Monseñor Romero, un enviado de Dios para salvar a su pueblo
In: ECA: Estudios Centroamericanos, Band 45, Heft 497, S. 141-146
Abstract
En la revista de teología Sal Terrae de diciembre-1980 (año de martirio de Monseñor Romero), el P. Ellacuría se pregunta por qué Monseñor pasó, en sólo tres años, del anonimato y de la inoperancia a la universalidad pública y al máximo de eficacia social.
Ignacio Ellacuría -que, sin duda, vivió su vocación de justicia inspirado por Monseñor Romero y acaba de morir también martirialmente en la misma lucha- responde: porque, al ser asesinado el P. Grande, se rompieron los velos que le ocultaban la verdad, se llenó con la voz de la sangre del primer justo que moría martirialmente en El Salvador actual y con las voces históricas del sufrimiento del pueblo. Porque comprendió más y más que el anuncio y la realización del reino pasan ineludiblemente por el anuncio de la buena nueva a los pobres y de la liberación a los oprimidos. Porque, en consecuencia, el pueblo oprimido lo amó cálidamente, y recibió de él fuerza nueva para esperar, para luchar y ofrendar la vida; aunque los opresores lo odiaron hasta llegar a asesinarlo.
ECA Estudios Centroamericanos, Vol. 45, No. 497, 1990: 141-146.
Verlag
Universidad Centroamericana Jose Siemon Canas UCA El Salvador-Biblioteca P. Florentino Idoate, S.J.
ISSN: 2788-9580
DOI
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