de criticar a la iglesia como institución. Montesino introdujo la educación integral aunque sólo fuera en el ámbito teórico. Monlau introdujo el concepto de educación popular. Lista distinguía entre privada, para ricos y dirigentes, y pública, para pobres. Esta dicotomía entre escuela estatal y escuela privada quedó consolidada por el principio de libertad de enseñanza y de creación de centros. Otros autores importantes fueron: Monturiol, de la Sagra, Figuerola, Avendaño, Carderera, Gil de Zárate,. En 1849 se creó la inspección de instrucción primaria, herramienta de control y vigilancia por parte del estado. Muchos maestros ejercían sin título, las escuelas normales eran insuficientes. Las publicaciones periódicas dedicadas a los niños (Minerva de la juventud, Museo de las familias, etc.) proliferaban; permitían incidir en la moral de los futuros ciudadanos, informar a los profesionales de los planteamientos oficiales y de las líneas pedagógicas que se iban introduciendo. Algunos literatos significativos como Aribau, Larra, etc. transmitieron un mensaje pedagógico claro. Para ellos, la ignorancia generaba desigualdad, dificultaba la democracia y soberanía popular. La castellanización o aculturación se utilizó para la transmisión ideológica; el castellano se consideraba signo de poder, cultura y ciencia. Los cambios, lentos y no generalizados, se hicieron desde planteamientos moderados. Los libros de texto solían reeditarse sin aportaciones novedosas, reproduciendo la moral anterior más que la nueva mentalidad burguesa. La ley Moyano implantó los niveles educativos desde primaria hasta la universidad; no obstante, la burguesía no supo aprovechar esta herramienta de poder, de control social. La escuela obligatoria no se llegó a impulsar convenientemente, es más, se convirtió en una fuente de lucha y control político (reflejo de la dinámica socio-política del momento). Además, el control eclesiástico sobre el sistema educativo impidió su secularización. La no-generalización de la primaria así como la libertad de educación facilitaron este proceso. El estado consiguió una escuela burocratizada, funcionarial. La reforma moderada estructuró la desigualdad educativa, la jerarquización, el populismo paternalista; en definitiva, unos intereses poco populares al servicio de la diferenciación de clases, en un ambiente facilitador del individualismo pedagógico y social. Las instituciones no acabaron de responder a la necesidad de democratización del sistema educativo y al utilitarismo necesario que demandaba la sociedad. El marco legal del sistema educativo escolar, cualquier intento de reforma, choca siempre con las fuerzas conservadoras y reaccionarias. ; Baleares ; ESP
Revisar la progresiva consolidación de la reforma educativa liberal-burguesa en el estado español. Desentrañar el papel que jugaron los planteamientos, ideas y propuestas liberales en la construcción del sistema escolar. Se sabe que para muchos la educación debía ser un elemento de control social, instrumento político; hecho que generaba conflicto desde el poder y desde la oposición. De todas formas, los planteamientos educativos ideados para incidir en la sociedad y amoldarla según el nuevo modelo de convivencia, no siempre llegaron a la realidad educativa y si lo hicieron fue de manera muy localizada. Planteamientos educativos liberales, especialmente los dedicados a la primera enseñanza y a la formación de maestros. La enseñanza secundaria o intermedia y la universitaria no se tratan en profundidad, tan sólo como elementos implicados en la construcción del conjunto del sistema educativo y como elementos imprescindibles para completar el análisis globalizador de la época estudiada. Tras analizar el contexto socio-político y cultural englobado entre los años 1833 y 1857, se plantea la concepción educativa de los liberales (moderados y progresistas), diferenciando dos etapas: del 33 al 45 y del 45 al 57. En ambas se tratan tres niveles: el social (control ideológico de la educación, etc.), el de la teoría de la educación (pedagogos, teóricos de la educación, políticos, etc. más significativos) y el escolar (instituciones educativas, castellanización, etc.). Por último se revisa el significado de la Reforma Moyano en la construcción del sistema escolar como culminación de la primera gran etapa del reformismo liberal. Revisión documental. Metodología histórica, 'síntesis' basada en aportaciones interdisciplinares. Para ordenar la complejidad de ideas, planteamientos y hechos analizados se han tenido presentes una serie de niveles: 1. Nivel político-ideológico. 2. Nivel político-jurídico y normativo. 3. Nivel de planteamientos educativos no estrictamente oficiales, desde el punto de vista social. 4. Nivel de planteamientos teóricos presentados por diversos autores significativos en la época estudiada, sin limitarse a los eminentemente liberales, incidieran o no directamente en la institucionalización del sistema escolar. 5. Nivel de institucionalización y praxis del sistema escolar. 6. Nivel perspectivo en que se realizaban los planteamientos educativos para conseguir una operatividad a largo plazo, tanto oficial como no oficial. Los liberales consideraron la educación como un elemento de control, estabilidad social y progreso. Se pretendía conseguir un estado fuerte y un mercado interior unificado. Siguieron el modelo francés de planificación educativa. Aunque valoraran más la secundaria y la universidad, su pretensión era generalizar la primaria; no se consiguió por falta de condiciones materiales y humanas. Los liberales más consecuentes pensaban que la centralización debía ser momentánea. Los moderados en el poder consolidaron la política educativa anterior, con mentalidad centralista, uniformadora y jerarquizante. Se cedió ante las presiones inspectoras de la iglesia por lo que la secularización, pretendida por los progresistas, resultó muy parcial. Los principales ideólogos del estado español, liberales o socialistas utópicos, se consideraban cristianos avanzados a pesar de criticar a la iglesia como institución. Montesino introdujo la educación integral aunque sólo fuera en el ámbito teórico. Monlau introdujo el concepto de educación popular. Lista distinguía entre privada, para ricos y dirigentes, y pública, para pobres. Esta dicotomía entre escuela estatal y escuela privada quedó consolidada por el principio de libertad de enseñanza y de creación de centros. Otros autores importantes fueron: Monturiol, de la Sagra, Figuerola, Avendaño, Carderera, Gil de Zárate,. En 1849 se creó la inspección de instrucción primaria, herramienta de control y vigilancia por parte del estado. Muchos maestros ejercían sin título, las escuelas normales eran insuficientes. Las publicaciones periódicas dedicadas a los niños (Minerva de la juventud, Museo de las familias, etc.) proliferaban; permitían incidir en la moral de los futuros ciudadanos, informar a los profesionales de los planteamientos oficiales y de las líneas pedagógicas que se iban introduciendo. Algunos literatos significativos como Aribau, Larra, etc. transmitieron un mensaje pedagógico claro. Para ellos, la ignorancia generaba desigualdad, dificultaba la democracia y soberanía popular. La castellanización o aculturación se utilizó para la transmisión ideológica; el castellano se consideraba signo de poder, cultura y ciencia. Los cambios, lentos y no generalizados, se hicieron desde planteamientos moderados. Los libros de texto solían reeditarse sin aportaciones novedosas, reproduciendo la moral anterior más que la nueva mentalidad burguesa. La ley Moyano implantó los niveles educativos desde primaria hasta la universidad; no obstante, la burguesía no supo aprovechar esta herramienta de poder, de control social. La escuela obligatoria no se llegó a impulsar convenientemente, es más, se convirtió en una fuente de lucha y control político (reflejo de la dinámica socio-política del momento). Además, el control eclesiástico sobre el sistema educativo impidió su secularización. La no-generalización de la primaria así como la libertad de educación facilitaron este proceso. El estado consiguió una escuela burocratizada, funcionarial. La reforma moderada estructuró la desigualdad educativa, la jerarquización, el populismo paternalista; en definitiva, unos intereses poco populares al servicio de la diferenciación de clases, en un ambiente facilitador del individualismo pedagógico y social. Las instituciones no acabaron de responder a la necesidad de democratización del sistema educativo y al utilitarismo necesario que demandaba la sociedad. El marco legal del sistema educativo escolar, cualquier intento de reforma, choca siempre con las fuerzas conservadoras y reaccionarias. ; Baleares ; ESP
Este estudio contiene relatos de practicas ancestrales, entrevistas, caracterización de oficios, imagenes de mujeres, hombres, tipologia de las viviendas, artesanias, mapa y ubicacion geografica del resguardo Totumal. Un abordaje de identidad de genero y una reflexión profunda al rol de la mujer indigena. ; Esta investigación analiza las transformaciones de identidad y roles de género de las mujeres embera chami, en el resguardo Totumal, ubicado en Belalcázar, Caldas, y las condiciones que han permitido estos cambios durante las últimas tres décadas. Históricamente, estas mujeres han sido ignoradas por su comunidad, que es patriarcal: no participan de la vida política y social, no se reconocen sus aportes a las luchas por el territorio. Las emberas se han dedicado, fundamentalmente, a las labores domésticas. La metodología empleada en este trabajo es de carácter cualitativa y descriptiva. Se emplearon las siguientes técnicas: observación simple, observación participante, entrevistas, entrevista en profundidad, entrevista informal, talleres de memoria histórica. La investigación evidenció que las mujeres de Totumal han desempeñado papeles importantes en la vida de su comunidad: no solo son dadoras de vida y cuidadoras de la cultura —sus roles tradicionales—, sino que, han contribuido históricamente, y de modo silencioso, a la construcción de los territorios embera: luchan, resisten y defienden sus tradiciones junto a los hombres, incluso desde antes que aparecieran las organizaciones indígenas. No obstante, la cultura patriarcal de los emberas y la baja visibilidad de las mujeres en los procesos comunitarios han opacado su participación y contribución. El contacto con los mestizos, la Constitución de 1991, los cambios sociales, económicos y culturales, entre muchos factores, han promovido otras formas de participación de las mujeres embera en la vida comunitaria, en organizaciones indígenas y en la sociedad. ; This investigation analyzes the transformations of identity and gender roles of the embera chami women in the Totumal reservation located in Belalcázar, Caldas, and the conditions that have permitted those changes during the last three decades. Historically, these women have been ignored by their community, which is patriarchal: they don't participate in the political and social life nor are their contributions to the struggle for territory recognized. The emberas have dedicated themselves, fundalmently, to domestic labor. The methodology utilized in this investigation is qualitative in nature and descriptive. The following techniques were implemented: simple observation, participant observation, interviews, in depth interviews, informal interviews, historical-memory workshops. The investigation reveals that the women of Totumal have performed important roles in community life: they are not only givers of life and caretakers of culture - their traditional roles -, but rather they have contributed historically, and quietly, to the construction of embera territories: they fight, resist, and defend their traditions along with the men, even before the appearance of indigenous organizations. However, patriarchal culture of the embera and the reduced visibility of the women in community processes have detracted from their participation and contribution. Contact with mestizos, the 1991 Constitution, social, economic, and cultural changes, among other factors, have promoted other forms of participation of embera women in the life of the community, in indeginous organizations, and society. ; Maestría ; Magíster en Historia ; Tabla de contenido 1. Introducción . 14 1.1. Planteamiento del problema . 16 1.2. Justificación. 17 1.3. Objetivos. 18 1.3.1. Objetivo general . 18 1.3.2. Objetivos específicos . 18 1.4. Antecedentes. 19 2. Marco Teórico . 22 2.1. Identidad y género . 22 2.1.1. Identidad. 23 2.1.2. Identidad de género. 24 2.1.3. Género y sexo . 25 2.1.4. Mujeres indígenas. 27 2.1.5. Roles de género . 29 2.1.6. Ablación del clítoris . 31 2.1.6.1. La curación . 31 2.1.6.2. La operación. 32 2.1.6.3. Convertirse en mujer. 34 2.2. Identidad ancestral embera chamí . 37 2.2.1. Historia. 37 2.2.2. Formas de explotación indígena . 40 2.2.3. El despojo . 41 2.3. Economía . 43 2.3.1. La horticultura . 44 2.3.2. La caza. 44 2.3.3. La pesca. 45 8 2.4. Organización Sociopolítica. 46 2.4.1. De la familia al cabildo: la vida en comunidad . 46 2.4.2. Los planes de vida . 47 2.4.3. Organizaciones indígenas. 48 2.4.3.1. ONIC. . 49 2.4.3.2. Cridec. 50 2.4.4. La mujer indígena dinamizadora de procesos. 51 2.4.4.1. Consejo Nacional de Mujeres Indígenas. 51 2.4.4.2. Coordinación Nacional de Juventudes. 52 2.5. Cosmogonía . 53 2.5.1. Pensamiento en espiral. 54 2.5.2. Educación. 54 2.5.3. Aculturación. 57 3. Metodología. . 60 3.1. Diseño de la investigación. 60 3.2. Enfoque de la investigación. 60 3.3. Población. 61 3.4. Técnicas de recolección de información. 61 3.4.1.Observación simple . 61 3.4.2. Observación participante . 62 3.4.3. Entrevistas. 62 3.4.4. Entrevista en profundidad . 62 3.4.5. Entrevista informal . 63 3.4.6. Talleres de memoria histórica . 63 3.4.7. Matriz de coherencia investigativa. 64 9 4. La Comunidad de Totumal. 65 4.1. Caracterización . 65 4.1.1. Ubicación. 65 4.1.2. Suelos. 68 4.1.3. Clima. 68 4.1.5. Economía. 69 4.2. Historia de Totumal. 70 4.2.1. Hijos de un mismo árbol. 70 4.2.2. La lucha por el territorio . 72 4.2.3. Escrituración de tierras . 75 4.3. Lazos de Identidad . 77 4.3.1. Organización social y política de Totumal. 77 4.3.2. Organización sociopolítica . 78 4.3.3. La asamblea comunitaria . 79 4.3.4. El consejo de mayores o consejo de gobierno. 80 4.3.5. La junta directiva . 80 4.3.6. Órgano de Control . 80 4.3.7. Plan de vida y estatutos. 81 4.4. Referentes culturales . 82 4.5. Identidad y sus transformaciones. 90 4.5.1. Oficios de mujeres. 91 4.5.2. De niña a mujer. 96 4.5.3. Diversas identidades sexuales. 98 4.5.4. Ablación de clítoris en el resguardo Totumal. 102 5.Condiciones que han permitido cambios en el orden de la identidad en las mujeres de Totumal. 105 10 5.1. Identidad y participación Wera Totumal. 105 5.2. Mujeres y territorio . 107 5.3. Hacia una nueva participación . 110 5.3.1. Mujeres y Cabildo . 111 5.3.2. Asambleas comunitarias. 116 5.3.3. Mujeres y cultura . 120 5.3.4. Equipo femenino Kajuembera. 124 5.3.5. Educación, Wera Totumal. 127 5.3.6. Globalización y tecnología. 132 5.4. Hacia una participación inclusiva . 135 5.4.1. Las fiestas del campesino. 136 5.4.2. Asomujeres. 137 6. Conclusiones. 141 Referencias. 144 Anexos. 149
Con la presente Tesis Doctoral abordamos críticamente la visión ilustrada del indígena de la frontera meridional chilena como marco geográfico y la centuria de la Ilustración como coordenada temporal, especialmente su segunda mitad. Un análisis de sus tres familias básicas que no contempla por razones cronológicas a los picunches o gentes del norte, pero sí a los mapuches –gente de la tierra–, huilliches –gente del sur o sector meridional mapuche– y los pehuenches cordilleranos –gente del pehuén o pino chileno–. Esta división horizontal en razón de su distribución latitudinal se complementa necesariamente con la clásica repartición cuatripartita longitudinal de los butalmapus o distritos indígenas. Así, la frontera araucana, entre el río Bío-Bío y la plaza de Valdivia, se dividía en: costa, llanos, precordillera y la Cordillera propiamente, barrera que no fue obstáculo para unas relaciones fluidas. Además, al sur de la misma se extendía la frontera huilliche, que abarcaba desde el presidio valdiviano hasta Chiloé. Y, por supuesto, los pehuenches, que enseñoreaban ambas vertientes andinas. La naturaleza del estudio parte de un enfoque metodológico multidisciplinar histórico y antropológico, y supone un análisis de media duración del espacio fronterizo, en especial de su actor indígena, que con la Ilustración va a ver revalorizado en su papel. Asimismo, destacamos un aspecto básico transversal a todo el trabajo de aproximación a la realidad fronteriza araucana y hulliche, como es el proceso de cambio cultural, cuando al choque inicial le sucede un sistema complejo de relaciones. El surgimiento de una cultura de frontera se realiza dentro de unos parámetros de comportamiento social relativamente compartidos por ambas comunidades en contacto prolongado. Un proceso de aculturación con fases de aceleración y retroceso, y bidireccional en cuanto a los elementos culturales cedidos y adaptados; aunque sea la cultura hispana la principal donadora. Pretendemos observar si la historia de la frontera chilena es una historia que supera el mero enfrentamiento para convertirse en una frontera dinámica, donde la convergencia de protagonistas colectivos alcanzó en el siglo XVIII una dimensión propia como espacio compartido y nuevo en sus interrelaciones. Comprobar si la nueva fisonomía social y mestizaje de elementos culturales heredados de la implantación hispana y legatarios del habitante nativo, dieron lugar a una sociedad que rompía el ciclo de lucha y se ofrecía mestiza y original. Igualmente, procuramos comprobar si el resultado más significativo del contacto secular fue el conocimiento y la integración de ambas comunidades por encima de conflictos cerrados. Nuestra principal contribución, que matizamos más abajo, va en la línea de reivindicar el espacio fronterizo chileno como un territorio de confluencia e intercambio, superando la visión de choque continuado de una parte de la historiografía más interesada en la consagración de mitos "incuestionables", que ignora la complejidad de un fenómeno mucho más rico y cambiante. Si bien esta corriente interpretativa ya está marcada por la historiografía reciente de la mano de autores como Gertrudis Payás, José Manuel Zavala, Jorge Pinto, Leonardo León, Jaime Valenzuela y Jimena Obregón, entre otros estudiados exhaustivamente en el presente texto, hemos querido profundizar en la misma y analizar el progresivo proceso de secularización de la frontera más allá de los intercambios comerciales y el mestizaje. Aquí radica nuestro aporte más sustancial y personal, mencionado anteriormente. Siguiendo las orientaciones de Guillaume Boccara al respecto y añadiendo al comercio el elemento simbólico, las representaciones culturales, el universo de las mentalidades y los imaginarios colectivos junto a los recursos, semántica y otros elementos de apropiación. El estudio de la frontera nos lleva ineludiblemente a las formas de contacto violentas y pacíficas entre sociedades, y la génesis de una nueva entidad diferenciada. Esta idea cenital de la literatura producida por los estudios fronterizos desde las aportaciones del profesor Sergio Villalobos y sus discípulos ha quedado matizada o, mejor, enriquecida por el análisis de los procesos de interacción étnica, podemos recordar a Rolf Foerster o José Bengoa, por ejemplo. En este sentido, recordamos la clarividente idea de Pinto Rodríguez en relación a los intercambios mutuos, aparte de los circuitos comerciales locales o regionales –incluso de una futura proyección imperial–. Los cambios fueron simultáneos y obedecieron a factores de índole externa e interna. Desde el punto de vista indígena, no solo la resistencia y sus derivaciones contribuyeron a conformar una sociedad fronteriza, sino también las transformaciones operadas en el propio seno del mundo nativo a consecuencia del contacto sostenido en eltiempo con los españoles. El tema es de una gran relevancia y actualidad, objeto de debates y polémicas sobre la inserción en la sociedad chilena, a los cuales no han permanecido ajenos los historiadores, muy al contrario. El conflicto que mantiene el pueblo mapuche con el gobierno chileno arranca de la misma constitución del Estado, así lo hemos contemplado, aunque sucintamente por su contemporaneidad, al hablar de las categorías semánticas y especialmente del debate historiográfico fronterizo, en consecuencia emplazamos al capítulo correspondiente de la primera parte. Las escuelas de estudios fronterizos y de relaciones interétnicas quedan contrastadas en dicho apartado de la Tesis con un estado de la cuestión bibliográfica, así como las soluciones de síntesis más novedosas y actuales. Todos estos valiosos aportes historiográficos y antropológicos enhebran el trabajo y son comentados recurrentemente, pues sin tales cimientos no se podría seguir construyendo una ciencia histórica capaz de explicar y comprender el presente desde la reconstrucción del pasado, según la "Escuela de los Annales" y en palabras de Braudel. De igual manera, al final del trabajo hemos incluido un comentario acerca de las fuentes consultadas, que manifiestan la colaboración interdisciplinar metodológica y cruce de testimonios de naturaleza variada, al cual remitimos para una lectura más amplia y pormenorizada. Tan solo anticipar su diversidad documental y de centros de investigación a lo largo de tres estancias en Chile. Asimismo, en orden a la temporalidad, queremos realizar dos matizaciones previas. En primer lugar, hemos analizado la cuestión mapuche actual someramente allí donde ha sido necesario para comprender el presente desde su raíces históricas, en concreto el reformismo tardío de Carlos III y Carlos IV. En segundo lugar, igualmente analizamos la primera mitad de la centuria ilustrada cuando sirve al conocimiento del periodo tardocolonial, pues aunque somos conscientes del inicio de la política reformadora desde Felipe V, nuestro interés se centra en el marco cronológico finisecular, precisamente donde el vacío historiográfico es mayor o requiere de nuevas interpretaciones de cara al próximo movimiento emancipador. Respecto al indígena, se trata de rescatar la diversidad de sus respuestas frente a la forzada homogeneidad y las valoraciones de los ilustrados que plasmaban esa nueva realidad desde premisas novedosas. Interrogando a los testimonios de españoles y extranjeros sobre sus estrategias de subsistencia, realidad política, estructura social y valores o patrones culturales, podremos captar las continuidades y los cambios de los indígenas y las transformaciones en las visiones de los observadores europeos. Las hipótesis de trabajo planteadas y sujetas a verificación se centran en la nueva situación de la frontera ilustrada. Es decir, si hubo una nueva concepción global fronteriza desde la metrópoli y sus autoridades indianas delegadas tendente a reforzar territorios en movimiento de expansión y el control efectivo de los integrados en la Monarquía Hispánica por temor a las repercusiones de la cambiante política europea. Si quedó ratificado de facto lo consagrado de iure, esto es, la soberanía efectiva sobre la frontera. ¿Pudieron operar factores exógenos como la amenaza real de asentamiento foráneo en puntos clave geoestratégicos de la América española que llevaran al replanteamiento acerca de los "salvajes" o "bárbaros" por los hombres del absolutismo ilustrado? Si fue así, ¿enfocaron la cuestión con métodos propios o se insertaron en la cadena de soluciones heredada frente al fenómeno fronterizo? ¿Se implementaron dispositivos y mecanismos de contenido cultural y fondo político como estrategias novedosas? La frontera del reformismo debe abrirse a otros protagonistas, como los agentes de intermediación, en especial las mujeres. En este sentido nos planteamos cuál fue el verdadero alcance de su papel, olvidado entre el ruido de las armas, al igual que la importancia de los recursos en la apropiación del medio y sus habitantes. Además de verificar esta política oficial intencionada y planificada durante el XVIII, de modo acentuado en su segunda mitad, comprobaremos si pudo obedecer igualmente a la influencia de respuestas locales que condicionaran la dinámica interna y hasta qué grado son posibles los análisis comparativos con otras fronteras indianas. El uso del universo simbólico para la inclusión y su verdadero alcance constituye una hipótesis primordial de nuestro enfoque antropológico. Asimismo, planteamos la nueva visión del "otro" indígena, que por encima de enfrentamientos bélicos los presenta como hombres en última instancia súbditos del rey distante, que es necesario reintegrar por vías de la asimilación cultural a su verdadera condición de vasallos del rey católico. Un acercamiento que supera mitos nacionales consagrados por la historiografía en muchos casos y en proceso de revisión, que deja atrás la idea del indio rebelde y lo contempla como elemento en sí mismo, integrado más o menos según la variedad de respuestas y los tiempos de las mismas. Igualmente, en conclusión lógica de lo anterior, entre los objetivos que perseguimos está contemplar la frontera mucho más allá de la dinámica de enfrentamiento, optando por la concepción de un espacio total e integrador, eso sí, de personalidad propia y diferenciada. Un espacio de confluencias que se abre paso gracias al progresivo entendimiento fruto del conocimiento y de necesidades mutuas. Finalmente, otra hipótesis de trabajo observa la frontera secularizada de finales del siglo XVIII no solo como un proceso de aculturación inicial y posterior transculturación, sino también como un medio aprovechado por los españoles de cara a la movilidad social ascendente. De ahí que el conocimiento sobre el indígena sea objeto de variadas reflexiones que coloquen al nativo como elemento clave del desarrollo regional y camino de la promoción político-administrativa. La reconstrucción del pasado debe cumplir la función social de mejorar el presente, si consideramos que somos lo que fuimos, dicha comprensión retrospectiva sirve para reconocer que seremos lo que somos, de ahí la importancia de reflexionar sobre espacios de encuentro, de mediación intercultural entre europeos y americanos. Partimos de la premisa de que toda historia es historia contemporánea, como Benedetto Croce apuntó. Escribimos y leemos Historia para comprender y mejorar nuestro presente, para adquirir el bagaje suficiente que nos permita hacer frente a los retos de nuestro tiempo, como los desafíos de las migraciones y contactos o la diversidad cultural, por otra parte tan añejos como la dispersión de nuestra especie por el planeta. No es el camino emprendido colocar datos en secuencia por la mera información por sí mismos aportada, sino que la posición que adoptemos ante el pasado y sus relaciones con el presente son vitales para la sociedad entera y no solo para los historiadores, albaceas de la memoria de la experiencia colectiva. Nos preguntamos, siguiendo al maestro Hobsbawm: "¿Qué puede decirnos la historia sobre la sociedad contemporánea?". El contexto económico, político y sociocultural de aquella lejana frontera debe considerarse relativo al punto de vista del observador, por ello adoptamos una perspectiva inclusiva desde la historia social. La historiografía tradicional iberoamericana se caracterizó por fijar la atención en el Estado-nación y su historia broncínea de héroes epónimos fundadores. Hoy en día, ante los retos de la globalización resulta inexcusable una historia regional integradora y comparada, en línea con las nuevas rutas abiertas por la historia atlántica. América ha adoptado una postura crítica como marco intelectual, aceptar las "certezas supuestas" suele ser cómodo, pero resulta muy discutible cuando falta la investigación que acredite dicha certidumbre. Las polémicas, en la raíz americana, avivaron una autocrítica histórica que bien puede transformarse en sano criterio de búsqueda actual, sin llegar a la iconoclasia, pues construimos historia sobre lo preexistente. Al fin y al cabo, "no es la Historia campo de curiosidades (…) En este gran Theatro no se entra à especulaciones infructuosas", sino a interpretar los cambios y permanencias que explican su continua construcción en beneficio personal y social: "asi por lo que mira à su persona, como al gobierno de otros". Los contactos entre pueblos son tan antiguos como la historia misma de la humanidad, sin embargo, aunque mantienen similitudes, también operan divergencias, siempre dentro del proceso general de cambio experimentado, pues "transición es todo en la Historia hasta el punto que puede definirse la Historia como la ciencia de la transición". La frontera es un escenario privilegiado en este sentido y se constituye como un espacio geográfico y cultural de choque y encuentro entre mundos diferentes que interactúan recíprocamente por medio de procesos de aculturación o transculturación. Respecto al primero, entendemos el término como un proceso complejo de contacto cultural, cuyo fruto consiste en la asimilación o recepción por un grupo social de rasgos de otra sociedad mediante la imposición, física o simbólica. Mientras que en relación al segundo, partimos del proceso dibujado por Fernando Ortiz e inspirado por José Martí y la idea de integración cultural, según el cual sería la gradual recepción por un pueblo o grupo social de formas culturales ajenas, que terminan sustituyendo a las propias. Ambas partes resultan modificadas, pues siempre se da algo a cambio de lo que se recibe, en palabras de Bronislaw Malinowski14. En las fronteras chilenas analizadas –araucana, cordillerana y huilliche– se intentó lo primero, pero operó lo segundo. Los préstamos culturales circularon reciproca pero desigualmente entre ambas comunidades. El hecho fronterizo –tanto humano como territorial– puesto ante los procesos globales del tiempo presente puede, sin duda, acometerse con mayores posibilidades de éxito gracias al conocimiento de ámbitos de contacto pasados. La globalización no significa homogeneidad, pues la diversidad etnológica y cultural es patrimonio de todos, pero sí es oportunidad para una mayor solidaridad y cooperación entre pueblos, máxime si mantienen fuertes lazos históricos y afectivos. Por otra parte, permite el análisis crítico sobre la interculturalidad en relación a la colonialidad del poder, aunque no es nuestra intención actual. América es un continente multicultural por obra del mosaico de pueblos que lo habitan con sus respectivas culturas, la mirada no-indígena define desde fuera su realidad, lo cual significa la construcción de un sujeto ajeno a la propia identidad indígena. La identidad étnica es un concepto dinámico que tiene un punto referencial en su propia historia. Una visión lineal impuso el recorrido de "salvajes" a "bárbaros" y de aquí a "vasallos", luego vendrían los "ciudadanos", pero tal recorrido fue dispar en cuanto a una comunicación constructiva entre ambos a pesar de la interacción permanente. El conocimiento mutuo entre españoles y mapuche-araucanos vino de la mano de nuevas relaciones y perspectivas hacia el otro diferente nacidas de la visión reformista, y sirvió de enlace entre unos y otros vía complementariedad o interdependencia. Por otra parte, la naturaleza de la interacción y la ordenación de las relaciones interétnicas deben contemplar la existencia de límites identitarios a las asociaciones y adaptaciones. El interés ilustrado por el indígena y el medio americanos ofrece una abundante posibilidad de consulta documental de múltiples orígenes y con variadas finalidades que describen e interpretan el mundo indígena desde la etnografía y la ecohistoria en larga duración. Nos ha parecido vital partir del cruce de testimonios oficiales y privados –políticos, religiosos y científicos– y de las reflexiones etnológicas así de españoles como de viajeros extranjeros. De igual manera, acudir a archivos americanos y españoles de diferente naturaleza resulta necesario para el conocimiento de diversos tipos documentales. Asimismo, la bibliografía especializada consultada ha permitido establecer el estado de la cuestión y adentrarnos en los debates historiográficos de nuestro enfoque sociocultural. Las interpretaciones acerca del indígena de la frontera sur chilena son variadas, según el cambio de percepción operado con el transcurso del tiempo. Sin duda, en el siglo XVIII las diversas visiones posibles tienen en común el tamiz, en mayor o menor grado, del pensamiento ilustrado. Aunque algunas referencias constituyen fenómenos de continuidad, el cambio aparece no solo en la propia evolución nativa sino también en el resultado de la observación europea. Españoles, criollos y extranjeros no dejaron iguales testimonios acerca de los araucanos, si bien es verdad que los rasgos distintivos básicos son comunes en sus escritos. Las distintas visiones se nos presentan dispares pero no por ello incompatibles; al contrario, son complementarias. No hay oposición entre sus testimonios más allá de los diversos objetivos de cada colectivo. Con el análisis del enfoque que dieron españoles o criollos al aborigen, se podrán observar sus diversos intereses, lo que la frontera y sus habitantes significaban para el español americano y el peninsular. Además, militares, misioneros o pobladores diferirán en sus resultados al partir de premisas variadas; divergencia que se repetirá en las observaciones del hombre que vive en la frontera con respecto al que la contempla desde la lejanía. Pero el acercamiento al indio desde la visión ilustrada quedaría incompleto sin el estudio de los testimonios dejados por los extranjeros que, aunque parten del mismo patrón cultural occidental, resultan también enriquecedores para configurar un esquema interpretativo del mapuche-araucano en el siglo XVIII. Cada grupo fija su atención primordial en un aspecto, por lo que la conjunción de todos conformará una aproximación adecuada al panorama general de la vida indígena y sus relaciones con los demás protagonistas de la frontera chilena del Setecientos. La actuación y visión de todos los agentes fronterizos nos permitirá comprender la dinámica de cambio en el análisis de un espacio físico y cultural que contempla no sólo las potencialidades del medio sino también la incorporación del indio, mediante la aculturación entre otras estrategias, a la sociedad hispánica. No podemos valorar las visiones del indio y su incorporación como vasallos de la mano del reformismo borbónico, sin partir de la dualidad básica del mundo fronterizo, esto es, la relación hispano-indígena. Pero fueron más los agentes histórico-sociales que intervinieron, no sólo los europeos de distintas procedencias y por ende con acervos particulares, sino los propios indígenas, fragmentados en sus respuestas al choque cultural. Así pues, consideramos vital estudiar el mundo amerindio en su diversidad de desarrollos y adaptaciones al medio y de actitudes respecto al hispano-criollo. Tampoco podemos olvidar los actores culturales de intermediación entre ambas comunidades. Para abordar las relaciones entre españoles y nativos partimos de los sistemas de valores de las sociedades en contacto y del marco físico como condicionante en cuanto a la adaptación cultural del hombre al medio. Un medio que merece un estudio en sí mismo junto a los grupos humanos que lo habitaron y las interrelaciones que tejieron con las demás colectividades que confluían en un mismo territorio. Hay que observar la frontera como lugar físico de confluencia y como proceso de cambio cultural. Estudiar si el inicial rechazo evolucionó con el tiempo hacia el contacto humano fluido, el intercambio de elementos culturales y la creación de un espacio resultante de las interacciones continuadas. Además, el tiempo ilustrado resulta óptimo para un balance de las posibles continuidades y cambios, así como para fijar la naturaleza de la evolución del pensamiento respecto al indio "bárbaro" de las fronteras imperiales. A mediados de la centuria ilustrada, Rousseau rescataba en su "Discurso sobre las ciencias y las artes" una idea clásica y a la vez novedosa –que enlazaba con el ideal cosmopolita de la época– sobre la barbarie. De manos de Ovidio recogía: Barbarus hic ego sum, quia non intelligor illis ("Aquí soy un bárbaro porque no me entienden"). La diferencia convertía en extraño a cualquiera en función del posicionamiento o la mirada ajena. La mutua observación entre ilustrados e indígenas nos ofrece las visiones de unos y otros. Recuperada esta percepción más amable y recíproca de la alteridad y el poder, faltaba la segunda premisa para comprender el contexto en lo relativo a la configuración de las fronteras: el pacto. Otro destacado pensador, no en balde estamos en el "Siglo de la Filosofía", aportó su comprensión al respecto: "debe buscarse la paz allí donde pueda encontrarse", tan precisa era la primera ley de naturaleza. Desde Clío, aunque con un enfoque interdisciplinario, podemos acercarnos a esta realidad en transformación, pues "la Historia no solo es una valiosa parte del conocimiento, sino que abre la puerta a muchas otras partes y aporta materiales a la mayoría de las ciencias". El fenómeno de la frontera chilena en el siglo XVIII centra el contenido de nuestra Tesis Doctoral. La naturaleza de este estudio parte de un enfoque interdisciplinario y de un análisis de media duración del proceso fronterizo y sus consecuencias desde una metodología histórica y etnológica. Aplicamos el método etnohistórico a las fuentes documentales en un marco de análisis del hecho fronterizo chileno desde sus orígenes hasta sus resultados más significativos y enriquecedores durante la segunda mitad del siglo XVIII, cuando el contacto secular entre españoles e indígenas desembocó en una nueva realidad distinta de las anteriores pero fruto de ellas. El encuentro entre sociedades de niveles socioculturales dispares originó la formación de una "frontera" en cuanto espacio físico y proceso cultural. A su vez esta frontera es variada dependiendo del actor fronterizo desde el que se analice, en este sentido los testimonios marcan las distintas visiones del "otro" en base a su situación en el entramado de relaciones. El estudio de la frontera chilena, como objetivo general, se inicia con el análisis global de lo que la frontera ha significado en la historia humana en cuanto espacio de confluencia de realidades y generadora de mitos. Los precedentes peninsulares medievales se prestan especialmente al tratamiento comparativo entre fronteras en cuanto contacto prolongado, pues junto a las convergencias encontramos divergencias que permiten establecer una tipología del fenómeno en el espacio indiano y remarcar la singularidad de las fronteras americanas. Las similitudes y los desencuentros permiten un extenso abanico interpretativo –lato sensu– de respuestas desde la historia y la antropología. La capitanía general chilena estaba circundada al norte por el desierto de Atacama, que la separaba de la matriz peruana, al oeste por el océano Pacífico, al este por la cordillera andina, y al sur por la Araucanía y el archipiélago de Chiloé. Esta región política y natural claramente delimitada era un espacio peculiar en el orden físico y étnico, que ejercía su influencia sobre el imaginario de los españoles asentados en el valle central. La frontera del reino de Chile, desde el río Bío-Bío hasta el archipiélago chilote, constituyó una zona fronteriza –en analogía con las marcas carolingias–, temparana en su problemática y tardía en su resolución. Una frontera inestable, marcada por el medio natural y la posición periférica. Los cronistas y los primeros investigadores han dejado testimonio de la singularidad de un espacio que se resistió a su inclusión en el engranaje de la Monarquía Hispánica en Indias, empresa cargada de dificultades y trabajos, y que originó un mito conformador de la identidad chilena. El debate historiográfico sobre la frontera chilena y sus aborígenes en relación con la zona plenamente hispanizada central y septentrional ha originado posicionamientos diversos que interpretan su evolución histórica de forma dispar. La complejidad viene del cambio y la continuidad en el mundo fronterizo que terminó por originar un fenómeno modificable en el proceso y sujeto a reajustes; además de la imagen fraguada desde el inicio, que se debate entre la realidad y el mito. Los protagonistas que interactuaron en la frontera meridional chilena, objetivo específico de la Tesis junto a los cambios culturales experimentados, tenían diferentes intereses y estrategias, en relación con su cometido y función respecto al "otro" y el territorio. El distinto nivel de complejidad social de cacicazgos y estatalidad se reflejaba en la apropiación de los recursos mediante un menor o mayor grado tecnológico y acumulación excedentaria. Como pueblo nativo y ágrafo, los araucano-mapuches poseían un conocimiento exacto del medio. Además, según la visión coetánea sobre el origen de la desigualdad, los "salvajes" estaban acostumbrados a fatigas, rigores y "forzados a defenderse". Entre españoles e indios el sistema de relaciones fue un continuum, recurrentemente la presencia de europeos amigos o enemigos de la monarquía española aumentaba la complejidad de visiones de la dinámica fronteriza. Los ojos que observaban la cultura aborigen eran múltiples y variados, consecuentemente las formas de mirarla también lo serían. Pero todos dejaron constancia de su capacidad pragmática de adaptación y tránsito de la autarquía al intercambio. En definitiva, la cultura es producto del aprendizaje más que de la herencia, de la asimilación de unos hábitos compartidos por miembros de una misma sociedad que podemos conceptuar paulatinamente de fronteriza en su conjunto. Tras el choque inicial de la conquista los hispanos se establecieron en el valle central, agrícola y ganadero, preocupados por la estabilización más al sur de una frontera conflictiva que escapaba al control efectivo de la hispanización política y cultural. Durante la época de los Austrias y en el tránsito al siglo XVIII, los españoles y criollos, alejados ya de su interés por enlazar con los fundadores hispanos y próximos a reivindicar los orígenes y medio americano como elemento diferenciador, asumieron una nueva actitud hacia el mundo fronterizo. Durante la primera mitad del Setecientos se reestructuró la acción sobre el indígena en base a reforzar la política de "parlamentos", factor de continuidad y proyección. Eran encuentros transfronterizos entre los representantes de ambas comunidades, a la cabeza hispano-criolla iban las autoridades político-militares y eclesiásticas, mientras que los jefes tribales –caciques o loncos– de las parcialidades indígenas encarnaban la autoridad nativa. Los dos interlocutores se hacían acompañar, respectivamente, de un gran número de tropa e indios –capitanejos y mocetones–, que participaban de una ceremonia ritualizada junto a grandes banquetes y ofrendas de regalos que concluían con un articulado que establecía las normas del juego fronterizo y el reconocimiento de vasallaje al monarca español. Con el tiempo, este corpus contractual se convirtió en un estatuto fronterizo que consagraba igualmente la representación mapuche-araucana tras su presentación ante la autoridad hispana delegada en el territorio. Posteriormente, durante los reinados de Carlos III y Carlos IV, la visión ilustrada llevó al descubrimiento científico del indígena, al conocimiento del medio y a una política integradora encaminada a preservar aquellos espacios de la amenaza exterior mediante ideas de asimilación cultural y su control práctico bajo soberanía española. Esta etapa de los dos Carlos es la que ha centrado nuestra atención, respecto al primero las razones son tan obvias como su protagonismo a la cabeza del reformismo borbónico ilustrado. En relación a su hijo, a pesar del pánico de Floridablanca ante la deriva de los sucesos revolucionarios franceses, las reformas tuvieron durante su reinado hasta 1808 cierta posibilidad de implementación y, sobre todo, de comprobación de sus resultados. Además, se trata de periodo relativamente olvidado por la historiografía y que es preciso poner en valor, apremio mayor en Indias. La imagen colectiva del indómito y resistente araucano es fruto del sistema de valores y creencias compartidos por los colonizadores españoles y transmitida a la historiografía posterior, sin olvidar su gran proyección literaria. La visión del "otro" difería de la realidad pues estaba condicionada por el subjetivismo y limitada por la dificultad de percibir una cultura en construcción que, por otra parte, tomaría carta de naturaleza precisamente gracias al observador ajeno. Observaremos en nuestro estudio a los grupos genéricamente englobados bajo la denominación de araucanos por parte de los conquistadores, extrapolando una singularidad a un conjunto de familias étnicas que quedaron arrinconadas al sur del Bío-Bío, en la zona de contacto fronterizo desde la Araucanía hasta la isla grande de Chiloé. Con pautas culturales sedentarias agropecuarias en estadios poco evolucionados y comportamientos que iban del enfrentamiento abierto con los españoles a la alianza o entendimiento, pasando por las actitudes ajustables según la coyuntura. Muy brevemente, estos son los grupos de nuestra atención: huilliches, con cierto desarrollo cultural agrícola y ganadero, además de la pesca en torno al archipiélago chilote, límite frente a los juncos o cuncos. Los mapuches, reacios a la colonización y enemigos de los hispano-criollos, que con el tiempo y por medio de cauces indirectos quedaron englobados en el mundo mestizo de la frontera. Por otra parte, los pehuenches u hombres del pehuén, fruto o piñón de la araucaria con el cual elaboraban una harina base de su alimentación y fácil de transportar en sus desplazamientos por ambas bandas cordilleranas. Asentados en la zona centro-sur y desplazados progresivamente hacia el sur y la Cordillera, eran recolectores y cazadores que atravesaban los Andes en dirección a los grandes espacios rioplatenses donde se les conocía por indios pampa araucanizados. La incorporación del caballo aumentó su área de desplazamiento e incidió en sus pautas nómadas. Se dedicaban a la venta de sal, animales y manufacturas de piel, fueron aliados de los españoles, especial y definitivamente a partir de las campaña de 1770. Otros grupos étnicos menores cualitativa o cuantitativamente son contemplados en relación a los anteriores. En conjunto, unos pueblos de diferente nivel de desarrollo sociocultural y contrastadas respuestas a la presencia española que, progresivamente, fueron uniformándose a ojos extraños por la aceptación del orden colonial cuando no implicándose en su mantenimiento. La percepción ilustrada del indio entre "bárbaro" y "buen salvaje", o los afanes del reformismo borbónico por integrar a estos súbditos díscolos definitivamente, se articuló en varias líneas de actuación: el poblamiento fronterizo, la transición de la guerra defensiva a ofensiva y los mecanismos de asimilación y encuentro dieron dinámica propia a una frontera extrema. Cabe recordar que el pensamiento antropológico de la Ilustración está en el origen de una visión clasificadora de otras sociedades humanas al diferenciarlas y situarlas, en su afán taxonómico, en la historia. Un tercer agente fronterizo en la América meridional englobaría la presencia europea: holandesa, francesa e inglesa fundamentalmente, también de centroeuropeos, situados fuera de la relación bidireccional español-indígena, ambos nominalmente súbditos de la Corona. La percepción europea ilustrada proporciona valiosa información sobre la visión externa de las relaciones y vías de integración, así como de los factores del rechazo, por encima de la impresión de la época centrada en la posible alteración del equilibrio y entendimiento forzado entre españoles e indígenas. Como sabemos, la segunda mitad del XVIII contempló choques reales o temidos entre las potencias europeas en América. Estas fronteras imperiales en expansión propiciaron el encuentro europeo en escenarios americanos, y los cambios o permanencias de soberanía que en el caso chileno quedaron en el pánico defensivo y la asunción de una geopolítica revalorizadora de la frontera por obra de sus potencialidades y de las amenazas políticas. Las relaciones de viajeros extranjeros que no compartían la escala de valores de eclesiásticos y militares españoles o criollos afrontaban la conducta indígena desde otras perspectivas. Su formación científica ilustrada, el espíritu crítico y la desvinculación con el medio social indiano les llevaron a otra valoración complementaria de las interrelaciones. La frontera meridional chilena fue objeto de atención por la metrópoli en una doble vertiente: la problemática doméstica y la amenaza exterior. El control del territorio y el definitivo abandono del statu quo que había permitido en la práctica, parcialmente, el desarrollo en paralelo de ambas comunidades dejaron paso finalmente, merced al contacto continuado, a una nueva realidad en aquel espacio. En segundo lugar, por la urgente defensa del territorio amenazado por los ecos revolucionarios franceses y las ambiciones inglesas de asentamiento, es decir, la proyección americana del juego de relaciones políticas europeas. Por otra parte, actuó como factor endógeno de la sociedad hispanochilena la percepción del mundo fronterizo no solo como un elemento diferenciador, sino como un cauce u oportunidad de servir al rey y cimentar un cursus honorum. La vida militar y la carrera político-administrativo propiciaron la movilidad social ascendente de unos hombres que, con espíritu ilustrado, quisieron reformar y racionalizar las estructuras de gobierno y administración. En repetidas ocasiones el paso por la capitanía general chilena fue fase previa a la promoción al virreinato peruano y momento de aplicación de políticas de infraestructuras y desarrollo regional. La fidelidad jugó un papel importante en aquel distante territorio y se plasmó en imágenes colectivas de lealtad. Volviendo a la realidad fronteriza desde Chile, un aspecto básico es el intercambio cultural entre agentes donadores y receptores en ambas direcciones. Tras el choque, los agentes fronterizos entraron en un largo periodo de contacto que terminó originando con sus múltiples transformaciones un cambio cultural. Una nueva cultura de frontera surgió en base a unos parámetros de comportamiento social compartidos relativamente por indígenas y españoles. El proceso de aculturación, sostenido en el tiempo pero con fases de aceleración y de estancamiento, va más allá de la mera integración del indígena en las pautas socioculturales españolas. Los métodos de los misioneros por asimilar o de los agentes de la administración civil y militar por controlar difieren no sólo por el diferente talante de las órdenes religiosas o de los funcionarios, sino por los momentos de actuación. La frontera era vista también desde la metrópoli. Una visión que podía llegar por los informes de hombres de frontera plasmando sus experiencias y aportando sus remedios, por los miembros de las múltiples expediciones ilustradas preocupados en el avance científico y la conservación del territorio o por las propuestas oficiales de la práctica de gobierno fronterizo. Gobernantes reformistas afrontaron la inclusión de la alteridad y la integración del limes chileno como prioridad, lo que alteraría la visión tradicional del otro e incluso de sí mismos. El estudio del hecho fronterizo chileno implica una gran complejidad metodológica respecto a la investigación a ambos lados del Atlántico y el cruce de testimonios. Asimismo, respecto del establecimiento de unas notas comunes y diferenciadoras que al tiempo que inserten el fenómeno en la casuística indiana y lo singularicen, presenten un análisis dual y paralelo de dos comunidades de desarrollo sociocultural dispar que chocan en un mismo espacio físico, que está vivo, en movimiento y flujo constante por la presión de la cultura donadora y que origina la resistencia de la receptora que merced a los elementos de integración queda asociada a una misma realidad compartida. La variedad de visiones y tiempos en la evolución de las mismas trae consigo la multiplicidad de relaciones que debemos observar y contrastar en sus testimonios. A la información de los españoles y criollos se suma la presencia de agentes externos a los vínculos originarios hispano-indígenas. Además, unos y otros ofrecen una división interna a tenor de sus intereses. Autoridades, militares, misioneros, colonos se relacionaban de distinto modo con el indio según sus objetivos. Incluso un último nivel de complicación lo ofrece la pertenencia a una u otra orden religiosa, al origen del gobernante o a la misión del extranjero. No cabe duda de que los métodos misionales diferían no sólo por la marcha del tiempo, sino por la pertenencia a la orden seráfica o ignaciana, por ejemplo. De igual modo, un gobernante o militar español no percibía el mundo indígena como lo hacía un extranjero, también dependía del tiempo de permanencia y grado de adaptación al país, y diferente visión ofrecía el criollo al peninsular. Por último, está la problemática de la visión del mapuche-araucano acerca del español. Si bien por condicionantes de su desarrollo cultural no contamos con textos directos, sí pretendemos analizar los testimonios indirectos de los misioneros, defensores del indio y compiladores de sus tradiciones, así como de los extranjeros que tomaron nota de su situación, quejas y actitud ante los hispanos. Además, debemos partir desde la percepción del propio pasado, es decir, desde el sistema de valores culturales y de conducta de los grupos que interactuaron en la frontera. Se hace imprescindible una consulta documental contrastada de opiniones diferentes sobre una misma realidad múltiple para intentar reconstruir los valores y patrones socioculturales de la dinámica fronteriza. La documentación archivística oficial ha pasado ya por un primer tamiz de elaboración consciente por el informante que ha transformado la realidad según el destino de la misma e incluso su valoración personal de los hechos; por ello debe filtrarse mediante la interpretación metodológica. Por el contrario, la información primaria que se originó sin fin prefijado, fruto de la interacción sociocultural fronteriza y con la finalidad de canalizar las relaciones entre comunidades, lo que no evita la exégesis, sí posee el valor de una relativa espontaneidad. Con la investigación sobre el indio de la frontera meridional chilena durante el siglo XVIII pretendemos adentrarnos en la realidad nativa por sí misma y en relación con la visión que tuvieron del mundo indígena los ilustrados españoles –peninsulares o americanos– y los europeos. En nuestro análisis utilizamos complementariamente los métodos del historiador y de la antropología, más exactamente la etnohistoria, mediante la consulta de numerosos repositorios archivísticos europeos y americanos y de una amplia bibliografía especializada, producto de la historiografía atlántica. Nuestra idea-clave es "frontera", entendida como marco físico y mental de confluencia de sociedades con niveles socioculturales dispares. Creemos que este concepto aporta una visión global del proceso superadora de mitos historiográficos y análisis compartimentados. Por otra parte, el estudio en secuencia de tiempo medio, permite valorar las continuidades; y lo que es más importante: los cambios. Pasar de una imagen de indio rebelde y de resistencia secular a otra en la que termina integrándose cuando no colaborando con los españoles. Tras un primer choque se establecieron mecanismos de relaciones en ambas direcciones de las que surgió una cultura de frontera que era fruto de la aculturación y del contacto prolongado y pacífico, aunque con episodios bélicos. Además, la historiografía chilena mantiene una visión más centrada en el marco geográfico concreto y en los agentes que actuaron en el mismo. Pensamos que desde una perspectiva mucho más amplia se observa la frontera en toda su dimensión en cuanto a espacio, actores y líneas de investigación, lo que enriquece el estudio histórico del área. Igualmente, la comparación entre fronteras meridionales y septentrionales permite situar en sus justos términos lo común y lo original local. De nuevo la historiografía chilena es reticente a los análisis comparativos indianos, lastre que actúa en la mayoría de los países hispanoamericanos e impide estudios de conjunto. Nuestra proposición contempla la frontera chilena del Setecientos, que ya ha superado el conflicto de centurias precedentes, dejando paso a un nuevo y consolidado sistema de relaciones políticas, económicas, sociales y culturales. Los parlamentos, las fluidas y complementarias relaciones comerciales, y los elementos culturales donados mayoritariamente por los españoles y adoptados por los indígenas, confirman un mundo de intercambios que dejaban atrás la dinámica de enfrentamientos. La sociedad mestiza de frontera, resultante de la confluencia del aporte hispánico y la herencia amerindia, gracias al conocimiento mutuo propició la síntesis de culturas en un espacio fronterizo. Como fenómeno complejo y en evolución, se dieron variadas actitudes indígenas desde la resistencia a la alianza. El mundo mapuche estaba fragmentado y en muchas ocasiones enfrentado. Las valoraciones de los ilustrados reflejan una nueva concepción del indígena y del medio. Las estrategias de subsistencia y las realidades políticas y socioculturales evidencian fenómenos de continuidad y de cambio que van a ser considerados de diferente forma, según los intereses del observador. Las interpretaciones, aun teniendo un común denominador, responden a una rica variedad de testimonios que cruzados fraguan una imagen del indio y una frontera novedosa en relación a siglos anteriores. La obra de misioneros, militares y gobernantes que con un nuevo prisma observaron al araucano, iba encaminada a la evangelización del indio, pero igualmente a su hispanización, entendida como transmisión de pautas de comportamiento social e individual: el sedentarismo que superara el nomadismo, rasgo claramente "bárbaro" a ojos ilustrados; la inclusión de los indígenas como vasallos efectivos de la monarquía y el control territorial soberano frente a la injerencia de potencias rivales. Todo ello configura un marco de nuevas relaciones. Las visiones confluentes de españoles y otros europeos acerca de la vida material y creencias araucanas desde la crítica ilustrada de la realidad, ofrecen además de un balance de recuperación etnográfica, un panorama de las propias creencias por contraposición a las ajenas. De hecho el "otro" sirvió para definir y tomar conciencia del "yo", pues la noción de diferencia o alteridad implica la de mismidad. No obstante, los comportamientos indígenas quedan matizados por el descubrimiento científico del hombre y su entorno, lo que revaloriza su papel y la necesidad de su conocimiento e integración. La visión del "otro" resulta mucho más enriquecedora y novedosa con la Ilustración que la mera observación del indio de frontera desde postulados de conflicto. Pretendemos igualmente observar el estado de la cuestión del hecho fronterizo chileno y su aportación a la conformación de su identidad y mitos nacionales. Una aproximación sin apriorismos condicionantes consagrados por el transcurso del tiempo, los cuales además deben ser matizadas a la luz de los resultados de la investigación histórica y antropológica sobre el papel del indígena en la sociedad colonial. Nuestra principal contribución va en la línea de reivindicar el espacio fronterizo chileno como un territorio de confluencia e intercambio, superada la visión de choque continuado frente a la complejidad de un fenómeno mucho más rico y cambiante. Respecto del indígena, se trata de rescatar la diversidad de sus respuestas y las valoraciones de los ilustrados que plasmaban esa nueva realidad desde premisas novedosas. Interrogando a los testimonios de españoles y extranjeros sobre sus estrategias de subsistencia, realidad política, estructura social y valores o patrones culturales, podremos captar las continuidades y los cambios de los aborígenes. Así como también las transformaciones en las visiones de los observadores europeos. Abordamos el análisis fronterizo desde un enfoque centrado en la existencia de varias fronteras a tenor de su propia evolución y de las distintas visiones de la misma, tan dispares como los intereses y objetivos de militares, civiles, pobladores o misioneros españoles y criollos; las actitudes de indios amigos o enemigos; y las percepciones de ambos por los extranjeros. Por encima de la frontera imaginada, la frontera real fue un proceso de confluencias y aportes variados que permite una clasificación tipológica gracias a su abundante casuística. Las visiones e interpretaciones del fenómeno fronterizo no se oponen, sino que se complementan; aparentemente cada una fija su atención primordial en un aspecto pero entre todas conforman un acercamiento al hecho fronterizo, un intento por vislumbrar sus complejas interrelaciones. Analizar la frontera chilena ilustrada en razón del cambio de percepción de la misma por parte de todos sus agentes puede ayudar a comprender los elementos de continuidad y su dinámica de cambio. Además, un enfoque maximalista de sus protagonistas y espacios puede superar tópicos anclados en una visión reduccionista. La frontera chilena temáticamente se ha circunscrito a la relación hispano-indígena, pero fueron más los agentes histórico-sociales que intervinieron y es necesario contar con sus testimonios; por otra parte, los marginados de la sociedad colonial o los indios amigos de la misma en cuanto agentes culturales de intermediación merecen atención con la finalidad de estudiar los puntos de conexión que terminaron imponiéndose en la vida cotidiana. Examinar el área y el fenómeno fronterizo interpretando su dinámica sociocultural propia partiendo del sistema de valores de las sociedades en contacto y del marco físico como condicionante en cuanto a la adaptación cultural del hombre al medio. Este enfoque nos podrá poner en el camino de la comprensión global de la frontera, física y humana, en cuanto espacio y proceso. Se trata de observar la frontera como territorio y como proceso desde variados puntos de vista, no sólo desde América sino también desde España, con un horizonte que contemple la diversidad indígena y sus respuestas al impacto o choque cultural; así como las relaciones que se establecieron y los resultados de las interacciones. El tiempo ilustrado resulta el más adecuado para hacer balance de las continuidades y de los cambios y fijar la naturaleza de la frontera y sus actores. Además, ese tiempo histórico presenció un intento planificado y general de ocupación de espacios no sólo por motivos internos de la sociedad colonial en articulación con el mundo indígena fronterizo, sino también por la presión de los extranjeros. El interés ilustrado por el indígena y el medio americano ofrece una abundante posibilidad de consulta documental de múltiples orígenes y finalidades que describen e interpretan desde la etnografía o la ecohistoria. Además, durante el siglo de la Ilustración y el reformismo se aplicó una política indiana que interrogaba al otro e instaba a su asimilación, reconocida ya su variedad étnica y en proceso de formación científica de su nueva imagen. La defensa y ocupación de la frontera, la relación directa con el indio y la convicción como instrumento de integración son elementos de una política de frontera ilustrada que en el caso chileno discurre por un pactismo entre comunidades de diferentes niveles socioculturales. A pesar de la supremacía española sobre la indígena en la segunda mitad del siglo XVIII, se busca no sólo el acatamiento de los postulados impuestos en los parlamentos sino también su reconocimiento como medio para solucionar conflictos y lograr la definitiva pacificación. La diplomacia no se desgajó de la acción a sangre y fuego cuando se consideraba necesario, pero sí ocupó un lugar importante en el entramado de relaciones. Posiblemente esta política intencionada y continuada de parlamentos o encuentros, de facto institucionalizada en medio de ceremoniales, reviste importancia no únicamente como paradigma de acercamiento y conocimiento, sino como vía compartida de resolución de conflictos y ejemplo extrapolable a otras fronteras americanas de parecida problemática étnica y espacial. De ahí que el estudio de los mecanismos desplegados en los parlamentos nos resulte una línea de trabajo primordial y base de hipótesis sobre la confirmación o negación de estos instrumentos político-jurídicos como ideas-fuerza para interpretar las relaciones fronterizas. La historia de la frontera chilena bajo el reformismo borbónico es, obviamente, una historia de contactos que se inician con la conquista y que van a tener una larga vida y amplia proyección. Una frontera dinámica que retrocede al empuje cambiante de los colonizadores, donde la confluencia de los protagonistas colectivos fue temprana y rápida para ralentizarse y alcanzar el estancamiento después. Al centrarnos en la etapa de finales del siglo XVIII buscamos el objetivo de interpretar la frontera cuando toma dimensión propia como espacio objeto de atención y adquiere ya unas características que le otorgan una marcada personalidad. ¿Podemos considerar sus parámetros culturales y sociales como herederos de la implantación hispana al tiempo que legatarios de los usos y costumbres de sus habitantes nativos? ¿Se observan elementos de continuidad que ceden ante los factores de integración que paulatinamente se van imponiendo? Los cambios traen en todo caso una nueva sociedad original y mestiza que tiene sus raíces en lo que un día fue un choque y que por obra del contacto prolongado y el progresivo conocimiento del "otro", plasmado en varias visiones, percepciones e interpretaciones, se transforma en un espacio sincrético fruto de un proceso de aculturación; enfoque global que consideramos nuestro verdadero objetivo. Como concepto básico y transversal del marco teórico y metodológico hemos situado la idea de frontera, en cuanto a espacio y proceso al mismo tiempo. Partimos de una introducción conceptual y metodológica acerca de las realidades de frontera y su dinámica, naturaleza y alcance; estableciendo puntos de convergencia y de divergencia en el marco de un tratamiento comparativo entre las fronteras a nivel universal y las fronteras indianas en particular. La teoría de las fronteras centra su atención en la periferia distante y marginal respecto al centro de poder metropolitano, de ahí la diversidad de enfoques según se contemple la frontera desde América o España. En todo caso nos parece que ambos proporcionan una visión complementaria. Como consecuencia de las premisas anteriores, utilizamos el método histórico stricto sensu: planteamiento de objetivos e hipótesis de trabajo, prospección archivística, selección, crítica, análisis e interpretación, para finalmente llegar a unas conclusiones fruto de la investigación que validen o no las hipótesis planteadas; de igual modo contamos complementariamente con los instrumentos de la etnohistoria como método. Establecemos tres tiempos que nos permiten analizar la evolución de la frontera sur chilena, en proximidad creciente Estos se corresponden al choque inicial entre españoles y araucanos, a los primeros contactos relativamente pacíficos y reglamentados, y al cambio cultural operado desde entonces y que desembocó en una nueva realidad. En cuanto al tiempo, se insertan sin delimitaciones precisas en los tres siglos de presencia española. Como ya hemos señalado, el momento histórico privilegiado por nuestra investigación es el siglo XVIII, con especial hincapié en su segunda mitad, por lo que dentro del período colonial la época ilustrada se nos presenta como la más acertada para establecer balances generales, y no sólo por la simple cronología, sino sustancialmente por la transformación de actitudes de los españoles y criollos y de los araucanos. Además, los fenómenos de continuidad y cambio, como hilo conductor de la investigación, muestran sus resultados coincidiendo con los prolegómenos de la Independencia. Respecto al cuerpo de la Tesis Doctoral y su contenido, queda estructurado en dos partes bien delimitadas en tres capítulos cada una, pero con una continuidad tan clara como necesaria: el medio físico y humano junto a las políticas de inclusión. Además, consideramos imprescindible que junto a la introducción y conclusiones figure un glosario de términos araucanos y un apéndice documental e índice gráfico, pues hemos prestado especial atención a las representaciones iconográficas y a la cartografía. Nuestro trabajo se estructura en seis capítulos, si bien el todo es más que la suma de sus partes. En primer lugar abordaremos el marco físico de la frontera meridional pacífico-americana en sus dos escenarios básicos: continental o Araucanía e insular o archipiélago de Chiloé. Poniendo énfasis, según ojos ilustrados, en sus recursos. Seguidamente, los grupos indígenas y sus divisiones internas, así como sus imágenes y representaciones por medio de la indumentaria y el lenguaje. Sin olvidar el contexto conceptual y metodológico acerca de la realidad fronteriza e indígena y su tratamiento por la historiografía chilena que nos introduce en la temática de la identidad y la variedad de corrientes historiográficas y líneas de investigación. Del mito configurador de la nacionalidad al estudio del paulatino roce que generó una realidad nueva alejada de simplificaciones. A continuación, las visiones cercanas y extrañas de la alteridad y los procesos socioculturales de integración frente al rechazo. En el cuarto capítulo, abordamos el cambio en la percepción del indio que de "salvaje" se pretende pase a "vasallo", y los esfuerzos del reformismo ilustrado fronterizo, teórico y práctico, por absorberlo. Todo gracias a una nueva interpretación del "otro" por parte de los misioneros y políticos ilustrados, fruto del pensamiento, las necesidades y los temores a la incursión foránea. La necesidad de su integración efectiva en la Monarquía mediante mecanismos simbólicos y estrategias de asimilación varias, entre las cuales destacamos el papel de las mujeres y agentes de mediación intercultural. También la obra evangelizadora de frontera llevada a cabo por jesuitas y franciscanos que, junto a las poblaciones y los caminos que reorganizan el espacio fronterizo, articulan las relaciones con el indígena. En el panorama de fronteras imperiales en expansión y su nuevo papel en las rivalidades europeas, no se puede soslayar la secularización de la frontera desde finales del siglo XVIII. Por último, la estratégica plaza de Valdivia, como paradigma central entre las dos fronteras septentrional y austral, la proyección transitoria del levantamiento andino tupamarista en la frontera de Concepción y la interacción étnica pactista vía parlamentos, especialmente útil a la hora de confirmar o no hipótesis de trabajo. Finalmente, la selección bibliográfica nos ayuda a entender un tiempo histórico concreto y nos sitúa en el estado de la cuestión. Así pues, respecto a las investigaciones precedentes, partimos de una bibliografía que encuadra el tema en su contexto histórico y nos presenta sus aspectos más amplios y esenciales, para acudir, posteriormente, en busca de una visión más profunda a una bibliografía especializada. Respecto a las fuentes utilizadas corresponden a archivos chilenos, peruanos y españoles, entre otros, en una amplia variedad documental, cruzando documentación de diversa procedencia y que, complementariamente, proporciona la base de este acercamiento a las fronteras chilenas del siglo XVIII tardío. Enfoque interdisciplinar y análisis que se nutre de miradas cruzadas locales, regionales y metropolitanas en íntima conexión con el contexto europeo y americano, siempre en línea con la renovación historiográfica de la denominada historia atlántica. El apartado de las siglas utilizadas en la presente Tesis Doctoral pone de manifiesto la gran variedad de fondos documentales y diversidad de instituciones archivísticas consultadas, casi siempre in situ, ya fuera en España o América. Tales fuentes han permitido profundizar con material inédito en el objeto de nuestra investigación, que continúa abierta y sujeta a crítica. Por último, aportamos una breve selección, pero significativa, de textos en el Apéndice Documental en orden cronológico y un índice de las ilustraciones que apoyan el texto y refuerzan su contenido de modo visual.
Debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19 los gobiernos de todo el mundo implementaron medidas institucionales para contener la propagación del virus, atender a las personas enfermas y, al mismo tiempo, salvaguardar el sistema económico y garantizar la seguridad pública. Las acciones que se llevaron a cabo en Latinoamérica para solucionar las problemáticas derivadas de la contingencia sanitaria pueden analizarse a través de tres perspectivas distintas; a saber: aquella que tiene que ver con las cuestiones y mecanismos constitucionales existentes para enfrentar una situación de emergencia y su aplicación; aquella que tiene que ver con las acciones de los gobiernos en turno y que atienden a cuestiones administrativas o políticas; y aquellas que, relacionadas con los dos aspectos anteriores, engloban de manera general afectaciones a los derechos humanos. En el presente número de la Revista Científica Política, Globalidad y Ciudadanía, revista científica editada por la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Nuevo León se presentan once artículos que abordan la problemática derivada de la contingencia sanitaria ocasionada por el COVID-19 desde una perspectiva de Estado, de Gobierno o de Derechos Humanos; y otros temas relevantes, y de actualidad, como lo son los delitos electorales, el derecho a la ciudad, los derechos de las mujeres, entre otros. Los textos expuestos en este número son el resultado de investigaciones rigurosas que aportan ideas importantes para la profundización del debate académico de cada uno de los temas. Con esto, la Revista Científica Política, Globalidad y Ciudadanía, continúa posicionándose como una referencia importante para la comunidad académica y científica, nacional e internacional, en aras de generar conocimiento útil para la comunidad universitaria. Conforme a todo lo anterior, Luis Fernando Vélez Gutiérrez, de la Universidad Sergio Arboleda (Colombia), presenta un trabajo que analiza el impacto de la pandemia causada por el COVID-19 en los derechos de las víctimas y de los familiares de las personas desaparecidas, específicamente, en materia de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Por su parte, Víctor Manuel Vera García y Francisco Duarte Tello, de la Academia Interamericana de Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de Coahuila y del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información Pública (México), respectivamente, examinan la forma en que las personas que profesan la religión católica hicieron frente a las restricciones de movilidad y de reunión implementadas por la pandemia ocasionada por el COVID-19 para continuar practicando su religión. En el mismo sentido, María Gabriela Zapata Morán, Jorge Hipólito Berlanga Ramírez y Hugo Salazar Mata, de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México), colaboran con un artículo que recopila diferentes estrategias para llevar a cabo acciones paradiplomáticas en las universidades y el impacto que éstas tienen en la atracción de estudiantes extranjeros que ingresan a un posgrado, específicamente, en la Universidad Autónoma de Nuevo León. El estudio se realizó antes y durante la pandemia ocasionada por el COVID-19, lo que impacto en los resultados de este. En lo que hace a los textos sobre temas no necesariamente relacionados con la pandemia ocasionada por el COVID-19, pero de igual trascendencia y relevancia para los tiempos actuales, tenemos la participación de Sandy Elizabeth Martínez Lara, Gerardo Tamez González, de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México), y Francisco Anibal Ganga Contreras de la Universidad de Tarapacá (Chile), quienes analizan la relación entre el contexto cultural y las características de la "institución" como variables del proceso de aculturación y adaptación cultural en los estudiantes de educación superior que realizan una movilidad académica en el extranjero. Además, Yudith Caicedo Domínguez, Rocío Yépez, de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD (Colombia), Guadalupe Hoyos Garcés, del Servicio Nacional de Aprendizaje SENA (Colombia), y Diana Karen Sandoval-Pinedo, de la Universidad de Guadalajara (México), presentan las experiencias más significativas relacionadas con los usos agroindustriales lícitos de la hoja de coca que las comunidades indígenas del departamento del Cauca, Colombia, han adoptado en el marco del postconflicto. Sobre temas sociales relacionados con el ejercicio de derechos, Cristian Rivas Castillo, de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Nicaragua), presenta un texto que estudia la configuración del Derecho Electoral nicaragüense, su delimitación conceptual, y la clasificación de los delitos electorales reconocidos por la legislación electoral. Asimismo, Claudia Guadalupe De la Fuente Morales y Fernando Méndez Sánchez, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México) y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México), respectivamente, proponen un estudio de la Ciudad de Puebla, analizando su fundación, y la manera en que la población ha sufrido una planificación territorial específica, de la que se desprenden, en términos de los autores, muchos de los problemas de violencia y conflictos sociales que se viven al interior de la Ciudad. Claudia y Fernando destacan, además, la necesidad de aplicar un protocolo para coadyuvar con el desarrollo del Derecho a la Ciudad en Puebla, que abarque tres aspectos: comunidad, delincuencia y ambiente. En cuanto a los derechos de las mujeres, Deniss Karina González Lozano y Yahaira Berenice Martínez-Pérez de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México), presentan una investigación que analiza estos derechos en el Estado mexicano, desde una perspectiva que incluye los derechos humanos y la igualdad de género. Este estudio realiza un análisis reflexivo de la norma jurídica desde un abordaje crítico-jurídico. Una de las conclusiones de las autoras es que es necesario generar mecanismos de atención, con perspectiva de derechos humanos, para salvaguardar los derechos de las mujeres. Sobre la democracia y la ciudadanía, Ricardo Escutia Miranda y René Torres Ruiz, de la Universidad Iberoamericana (México), contribuyen con una investigación que contrasta el debate teórico de la democracia y la ciudadanía con la realidad del Estado mexicano. Los autores realizan un recorrido conceptual del debate teórico de la democracia y su relación con la ciudadanía con la finalidad de contraponer el discurso teórico con la realidad. Por último, pero no por eso menos importante, Roberto Treviño Ramos, Gustavo Daniel Ortiz Téllez, y Héctor Hugo Maldonado Salinas, todos de la de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México), presentan un artículo resultado de una investigación cuyo objetivo en establecer las características del nuevo modelo de gestión judicial en Latinoamérica; y Borja García Vázquez, también de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México), presenta un texto que se desprende una investigación que tiene como objetivo negar la originalidad del precariado como nueva clase social emergente, por medio de la exposición del concepto, confrontándolo a la noción de clase expuesta desde el marxismo, y las condiciones sociales existentes en la actualidad en la República Popular China. De todo lo dicho es posible concluir que esta edición de la Revista Científica Política, Globalidad y Ciudadanía es una publicación relevante para quien desee ahondar en cada uno de los temas tratados por las y los autores que formaron parte de esta. Esta edición concentro el trabajo de veintitrés autores que forman parte de once instituciones distintas de cuatro países diferentes; a saber: Chile, Colombia, Nicaragua y México. Con esto, se cumple una vez más, con el objetivo que persigue la Revista de difundir trabajos de investigación relevantes para la comunidad internacional que, además, versan sobre temas actuales. Para concluir, no queda más que agradecer a quienes hicieron posible, una vez más, la publicación de este número, que esperamos sirva para difundir el conocimiento, provocar nuevas investigaciones, y generar nuevos debates en torno a las ciencias sociales.
[spa] La presente tesis doctoral se ocupa de un aspecto concreto del poblamiento visigodo de la Península Ibérica, aunque el titulo no responda con exactitud al ámbito geográfico. A lo largo de todo el texto se insiste sobre la idea de que la ocupación visigoda no supuso un cambio estructural y demográfico de la sociedad hispanoromana, y que tan sólo fue una superposición administrativa. Esto queda demostrado en el terreno de lo artístico. El influjo del pueblo visigodo desde el punto de vista del arte monumental es imperceptible. Tan sólo, durante dos o tres generaciones, lo será en las artes menores del metal que nosotros hemos estudiado en este trabajo. Toda la génesis de las artes menores visigodas reside en un proceso de aculturación respecto a lo hispanorromano y lo mediterráneo oriental, mundo en el que el puro "germanismo" no tiene cabida. Las necrópolis visigodas "clásicas" o de "tradición germánica" conservan muy pocos contingentes de su carácter primigenio. Estas necrópolis, tal como las conocemos, tan sólo nos indican la presencia del pueblo visigodo.Al analizar la primera época del establecimiento visigodo en la romanizada Hispania, se ve cómo este pueblo es portador de todo tipo de elementos no pertenecientes a su propia cultura. Estos hechos arqueológicos, unidos al conocimiento que se tiene de comunidades griegas, siríacas, etc., muestran que el grupo humano del siglo VI no era impermeable al comercio y a las modas e incluso a los contactos personales habidos con comerciantes y viajeros. El pueblo visigodo se nos aparece como una comunidad abierta a la adquisición de nuevas formas, a la transformación y al movimiento. Movimiento entendido como capacidad de desplazamiento, pues hemos visto que materiales que en un principio eran exclusivos de las comunidades rurales de la Meseta se extienden por toda la Península, aunque no en abundancia.A lo largo de todo el texto, hemos insistido en que se debe -en lo que a artes del metal se refiere- disminuir la importancia del germanismo y aumentar el papel del romanismo y del bizantinismo. De hecho los centros de producción más importantes se localizan siempre en aquellas zonas donde la romanización había sido más intensa. Para los objetos de uso personal estrictamente visigodos no creemos que existieran muchos y determinados talleres de producción bien establecidos, aunque no desechamos la idea de que pudiera existir un gran centro artesanal entre los valles de los ríos Duero y Tajo. Este centro debió tener una notable producción a nivel industrial, pues la demanda de piezas debió ser en su momento muy grande. También cabe suponer que para esta época la circulación de artesanos ambulantes -chamarileros y fundidores- acampanados de ayudantes y aprendices debió ser algo habitual. Este hecho es bastante comprensible si tenemos en cuenta el carácter rural de los núcleos de población, sin que ello nos obligue a hablar de comunidades pobres, pero sí de gentes con una economía basada en la agricultura y la ganadería, que nada tenían que ver con los personajes del "Aula Regia" o con el aparato gubernativo.Nuestra propuesta de una cronología relativa, tal como hemos avanzado en los apartados, queda abierta a todo tipo de sugerencias y particularmente a la incorporación de los avances que se vayan haciendo en este campo. Creemos que el método manual utilizado es correcto y fiable, mientras no se haga por medios informáticos. Cuando supusimos que los broches de cinturón tipos A y B, junto con las fíbulas de arco y placas de técnica trilaminar, eran los primeros elementos de nuestra seriación, en algún momento tuvimos el temor de que no fuera así. Al revisar la necrópolis de Duratón y ver de nuevo la moneda de Anastasio I de la sepultura n. 526, tuvimos la confirmación definitiva de que un cierto número de mujeres de la alta nobleza había llegado a la Península a finales del siglo V con sus atuendos y acompañando a la alta aristocracia militar. La secuencia del resto de los broches de cinturón y las fíbulas es un fenómeno normal, con sus imitaciones, similitudes, reutilizaciones y herencias, transmitidas de generación en generación. Muchas de estas aportaciones las publicamos después de leída nuestra tesis y antes de que se publicase en microficha. Por ello remitimos a: Bronces romanos, visigodos y medievales en el M.A.N ("Boletín del Museo Arqueológico Nacional", nº IV, 1986 (1987), p. 55-82, 17 fig.); Reflexiones sobre arqueología funeraria, artesanos y producción artística en época visigoda, ("Seminario Internazionale di Studi sulla Spagna tardorromana, visigota e mozarabica" Rávena, 1987, p.343-373. 17 fig.); Problèmes de chronologie et de typologie a propos du mobilier funéraire hispano-wisigothique ("Actes du IXe Journées Internationales d'Archéologie Mérovingienne: Gaule mérovingienne et monde méditerranéen", Montpelleir-Lattes , 1988, p. 101-107, 7 fig.); P. de Palol et al. Los godos en el occidente europeo. Ostrogodos y visigodos en los siglos V-VIII (Madrid, 1988, 317 p.)El siglo VI se nos presentó en un principio como un período complejo que plantea un sin fin de dudas al analizarlo y con una problemática diferente a la época posterior a la unificación. Sin embargo, a medida que hemos ido profundizando en él, en sus necrópolis y en su toréutica, todo ha quedado simplificado. La llegada del pueblo visigodo, su desarrollo y su final, quedan reflejados en dos niveles o fases (reservando el I para una casi desconocida "fase arcaica"). El nivel II está fechado entre los años 480/490 hasta ca. 525, sin que podamos afirmarlo con seguridad. En él se desarrolla y aparece prácticamente toda la gama de adornos personales que seguirán siendo utilizados en su mayoría durante el nivel III. Este último, iniciado ca. 525, perdurará hasta los años 560/580, momento en que la unificación parece ser bastante global.Esta unificación, al menos supuesta, trajo consigo lo que podríamos denominar un "panhispanismo". El comercio llegó a su más amplia expresión, desde lo personal y humano, hasta los utillajes más diversos, sin limitarnos al campo de los bronces de adorno personal. Pensamos, pues, que más que de germanismo debemos hablar de orientalismo mediterráneo, incluso para el siglo VI. El siglo VII es evidente que es primordialmente hispanorromano, aunque con unos aspectos muy fuertes de tipo mediterráneo y bizantino. Muestra de ello son las piezas típicamente bizantinas y la larga serie de broches liriformes producidos por talleres hispánicos que surgen a finales del siglo VI y que perdurarán hasta las primeras décadas del siglo VIII (Algunas aportaciones sobre este tema las realizamos en: Los hallazgos de época hispano-visigoda en la región del Estrecho de Gibraltar, en "Actas del Congreso Internacional El Estrecho de Gibraltar", vol. I, Madrid, 1988, p. 1123-1142, 7 fig.).Probablemente el siglo VII refleja de manera coherente lo que se había gestado y desarrollado durante el siglo VI, principalmente en su fase final, a pesar de haber tenida que sufrir la epidemia de peste bubónica que asoló las tierras costeras del Mediterráneo desde el año 570 al 588. Pero el pueblo visigodo e hispano-visigodo se recuperó de sus pérdidas e inició una nueva etapa de su historia, a lo largo del siglo VII, como potencia autónoma con un sentimiento unitario de hispanorromanos y visigodos, que hasta entonces no se había conocido.Todo el texto que sigue pretende ser una demostración de los diferentes contingentes poblacionales del mundo visigodo y un análisis pormenorizado para obtener un cuadro tipo-cronológico relativo. Queda todavía un campo abierto, extensísimo, que constituye el estudio detallado de cada necrópolis con sus sepulturas y sus atuendos personales. Pero cada yacimiento merecería una tesis por sí solo. El inventario de cada yacimiento y hallazgo pretende mostrar el material con que hemos trabajado (y existente hasta al menos en 1986) y que nos ha permitido un estudio global de todas sus necrópolis. Además hemos intentado fechar, en la medida de lo posible, los yacimientos y los objetos descontextualizados.Queda en manos del lector este estudio, a veces de ingrata lectura, que pretende avanzar en el estudio del poblamiento visigodo peninsular. Por último quisiéramos agradecer a aquellas personas que nos prestaron su ayuda y confianza y aquellas que han hecho posible su publicación.
Realizado bajo el método científico social, el trabajo "Organización hospitalaria en Filipinas durante la Colonización Española." quiere ser el que las normas vigentes señalan para obtener el Grado de Doctor en Medicina. Las características y peculiaridades de las fundaciones hospitalarias en el Archipiélago Filipino despertaron mi interés y han motivado la elección del tema de esta investigación, llevada a cabo en el Archivo Ibero-Oriental, Archivo General de Indias, archivo Histórico Nacional, Archivo Bazán, Escuela de Estudios Hispanoamericanos y biblioteca de San Juan de los Reyes. Tras haber efectuado una lectura exhaustiva de las fuentes documentales manuscritas y bibliográficas relacionadas con este trabajo, el material recogido nos permitió penetrar en el conocimiento y funcionamiento de los hospitales durante la época colonial. En el Archipiélago que Magallanes descubriera y que conquistara Legazpi se efectuó, paralela con los hechos de la conquista bélica, una progresiva acción evangelizadora de los franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas. Esta evangelización se apoyó, principalmente, en la creación de lugares adecuados para la atención de los enfermos. Las bases a partir de las cuales se desarrolló la asistencia hospitalaria fueron tres: 1). Los antecedentes prehispánicos, 2). La Iglesia y 3). El Estado y las leyes. En efecto, la escasez de recursos médicos en las Islas Filipinas, la falta de facultativos que proveyesen esta ciencia y la existencia de una población con creencias en la superchería y los agüeros sumamente arraigas, impulsó a la Iglesia a la creación de hospitales. Por otra parte, la Corona española dictó, en diferentes épocas, disposiciones relativas al establecimiento de hospitales, conservación y bienes de sustento de los mismos. Nueve fueron los hospitales más sobresalientes en las Islas Filipinas y se denominaron del Rey, Los Baños, Los Naturales, San Lázaro, San Juan de Dios, Nueva Cáceres, Cavite, San Gabriel y Cañacao. Además se fundaron otros de menor importancia, como los de San José Lucena, Tocolana, Convalecientes, Dulak y Antipolo. Paralelamente se montaron, en las cabeceras de las provincias y distritos, las enfermerías. El hospital Real, fundado por los primeros españoles que llegaron a las Islas, contó con la asistencia de los pocos médicos, cirujanos y boticarios que arrivaron al Archipiélago Magallánico. Dicha coyuntura fue aprovechada por los religiosos para aprender el noble arte de curar. A esta, nos atrevemos a denominar "Escuela de Medicina", se debió, en parte, el desarrollo de la asistencia hospitalaria; pues los religiosos médico-cirujanos que se formaron en ella pudieron, con los conocimientos adquiridos, fundar hospitales y desarrollar en ellos una buena labor sanitaria. Los hospitales de San Lázaro, Nueva Cáceres y Los Naturales fueron fundados y administrados por los franciscanos españoles, con el fin de albergar a los enfermos de lepra, muy numerosos en aquella época. El de Los Naturales, al erigirse el hospital de San Lázaro al otro lado del río de la ciudad de Manila, pasó a ser propiedad de la Mesa de la Misericordia y posteriormente a los hermanos de San Juan de Dios, tomando el nombre del fundador de esta Orden. El hospital de San Gabriel, fundado por los dominicos, fue dedicado exclusivamente a la población china, venida de Filipinas a comerciar. Cavite, lugar estratégico para el comercio exterior, también tuvo su hospital, primero en San Roque, en terrenos ganados al mar y, posteriormente, al encargarse los juaninos de su administración, en el centro de la ciudad. El hospital de Los Baños, situado en el pueblo del mismo nombre, cerca de la Laguna de Bay, se fundó para aprovechar las aguas minero-medicinales que allí nacían. Cañacao fue el lugar en donde se ubicó el hospital militar más destacado, también existieron varias enfermerías militares, situadas en Olongapó, Puerto Princesa, Isla de Yap, Zamboanga, Pollok, Isabela de Basilan, Balabac y Bongao. El bajo nivel hospitalario en que vivió Filipinas, en la primera época colonial, hizo poco necesarias la elaboración de ordenanzas o normas especiales para el buen funcionamiento de los hospitales. Las primeras Constituciones, dictadas para el gobierno del hospital Real, sirvieron de base para el ordenamiento de los establecimientos que posteriormente se fueron fundado. Después de estas Constituciones no encontramos ningún documento, sobre legislación interna hospitalaria, hasta bien entrando el siglo XIX, en el que se hacen los reglamentos de los hospitales militares, San Lázaro, San Juan de Dios y Los Baños. En ellos se establecen los derechos y deberes del personal facultativo y de la administración. El personal facultativo se hacía constar de uno o varios médicos, que visitarían a los enfermos, prescribiendo la medicación adecuada y asistirían a los enfermos graves que entraran en el establecimiento; de un farmacéutico, encargado de llevar la analítica llevar la contabilidad de las drogas, aparatos y enseres, disponer de los medios desinfección necesarios, formar mensualmente el resumen de los medicamentos suministrados por la botica a los enfermos; y de un cuerpo de practicantes. La administración, según los citados reglamentos, estaba a cargo de un administrador o mayordomo; los derechos y deberes de los administradores son distintos en cada caso, por la diferente función de los hospitales y características peculiares de cada uno. En cuanto al sostenimiento económico de los hospitales diremos que, en su mayor parte, contaban con bienes de sustento, los cuales aumentaban por medio de mercedes otorgadas por la Corona española o donaciones particulares, que consistían generalmente en tierras de estancia para ganado, de cuyo producto se beneficiaba el hospital. Los hospitales que carecían de rentas, sustentaban de las solicitadas por los religiosos a los filipinos, chinos y españoles; quinees contribuían al mantenimiento de los hospitales con ayudas de todo tipo. CONCLUSIONES 1. Al llegar los primeros españoles a las Filipinas encuentran una población con creencias en la superchería y los agüeros sumamente arraigadas. 2. La escasez de recursos médicos en el Archipiélago Filipino, la falta de facultativos que proveyesen esta ciencia y la existencia de los hechiceros impulsó a la Iglesia, apoyada por las disposiciones dictadas por la Corona relativas al establecimiento de hospitales, a la creación de una estructura sanitaria. 3. La obra hospitalaria, tuvo como fines, la congregación de los naturales en poblaciones; la conversión a la nueva fe, que sirvió como medio de sujeción, y el auxilio a sus necesidades físicas. 4. Para que los habitantes de las Islas recibieran la adecuada atención médica, los religiosos, con gran espíritu de superación, decidieron aprender el arte de curar, en el hospital Real, teniendo como maestros a los escasos médicos europeos que había, y convertirse en médico-cirujanos no titulados. Estos, con los conocimientos adquiridos, pudieron fundar hospitales y desarrollar en ellos una buena labor sanitaria. Expandiendo, al mismo tiempo, la religión cristiana. 5. Nueve fueron los hospitales más sobresalientes durante la colonización; cuya denominación fue del Rey, Los Naturales, San Juan de Dios, San Lázaro, Nueva Cáceres, Cavite, San Gabriel, Los Baños y Cañacao. 6. Todos ellos fueron fundados y administrados por los religiosos franciscanos; excepto el del Rey fundado por los primeros españoles; el de San Gabriel fundado y administrado por los dominicos; y el de Cañacao, estrictamente militar. 7. Posteriormente, los juanino, al pasar a las Islas, en el Siglo XVII, fundaron el hospital de Convalecientes y se hicieron cargo de los de Cavite y San Juan de Dios. 8. Los hospitales del Rey, San Juan de Dios y Cavite se dedicaron a la asistencia de enfermos con enfermedades no contagiosas; Nueva Cáceres, San Lázaro y Los Naturales albergaron a los enfermos de lepra; el de San Gabriel se dedicó a los chinos; el de Los Baños se erigió con el fin de aprovechar las aguas minero-medicinales que brotaban en el lugar de su ubicación; y por último, el de Cañacao exclusivamente para la gente de armas o tropa miliar. 9. Paralelamente a la fundación de los hospitales más destacados se montaron, basados en los mismos principios de caridad y ayuda a los enfermos, en las cabe-ceras de los distritos y provincias, las enfermerías. 10. El bajo nivel hospitalario en que vivió Filipinas, en la primera época colonial, hizo poco necesarias la elaboración de ordenanzas o normas especiales para el buen funcionamiento de los hospitales. 11. Las primeras Constituciones dictadas, por Gómez Pérez Dasmariñas, para el Gobierno interior del hospital Real son, al parecer, de 1593 y sirvieron de base para el ordenamiento de los hospitales que posteriormente se fueron fundado. 12. Después de estas Constituciones no encontramos ningún documento, sobre la legislación interna hospitalaria hasta bien entrado el siglo XIX, en el que se hacen los reglamentos de los hospitales militares, San Lázaro, San Juan de Dios y Los Baños. 13. En los Reglamentos hospitalarios del siglo XIX se pueden establecer dos partes perfectamente diferenciadas, la primera referida al servicio facultativo y la segunda a la administración. En la referida al servicio facultativo se reglamentan los deberes y derechos tanto de los médicos, directores o supernumerarios; como de los farmacéuticos; practicantes y enfermeros. La segunda parte o de la administración establece los derechos y obligaciones de los administradores, distintos en cada caso por la diferente función de los hospitales y características peculiares de cada uno. 14. En cuanto al sostenimiento económico de los hospitales diremos que, en su mayor parte, contaban con bienes de sustento, los cuales aumentaban por medio de mercedes otorgadas por la Corona española o donaciones particulares, que consistían generalmente en tierras de estancia para ganado, de cuyo producto se beneficiaba el hospital. 15. Los hospitales que carecían de rentas, se sustentaban de las limosnas solicitadas por los religiosos a los filipinos, chinos y españoles; quienes contribuían al mantenimiento de los hospitales con ayuda de todo tipo. 16. Los hospitales no sirvieron únicamente para fines terapéuticos, sino también como centro de aculturación, práctica y ensayo de las estructuras y organización de algunos grupos en la Colonia. 17. El estudio histórico médico, sobre la base fundamental de los fenómenos patológicos, descubre el estado social, sanitario y económico que los produce en una región y época determinadas, así como la aplicación que se ha hecho de las artes y de las ciencias de una cultura concreta a los problemas de la salud y de las enfermedades, no menos que la evolución y desarrollo de las mismas, previsión de epidemias y brotes de enfermedades históricas… No saber historia es estar condenado a repetirla, según Ortega. De ahí su necesidad. Al menos en medicina.
El propósito de esta tesis es examinar cómo en los albores del siglo XXI, y en particular durante el periodo del 2008-2013, los Estados Unidos comunican representaciones de superioridad racial y cultural en Puerto Rico, a través de la publicidad televisiva, la cual continúa afirmando su dominio colonial sobre la Isla. La presente investigación se enfoca en el periodo más reciente en virtud de que en estos últimos cinco años, Puerto Rico ha aumentado la dependencia económica de los Estados Unidos a través de la presencia de corporaciones privadas e inversiones gubernamentales estadounidenses. Por ejemplo, en el 2012 los Estados Unidos invirtió $22 mil millones de dólares en la Isla, de los cuales $6 mil millones fueron invertidos en ayuda federal; una inversión mayor que la que se le hizo al estado más pobre de los Estados Unidos, Missisipi (Pringle, 2012). Se utiliza el termino superioridad para referirse a la centralidad y a la exaltación de la virtuosidad de los valores y de la cultura estadounidense, que aunque extranjera en Puerto Rico, es definitoria de la metrópolis. El termino también se refiere a la manera como se muestran, en un lugar céntrico, los personajes que poseen las características estadounidenses ideales; mientras que los representantes de grupos minoritarios se muestran en la periferia. A lo largo del siglo XX, los Estados Unidos proyectaron en Puerto Rico una imagen paternalista y superior hacia la Isla. Desde su invasión en 1898, se ampararon en la alegada incapacidad de los isleños para gobernarse a sí mismos. A través de caricaturas políticas de la época, se mostraba a los Estados Unidos en la figura caricaturesca del Tío Sam, con sus territorios incluyendo a Puerto Rico, en situaciones de superioridad y en actitud paternalista. En las caricaturas se representaban a los territorios como niños de piel negra, descuidados, despeinados, orejones, con narices y pies grandes. Por ejemplo, una caricatura clásica de la época mostraba al Tío Sam en un salón de clases educando a los territorios, representados como niños, a quienes educaba con el libro ABC of self government (ABC de autogobierno) en sus manos y en la pizarra escribía "Civilization plus education equals success" (Civilización más educación equivale al éxito) (ver imagen 2, anexo p. 2). El menosprecio hacia la cultura de Puerto Rico, también se evidencia en documentos históricos de la época, que atestiguan la idea de los estadounidenses de que el español que se hablaba en la Isla era apenas un dialecto y los puertorriqueños eran salvajes e incultos (Delgado Cintrón, 2013). Al principio, recién llegados los estadounidenses, y a lo largo del siglo XX, la imposición de lo estadounidense se veía mayormente a través de las leyes y reglamentaciones que los Estados Unidos establecían en la Isla (Picó, 2008). Luego fue evidente a través del intento de la imposición del inglés como idioma de enseñanza en las escuelas (Negrón de Montilla, 1976). Mientras tanto, los Estados Unidos abrieron las puertas para la explotación comercial y el establecimiento de un enclave político militar en Puerto Rico, crucial en el Caribe. Durante la primera mitad del siglo XX, los latifundios e ingenios cañeros de corporaciones estadounidenses produjeron azúcar a bajo costo, para vender en los Estados Unidos. A partir de la década del cuarenta, establecieron cinco bases militares en Puerto Rico. Las Islas de Culebra y Vieques (pequeñas Islas que componen el archipiélago de Puerto Rico) se utilizaron como campos de prácticas militares hasta el año 2003, produciendo graves consecuencias para sus habitantes (Jiménez, 2006). Por otro lado, las ayudas económicas federales constituyeron un elemento importante en la reducción de la pobreza, el hambre y los problemas de salud pública en la Isla. Estos ejemplos manifiestan el posicionamiento comercial, social y militar estadounidense en Puerto Rico durante buena parte del siglo XX. En el contexto de la relación de subordinación colonial de Puerto Rico bajo el dominio de los Estados Unidos, esta investigación explora cómo la publicidad televisiva contribuye a mantener el dominio estadounidense en la Isla en los albores del siglo XXI. La investigación explora publicidades televisivas para identificar y analizar las construcciones de superioridad racial y cultural estadounidense en Puerto Rico, presentes en el discurso publicitario de los anuncios transmitidos en la Isla; y cómo se adaptan al escenario puertorriqueño. Se aspira así a entender más claramente cómo la situación sociocultural, política e histórica de Puerto Rico con los Estados Unidos, se relaciona con el discurso publicitario a través de representaciones de superioridad racial y cultural de los estadounidenses, presentes en los anuncios que se muestran en la Isla. Desde la invasión de los Estados Unidos y como consecuencia del cambio de soberanía, de la española a la estadounidense, Puerto Rico ha estado ubicado bajo la cláusula territorial de la Constitución de los Estados Unidos. Esta ubicación establece que Puerto Rico es una propiedad de los Estados Unidos como territorio no incorporado, aunque con gobierno interno propio desde 1952. La situación del estatus político es un tema inminente en la Isla, el cual provoca sentimientos mixtos en la ciudadanía. La negación de los derechos legales por parte de las cortes estadounidenses y el déficit democrático que priva a los puertorriqueños que viven en la Isla de participar de las elecciones nacionales estadounidenses, impiden la plena participación política dentro de la sociedad estadounidense. También, obstaculiza el establecimiento de la propia soberanía con personalidad jurídica en el escenario internacional de las naciones del mundo. Parte del problema es que el asunto del estatus aún no se ha solucionado debido a que la población está fragmentada en tres posturas: anexión a los Estados Unidos (estadidad), independencia y estadolibrismo (condición política actual conocida como Estado Libre Asociado). La identidad nacional, sin embargo, transita a lo largo de las tres posturas, en conjunto con un sentido mayoritario de no optar por la independencia, pero de ser algo más que un estado de los Estados Unidos, manteniendo una identidad cultural distinta a la estadounidense (Duany, 2003). El antropólogo social puertorriqueño Jorge Duany, ha examinado cómo los puertorriqueños pueden imaginarse como una nación, cuando la mayoría de ellos no apoya ser una nación-estado separada de los Estados Unidos y atesoran la ciudadanía estadounidense, en lo que constituye ser una aparente contradicción. La relación colonial en la cual se encuentra Puerto Rico con a los Estados Unidos, ha contribuido a que la cultura y los modos de vida estadounidenses, se hayan asentado en la cotidianidad del puertorriqueño. Durante los 115 años que Puerto Rico ha sido colonia de los Estados Unidos, los rasgos culturales estadounidenses en la forma de costumbres, mercancías, moneda, leyes, anglicismos en el español y comercio, han sido una presencia fuerte en el entorno social de los puertorriqueños (Duany, 1997). Debido a la relación política y económica con los Estados Unidos; y la visión de mundo colonial del puertorriqueño, éste ha tendido a mirar al norte como si todo lo que viniera de los Estados Unidos fuera superior. Por otra parte, la presencia de los símbolos, modelos y estereotipos estadounidenses en la publicidad en la Isla, manifiesta el dominio de la cultura hegemónica de la metrópolis. Desde sus orígenes en Puerto Rico, a mediados del siglo XX, esta cultura adelantó los intereses económicos estadounidenses en la forma de la promoción de sus productos para el consumo isleño. De esta manera, la publicidad se convirtió en un elemento importante para la incorporación de los modelos e ideales estadounidenses en el diario vivir de los puertorriqueños. Este asunto ha sido investigado, proveyendo antecedentes empíricos sobre el estado de la cuestión bajo estudio en esta investigación. Stewart Hall (1973), investigador de los estudios culturales, indica que a través de la comunicación en masa se reafirman y se reproducen las posiciones de desigualdad, de dominación y de subordinación en una sociedad, mientras aparentan ser "naturales"; lo cual hace que mantengan el mismo significado a través de una sociedad o cultura. Igualmente, según Gramsci (1971) la hegemonía, el poder y el dominio de un grupo sobre otro se ejerce a través de la cultura y de las rutinas diarias, de manera consentida. En el mundo postcolonialista del siglo XXI, los medios de comunicación de masas juegan un papel fundamental en el ejercicio de la hegemonía. Con relación a su subordinación política y cultural ante la hegemonía y dominio de los Estados Unidos, Puerto Rico no es la excepción. En los Estados Unidos se han llevado a cabo diversas investigaciones acerca de cómo distintos grupos étnicos reciben e interpretan los mensajes publicitarios. Los hallazgos de Hoplamanzian & Appiah (2009) documentan cómo los blancos y los negros se representan en los anuncios publicitarios; y cómo estas representaciones influyen en la manera en que el público evalúa e identifica estos modelos, centrándose particularmente en el estatus social de los personajes en los avisos. Dimofte, Forehand & Deshpandé (2003), también llevaron a cabo una investigación similar en el estado de Washington. En la misma, se evaluó el nivel de identificación de distintos grupos étnicos en los Estados Unidos con anuncios publicitarios dirigidos a ellos y dirigidos a otros grupos. Por otro lado, en Israel, se realizó una investigación bajo parámetros similares a la presente tesis. First & Avraham (2007) examinaron el discurso nacional israelí como un fenómeno social y culturalmente construido bajo la influencia de la americanización y de la globalización. Los investigadores miraron específicamente los símbolos presente en su sociedad e hicieron la distinción de cuales eran propios de su país y cuales eran foráneos. Sus hallazgos apuntan a una fusión de estos símbolos con los símbolos patrios de Israel y su presencia como una constante influyente de la cultura hegemónica estadounidense en la vida cotidiana de Israel. Sin embargo, hasta el momento, no se ha encontrado una investigación que profundice en este tema desde la mirada del diseño de la comunicación en Puerto Rico. Por ende, la presente investigación es necesaria como un punto de partida para examinar cómo el discurso publicitario televisivo en Puerto Rico, contribuye a mantener el domino y la cultura estadounidense mediante representaciones de superioridad racial y cultural. Línea temática La presente investigación pertenece a la línea temática Historia y Tendencias de comunicación. Se enfoca en estudiar cómo las publicidades televisivas que se muestran en Puerto Rico incorporan representaciones de superioridad que reafirman la dominancia de Estados Unidos sobre Puerto Rico. Además, examina la paradoja ideológica de los puertorriqueños, quienes tienen arraigada su identidad nacional puertorriqueña pero simultáneamente, no quieren separarse de los Estados Unidos. Contenido de los capítulos Esta tesis está compuesta por 9 capítulos; el primero titulado "Representaciones de superioridad racial e imperialismo cultural: Hegemonía y colonialismo". Un segundo capítulo, "Las representaciones de superioridad racial y cultural como formas de ideología, poder y hegemonía". Un tercer capítulo, "Colonialismo y la Hegemonía". Estos tres capítulos definen los términos claves para esta tesis y dan una perspectiva de cuál es su función dentro del contexto del colonialismo y el poder colonizador. Luego se encuentra un cuarto capítulo, "Puerto Rico: antecedentes coloniales con España". Un quinto capítulo, "Dimensiones sociales y culturales de la puertorriqueñidad". Un sexto capítulo, "La cultura puertorriqueña bajo la influencia colonialista estadounidense". Un séptimo capítulo "Contexto socio histórico de Puerto Rico a partir del 1898". Estos cuatro capítulos explican la situación colonial de Puerto Rico desde el coloniaje español hasta la llegada de los estadounidenses. Además, dan una mirada hacia la cultura e identidad puertorriqueña y cómo esta se ha visto afectada con el coloniaje estadounidense. Estos capítulos son seguidos por un octavo capítulo "La comunicación a masas y la relación con la representación de la realidad social", el cual abunda sobre el tema de los medios de comunicación a masa y su rol en la sociedad, además de presentar alternativas para el análisis de la misma. Finalmente un noveno capítulo donde se expone la metodología que se llevó a cabo y seguido se presentan las conclusiones de la investigación. La organización de la tesis en estos cuatro capítulos responde a la necesidad de enmarcar el presente estudio, en el trasfondo histórico y en los vínculos culturales de Puerto Rico con los Estados Unidos como metrópolis. Esta contextualización sirve de anclaje para justificar el estudio de los anuncios en función de su discurso de aculturación y examinar cómo se adapta a los anuncios que se exhiben en Puerto Rico. Objetivo general Como objetivo general se plantea examinar las representaciones de superioridad racial y cultura estadounidense que circulan en la televisión abierta de Puerto Rico en las publicidades de marcas de productos líderes estadounidense que se mercadean en ambos países. Objetivos específicos En cuanto a los objetivos específicos, se propone indagar en los elementos de superioridad racial y cultural estadounidense que se repiten en las imágenes que componen el discurso publicitario de marcas de productos líderes estadounidense en los Estados Unidos; determinar la manera en que los elementos de superioridad racial y cultural estadounidenses se adaptan en el discurso publicitario televisado de marcas de productos líderes estadounidenses en Puerto Rico; y analizar la relación que tienen los elementos de superioridad racial y cultural estadounidense identificados en los anuncios con el contexto sociocultural que impera en la Isla. Hipótesis La hipótesis plantea que las representaciones de superioridad racial y cultural estadounidense presente en el discurso publicitario de anuncios televisivos en Puerto Rico, entre los años del 2008-2013, afirman la dominación colonial por parte de los Estados Unidos sobre Puerto Rico.
La ciudad ha ocupado un lugar central en la construcción del pensamiento social moderno en toda la cultura occidental. Ella ha encarnado el espacio privilegiado para la constitución de lo político, del orden social y económico, de las instituciones, de la monumentalidad y del arte que expresa su proyección en el tiempo. Ha escenificado, por tanto, distintos ideales de la modernidad capitalista, ya sea en su variante industrial o en la global y neoliberal. Sin embargo, la ciudad también ha sido la instancia predilecta para, a través de las sociabilidades que hace posible, cuestionar colectivamente esos ideales y generar nuevas alternativas, reinventando formas de ciudadanía y participación política. En América Latina, la ciudad como materialidad, como idea y como escenario político, es el artefacto cultural que inventa e instala, a veces dolorosamente, la modernidad. No hablamos de las ciudades ancestrales que, por cierto, precedieron a nuestras ciudades modernas, sino de aquellas ciudades coloniales que operaron como enclaves y trofeos del viejo mundo; o de las ciudades republicanas que configuraron con sus trazas y arquitectura monumental las naciones imaginadas; o de las ciudades como polos de desarrollo y progreso que promovieron la violenta "aculturación" de masas campesinas a la manera de la "civilización urbana". Lo cierto es que, en la conformación de las culturas y el pensamiento social latinoamericano del siglo XX, el debate sobre lo urbano, y sobre la representación social de la ciudad y las posibilidades de emancipación que promueve, ha ocupado un sitial central.
Este número especial de Revista Persona y Sociedad es una invitación a pensar en claves de pasado y presente nuestras ciudades latinoamericanas del siglo XXI, territorios marcados por la desigualdad, la expoliación de derechos, distintos tipos de violencias, la mercantilización y modelos económicos que privilegian los grandes intereses transnacionales. Paradójicamente, nuestras ciudades, mientras se visten de nuevas diversidades culturales, se homogeneizan en su estética de fronteras, cordones de miseria, enclaves de riqueza, carreteras y proyectos inmobiliarios. Nos enfrentamos así a contradicciones y fracturas que permean nuestras ciudades en sus memorias colectivas, en sus maneras de construir, habitar y transitar, y que nos hablan de procesos que nos son propios y a la vez comunes a otras ciudades del planeta. Tales contradicciones y fracturas, sin embargo, no son completamente naturalizadas ni están totalmente anquilosadas en el tiempo. Tal como observamos en Buenos Aires en 2001, en La Paz en 2003, en São Paulo en 2011 o, recientemente, en Quito y Santiago en 2019, los residentes urbanos responden creativamente a la desigualdad. No solo abren nuevas oportunidades de movilización, sino que también ensayan nuevas alternativas políticas, expanden nuestro entendimiento de los derechos y redefinen los criterios de membresía de los modelos de ciudadanía. Las ciudades y sus transformaciones, en definitiva, nos hablan de cómo los ciudadanos, en su relación con los Estados nacionales, buscan responder imaginativamente a un dilema central de la sociedad moderna: cómo administrar el problema de la pertenencia a la comunidad política a través de distintas formas de representación.
La invitación de este número de Revista Persona y Sociedad fue convocar a la comunidad científica a publicar ensayos que den cuenta de los nuevos diálogos, los nuevos debates que puedan crear vínculos y tender puentes entre nuestras ciudades. En esa línea, nos interesa plantear algunas preguntas para la reflexión conjunta. Entre ellas: reconociendo el lugar que ocupa la ciudad como objeto de interés en la cultura, la política y la economía latinoamericana, ¿cómo y quiénes piensan y hacen la ciudad del siglo XXI? ¿Qué elementos de este pensamiento y de estas representaciones impactan e inciden en las transformaciones urbanas de las ciudades latinoamericanas? ¿Qué es lo nuevo en nuestras ciudades latinoamericanas del siglo XXI? ¿Qué es lo antiguo? ¿Cuáles son las especificidades de nuestras ciudades en este siglo? ¿Cuáles son sus fronteras, cuáles sus dependencias? ¿En qué dialogan las ciudades latinoamericanas? ¿Cuáles son los silencios y los vacíos en este diálogo?
La invitación fue, también, a recuperar la escritura ensayística, esto es, una escritura amable que, siguiendo la tradición latinoamericana consolidada las primeras décadas del siglo XX, permita una narrativa interpretativa y conceptual que, distanciada del positivismo, abra líneas comprensivas sobre la cultura urbana. Compartiendo el estatuto ambiguo del ensayo como género literario, nos interesa esta ambigüedad en tanto permite un modo de escritura teórica en el límite del rigor. Como bien advierte Gabriel Castillo en Las estéticas nocturnas: ensayo republicano y representación cultural en Iberoamérica y Chile (2003), el ensayo supone una alternativa al texto que se pretende científico, metódico, erudito, profesional, académico, sin negar la posibilidad de que este último pueda siempre a su vez ser cuestionado por un referente que lo vuelve ensayo de otro texto, y así sucesivamente. Pero el ensayo tenderá a extender sus posibilidades de lectura invocando libertad crítica e intelección intuitiva e inspirada.
Siete son los ensayos que, finalmente, fueron seleccionados para este número de la revista, cubriendo un amplio espectro de realidades urbanas desde México a Chile, pasando por el cordón de ciudades andinas. Tres son los grandes temas que se nos plantean y que ciertamente dialogan entre sí. A modo de introducción y marco de análisis, el ensayo de Eduardo Kingman instala la pregunta por el diálogo entre pasado y presente en las ciudades nuestras. En un segundo momento, dos trabajos, el de Raúl Olmedo y el de Gabriel Espinoza, abordan el problema de la vertiginosidad de las transformaciones en la ciudad contemporánea, a partir de los procesos de renovación urbana de la mano del mercado inmobiliario y sus consecuencias en términos de gentrificación. En esta misma línea, Mercedes González Bracco se pregunta por las transformaciones del imaginario del habitar a partir de los cambios en las subjetividades contemporáneas en la ciudad vertical. Finalmente, como tercer campo temático, Manuela Badilla y Felipe Ulloa reflexionan sobre el malestar social, la desigualdad en términos de género y clase social, y cómo tales realidades horadan las estructuras sociales y permean la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. Cierran este número temático, Matthew Caulkins, Mauro Fontana, Felipe Aracena y Mabel Cobos con su análisis de las movilizaciones y estallidos que hemos visto este último tiempo, para dar cuenta de lo que los autores anuncian como las utopías contrahegemónicas que se tejen en la ciudad.
Abre este ejercicio ensayístico el historiador y antropólogo quiteño Eduardo Kingman, preguntándose si se puede hablar de ciudades andinas. Desde el sentido común ciudadano, advierte, estas son percibidas como modelos fallidos de modernización y urbanización. Kingman, sin embargo, arriesga interrogar el pasado del presente y el presente del pasado de nuestras ciudades, admitiendo que, al igual que José María Arguedas, nunca se puede estar seguro de entenderlas. Buena advertencia para iniciar este dossier temático sobre las ciudades latinoamericanas. Y es que entender las ciudades es siempre "ubicarse en el cruce de temporalidades distintas, en el umbral entre el presente y el pasado, entre lo moderno y lo no moderno, como realidades y espacialidades yuxtapuestas, así como entre distintas regiones y entre la ciudad y el campo". Las ciudades son, por definición, espacios de cambios y movimiento —debemos agregar—, lo que las hace aun más inasibles: "cambios relacionados con un pasado más o menos lejano, pero también cambios recientes, resultado del despliegue de la modernización y la modernidad contemporáneas". No se puede estudiar una ciudad a partir de modelos, advierte Kingman, porque cualquier modelo, por fascinante que parezca, es reduccionista y no capta la dinámica real de los fenómenos. El presente y el pasado de una ciudad no pueden sino ser reconstituidos a partir de fragmentos e imágenes dialécticas, para entender hasta qué punto las perspectivas abiertas por ese acercamiento nos van a ayudar a comprender lo que somos como conglomerados sociales. En esta búsqueda de los fragmentos, el autor nos guía amablemente a través de las contradicciones en que las ciudades andinas se desenvuelvan, deteniéndose en cuatro ámbitos: la presencia del pasado; las relaciones campo ciudad; el predominante lugar de las ciudades en nuestro continente; y la vida cotidiana como espacio donde las formas de escamoteo, incorporación y transfiguración desde abajo logran sortear las directrices dominantes. En medio de estos trajines, los procesos de reinvención identitarios, celebra Kingman, son la otra cara de las grandes demoliciones provocadas por la renovación urbana y por la crisis social profundizada en estos días por la crisis epidemiológica.
En un segundo momento, tres ensayos reflexionan sobre la renovación urbana de la mano del mercado inmobiliario, la gentrificación y las transformaciones en el imaginario del habitar urbano. Raúl Olmedo trae a luz el caso de Airbnb en Ciudad de México, como ejemplo de economía colaborativa que deviene en una economía depredatoria a través de la turistificación de ciertos espacios de la ciudad. Aun cuando, en el discurso, Airbnb se sustenta en el compartir y en las asociaciones en red, lo cierto es que, en el caso de los arriendos, el resultado es la fragmentación de las viviendas con el solo objetivo de extraer rentas. A partir del caso de dos museos (Castillo de Chapultepec y Palacio de Bellas Artes), el autor problematiza el impacto de Airbnb en la resignificación de sectores del centro histórico, que se sintetiza en la expulsión tanto de vecinos como de las buenas prácticas vecinales, y de la buena memoria.
Para la ciudad de Santiago, Gabriel Espinoza problematiza los simulacros que se despliegan con los procesos de gentrificación, a partir de la observación del barrio Franklin, un sector comercial de origen obrero, conocido por sus galpones, la venta en calles y veredas de todo tipo de objetos y artefactos, de primera y segunda mano. El autor interroga a esta clase de pasado obrero y cómo sus actividades e intercambios han devenido en simulacro y teatro. En el paso del "cachivache" a la "antigüedad", no solo la clase obrera desaparece y se recubre de nuevas significaciones simbólicas; también el espacio barrial se privatiza, se encarece y echa a sus antiguos habitantes. Concluye el autor señalando que esto no implica que toda expulsión sea espacial en el plano topográfico, sino que estas también operan a un nivel capilar en el plano de lo simbólico.
En una línea similar, pero para la ciudad de Buenos Aires, Mercedes González Bracco profundiza en los cambios en el imaginario del habitar de las clases medias porteñas desde la segunda mitad del siglo XX, hasta la actualidad. En tal sentido, propone una lectura de sus continuidades y rupturas para caracterizar la emergencia de las clases medias. Señala al respecto cómo su imaginario del buen vivir estuvo dominado por la idea del "departamento tecnificado", para luego sufrir un deslizamiento hacia la "casa sensible" como nuevo parámetro de legitimidad en la construcción del espacio doméstico y espacio de satisfacción personal. En cada uno de estos desplazamientos, apunta, el papel de los medios de comunicación y el mercado inmobiliario ha sido central. Hoy en día, agrega, tal deslizamiento también se observa en la actual legitimación de estilos de vida vinculados al "mercado de la casa" y opciones como los barrios cerrados suburbanos y las torres jardín en la ciudad.
En una tercera línea temática están los ensayos sobre la desigualdad y el malestar social, demostrando, como bien nos recuerda Kingman, que la multitud no es necesariamente equivalente a desorden ni siquiera en momentos de grandes movilizaciones sociales. Pero, como lo exponen estos tres ensayos sobre la ciudad de Santiago, en estas expresiones públicas a menudo se incuban las profundas violencias e inequidades de nuestra sociedad desigual.
Felipe Ulloa problematiza en torno a las significaciones que construyen jóvenes mujeres universitarias en las calles de Santiago. Desde el inicio de su ensayo advierte sobre los altos niveles de violencia que ellas perciben en la vida cotidiana, donde el género se articula como una fuente constante de malos tratos. En estos términos, la investigación permite reconocer el carácter multidimensional y problemático de las desigualdades espaciales y de la movilidad cotidiana urbana para las jóvenes. Así, el autor señala que aun cuando las calles son definidas por las jóvenes mujeres como espacios de libertad y donde se manifiesta lo diverso, también en ellas se puede ser víctima de amenazas. Una ciudad ambivalente, que es peligrosa, pero que también da placer, y donde, paradójicamente, las jóvenes mujeres se ven y se levantan como sujetas de derecho. Desde la sociología de la individuación, el ensayo demuestra cómo las jóvenes universitarias se producen activamente en tanto que sujetos frente a los límites que imponen las condiciones estructurales. La calle, en conclusión, tiene importantes efectos para la constitución de sujeto de las mujeres jóvenes, a la vez que invita a ser repensada y reconstruida como espacio de libertad, de derechos, de igualdad entre géneros, de encuentros con otros.
El ensayo de Manuela Badilla analiza, para la ciudad de Santiago, un modo de recordar, de construir memorias, que distingue la periferia urbana del resto de la ciudad. Son memorias que se construyen en los espacios periféricos, marcados por la desigualdad y la segregación. Estas otras memorias son levantadas por jóvenes que desafían el pasado hegemónico desde su experiencia de segregación, de distancia, a la que se suma la de estar de paso. Son memorias urbanas efímeras, que intentan "seguir el rastro y ritmo de los residentes, así como el cambio acelerado del escenario urbano". Las acciones por medio de las cuales se conmemoran distintos hitos pueden durar semanas o desaparecer inmediatamente, son memorias fugaces en las que la calle aparece como el lugar predominante. La autora rescata el potencial del concepto de memoria urbana, en especial después del levantamiento social iniciado el 18 de octubre de 2019, periodo que ha movilizado la significación del territorio, sus demandas y sus sentidos de pertenencia. Hacer memoria pos 18 de octubre mostró ser parte de los repertorios de acción de los jóvenes de la periferia de Santiago, fortaleciendo vínculos generacionales y estrechando sentidos de pertenencia, haciendo del espacio periférico un lugar con identidades y demandas propias.
Finalmente, cierra este número de Revista Persona y Sociedad el ensayo sobre la revuelta social que se inició en octubre de 2019, en Santiago de Chile y, específicamente, en la ahora bautizada Plaza Dignidad. En este ensayo, Matthew Caulkins, Mauro Fontana, Felipe Aracena y Mabel Cobos plantean que, a partir del estallido social, es posible dar cuenta de la ciudad como soporte y escenario de conflictos políticos; pero también de la ciudad como un territorio que se construye y resignifica constantemente. La disputa por la apropiación del espacio urbano cobra un sentido en sí mismo —más allá de las demandas sociales que enuncia—, pues es la manifestación de distintos territorios que están en construcción y en conflicto. Qué elementos permanecen, cuáles se reutilizan, cuáles se destruyen o cuáles se resignifican, son clave para comprender los límites establecidos entre estos territorios que entran en conflicto y que constituyen parte de una misma ciudad. En este marco, se revisa un corpus de prácticas contrahegemónicas realizadas durante la revuelta social, tales como la expresión activa de los cuerpos, objetos y grafitis de los y las manifestantes. Para los investigadores, tales prácticas constituyen "recursos en la configuración material de nuevos territorios". Concluyen al respecto que ellas son "utopías contrahegemónicas", las cuales tuvieron como fin sitiar y poner en jaque el orden del espacio urbano hegemónico. Y con esto, también al proyecto hegemónico producido y mantenido por el Estado.
Finalmente, nuestros reconocimientos y agradecimientos a los evaluadores y las evaluadoras de los artículos, que de manera generosa permitieron que este número de Revista Persona y Sociedad saliera a la luz en óptimas condiciones.